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El tiempo pasó y las heridas fueron cerrando. Tanto Mafe como yo rehicimos nuestras vidas, pero el destino nos tenía previsto un último encuentro, que quizá iba a ser el más trascendental de toda nuestra historia juntos
Mafe era una mujer verdaderamente espectacular, maravillosa, pero sinceramente yo pensaba que nuestra relación no tenía futuro, estaba condenada a morir. Le admiraba mucho, era complaciente con ella, cariñoso y bastante entregado, pero no estaba seguro de quererla auténticamente
Hasta aquí había logrado un avance notable con Mafe. Poco y nada sobrevivía de esa chica reservada, llena de complejos, baja de autoestima y amor propio. Ahora era mucho más segura de sí misma, y una sonrisa permanente en su rostro era señal de su renovada felicidad
Algo más de 500 años han pasado desde el fin de la Edad Media, precioso periodo para el afianzamiento de los ideales de la Iglesia, época de represión y castigo ante cualquier pensamiento libidinoso, pero a la vez de excesiva perversión ante tanta prohibición
Mafe había cambiado radicalmente. De esa chica tímida, inocente e insegura quedaba muy poco. Ahora tenía una actitud un tanto más osada, su mentalidad era otra, ahora estaba abierta a darse la oportunidad de probar y conocer cosas nuevas
El fin de semana terminó siendo memorable aunque muy agotador. La sesión masturbatoria del sábado en la tarde fue solo el abrebocas de una apasionada jornada que se extendería hasta el domingo al anochecer
Mientras se limpiaba el pecho, Mafe confesaba entre risas que nunca había imaginado que fuera hacer algo así, dejar que alguien la recubriera con esperma, o cachetear a alguien mientras fornicaba
Al otro día ella madrugó para ir a su casa y cambiar su ropa, pues no quería que en el trabajo la vieran con la misma del día anterior. Allí, en la oficina nos encontraríamos horas más tarde. Tras un par de coqueteos entendí que nuestros encuentros sexuales se repetirían más pronto de lo que yo
El silencio permaneció en el ambiente por unos cuantos segundos, luego ella accedió, aunque en medio de titubeos y de una actitud bastante temerosa. Le pedí que se acostara boca abajo sobre el sofá en el que estábamos. Sin tener experiencia alguna dando masajes, me aventuré a recorrer su cuerpo con
Para mí fortuna, esa actitud iba a verse recompensada, pues fue ese el inicio del gran propósito de follar con Mafe. La motivación estaba creada, ya solo hacía falta encontrar el momento y quizá el escenario ideal para atacar
Ese día que pude ver en alta definición el agua bajando por su espalda hacia su ancho culo, que pude apreciar sus casi inexistentes senos cubiertos por la espuma que hace el jabón, que pude observar sus blancas piernas en su verdadera dimensión; ese día fui realmente feliz
La noticia no cayó bien entre su familia ya que Katherine era una chica joven, que tendría que interrumpir sus estudios y que dar un giro de 180 grados a su vida. Yo estaba a punto de terminar mis estudios, pero eso no aseguraba que fuera a conseguir un gran trabajo. El que tenía hasta entonces no
El amor que sentía por Katherine crecía inversamente proporcional a mi relación de amistad con Camilo, que había ido enfriándose. Antes solía contarme los detalles del sexo con la novia de turno, me mostraba las fotos que ellas le enviaban, y hasta se animaba a fantasear con tríos e invitarme a
Como casi todas las relaciones, la nuestra fue maravillosa en un comienzo. Pero el paso del tiempo es devastador. Empiezan los celos, los reproches, las pataletas, los intentos de dominación del uno sobre el otro, Bien decía Confucio “los años son escobas que nos van barriendo hacia la fosa”. Yo
La excitación del polvo mañanero y sabatino había pasado. Ahora caminaba de lado a lado en ese apartamento, pensando en la reacción que iba a tener mi mejor amigo. También entendiendo que si Katherine estaba dispuesta a revelar esto a su familia, era porque consideraba que yo era su pareja. Ella y
Era evidente el interés de ella por mí y el mío por ella, así que nuestros encuentros sexuales se iban a repetir en más de una ocasión. Pero siempre íbamos a contar con la dificultad del dónde: en su apartamento existía el peligro de ser descubiertos por sus hermanas o su hermano, en mi casa estaban
Yo seguía frecuentando el apartamento de Camilo, pero ya no había la maliciosa intención de follar con Alexandra, así se diera la oportunidad. Iba allí sencillamente porque Camilo era mi amigo y siempre era un buen plan ir a su hogar, siempre había algo para hacer, o la sencilla oportunidad de
El encuentro sexual con Katherine fue un punto de quiebre en mi vida. Me llenó de la confianza de la que carecí por tanto tiempo. Luego de varios años fui capaz de nuevo de encarar mujeres y tener relaciones con algunas. Sin embargo, ninguna logró generarme lo que sí logró Katherine, pero a ella no
Capítulo 3: un porro, un polvo y mil orgasmos. De hecho, yo no planeaba dejar de culear con Alexandra más allá de la monotonía del sexo con ella, pues para ese momento era lo único que tenía a la mano, y era ella o nada. Pero cuando Katherine apareció las cosas cambiaron. Yo en un comienzo no
Desconocía que esto era el inicio de una serie de polvos que íbamos a echar Alexandra y yo, aunque debo reconocer que entre más lo repetíamos, más iba perdiendo el misticismo, el encanto de esa noche de primer encuentro entre ambos. Al comienzo fue difícil comprender que se iba a repetir. En primera
Me llamo David, tengo 31 años y vivo en Bogotá. Sin embargo, no quiero dar detalles ni hablar más sobre mí, pues lo único que me resta por contar es que me siento el hombre más afortunado del planeta. No es para menos, pues en los últimos diez años he venido follando con tres hermanas, las tres de
Mi nueva vida era desgastante. Mantener a Laura y Diana me resultaba complejo. Majo seguía sin conseguir trabajo y yo debía encargarme de nuestro mantenimiento, eso, sumado a la cuota para Laura me tenía al borde de la quiebra. No sabía qué hacer pues era evidente que esto iba a ser insostenible
Me causó ilusión enterarme de ello, pero a ella no parecía agradarle la noticia. Su carácter se fue haciendo cada vez más impredecible, a tal punto que en un momento me pregunté si realmente estaba conviviendo con la persona que había imaginado; no sabía si era realmente feliz viviendo con ellas
Tenía bastante claro que lo ocurrido con Mariajosé solo había sido producto de un ataque de ira. Sabía perfectamente que no volvería a ocurrir. Pasaría el resto del año esperando a que Majo retornara para volver a coger. Iba a ser duro pero era un firme compromiso