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Paseaba por la calle Fuencarral, como acostumbro a hacer en mis ratos libres. En el café del Arte una parejita se tomaba un café y charlaba mientras era fotografiada y filmada desde la calle a través de una cristalera por un grupo cineastas
Es una alegría que la vida te haya puesto ahí esos melones, tierra. Dónde ir si no es a ti, a tus manantiales. Allí donde mana el alimento que da vida y que sostiene los manjares. Por donde pueda me quedaré y allí estaré disfrutando de ellos
Este escrito que voy a escribir espontáneamente, según mis apetencias, pretende ser un escrito que refleje lo bonitos que son los coños. Son como flores y también como un buen alimento.
Algo que me ocurrió de niño y que recuerdo muy bien porque fue traumático. Explico lo que me ocurrió, como lo viví como un suceso traumático y cómo ha repercutido en mi percepción de las personas.
El objetivo de este relato es expresar que para todo hay que estar preparado y que no es bueno aprender a base de vivir disgustos. Y también quiere expresar que no todo es lo que parece. Ni todo es serio. Todo depende de cómo lo viva cada uno.
He querido expresar las bases del guion para mi nueva película. Los actores deben conocer la verdad de las herencias familiares. ¿Qué es lo que heredamos de nuestros antepasados?, ¿por dónde ha ido la línea familiar hasta llegar yo?, ¿qué condicionamientos ha habido en el camino hacia la libertad?
Este poema va dedicado a todas las niñas que están dejando de ser niñas, porque su cuerpo cambia: salen pelillos en la vulva, en las axilas, crece el culo y crecen las tetas. A nivel psicológico ven que los hombres las miran de otro modo. A todas ellas va dedicado, por lo maravilloso que es.
Este es un relato, que más bien es un informe sicológico sobre mi situación emocional y particular. Un informe que quiere aclarar y dar explicación a por qué hay cosas en mi vida que hacen que lleve una vida insatisfecha. O estuviera enfermo o autista. Y estuviera luchando contra la enfermedad.
Esta es una explicación sobre el sinsentido de la culpa. Y de cómo tantas familias viven con ella y emplean el mecanismo de librarse de ella echándosela al otro. Y cuando no es a un familiar es a un desconocido que va por la calle. De cómo la culpa es lo único que cobra identidad en estos casos.
Un poema para las niñas que veo cada día. Sobre la espera. Sobre el deseo y el miedo de que se vaya el deseo y la ilusión inicial. Sobre la atracción y sobre el compartir una experiencia que es maravillosa y es para siempre. Así funciona.
Esta experiencia maravillosa la tuve en un autobús de largo trayecto. Fue con una italiana rubia, preciosa, que se sentó delante de mí. Al instante, sentimos atracción. Una atracción irrefrenable.
Este fue un encuentro con dos nenas que vi que se estaban riendo en la calle. Me acerqué a ellas y seguían riéndose, pero más avergonzadas. Me dijeron que estaba muy bueno. Entonces empezó todo.
Una nena morena por el sol pasó delante de mí. Tendría unos 20 años. La miré y me dijo sí con la cabeza. Me prendí de ella al instante. Fuimos. Una nena morena, preciosa. Pequeña. Formas femeninas. Me abrió sus labios con sus manos de niña. Bajita, menuda. Preciosa. Su cara preciosa. La amo.
Este es un escrito dirigido a la belleza de las niñas, las niñas que a mí me gustan, por sus formas, por sus gestos, por su estilo. La belleza de mis niñas. Cuando lo leáis, nenas, sabed que he tenido que emplear palabras un poco fuertes porque he querido reflejar la pasión, el desenfreno, el deseo.