Hola, voy a omitir mi nombre, actualmente tengo 40 años, en aquel entonces yo tenía 21 y ella 24, chaparrita, como de 1.60, blanca, hermoso cuerpo, pechos medianos, nalgoncita.
Éramos compañeros de trabajo y nos empezamos a tratar.
Un día la invité a bailar, ella aceptó, tomamos unas cervezas, platicamos, nos divertimos un rato y nos besamos, la invité a ir a otro lugar y ella aceptó.
Llegamos al motel y en cuanto entramos nos empezamos a besar, la recosté en la cama, le besé las bubis por encima de su ropa, recorrí todo su cuerpo besándola, le fui quitando la ropa poco a poco hasta dejarla en brassier y pantaleta.
Era divina, verla desnuda con esa piel blanca suave y tersa, mordía sus pezones erectos, chiquitos por cierto y rosaditos, bajaba a besar su ombligo y me detenía ahí, poco a poco iba bajando más hasta llegar entre sus piernas y le baje un poco su ropa interior… oh que hermoso monte de Venus, no era tan velluda pero se le veía muy bonito, pasé mi lengua ahí y sabía rico ese néctar, hurgué con mi lengua cada vez más adentro y después la sacaba y me detenía en su clítoris.
Ella ya estaba muy lubricada, preparada para que la penetrara, puse la punta de mi pene en su entrada y dio un suspiro, la fui introduciendo poco a poco y ella me abrazó como para que yo se la metiera toda y no salirme, pude sentir sus orgasmos…
La cogí buen rato hasta que ya no pudimos, estamos exhaustos, la última venida se la di en su carita delicada y me besó… mmm que rico.
La llevé hasta su casa cerca de las 3 de la madrugada, después de ese día, nos vemos más seguido fuera del trabajo.