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Mi madrastra Viviana (Décima parte)

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Bueno este es el último relato que les contaré por ahora con relación a mi madrastra, ya que como les conté en el relato pasado, hace un año estoy viviendo en otro país, por lo cual no he vuelto a tener esta clase de encuentros con Viviana. Pero espero en el 2021 viajar de nuevo a mi país de vacaciones y ver qué pasa cuando estemos a solas de nuevo con mi madrastra.

Yo viajé hacia Austria (si el mismo país donde vive Marcela) en el mes de noviembre, justo antes de eso mi padre y mi madrastra celebraron el bautizo de mi hermanita ya que ellos querían que yo fuera el padrino y la hermana de Viviana fuera la madrina. Ellos organizaron todo y Marcela vino de visita una semana únicamente para el bautizo y yo estuve quedándome con ellos un mes antes de mi viaje.

Debo admitir que mi idea de quedarme un mes con ellos antes de mi viaje fue para poder tener sexo con mi madrastra la mayor cantidad de veces posibles antes de irme del país, ya que no tenía idea de cuánto tiempo me tomaría volver al país. Pero desafortunadamente las cosas no salieron como esperaba, por un lado, mi papa pidió vacaciones para poder arreglar todo lo del bautizo y Viviana estaba ocupada arreglando los invitados, la ceremonia y todo eso, porque de dónde vengo un bautizo es una celebración importante. Así que pude cogerme a mi madrastra tal vez una o dos veces máximo en las primeras 3 semanas.

Mi viaje era un lunes y el bautizo se celebró el viernes anterior, Marcela por otra parte llego al país una semana antes del bautizo, pero estuvo varios días en la capital, así que llego donde vive mi papa el día miércoles en la noche.

Ese miércoles en la mañana mi papa tuvo que viajar a solucionar unos problemas con un proyecto de finca raíz en el que estaba trabajando y mi hermanita estaba con los abuelos que se estaban quedando en una cabaña a las afueras, así que tenía a Viviana para mi solito. La embosque en la cocina mientras lavaba los platos, ella tenía puesto una licra que resaltaba su lindo culo y labios, además una blusa de tiras sin brasier.

J: Hola mi Vivi, me tienes en el olvido (la abracé desde atrás mientras cogía sus pechos), pensé que estarías más triste porque me voy muy lejos (empecé a besarle el cuello).

V: Claro que estoy triste porque te vas, pero por otro lado me voy a sentir un poco mejor conmigo misma por dejar de tener esta relación, sabes que a veces me siento mal por engañar a tu papa, yo lo amo, pero también siento cosas por ti (ella se giró hacia mí y me beso).

El beso se fue poniendo cada vez más apasionado, ella empezó a pasar sus manos por todo mi cuerpo e igualmente yo empecé a tocar todo su cuerpo. Cuando mi mano empezó a masajear su zona mas sensible, los primeros gemidos del día empezaron a salir de su boca.

V: ¡Ahh! Hijo (mientras metía mi mano en su licra).

J: ¿Te gusta que te toquen ahí, cierto mami? (corrí su tanga e introduje dos de mis dedos en su chochita), ya estás muy mojada (empecé a mover mis dedos dentro de ella mientras sus gemidos empezaban a subir de tono).

V: Mas… más despacio… me vas a hacer venir muy pronto (ella desabotono mi pantalón y mi verga salió totalmente erecta lista para que Viviana jugara con ella).

Viviana saco mi mano de su pantalón antes de venirse y se arrodillo para empezar a darme una mamada como solo ella sabe, se la metía toda hasta la garganta, le daba besos y mordía suavemente la punta. Era tan excitante ver hacia abajo y ver a mi madrastra totalmente entretenida mamándome la verga, parecía un sueño. Yo no podía aguantar más las ganas de metérsela, así que le dije que se levantara, la puse de espaldas y me arrodille para besarle esas nalgas, además siempre había querido intentar lo que había visto en varias películas porno en las que rasgan la licra de la muchacha para luego darle de perrito, por lo que vi mi oportunidad y la tome. Agarre la licra y la estire hasta que se rompió justo para darme acceso a la mini tanga de tenia puesta mi madrastra.

V: ¿Qué hiciste, rompiste mi licra favorita? umm… ¡Ahh!... espero que valga… la pena.

Comencé a hacerle un oral que la hizo venir en menos de 2 minutos, estaba súper mojada, escurriendo por sus piernas, el momento preciso para penetrarla y hacerla enloquecer. Recuerdo claramente esa sensación caliente y mojada en mi verga mientras estaba dentro de ella, a la vez que sus fuertes gemidos resonaban en la casa exactamente como cuando vivía con ellos y lo hacíamos a toda hora y en todo lugar.

