te recuerdo que soy tu madre, ¡deja de mirarme así me desesperas!---crecí viendo cómo te comían con la mirada toda la bola de cabrones, todos se mordían los labios al verte pasar expresando las ganas que sentían de cogerte yo mismo me obsesione y cuando caminabas hacia mi te veía caminar desnuda
Por su cercanía pude sentir sus senos sin sostén en mi brazo y eso me puso aún más duro. Yo me incomodé un poco y terminé mi desayuno lo más rápido que pude
Sentía atracción por mi hermosa madre desde la adolescencia, poco a poco y gracias a algunas circunstancias pude ir acomodando las cosas para que mi sensual madre cumpliera mis más bajos deseos
En el relato anterior les conté como había iniciado el deseo intenso de disfrutar del cuerpo de mi madre. En este nuevo relato narro como seguí disfrutando de su cuerpo antes de conseguir lo que verdaderamente deseaba.