Ningún poema y una carta de sexo desesperada
Mas adentro en tu vagina, mientras mi labio queda justamente en tu clítoris. Con dificultad consigo moverlo para no dejar de excitarte. Creo que te queda poco. Me hablas en un idioma que no consigo descifrar. Tu boca está seca. Rodeo tus piernas tan suaves y tan calientes�...