Los hermanos de Silvia, dos pervertidos de cuidado

He releído mi crítica y el relato me ha gustado más de lo que he plasmado, pues hay partes que me han gustado y agradezco enormemente el esfuerzo. No hay que olvidar que esto son webs de escritores amateurs, desinteresados, que invertimos horas en una afición y que nadie nos paga por ello.

Saludos.

No soy partidaria de justificar lo escrito, porque para eso está el nivel de comprensión de cada cual, pero sí quiero aclararte ciertos aspectos respecto a lo que has comentado.

Me ha gustado también el inicio de la escena sexual. La manera de Esmeralda de “animar” a Silvia. Sin embargo a partir de ahí, para mí, la cosa se ha ido perdiendo y me explico: entramos en una sucesión de posturas que a mí me han mareado. Son diez hojas de sexo en las que cada tres líneas hay un cambio de postura. Como lector estaba más pendiente de saber cual era la nueva postura que de disfrutar de la lectura. Creo que te centraste tanto en "para arriba y para abajo" que omitiste descripciones de tactos, olores, temperaturas, texturas, etc.

Si diez hojas de sexo te parecen excesivas, no quiero imaginar lo que dirías si añado descripciones de tactos, olores, temperaturas, texturas, etc. Creo que no has tenido en cuenta que un relato no es una perfumería, ni un comercio de telas, ni una tienda donde manoseas el género, y tampoco el parte meteorológico o el indicador de temperatura que hay en la calle.

Prefiero tres posturas con todas sus sensaciones que 25 en las que no desarrollas nada. Todo es muy directo y parco. Por ejemplo la primera penetración anal a Esmeralda:

¿Quién dice que tenga que ser lo que tú prefieres? Si no te gusta lo que lees, significa que el relato no ha sido escrito para ti. No creo que sea difícil entender este concepto.

“Rodrigo no tardó en colocarse detrás de mí e introducirme la polla en el ano”.

Y ya está, dos líneas más tarde dices que la protagonista sintió “gustazo”. Eso es lo único que pasa en esa penetración. No hay más sensaciones.

¿Es obligatorio que haya más? ¿No has follado lo suficiente para saber lo que ocurre o se siente en esos momentos? No todo es hacer el amor, práctica cada día más en decadencia, sino que también se puede echar un polvo o follar por follar, sin que medien emociones o sensaciones extraordinarias y dignas de mención.

Eso ha sido lo peor del relato. Polla aquí, culo allá, boca aquí, mano allá. Pero con una descripción casi nula.

Amigo, échale imaginación, que nunca está de más hacerlo.

También es extraño eso de que se las follen dormidas… Solo tendría sentido si las hubieran drogado.

Creo que te has saltado varios párrafos o que tu nivel de entendimiento deja mucho que desear. Mira, pego algo que te has perdido por ir saltando por el texto buscando algo concreto y sin importarte la lectura:

«Lo siguiente que recuerdo es que me desperté notando un ligero peso sobre mi cuerpo. Estaba tan cansada y tenía tanto sueño que apenas era consciente de lo que ocurría. Miré a mi derecha y percibí que entraba algo de claridad por la ventana, entre las rendijas de la persiana. Entonces pude ver a Rodrigo encima de mí, en penumbra, jadeando ligeramente al tiempo que me follaba por el coño.

―¿Qué haces, Rodrigo? ¿No has tenido suficiente por hoy? ―le pregunté con desgana―. Duérmete, anda, y déjalo para cuando nos levantemos.

―No digas nada ―replicó―. Vuelve a dormirte, que me mola violarte mientras duermes.

―¿Y cómo quieres que duerma si no me dejas respirar con tanto peso? Haz lo que quieras, pero en silencio y sin molestarme, que tengo mucho sueño y se me va la cabeza.

Creí que obedecía cuando noté que salía de mí y se incorporaba. Pero que equivocada estaba, porque giró mi cuerpo hasta dejarme de medio lado, flexionó mis piernas con sus manos y se arrodilló detrás de mí. Entorné los ojos, quejosa, y pude ver una silueta que se movía con cierta velocidad a poca distancia. Se trataba de Lucas abusando de su hermana totalmente dormida.

