Mi hermana consigue lo que quiere
Se puso de rodillas, me quitó la camiseta, y nos besamos apasionadamente. Creía que lo de la noche anterior había sido un error tonto de borrachera, y que no se repetiría, pero ya veía que no. Me bajó los calzoncillos y quedé desnudo. Me besó en la boca, y fue bajando lamiendo mi cuello, mi pecho