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Una infidelidad de mi pasado: Termino preñada
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Hoy quiero contarles una historia de mi pasado, en aquel lejano año tenía yo 19 años, era gimnasta, ¡bailarían de una academia y tenía un novio sociópata, el cual me trataba mal, pero como estaba toda idiota seguía con el!

Él me tenía bien domada a veces, aunque no quería terminaba teniendo sexo con él en lugares que no me agradaban, pero el miedo y la costumbre eran más fuertes.

En esa época obviamente brillaba por mi belleza de juventud, un cuerpo espectacular, la verdad no es por ser soberbia, pero si ahora muchos caen rendidos a mí, antes ni se diga y uno de tantos en esa época fue Sergio, Sergio era un chico normal, hijo de abogados y de una familia que honestamente tiene poder político, mi mama siempre me quiso emparejar con él, pero a mí no solo no me gustaba si no me parecía un tipo x.

A veces cuando mis padres se reunían con los suyos el me llevaba chocolates, galletas o algún detallito, yo fríamente los aceptaba, pero lo bateaba, incluso a veces me ponía a fajar con mi novio el malora en frente suyo, era una ¡despiadada con el

Pero una ocasión, supe que mi novio estaba con otra tipa, incluso los vi, yo estaba súper molesta quería acabar con él y ella, en esa época era muy infantil y tonta, no cabía de la rabia, en eso aprecio Sergio con unas flores, las cuales le arroje, pobre, estaba pagando los platos rotos.

Pero en ese momento se me ocurrió una idea para vengare de mi novio y la mejor era saliendo con Sergio y que me vieran, quería que supiera que yo podía hacer lo mismo, así que cuando él se iba, falsamente me disculpe y le dije que si iba conmigo a tomar unas cervezas.

S: ¡Pensé que querías que me fuera!

K: Disculpa, a veces exploto rápido, ¿entonces me acompañas?

S: ¡Por supuesto, vamos, yo invito!

K. Ok, vamos por acá!

Metí mi ano a su brazo y nos fuimos por la calle donde vivía mi novio, yo a pesar de no estar a gusto con él, quería que me vieran, quería que le contaran, así llegamos al lugar, un pequeño bar donde había muisca, y cervezas, pedimos dos, mi intención era beber esa y regresar a casa.

Pero entre platica y platica Sergio me comenzó a parecer interesante, él era muy bueno en la escuela, tocaba el piano y me enseño fotos de sus expediciones en Chiapas, la verdad era un tipo que me podía ofrecer más, nada que ver con aquel.

Esa cerveza se convirtió en otra y luego en otras y después en cubetas, yo estaba ya muy ebria y Sergio igual, bailábamos gritábamos, estábamos fuera de sí.

Fue entonces que lo comencé a besar, sabía que él nos e acercaría y yo lo bese, como forma de agradecimiento o porque ya estaba muy ebrio.

El me abrazo y me beso con pasión, yo no lo rechace, al contrario, ambos nos perdimos en un sensual beso lleno de deseo.

S: ¡Me gustas mucho!

K: ¡Shh! ¡Solo bésame!

Salimos del lugar como si fuéramos novios, recuerdo que yo estaba de short de mezclilla mostrando mis piernas, note como él se ponía duro cada que yo me pegaba a besarlo, estábamos en la esquina acariciándonos y besándonos como si fuéramos novios, sus manos agarraban mis piernas y mis nalgas, yo le acariciaba su pene por encima del pantalón, ¡pero él no se atrevía a decir más!

S: ¡Creo que ya tenemos que ir a ut casa!

K: En serio, ¡aún es temprano!

S: Si, pero, pero…

K: Hay que hacerlo, ¡o no quieres?

El no dijo nada y me beso, me tomo de la cadera arrimándome su duro pene por atrás, la verdad me gusto, caminamos al hotel de la colonia pedimos un cuarto para pasarla rico.

Al entrar como desesperado me tiro a la cama y me quito la ropa, y me beso desde mis pies hasta mi cabeza, yo estaba caliente la verdad la adrenalina me invadía, ¡se podría decir que era mi primera infidelidad!

S: ¡No sabes cuánto te he deseado!

K: ¡Mmm, no digas nada continua!

Me quito la trusa y se lanzó a lamerme mi conchita mojada su lengua inexperta daba lengüetazos muy toscos pero sabroso, la verdad ni mi novio lo hacía así, ¡pero me gustó tanto que comencé a escurrir!

Su boca devoro mi sexo por varios minutos, incluso tuve un orgasmo escurriéndome en su boca, Sergio quien aprecia un inexperto no se quejó de eso, al contario más duro se puso, era mi turno de hace lo mío.

