Fernan tiene publicados 47 relatos que han recibido un total de 2.097.200 visitas, con una media de 44.621 visitas por relato. El total de valoraciones recibidas es 1.755 y la valoración media (9,11).
Luego la tomé de su cintura y la monte en mí, ella me rodeó con sus piernas por la cintura, la cargué y la llevé hasta mi cuarto, ahí la senté en la cama y descubrí sus pechos, ella solo rio y me desabrochó mi pantalón, lo bajó junto con mi bóxer y dejó salir mi verga ya erecta, comenzó a besarla
Las tendré a las dos si así lo quiero. Me separé antes de que ella llegará a su orgasmo, dejándola toda excitada, me miró con rabia, se desabrochó su pantalón y se dio placer hasta que estalló, se arregló y se volvió a subir el pantalón
Creo que era la maestra más buena que conocí nunca, iba en un vestido blanco hasta las rodillas, tenía un escote que si bien no era muy vistoso, permitía la visión más exquisita de dos grandes tetas
Siempre me gustó esa tía, no con el típico afecto de hombre a mujer, sino más bien una idolatría, cuando me vio se alegró, me abrazó, esa fue la primera vez que noté algo extraño en su manera de comportarse conmigo
La empecé a desvestir, primero la ayudé con su blusa, la cual salió sin problemas, luego continúe con su jean, me dispuse a salir y dando media vuelta estaba a punto de dar el primer paso, cuando me dijo que ella, acostumbraba a dormir como dios la trajo al mundo
Me giré a mi tía y la desvestí, ella se resistía un poco, pero le planté un beso y ella se dejó hacer, le dije que se metiera a la ducha, ella obedeció
Me acerqué sigilosamente, me coloqué detrás de ella y revisé la zona en busca de más personas, pero estábamos solos, me acerqué y con una mano amasé ese perfecto trasero, ella reaccionó enseguida, pero posando una navaja en su costado, volvió a quedarse inmóvil, se quedó petrificada ante tal abuso
De entre los juguetes que preparé, saqué unas líneas y un látigo para azotar su redondo culo, un juguete anal muy ancho y el vibrador más fuerte que conseguí
Con la tanga en la mano comencé a masturbarme, me olvide de donde estaba, hasta que la apertura de la puerta me regresó al mundo real, acababa de entrar mi tía.
El joven Andrés se destapo, y haciendo el pliegue de la bata a un lado, mostro su pene semierecto a su hermana, esta al ver lo que Andrés quería se apartó un poco
Después de un largo rato lo logro, inundando su matriz con mi semen mientras ella se abraza a mi cuerpo arañando mi espalda, estábamos en pleno apareamiento y ella feliz de recibir mi leche