ámbar coneja tiene publicados 111 relatos que han recibido un total de 2.241.125 visitas, con una media de 20.190 visitas por relato. El total de valoraciones recibidas es 2.518 y la valoración media (9,00).
A pesar de que perdí la virginidad a los 18, ahora puedo decir que no puedo pensar en otra cosa más que en pijas desfilando por todo mi cuerpo... ¡Y todo gracias a las morbosas, depravadas y cochinas de mis tías!
A mi papá le gusta cogerme siempre y cuando descubra que traigo olor a otros pitos de la escuela. Dedicado a Martina. ¡Seguí mojándote en la cama chancha, y no te cambies la bombachita! ¡jejeje! ¡disfrutalo!
Mi hijo es el hombre que mi sed de madre insaciable necesita para vivir. Su pija es la razón de cada una de mis calenturas, y tenerla en mi boca es un milagro del destino. ¡Me vuelve loca su lechita!
Aquella familia depravada y sin moral me arrastró a buscar en los archivos de mi mente todos los condicionantes para convertirme en una puta morbosa, a mí y a mi hija. ¡Ahora las dos somos dos putitas obedientes!
Nuestro cuidador tenía la leche más apetitosa que cualquiera podía ofrecernos. Si no es así, ¡pregúntenle a la alzada de mi hermana! dedicado a Martina Ceci, a Sarah y a Gabriel B.
Nunca hubiese imaginado que mi profe de informática tuviese la mente tan sucia. Todavía sigo re alzada con él, pero por esas cosas de la calentura, no puedo decir que ya es parte del pasado.
Paola, Luciana y yo somos muy afortunadas de tener un padrastro con tanta lechita. Las tres seremos siempre sus putas sucias y preñadas. ¡No saben cómo me mojo la bombachita de solo pensar en las bocas de mis hermanas y en la pija de Mario!
Mi hermana y yo tenemos aún muchas fantasías por cumplir. Y creo que con nuestra empleadita salida de la calle, sucia, perversa y con una carita de petera que mata, las haremos realidad, una a una.
A veces es bueno que a una le digan chanchadas por la calle, que le miren el culo, le relojeen las tetas y le quieran prometer tanta lechita. ¡A mí me encantó!
Mi novio no quería cogerme, y mi necesidad sexual me llevó a ponerle los cuernos de las formas más calientes que me hubiese imaginado. ¡Me encanta ser tan puta y tan sucia!
Cuando el terror, la lujuria, la obsesión y las ganas de descubrir el más allá de todo se complementan, puede haber resultados irreversibles. Aquí la historia de dos hermanos asustados y alzados.