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Supe que era el día desde que te vi avanzar por la puerta, ahí estabas, esperando por mi; sabía que el siguiente paso tenía que darlo yo, lo sabía pero no atinaba a hacerlo, el remordimiento anidaba aún en mi cabeza y no me veía con la fuerza necesaria para lograr el cometido.
Sentada aún en el suelo, recargada a un costado de la cama, recordaba su vida con él; no supo en qué momento se enamoró, solo supo que le atrajo su personalidad, su trato y su amor desmedido por ella; lo que siempre buscó en un hombre. Aun así había algo que no terminaba de llenarle, estando en la
Cerró de golpe la puerta, e inmediatamente su vista se fijó en él; lo miró con un odio infinito. Pudiera no ser toda su culpa, pero era innegable que era parte de ella, ambos lo sabían.
Inocente o culpable, pensé; cualquiera, ya no importa. Por mi mente desfilaron cada una de las balas que disparé, recordé el rictus de miedo y dolor al ver como se le escapaba la vida; no pude menos que lamentarme…
¿De dónde saqué la templanza?, no sé explicarlo a ciencia cierta; solo sé que en ese momento lo estaba disfrutando como nunca antes había hecho en cualquier otra situación, no por su traición, que me dolía donde no sabía que podía sentir dolor; sino por la venganza que tenía en mente…
Aparcó y no pudo menos que extrañarse, uno de ambos autos de él normalmente no estaba pero, ¿los dos? Entró a su casa y todo estaba tal cual lo dejó por la mañana, respiró aliviada cuando por su mente pasó la escena de un robo, dejó su maleta y se dirigió a su recámara; ahí, el panorama era distinto
Dudó al momento de abrir la puerta que daba a la salida, giró para ver el que había sido su hogar durante los últimos meses; no había vuelta atrás, había tomado la decisión y no tenía opción de arrepentirse; ni quería hacerlo tampoco…
La infidelidad es un acto que mata, puede ser física o mentalmente, se sabe de las consecuencias pero muchos arriesgan por amor o por el simple hecho de hacerlo. Es jugar en el precipicio con media mitad fuera.
Sucedió un jueves por la tarde, lo recuerdo por ser un día festivo en la ciudad, todo bullicio y alegría; salimos temprano de la escuela, tomé mis cosas y charlé un rato con mis compañeros antes de regresar a casa. Por el camino me encontré con un amigo que hacía casi el mismo trayecto y nos
Tu presencia impone, tu aroma envuelve y tu andar desvía miradas como el imán le hace al metal; eres consciente y te ufanas de serlo, lo vales. Tienes lo que quieres, obtienes lo que deseas con o sin consentimiento; lo tuyo es solo estirar la mano para inmediatamente hacer tuyo lo que en el momento
Casi diciembre y aún no podía terminar la tesis en la universidad, me faltaba tiempo, tiempo que precisamente era lo que no tenía; con el trabajo a medio turno en la rectoría de la escuela, el desarrollo de mi proyecto por la tarde y ayudando en el bar los fines de semana apenas si quedaba espacio
El placer por sentirla sodomizada embotaba mis sentidos, así que continué; su esfínter me apretaba intentando en vano deshacerse del intruso, provocándome espasmos de placer por cada contracción.