―Ay que joderse el aguante que tenéis, hijos de puta ―mascullé sin fuerzas para revelarme―. ¿No podéis esperar a que nos bañemos y comamos algo? Mira que tiene horas el día y tenéis que escoger este momento.

―Mira que eres pesadita, tía ―protestó Rodrigo, que seguía detrás de mí, de rodillas junto a mi trasero. No tenía ninguna duda porque notaba su verga apoyada sobre mi cadera―. Lucas, tapa la boca de esta guarrilla si no queremos que nos corte el rollo ―terminó ordenándole.

―Os libráis porque no tengo fuerzas para nada ―volví a protestar con los ojos cerrados y sin que mi cuerpo reaccionase―. Pero ya os pi…

No pude terminar lo que iba a decir porque la verga de Lucas entró en mi boca sin que lo viera venir.».

O esto otro:

«Lo último que recuerdo es que mi recto quedó libre y que Lucas se movía encima de su hermana…, otra vez. Luego noté cómo Rodrigo me separaba los muslos con sus manos y poco después un placentero cosquilleo en el coño. Seguramente me lo estaba comiendo, pero me relajó de tal modo que debí quedarme dormida.».

Hay también ciertos errores en la escritura fácilmente solucionables con un repaso. Faltan algunas letras y sobran algunas, recuerdo por ejemplo: “aquel para de cabrones”, en lugar de aquel par.

Si asumes que es un error, y no una falta, no entiendo por qué lo resaltas. Yo no soy como aquellos que repasan sus relatos hasta que los gastan. Yo lo escribo del tirón y le doy un único repaso rápido por si veo algo; lo que se me escape, ¡qué le den!, porque no voy a dar otro repaso por una tontería ocasional. Lo que salga a la primera, pues sale. Ya corregiré los errores, sobre la marcha, en los siguientes relatos.

Lo de “envestidas” por “embestidas” hizo, con perdón, que me sangraran los ojos.

Lo raro es que no te sangren los ojos leyendo a Cuartodecimano, que es quien te ha mandado que comentes esto, porque él ya me lo dijo una vez y con las mismas palabras. ¿Curioso, verdad? Pues, bien, para que estés plenamente informado, “envestida”, y todas sus formas, es un error premeditado que meto desde entonces para saber cuándo me lee el susodicho. Lo malo es que ahora ya no lo podré poner y tengo que buscar otra fórmula. Y, curiosamente, te has saltado otro error premeditado más grave que escribir burro con ‘v’.

Y por último tienes que tener cuidado al utilizar el pretérito perfecto simple y el pluscuamperfecto. Has usado muchas veces el primero cuando lo correcto era usar el segundo.

Este comentario me hace mucha gracia, porque no eres la persona más apropiada para señalar este error, que no lo es. Si uso una forma verbal concreta, es porque quiero y es correcta, salvo que me lo indique alguien cualificado para hacerlo, y ese no eres precisamente tú. Después de haber leído un par de relatos tuyos (y tu comentario, sin ir más lejos), no te creo capacitado para emitir este tipo de comentarios. ¡Ni mucho menos!

Primero, has de adquirir entendimiento, y luego, si quieres, hablamos.

Espero y deseo que hayas captado el mensaje, porque lo puedo decir más alto, pero no más claro.

De todos modos, gracias por comentar, aunque no era necesario.

Respeto profundamente tu réplica. Creo escribes bastante bien.

En cuanto a lo de que alguien me mandó comentar solo te puedo decir que no participo casi nada en el foro, que solo estos días porque publiqué un relato en eso de El Ejercicio. Que no estoy en guerras, ni sé quién es quién. Estoy totalmente fuera de ese jaleo. Creeme. Ni me entero quién es quién, ni quién tiene guerras con quién, ni me interesa lo más mínimo.

En serio, creéme. No tengo ni idea de todo este lío que tenéis montado. Es más. Estoy bastante sorprendido por no decir alucinado.

Saludos.