Lo que les cuento sucedió poco después de darme el gusto de tener mi primer trio con mi esposa. Yo tengo dos hermanos y dos hermanas, con el que más me he llevado siempre es con mi hermano menor Gabriel, siempre nos hemos apadrinado en todo y nos contamos nuestros problemas y nuestros secretos
Cuando llegamos a la casa de mi novia Yesica, el día que me regaló su virginidad, encontramos a su mamá recostada en un sillón viendo su novela, vestida sólo con un shorts y una playera sin cuello y sin mangas, la cual dejaba casi escapar sus pechos grandes, al ponerse de pie, sorprendida intento
Me daba una idea del deseo sexual que mi esposa Yesica, en aquel entonces mi novia, sentía por el cuerpo de su mamá. En nuestras salidas, cuando pasábamos por las tiendas de ropa decía que tal o cuál prenda se vería muy bien en mi suegra, incluso la ropa interior que veíamos. Y en la cama, después
Nota del autor: En tiempo de cuarentenas, les comparto un relato mucho más extenso de los que suelo subir. Pero no se asusten. Tienen la opción de leer todo, o sólo algunos capítulos. Recurrí al viejo truco de la historia adentro de la historia. Espero no haberlo hecho demasiado mal. Ojalá lo
Salimos del pub y nos dirigimos a una hamburguesería de esas que abren las veinticuatro horas, pedimos una para cada y una ración de patatas. Estábamos comiendo cuando aparecieron unos amigos nuestros, se sentaron con nosotras y entablamos conversación con ellos uno de ellos. Raúl nos miraba a todas
Los hechos que voy a relatar son reales y han ocurrido durante estos últimos días y hasta esta misma mañana, salvo los nombres, que por motivos obvios los he cambiado para preservar la intimidad de todos los implicados, el de mi esposa, a la que en este relato llamo Almudena, y el mío propio que no
Bueno. Ahí me tenían, en mi cuarto pensando opciones en donde tener un trabajo relacionada a mi carrera aunque sería en un plazo medianamente corto (ya que la facultad nos lo pide) tenía que evaluar bien mis opciones. La primera consistía en ser asistente de un banco, pero no me agradó mucho la idea
Es mi segundo relato y quiero agradecer a todos los que me han escrito a mi correo, han sido muy amables con sus comentarios, por los que se han interesado por mis vivencias y esta es una de las que me han pedido les comparta, espero sea de su agrado. Para los que no saben de mi les comento que soy
Me llamo Roberto y a continuación les contaré ciertos hechos que sucedieron en las vacaciones pasadas. Como cada verano a mi novia Lucía y a mí nos gusta reservar en un hotelito cerca de la playa para despejar de tanto trabajo. Habíamos alquilado una habitación para todo el fin de semana. Llegamos
Volví a mirarlo y su semblante cambio un poco. Básicamente estaba aceptando que a su esposa también se la habían cogido sus concuños, pero era más el orgullo en su mirada por haberse encamado a casi todas sus cuñaditas
Después de un largo tiempo sin escribir regreso con mi primer relato real que está bastante bueno y candente. Como previo les debo decir que llevo 13 años de casado con mi bella esposa y 20 desde que empezamos nuestra relación, el sexo ha sido bueno durante ese tiempo
Soy una mujer muy orgullosa de su cuerpo y me esfuerzo a diario para cuidarlo realizando deportes y yendo al gimnasio. Mi cabello naturalmente es castaño, pero me realizo tratamientos que me hacen variar entre el rubio y el morocho.
En este nuevo relato os paso a contar una nueva historia vivida hace unos días con una vecina nuestra que vive en la planta superior, con la que mi mujer mantiene buena amistad, desde que su marido y ella se casaron.
Tabú o algo desconocido, la verdad que muchas mujeres lo disfrutan, pero tienen pena o son tímidas en reconocerlo. En este relato les presento a la que fue mi vecina, la exquisita doctora Desiré.
Pasamos de escritor y lector, a ser unos ardientes amantes. Verónica es una chica de 18 años que se comunica a través de correos electrónicos y de amigos cibernéticos, llegamos al placer de compartir la cama, donde pierde su virginidad, conociendo más allá del sexo convencional.
Se montó delicadamente sobre mi verga y se la introdujo con un largo suspiro y comenzó a girar sus caderas en círculos, y con una mirada viciosa tomó el dichoso cohetito y... ¡se lo introdujo en su propio ano!!