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Utilizaba la mano como si fuera una tenaza húmeda según la zona, lo había masajeado entre los muslos. Al asegurar su polla en la mano ya empezó a jadear. Ya gruñía nada más empezar. Sería rápido. Aplicó unos sube y bajas lentos. Se paró. Empezó a chuparle la polla rítmicamente subiendo y bajando
Nora notó que su pulso ya era rápido, ella lo miró a los ojos con esa seducción sexual, con mirada provocativa. El hombre había entrado en una especie de trance, la mente inmóvil. Con el pajeo que le aplicaba Nora a distintas velocidades, el grueso cuerpo del hombre parecía ponerse en tensión de
Majid Salam alias el Toro negro remataba la parte final, ella estaba emitiendo sonidos repetidos ¡Oh, oh, oh, oh!, seguido de ¡Así, así, así! Ella abrió más las piernas e ipso facto toro negro las puso encima de sus hombros iniciando un arranque de bombeo en suspensión cubriendo en su totalidad el
A Esmerjildo le gustaba tras un viaje ajetreado una relajación muscular y la sensación de tranquilidad y a su llegada su amigo le había concertado hora. Ya estaban en la recta final y le combinaban el culo, testículos y polla posicionado en un cuatro patas. Bramaba de placer con roncas respiraciones
La familia Peñarrubia llegó a la finca donde pasaban las vacaciones, este año se habían juntado las dos hermanas con sus correspondientes maridos y una hija cada una.
Ignacio Salvatierra estaba seguro que sus pensamientos habían sido siempre justos y precisos. Como juez que era estaba orgulloso de sus decisiones judiciales, se consideraba un hombre de leyes y sus decisiones eran ecuánimes. Había inculcado ese raciocinio a sus 6 hijos de los cuales se sentía
Era la cofradía de la virgen de los consuelos, una de las más representativas de semana Santa. Mis ojos no pasaron por alto la señora del rosario en las manos, su físico me sonaba de algo y esa mirada ahora llorosa rezando plegarias la había visto en algún momento. Esforcé mi cerebro entre los
Raúl y Paqui llevaban un año juntos. Él tenía 56 años y ella 43. Raúl un ingeniero estaba divorciado, era padre de 5 hijos, ella una hija de 26 años que toda su vida había vivido con su abuela y ahora corría mundo sin acordarse de su madre ya que su padre no sé sabía ni quién era, ya que quedó
Joselito lo vio llegar con el camión, esta vez era un chófer portugués. En su cabina era bien visible la bufanda colgada en su trasera del equipo Sporting de Lisboa color verde. Joselito, ayudaba a su tío en el almacén de frutas, a sus 21 años era estudiante y en vacaciones se ganaba un plus en la
Si, veía bien el Carlos era la chavala del Súper del barrio: una chica de 19 años de apenas 1,45 de estatura, tetas como limones y un culo pequeñajo. Tenía los ojos azules penetrantes, guapilla de cara, media melena con mechas, su sonrisa era graciosa con la ortodoncia que llevaba. En principio le
Nada más llegar me impresionó, su balanceo de caderas, era alta, tetona, un buen culo, rostro felino, labios carnosos y ojos almendrados. Mi curiosidad me ganaba.