Relatos publicados por danisampedro91 (95)
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Desde que descubrí por mera casualidad lo que pasaba en los aseos públicos, me aficioné a ir a ellos. En estos lugares he hecho y me han hecho de todo, hasta robarme y violarme
Estaba sentado en el sofá de la casa del quiosquero, desnudo por completo, chupándole la polla, y ahora el cabrón del quiosquero, de pie delante de mí metiéndome el rabo en la boca y en pelotas al igual que estaba yo, me pedía que le comiera los huevos
Desde que me había levantado el sábado, llevaba todo el día nervioso, apenas había podido comer a causa de los nervios y stress que tenía, era como un hormigueo que me recorría todo el estómago, y todo era por causa de aquella cita con el quiosquero
Es aquí cerca, dijo el quiosquero mientras íbamos andando subiendo por la calle que va desde la iglesia de San Pedro de Mezonzo a la estación de ferrocarril
Después de licenciarme en el servicio militar a los 21 años, haber sido desvirgado mientras cumplía el servicio militar, hacía más o menos un año de esto, y haberme encantado, me aficioné a comprar revistas pornográficas, no es que hubiera muchas, la mayoría más que pornográficas
Ya era domingo y me quedaba menos de una semana de permiso, el jueves tenía que marchar para Zaragoza, ya que el viernes a primera hora tenía que presentarme en el cuartel. Había decidido ir de nuevo al café bar Bío, dejar que me volviera a dar por el culo
Al día siguiente de haber sido follado por Bío, el dueño del café bar que así se llamaba, volví para que me volviera a dar por el culo. Fui como me había pedido, sin slip puesto, de paso a ver si recuperaba el slip de la noche pasada
En este relato comentaré como fue la segunda vez que me abrieron el culo y me follaron, dejando el culo preñado de leche
Ese día había bajado al centro de la ciudad en busca de marcha, necesitaba ser follado, vamos que ardía en deseos porque me dieran por el culo. Como era algo temprano, decidí ir primero al cine
Estábamos a finales del mes de noviembre, en pleno otoño, ese día hacía un frío espantoso y por encima amenazaba lluvia. Había quedado a las 7 de la tarde para realizar una entrevista de trabajo, tenía que estar a esa hora en el centro comercial Alcampo
Había salido de la casa del viejo que terminaba de darme por el culo, e iba pensando en la follada que terminaba de darme aquel viejo con aquella polla que me había deslumbrado por lo largo que la tenía. No se me iba de la cabeza la visión de aquella polla entrando en mí
El sábado de la semana anterior, me había dado por el culo un hombre maduro; rondaría los 50 años o quizás algo menos; en los aseos públicos de la calle Fernández Latorre, después de aprovecharse que el hijo de puta del maricón que me estaba sodomizando
Había despertado aquella mañana con un empalme y calentura de campeonato, había tenido un sueño en el que me estaban dando por el culo. Cuando desperté me parecía que el sueño del que acababa de despertar fuese real
Ese viernes después de trabajar cargando 2 camiones de pescado fresco con el gitano, a las 4 de la tarde ya estaba comiendo en casa. Ya me había duchado por lo que después de comer, me tumbé en el sofá a dormir
Estaba pasando una mala racha, apenas había trabajo en el puerto, y por si eso fuera poco, mi hermano mayor se había enfadado conmigo, yo creo que había sido por una tontería, quizás yo había metido la pata, pero quien no se equivoca en este mundo
Había bajado al centro de la ciudad -La Coruña- para ir al cine, quería ver una película que me interesaba, luego iría a beber algo a algún pub de moda, y luego lo que surgiera
Terminaba de ser follado por dos hombres maduros en plena vía pública de mi ciudad, La Coruña, y ahora cruzaba desde los jardines de Méndez Núñez, hacia la calle Sánchez Bregua, acompañado por ellos. Me iban tocando y sobando el culo
Ese día había bajado al centro de la ciudad donde vivo (La Coruña), iba salido y con ganas de que me dieran por el culo. Había ido por la tarde a los aseos de cuatro caminos y de la calle Fernández Latorre, como no había tenido suerte, decidí bajar hasta el centro de la ciudad, dispuesto a encontrar
Envueltos en la manta y abrazados el vagabundo y yo, nos fuimos para la cama. Allí entre la oscuridad reinante, nos acostamos. Quedamos los dos pegados el uno al otro, yo acariciando su polla con mi mano
Cuando llegué a mi casa después de haber llevado las bolsas al vagabundo y haber estado siendo follado por él, lo primero que hice fue ir a darme una buena ducha de agua bien calentita
Estábamos a final del mes de octubre, era un miércoles; víspera de festivo; este día había quedado con el vagabundo; habíamos quedado a las 10 de la noche; tenía la intención de quedarme toda la noche con él
Me encontraba fumando al pie del portal de mi casa, antes de subir a dormir. Eran las 2 de la madrugada, la calle estaba oscura y silenciosa, cuando de pronto se empezó a escuchar el ruido de algo siendo arrastrado
Hacía más de una semana que no me pajeaba, ni había ido a que me sodomizaran, por lo que empezaba a andar más caliente que una manada de yeguas en celo. Así que ese sábado sí o sí, iría en busca de quien me diese por el culo
Me hablaba y no paraba de tocarme con su mano la espalda, haciendo que yo me pusiera más nervioso y mirara para todos los clientes del bar por si se podían dar de cuenta y sospechasen algo
Una vez terminó por soltar toda su leche, dejando que su enorme polla fuese saliendo ella sola de mi culo, se echó sobre mí, llevando su boca a la mía, empezando a morderme los labios, luego pasar su lengua por ellos, terminando por introducirla en mi boca y saborear con su lengua toda ella