Luego de unos 30 minutos y dos o tres orgasmos de ella luego de haberlo hecho contra el mesón de la cocina, de perrito en el piso y contra la pared, me vine dentro de ella. Caminamos hasta la sala para recostarnos en el sofá, Vivi se veía tan puta, con sus tetas fuera de la camisa de tiras, la licra totalmente rota, su tanga desarreglada y absolutamente despeinada.

J: Que rico fue eso mi Vivi, voy a extrañar demasiado venirme dentro de ti.

V: No digas esas cosas, me haces avergonzar, pero también voy a extrañar que me cojas así de rico mi hijo.

Mientras hablábamos y nos besamos el timbre de la puerta principal sonó, era su hermana Marcela, Viviana se asustó muchísimo y salió para su cuarto corriendo, yo me puse mi ropa que estaba toda tirada por la cocina y fui a abrir la puerta.

M: Supuse que tardarían en abrir, llegue hace unos minutos, pero no quería interrumpirlos.

J: ¿Nos escuchaste?

M: Mi amor, toda la cuadra escucho a la perra de mi hermanita gimiendo, pero sabes, eso me puso algo caliente (Marcela paso su mano sobre mis pantalones mientras mi verga empezaba a crecer)

Justo en ese momento salió Vivi ya vestida con un vestido semicorto.

V: ¿Ya te le vas a lanzar encima hermanita?

M: Tu si te lo puedes coger y yo no puedo, que envidiosa eres, deberíamos hacer un trio como la ultimas vez y no pelear.

V: Que te pasa, eso fue un momento de debilidad, no se va a volver a repetir y por favor compórtate marcela.

M: Ok hermanita, como quieras.

Marcela se veía divina como siempre, en especial ese culo enorme que tiene, además es súper caliente y le encanta el sexo igual o mas que su hermana. Como les conté en otro relato cuando nos conocimos con Marcela pasaran ciertos acontecimientos y terminamos cogiendo y haciendo un trío con mi madrastra, sin embargo, Viviana nunca estuvo muy de acuerdo con que yo me cogiera a su hermana, ella decía que solo me quería para ella y ya que Marcela no vivía en el país esta era la primera vez que nos encontrábamos después lo sucedido.

Nada más sucedió con Viviana o Marcela hasta la fiesta después del bautizo, ya que los papas de ellas estuvieron ahí casi todo el tiempo, mi hermanita ya estaba con nosotros y mi padre también se encontraba en la casa.

La ceremonia fue en un iglesia pequeña de la ciudad, mi madrastra se había puesto un pantalón elegante con una blusa blanca de mangas largas y tacones, bastante formal justo para la ocasión, por otro lado Marcela que iba a ser la madrina se puso un vestido de tiras blanco con estampados, muy ajustado y bastante corto, cuando la vi quede con la boca abierta, se veía súper sexy, pero erar obvio que no era la manera de vestirse para ir a una iglesia, claro que a ella no le importaba en lo más mínimo.

La fiesta se llevó acabo a las afueras de la ciudad en una finca enorme, con bastantes invitados entre familia y amigos.

Cerca de las 11 pm Marcela me buscó, ella ya estaba bastante tomada por lo que se podía ver, me tomo de la mano, miro hacia los lados y me llevo hacia atrás de la casa principal de la finca, donde estaba bastante oscuro y había arbole y arbustos.

M: Mi hermana no nos puede ver juntos, pero no quería aguantar las ganas de tener esto dentro de mi (cogió mi verga por encima de mi pantalón)

Marcela saco mi verga del pantalón y empezó a metérsela a la boca, ella no es tan buena mamándola como Viviana, pero se sentía increíble. Luego la puse de espaldas, ella se apoyó contra uno de los árboles, así que le bajé la tanga hasta los tobillos, subí ligeramente su vestido y la empecé a penetrar bien duro, mientras cogía sus tetas por encima del vestido.

J: Esto era lo que querías perra (le di una nalgada), ¿para eso te pusiste este vestido tan atrevido?

M: ¡Ahh! Si mi niño, dame más duro, dame toda tu verga bien profunda umm… ¿Viste como todos me desnudaban con la mirada en la iglesia, hasta el cura no me quitaba los ojos de encima? Jajaja.

J: Eres una perra provocadora y por eso te voy a castigar viniéndome dentro de ti.

Aumente la velocidad con la que la penetraba hasta mi limite, ella se movía y gritaba con cada embestida, mi cuerpo chocando contra sus nalgas y el ruido de mi verga entrando en su muy mojada chochita eran demasiado excitantes que me vine dentro de ellas a la vez que ella pego un súper grito en un orgasmo que la tiro al suelo de rodillas. Afortunadamente estábamos lejos de la fiesta y la música estaba a bastante alto volumen que nadie se dio cuenta del escándalo que hicimos.