Él se acostó en la cama y después de una sesión de besos desenfrenados, con mi lengua recorrí su flaco abdomen, bajando a su pelvis la cual lamí y llegué a su pene, era delgado de tamaño normal pero obscuro como la noche.

Coloque su punta en mi boca y él se retorció como gusano, eso me incito a darle pequeñas mordidas que lo tenían jadeando, mi lengua lamia de sus testículos recorriendo hasta su cabeza, ¡para luego de un bocado tragármela toda!

S: ¡Uhm!! ¡Que rico!

K: ¡Uhm, eso es, goza!

Succionaba como anaconda cada pedazo de su morena carne el gemía me acariciaba la cabeza, me apretaba para ahogarme, eso me gusto, ¡jamás se la había chupado así a nadie hasta entonces!

Él estaba extasiado, sabía que si seguía así no duraría mucho, así que me detuve subiendo a besarlo nuevamente, el me acariciaba mi espalda y mis nalgas, nuestras lenguas se enrollaban, fue entonces que me acomode para que entrara, el titubeo un poco.

S: ¡Espera! ¡El condón!

K: ¿Condón? ¿Porque? así mejor!

S: ¡Pero si pasa algo más y si te embarazo!

K: Eso no pasara, uhm, ¡ya sigue!

Sin dudarlo me tomo de la cintura y me empezó a empujar hacia su pene, entraba muy fácil ya que estaba muy mojada, lancé un gemido al tenerla dentro y comencé a moverme, el gemía y me apretaba las tetas, yo seguía moviendo rápido y suave, ¡dándole pequeños besos en su cuello!

K: ¡Ah, uhm, ah, ah!!

S: ¡Uhm!! ¡Que rico, uhm, así!

Yo sabía que si seguía moviéndome así lo haría terminar pronto, así que le pedí se para y me puse en cuatro en la cama, el me tomo de la cadera y me comenzó a embestir despacio, respiraba hondo y la metía, yo movía mi cadera, ¡el seguía empujándomela hasta el fondo!

Termino empujándome hasta que quede boca abajo y el encima mío empujándose con fuerza y besándome la espalda, yo estaba gozando rico, no era lo máximo, pero hasta entonces me estaba cogiendo más rico que mi novio.

Me apretaba los muslos, me acariciaba las nalgas, era más sutil a diferencia de mi novio que solo la metía y ya, el me acariciaba, besaba y se movía rico.

K: ¡Que rico, uhm, ah!

S: ¡Ah, esto es un sueño, ah!!

Me acostó en la cama y me cogía de misionero, se empujaba rico, me besaba el cuello y mie tetas, le arañaba la espalda, le mordía los hombros, le apretaba el cabello, ¡mientras que el me levantaba las piernas y me cogía de patitas al hombro!

K: ¡Que rico, uhm, que rico, ah, ah!

S: ¿Te gusta hermosa?

K. Si, métela, uhm, métela rico!

S: ¡Eres la mejor nena, uhm, toma, toma mi verga!

K: ¡Si!! ¡Que rica, que rica verga!

Nos movíamos juntos, él se dejaba caer rozando mi clítoris, me tomaba las nalgas y se empujaba con fuerza, yo lo abrazaba con mis piernas, me movía en círculos, me besaba los pies y pantorrillas, sudábamos, estábamos disfrutando del momento.

S: ¡Si!! ah, que rico, ah!

K: ¡Sergio!! Cógeme, cógeme rico!

S: ¡Bebe me vengo, me vengo!

K: Ah, sácala, saca tu lechita, ¡uhm!

¡Era irresponsable lo sé, pero quería sentirlo dentro, no quería que parara y la sacra quería sentir un rico orgasmo con leche incluida!

K: ¡Ah que rico, que rico!

S: ¡Ah, toma nena, ah, toma mi leche, ah!!

Parecía una manguera, su pene expulsaba litro y litros de semen, el orgasmo fue fenomenal, el mejor orgasmo hasta ese día, nada que ver con quedarme a medias, ¡ese feo joven me había cogido riquísimo!

Reposamos y después volvimos a coger, no con la misma intensidad, pero igual de rico, de hecho, nuevamente se vino dentro de mí,

Me llevo casi al amanecer a mi casa, mi madre me esperaba y después de un sermón me dejo ir a dormir.

Unos meses después estaba embarazada, el dilema era que no sabía de quien era si de Sergio o de mi novio, todo era confuso, me había metido en un problema, de puta no me bajaban y aunque ya era mayor de edad, para la gente de mi familia era lo peor que pude haber hecho.

Cuando Sergio se enteró, dio la cara y aceptaba hacerse cargo del bebe, pero yo lo destroce le dije que se fuera, que ni loca con él, y así señores decidí estar con el otro que solo meses después me dejo en un cuarto a mi suerte, desde ahí comenzaron muchos problemas que me persiguen hasta hoy.

Kali

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