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Sin condones (Parte final)

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Se ha llegado el momento le comenté a mi compañero Manuel cuando y donde nos veríamos para realizar el encuentro, nos encontramos a la salida del trabajo con cierto nerviosismo el subió a mi carro y nos dirigimos a recoger a mi esposa a su trabajo no sabía cómo iba a ir vestida ya que en la mañana yo salí temprano para mi trabajo en el coche y ella una hora después hacia el suyo en un Uber según nos contó cuando pasamos por ella.

Llevaba una falda verde pistache arriba de las rodillas, cuando usa esa falda sabe muy bien que me calienta y siempre terminamos en una sesión de sexo dándole miembro por todos lados, completaba su vestuario una blusa blanca de seda casi transparente que dejaba ver un brasier color beige o caqui y por supuesto imaginaba el coordinado abajo del mismo color cubriendo sus ricas nalgas que se veían bien paraditas y más aún con ese par de tacones que traía en sus pies.

Con un suspiro Manuel atinó a decir está bien cogible tu mujer. Mi esposa se acercó al coche contoneado todo el cuerpo muy provocativa y después de saludar dijo estás en mi asiento yo siempre viajo ahí, acto seguido Manuel se bajó del carro para pasarse para atrás momento que aprovecho para saludar a mi mujer de beso en la mejilla pero muy cerca de la boca y le dijo algo que no alcancé a oír una vez que se subió mi esposa al auto nos dirigimos a una tienda departamental para surtirnos para el momento, tequila, cervezas, refrescos, hielo vasos, etc.

Nos dirigimos a un hotel que está sobre el eje ocho Popocatépetl en cuanto llegamos nos dijo la dependienta que no aceptaban más de dos personas por habitación salimos en busca de otro hotel y por lo mismo no, nos dijeron que no les tenían permitido y que los podían sancionar, nos sugirió renten dos habitaciones y ya después se pasan a un solo cuarto con discreción eso si mucha discreción, pero por Dios íbamos a coger cual discreción si íbamos a romperle el culo a mi mujer y eso origina mucho ruido ustedes que están leyendo esto y han culeado a una mujer saben de que hablo por fin nos salimos de ahí no sin antes decirles unas cuantas cosas a las encargadas del servicio.

El ánimo de mi esposa se estaba desvaneciendo, había que hacer algo y ella ya no quiso ir a otro hotel pensando en lo que había pasado en los anteriores.

Estábamos pensativos cuando Manuel sugirió lo siguiente, vamos al trabajo ya son las seis de la tarde y ya no debe haber personal ahorita únicamente el velador que era un señor de edad avanzada medio sordo y con vista cansada.

Como ves le dije a mi esposa a lo que contesto seguros que nos deja entrar porque tengo que ir al baño pronto. De eso me encargo yo dijo Manuel le voy a comentar al velador que vamos a tomarnos unas cervezas tú y yo dirigiéndose a mi le doy un dinero y le invito un par de cervezas para que no salga de la caseta y vaya a ver a tu esposa mientras abro el zaguán tu pasas el carro hasta el fondo y luego vienes a saludar okey, okey conteste y así le hicimos nunca se dio cuenta de mi señora nos pasamos a unas oficinas de las de atrás eran amplias y allí trabaja Manuel tienen baño propio sin salir de ellas que fue lo primero que buscó mi mujer.

Cuando regreso ya habíamos servido dos tequilas uno para ella y otro para mi ya que Manuel toma cerveza, el primer vaso se vacío prácticamente de un trago así lo hizo mi esposa y así lo hice yo servimos el siguiente le dio un sorbo mi mujer a su vaso y lo dejo sobre el escritorio y todo esto que nos ha pasado no tuve la oportunidad de preguntarles cómo me veo, me sienta bien esta ropa al momento en que se daba una vuelta.

Magnífica dijo Manuel, cogible conteste yo... tomo la mano de mi compañero del trabajo y la coloco sobre una nalga crees que están duras y el inmediatamente puso la otra mano en la otra nalga están buenísimas.

Había empezado el juego me acerqué por delante de mi mujer y la empecé a besar mientras acariciaba sus pechos en su momento vi a Manuel agachado besando las nalgas de mi vieja sobre la falda pero con sus manos debajo de ella quería llegar a sus calzoncitos y por supuesto quitárselos ella reaccionó aún no es hora tomo su vaso y apuro el tequila, acerquen esas sillas aquí juntas y siéntense.

La oficina estaba alfombrada y mi esposa se hinco frente a nosotros acto seguido empezó a bajar el cierre del pantalón de Manuel y metió su mano para sacar su miembro que ya se notaba fuerte y duro no voy a exagerar pero eran por lo menos 20 centímetros de largo y añadan a esto un grosor sumamente considerable la cabeza era gruesa pensé en el pobre culo de mi mujer era la idea original mientras yo la cogía por delante él tendría que romperle el culo iba a ser muy difícil esa maniobra creo que yo tendría que abrir su ano y después invitarlo a él.

Los ojos de mi esposa se abrieron muchísimo al ver semejante verga , oye esto está enorme dijo e inmediatamente se agachó a besarlo lo lamía como a una paleta de dulce le lengüeteaba el glande para ir lubricándoselo empezó a introducírselo poco a poco en la boca su respiración se le dificultaba pero ella seguía en el intento por fin logró cubrir hacer desaparecer la cabeza dentro de su boca descanso un poco y continuó chupando ese rico miembro decía ella al parecer tragarse lo demás fue más fácil o al menos así lo vi yo y empezó el mete y saca de su boca, debo decir que a mi mujer le gusta chuparme mucho el miembro no hay sesión de sexo sin una buena mamada de verga.

Y allí estaba ella mamando verga en una oficina hincada frente a un hombre que no era yo al parecer se había perdido en la maniobra jadeaba jalando aire y cuando descansaba con la boca chaqueteaba hábilmente con la mano aquella verga paso lo inevitable Manuel se tensó y empezó a jadear sujeto la cabeza de mi mujer y descargó todo su semen en la boca de mi mujer que al parecer era mucho porque tardó tiempo en digerirlo sonriendo me dijo perdón primero el invitado...

Luego continúo.

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