Ya el sábado en la madrugada cuando toda la fiesta se acabó, mi papa estaba totalmente abrió, se había quedado dormido sobre una de las mesas, los papas de Viviana se llevaron a mi hermanita y Marcela (que por cierto estaba muy ebria también) para la casa, nosotros teníamos una cabaña rentada en la finca, pero se encontraba muy lejos de donde mi papa se había quedado dormido, así que metimos a mi papa al carro para que durmiera y Viviana y yo nos fuimos para la cabaña.

Apenas entramos a la cabaña con mi madrasta empezamos a besarnos, a pasar las manos por todo el cuerpo del otro, de repente ella me empujó hacia la cama y empezó a quitarse la ropa. Primera la blusa dejando ver su brasier negro de encaje que resaltaba sus hermosas tetas, luego el pantalón mostrando un hilo diminuto que no le tapaba prácticamente nada. Viéndola ahí en esa lencería deliciosa mi verga se puso muy dura, así que me desnudé y me puse de pie al lado de ella.

J: Mira como me pusiste con ese estriptis (cogí su mano y la puse sobre mi verga)

V: ¿si te gusto mi sorpresa?, me puse esto exclusivamente para ti (empezó a subir y bajar su mano sobre mi verga), porque hoy es la última vez que vamos a hacer esto.

Sin decir más palabras me empujo nuevamente a la cama y se acomodó para que hiciéramos un 69 con ella arriba, Viviana estaba muy excitada sus jugos vaginales salían por doquier y sus gemidos iban subiendo cada vez más y más de tono, ella es usualmente ruidosa cuando estamos solos, pero esa noche estaba incontrolable. Luego de un orgasmo haciendo el 69 Viviana se subió encima de mi verga y empezó a cabalgar, ya les he contado como le encanta a ella y a mi que este encima, se mueve como una poseída, salta, hace círculos, se mueve hacia adelanta y atrás, se agarra el pelo y pone sus manos en mi pecho, mientras yo veo su carita excitada mientras gime y sus tetas bailan de un lado a otro sin parar.

Luego la puse en 4 y para mi sorpresa mi madrastra me dijo “Hoy puedes hacérmelo como quieras”, claramente le tomé la palabra, le lamí ese culito rico para mojárselo y se lo metí suavemente por el culo mientras ella gemía como una perra en celo, cuando ya se la tuve toda adentro empecé a moverme suavemente.

V: Ya recuerdo porque no hago esto contigo… tu verga… tu verga… siento que me va a partir… es muy gruesa para… mi culito… ¡Ahh!... no pares.

J: Que apretadita estas mi Vivi, extrañaba que me dejaras hacerte esto.

V: No te vengas dentro, hoy… ¡Ahh!… quiero que te vengas en mi…  carita… umm… que rico… hijo.

Nuevamente empecé a aumentar la velocidad de mis embestidas, hasta que Viviana se dejó caer sobre la cama con un fuerte gemido, yo ya estaba a punto de venirme así que le dije que pusiera mi verga entre sus tetas para poder venirme en su carita y tetas, ella muy obediente me hizo caso y luego de unos pocos minutos, mi semen salió volando hasta su carita y tetas.

Luego de eso nos metimos a la ducha, donde luego de una mamada por parte de Viviana mi verga se volvió a poner dura y lo hicimos en la ducha, en donde termine dentro de ella, luego lo volvimos a hacer en la cama, nuevamente me dejo hacérselo por detrás y esta vez me vine dentro de su culito. Ya exhaustos nos quedamos dormidos en la cabaña.

Al despertar yo estaba solo en la cabaña Viviana se había ido y me había dejado una nota:

“Querido hijo.

No sé cómo llegaste a convertirte en más que mi hijo, en llegar a ser mi amante, el cual podía complacerme en la cama como nunca nadie había podido, con el cual me atreví a hacer cosas que jamás había intentado y aunque creo que nunca lo entenderé sé que no me arrepiento, porque lo que hemos disfrutado no tiene precio. Pero está mal, siempre ha estado mal, madrastra e hijo no pueden tener esta relación, así que espero que en esta nueva vida que te espera fuera del país, podamos volver a tener una relación normal de madre e hijo.

Gracias por la noche, fue delicioso como siempre.

Te quiere,

Tu madrastra Viviana.”

Después de eso viaje, y hasta el día de hoy solo hablamos cuando hablo con mi papa y ella está ahí, el próximo año viajare de vuelta a mi país, espero poder convencerla de que lo hagamos una vez más.

Por cierto, Marcela vive en el país en el que yo vivo ahora, de hecho, viví con ella sus dos hijas y su esposo, en mi historia “Mi tía Marcela y yo tenemos una relación muy íntima” les cuento un par de encuentro sexuales que tuve con ella cuando vivíamos en la misma casa. Luego les contare más acerca de mi relación con ella ahora.

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