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Di un paso adelante y con la verga tiesa como piedra y con las venas saltadas coloqué mi animal entre sus piernas simulando un coito por sobre su mojada y caliente concha, mientras nos fundimos en un beso lascivo viendo pasar a toda esa gente a un lado nuestro.
Desnudos los tres y con Mariela al teléfono hablando con su novio Raúl se paró frente a ella, pegó su cuerpo al de Mariela, y deslizó su falo por entre las piernas.
Esta es sólo la introducción de la historia que iré entregando en partes a esta honorable casa de citas virtual en donde podemos contar nuestras perversiones detrás de un velo de cobarde anonimato.
Me escupí la verga con exceso de saliva y puse mi celular al lado de mi verga mientras me la jalaba con fiereza. Quería que escuchara cómo me la jalaba pensando en ella
Se encaminó hacia la estación y, de repente, se giró para mirarme con cara radiante y traviesa y me dijo: Sé lo que hiciste el verano pasado. Y se marchó moviendo el culo sensualmente
La sentí correrse expulsando un violento jeringazo de líquido tibio sobre mis huevos mientras endemoniadamente se abalanzó sobre la concha de su amiga comiéndosela a lamidas
Caballero solvente, maduro en mis medio cuarentas, bien parecido, inteligente, en extremo culto, viajero inagotable (he estado en alrededor de 50 países en los cinco continentes), lector compulsivo de literatura mundial, trilingüe...
A las 2 am mi miembro se declara en bancarrota y no se vuelve a levantar en toda la noche. Sólo me queda ver cómo se lamen, se chupan y se comen mientras tomo cervezas y escucho a Pink Floyd.
En determinado momento Álvaro se sacó el falo y me quiso penetrar allí mismo. No se lo permití y dejé de besarme con él. Ahora me arrepiento, hubiera sido un morbazo ponerme a coger enfrente de sus amigos...
Me dieron un ultimátum; aunque me aclararon que entre ellas no había nada romántico que las uniera como pareja, su sexo era tan pero tan bueno, que no se iban a dejar, y que el ultimátum radicaba en que mi chica seguiría siendo mi chica pero que en el sexo iba a alternar entre Jennifer y yo.
Mientras tanto nuestro juego actual se centra en las palabras sucias del tipo: —Cógeme como si fueras hombre guey. —Cógeme como me coge mi vecino (efectivamente, mi novia sigue teniendo sexo con su vecino, el chico que la hizo mujer hace 5 o 6 años).
Me imagino al muerto sobre mi cuerpo y logro abrir los ojos y despertar sólo para ver que no es el muerto quien está sobre mi sino mi hermano copulándome mientras trata de asfixiarme.
Sexualmente hablando, mi casto marido está muy detrás de mi pervertido sacerdote y ya no tolero tanta rectitud en la cama. Me llama abismalmente más la atención las oscuras perversiones del cura que en realidad me hizo mujer.
Obvio que nunca se imaginaron todo lo cerca que Álvaro y yo estábamos de ella y todo lo que le hacíamos en la propia cama donde ella fue gastada. Allí le dimos y allí nos dio.
Pero sus tetas, sus hermosas macro tetas eran la atracción de la fiesta, el ombligo de la luna donde las miradas morbosas de los caballeros, y la mía también, se dirigían, acechaban, con el deseo de amasar esas tetas.
Por razones que no vienen al caso estoy en un hostal con tres preciosas muchachitas que se duermen semidesnudas y puedo ver la mayor parte de sus exquisitos cuerpos…
Mis padres me preguntan cómo me fue y se quedan con ojos de sapo cuando les digo que bien mientras me voltean a ver y ven que ni siquiera puedo subir las escaleras porque las piernas no me responden de la cogida que me acaban de meter.