Francisquito tiene publicados 23 relatos que han recibido un total de 295.683 visitas, con una media de 12.856 visitas por relato. El total de valoraciones recibidas es 426 y la valoración media (9,35).
Ver como esos bíceps, ese abdomen y ese pecho se inflaban al tiempo que su polla miraba al techo, era más de lo que podía soportar y, disimuladamente, llevaba una mano a mi entrepierna.
Mi amigo, ahora también mi amante, siempre había sido un tío heterosexual cien por cien y yo sabía perfectamente que la oportunidad que me había brindado el destino de chupar su polla y de ser follado por él, no debía suponer que los sentimientos se vieran implicado de modo alguno
Por cada centímetro de su masculinidad que me penetraba, yo me encontraba más dichoso. Las gotas de sudor que brotaban de su frente y resbalaban por su rostro, originaban que este irradiara una especie de aura, mitad felicidad, mitad lujuria.
Los tres hombres eran como un engranaje bien sincronizado, la boca de Fernando se trabajaba el ano de Pepe mientras este a su vez lo hacía con el alargado falo de Ernesto.
La sensación de su polla creciendo dentro de mi boca, me pone aún más cachondo y me la trago por completo, hasta que su glande hace tope con mi campanilla y la retengo allí todo el tiempo que puedo.
Me la volví a tragar, con más pasión si cabe y de los labios del mecánico comenzaron a brotar obscenidades, que lejos de incomodarme, elevaron mi libido.
Schindler cubrió su erecta polla con una goma y la empapó de lubricante de arriba abajo, jugueteó con sus dedos en mi orificio anal y comenzó un suave mete y saca, primero un dedo, luego dos e incluso lo intentó con tres, pero su rudeza en vez de mi placer solo consiguió que gimiera de dolor.
Me agaché y sin mediar palabra introduje su glande en mi boca, empecé a saborearlo muy despacio pasando la lengua levemente por su orificio central. Los primeros jadeos de Ramón fueron el detonante para que prosiguiera metiéndome sin reparo aquel cipote en la boca
Mariano y un chofer, practican el sexo en el interior del autobús de este.
Primer episodio de una serie de relatos independientes titulada “Historias de un follador enamoradizo”