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Juan es un empresario mujeriego y bastante cabrón. Cliente antiguo de mi Consultoría, tenemos una comida de trabajo, seguimos en un pub con una copa, me mete mano y acaba pidiéndome una mamada.
Cuatro amigos deciden acudir con sus esposas a un hotel de lujo para celebrar la salida y entrada de Año. Sortean las tarjetas de las habitaciones y después de una noche de sexo desenfrenado, amanecerá cada uno al lado de la esposa de uno de sus amigos.
Mi marido fantasea con verme coger con otro hombre, me pregunta a quien desearía y le digo que a Roberto siguiendo su juego. No se imagina que es mi amante desde hace un año.
Tuve que permanecer algunos meses viviendo en el medio rural. Un aldeano top sexual y mi cuñado cubrieron mis necesidades, junto con mi marido cuando venía a visitarme. El resultado un embarazo de padre desconocido.
La excesiva aglomeración en el metro, en hora punta, hace que la protagonista tenga una experiencia de alto voltaje, que la hace gozar deseando repetir.
Mi marido no acaba de asumir ser cornudo, aunque lo humillara eligiendo dormir con un anciano para satisfacer sus perversiones sexuales, así que en la fiesta de mi despedida me cogieron varios hombres en su presencia, aceptando definitivamente ser un cornudo consentido.
Ausente su marido que regresó a España, la protagonista cuenta sus andanzas sexuales en la Ciudad. Mi cola, que llegó aquí casi virgen, acabó siendo utilizada por numerosas vergas de diferentes tamaños. Al día de hoy, cualquier verga entra con facilidad y es bien recibida
Darío, el empleado negro, me cogió con el permiso de D. Mario (mi amo). A punto de correrse la sacó con brusquedad, se arrodilló, me levantó como si fuera una pluma y me colocó en posición de perrita...
Un señor mayor seduce a una joven casada, con sus teorías sobre erotismo, y le induce a participar de experiencias morbosas que le llevarán a participar de sexo extremo indescriptible.
El ritmo de la música Caribeña te hacía llevar el ritmo sin querer. El baile iba excitándome a cada paso y el muchacho estaba como un tren. Mi marido estaba bebido, lo acostamos en una de las camas y nos desnudamos apresurados para acostarnos y disfrutar de nuestros cuerpo.
Le gustaba exhibir a su mujer, que vistiera provocativa para que los hombres la desearan y disfrutaba viendo sus flirteos y coqueteos, dejándose rozar y besar, hasta que un hombre la folló en los aseos de una discoteca
Fue el primer chico al que le mamé la polla, le gustaba llenarme la carita de semen, incluso un día llegó a metérmela entre las piernas y se corrió mojándome las braguitas.
Se encapricha de la esposa de su empleado y le propone sexo, ella acepta solo para beneficiar a su esposo, pero después del primer encuentro en el que es poseída como nunca lo había sentido, solo desea entregarse con lujuria a los deseos del jefe.
Ingrid es una joven casada con un maduro que le ofrece una vida de lujo, un viejo pervertido conoce que tuvo que ejercer la prostitución cuando era estudiante para poder pagar sus estudios. La chantajea y abusa de ella durante toda una noche.