Relatos publicados por danisampedro91 (95)
danisampedro91 tiene publicados 95 relatos que han recibido un total de 1.033.886 visitas, con una media de 10.883 visitas por relato. El total de valoraciones recibidas es 811 y la valoración media (9,51).
Hacía 2 horas que habíamos llegado al puerto de Montevideo, teniendo que quedarnos fondeados en la bahía ya que no teníamos muelle hasta que nos dieran permiso. Para ir a tierra, nos venía a buscar una lancha del puerto, nos dejaba en el muelle, y de esa manera podíamos ir a pasear por Montevideo
Justo había sonado el timbre de la casa del perverso de mi vecino, Tino, cuando este había terminado de darme por el culo teniéndome completamente desnudo en el comedor de su casa, donde recostado sobre la mesa del comedor, me había sodomizado, rompiéndome el culo y preñándome con su semen
Cada vez que se acercaba el sábado, me iba poniendo más nervioso. Sabía que tenía que acudir a la casa de mi perverso y chantajista vecino, Tino. Estaba completamente seguro de que iba a volverme a dar por el culo, y la verdad es que aparte de no gustarme nada de nada mi perverso vecino, me asustaba
Ya hacía más de 15 días que mi perverso vecino, Tino, me había amenazado con descubrir lo que solíamos hacer mi vecino Luis y yo. Aquel día me hizo subir a los trasteros y allí me dio por el culo, me sodomizó con dos enormes consoladores, me había sacado unas fotos con aquellas monstruosidades
Era una noche de verano en la que había ido como muchas veces buscando con quien follar, luego de andar por los jardines de Méndez Núñez que hay en el centro de mi ciudad, La Coruña, y no haber encontrado nada de mi gusto, fui como solía hacer muchas veces, a los aseos públicos que había en la plaza
Llevaba casi un mes siendo follado por mi capitán, después de haberme desvirgado en su cuarto de la compañía donde yo estaba realizando el servicio militar. Después de aquel día, volvió a darme por el culo varias veces más, además de ser su asistente, era su putita particular. Mi culo ya estaba
Caliente y excitado como me encontraba aquel día, después de vencer el miedo y vergüenza que me daba a causa de mi timidez, me atrevo a bajar a los aseos públicos de la plaza de Pontevedra, buscando sexo, me encuentro de repente en medio de una orgía
En este relato, cuento la vez que tuve sexo por primera vez con otro hombre. Yo siempre había tenido sexo con mujeres y nunca había tenido en mente tenerlo con hombres. Me gustan, me encantan y me fascinan las mujeres por muchas cosas. Aunque me gusta leer relatos de sexo entre parejas hetero
Joder, no podía creerlo, mi viejo vecino, me decía que aquello solo era un aperitivo, que solo acabábamos de comenzar. Y allí estaba yo, tumbado sobre una colchoneta, amarrado de pies y manos, habiendo sido sodomizado y ultrajado, en el trastero de mi viejo vecino, Tino
Le llamaban Tino, por Florentino, vivía en el mismo edificio que vivía yo. Yo sabía que solía tener relaciones homosexuales, era un depravado sexual, al que le gustaba cazar jóvenes y follárselos. Lo había sabido por mi vecino de puerta, el cual era unos años menor que yo, con el que solía salir
Era un día de invierno, era de esos días oscuros y lluviosos. Cuando iban dar las 11 de la noche, entraba yo en la estación de autobuses. Iba directo a los aseos públicos, buscando alguien que me follase
Mientras mi vecino el zapatero esperaba a mi lado, después de haberme descubierto siendo follado a la vez por el viejo y el maduro, allí debajo del viaducto estando totalmente en pelotas, con una polla dándome por el culo y otra follándome la boca, yo muerto de vergüenza, con la cara enrojecida
Cuando uno es joven, lo que más le aterra, es ser descubierto por algún vecino, familiar o conocido, que descubra tu gran secreto, que te gustan los hombres y disfrutas dándoles el culo y ser follado, al menos ese era mi mayor terror. Y claro que en alguna ocasión eso ocurre, y seguirá ocurriendo
Como había quedado, al día siguiente de haber dejado los libros de cocina gallega-asturiana al portero del edificio de la calle Alfonso Molina, para que pudiera ofrecérselos a los inquilinos para su posible compra, a las 7 menos 10 de la tarde
Hacía unas semanas que ayudaba a vender libros de cocina a un amigo, me daba una pequeña comisión por cada libro que le vendía. Además de esa manera andaba entretenido, ya que no tenía trabajo, y si vendía algún libro, pues era una pequeña ayuda para los pequeños vicios que tenía
Se llamaba Felipe, según me habían contado, era abogado y trabajaba o había trabajado en un organismo público de la ciudad (La Coruña). Si yo por aquel entonces tenía unos 23 años, el me doblaba claramente la edad, yo incluso diría que la superaba con creces, vamos que andaría rondando los 60 años
Este relato es la historia que vivió Miguel García, un lector de mis relatos, el cual me escribió pidiendo si podía escribir sus recuerdos de cuando fue desvirgado, a sus recién cumplidos 20 años. Fue en Alicante donde estaba realizando el servicio militar, y fue su capitán quien lo desvirgó
No recuerdo por qué aquella mañana había ido a la calle de la torre, el caso es que como andaba caliente y salido como un burro, al llegar a la plaza de España y ver los aseos públicos que allí hay, la excitación y calentura que llevaba se dispararon
Se llamaba Mustafá, era marroquí. Nos vimos por primera vez en la feria de artesanos que se celebra en La Coruña en el mes de agosto. Estaba trabajando en una de las casetas de marroquinería que había ese año en los jardines de Méndez Núñez
Este relato lo escribo a petición de uno de los lectores, el cual me pidió que escribiera varios relatos, uno de cómo fue su primera vez en el sexo gay, siendo él hetero
Bastó una sola mirada, para hacerme saber lo que me iba pasar aquella noche. Son de esas miradas que lo dicen todo, son miradas que te perturban, te dejan hipnotizado y sabes lo que quiere y desea de ti. Es la mirada con la que te está reclamando, te grita que le perteneces, que quiere sodomizarte
Me habían dado una semana de permiso en el cuartel donde estaba realizando el servicio militar, era la Academia General Militar de Zaragoza, y aunque no disponía de dinero para el viaje a casa, decidí ir haciendo autostop
Aquel sábado andaba de fiesta con los amigos, habíamos estado en la calle de la Franja, tomando unos porrones de vino en el Priorato, donde además del clásico porrón de vino, habíamos comido unos cacahuetes, y varios amigos fumado unos porros
Había ido al centro de la ciudad aquel día, La Coruña, como muchas veces había terminado en el bingo del casino, y por supuesto como casi siempre, había quedado sin dinero, solo me quedaban unas calderillas, suficientes para pillar un taxi y poco más
Iba de camino para casa, a las 4 de la madrugada cuando nos encontramos. Yo venía bajando las escaleras que vienen desde la calle Falperra y acaban en el principio de la ronda de Nelle, justo enfrente a la iglesia de San Pedro de Mezónzo