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El culo de porcelana de mi cuñada

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Estuve desempleado por espacio de tres meses, teníamos junto a mi esposa unos ahorros que nos permitían estar solventes, a veces hago trabajo de investigación y asesorías en el sector agrícola, por lo que en ese tiempo me entretuve haciendo un trabajo para un amigo.

Durante una semana Jazmín, mi esposa, tuvo que ir a visitar a su madre, ya que al parecer tenía problemas con mi suegro. En la misma ciudad vivía mi cuñada que estudia en la universidad, al segundo día de estar solo Angélica, mi cuñada, llego a visitarnos yo me encontraba en el baño ya que tenía que salir, Angélica tiene una llave que le hemos entregado para cualquier emergencia, por lo que entro hasta la recamara ella creyó que no habría nadie en casa, en ese momento salí desnudo solo cubriendo mi torso con la toalla, me quedé atónito no sabía qué hacer ni decir, mi cuñada no quitaba la vista de mi verga la que tenía en todo su esplendor ya que acaba de hacerme un pajazo, me cubrí y le pedí disculpas, me dijo no Armando yo tuve la culpa por haber entrado así a tu habitación.

Me cambie y ella estaba en la cocina cuando baje, no sabíamos que decir le dije que tenía que salir que si se iba a quedar, me dijo que tenía clases pero que había llegado para avisar que esa noche tendría que dormir en la casa ya que por la mañana saldría rumbo a casa de su mama, le dije que no había problemas que yo llegaría un poco tarde ya que estaría en casa de Antonio revisando un proyecto que estaba haciendo, salí pensando en el escenon que había hecho. Angélica es una chica con cara de niña, 21 años, con un cuerpo fenomenal sin embargo lo que siempre me ha fascinado de ella ha sido su culo, un poco pronunciado y redondo una vez tuve la oportunidad de verla desnuda yo había llegado tarde a la casa y ella se había quedado durmiendo en el sofá de la sala estaba desnuda y la sabana se le había caído en parte y dejaba ver su exquisito culo de porcelana.

Antonio había organizado una fiesta ya que gano la licitación del proyecto y como yo se lo había diseñado era el invitado especial tomamos bastante ya eso de las 11 decidí irme a casa, cuando llegue vi que mi cuñada se encontraba en la sala viendo tele, era el canal porno e inmediatamente cambio un poco apenada, estaba en unos pantaloncillos cortos de miedo dejaba entrever una parte de sus nalgas y una blusa que cubría solo parte de sus pechos, dirigí al baño para enjuagarme la cara y desde la sala Angélica me preguntaba que si quería tomar algo le dije que sí, cuando salí tenía dos tragos en la mesa, me dijo que había tomado un par de tragos porque estaba sola.

No podía dejar de verla y aún más cuando se levantaba a servir algún trago o iba al baño, sentí como la protuberancia de mi pene se notaba en mi pantalón, por lo que decidí ir a ponerme una camiseta y un pantalón corto, empezamos una plática un poco erótica al preguntarme que era lo que más me gustaba que me hiciera Jazmín, la pregunta me agarro de sorpresa y no supe que contestar y solo me sonreí, me dijo que ella lo sabía ya que Jazmín se lo había contado y le dije que era lo que le había dicho, también se sonrió y me contesto que le daba pena y que solo me lo diaria en el oído, cuando se acercó sentí su aliento a licor y su voz audazmente erótica y sensual, me di la vuelta hacia ella y vi sus labios húmedos, su lengua los remojada sensualmente, no estaba seguro de lo que estaba por lo que le dije dímelo de frente me gustaría ver tu boca cuando me digas que es lo que más gusta que me haga tu hermana.

Me estaba enloqueciendo su mirada, en ese momento el vaso que tenía en la mano se le cayó y derramo el contenido en su pequeña blusa, me acerque para limpiarla tome una servilleta y la comencé a limpiar, en ese momento vi como sus manos quitaban aquel pedazo de tela y brotaban unos exquisitos pechos cuyos pezones se encontraban duros y erectos, me dijo quiero me las limpies con la boca sentí una explosión de lujuria en mi mente y mis dos cabezas comenzaron cada quien por su lado a hincharse, me prendí como un becerro hambriento, lamiendo licor y chupando esos pezones con delicadeza me acerque a su boca y nos comenzamos besar, comencé a sentir como su mano buscaba mi verga la que salía de mis pantalones cortos ya que no tenía calzoncillos se agacho y comenzó a lamérmela sentía como sus labios me besaban la cabeza y hacían el recorrido de la marcha turca, gotas de semen comenzaron a brotar de ella y su legua se encargaba de que no cayeran en el sofá.

Mis dedos habían encontrado su orificio húmedo, el cual introducía suavemente, los saque y probé su semen un rico sabor salado y un olor a sexo de pecado percibieron mis sentidos, ella se retorcía de placer y lo demostraba succionando de placer mi verga, nos despojamos del resto de la ropa y comenzamos un 69 con masajes bucales en nuestras partes íntimas, trate de introducir mi lengua lo más profundo que pude y ella comenzó a tragarse toda mi verga, sentí como una convulsión de su garganta ya que no podía tragársela toda pero en el segundo intento sentí como toda mi verga desaparecía en su boca y entraba en su garganta, note dos lágrimas en sus ojos cuando la saco, era una devota del semen no desperdiciaba nada, nos dimos vuelta y me acosté deje que ella me cabalgara me dijo papi quiero sentirla toda que me toques lo más profundo y comenzó a introducírsela, hacia movimientos belicosos y observarla me provocaban lujuria comencé a introducirle mi dedo en el ano, con movimientos suaves y en forma de caricias, luego saque mi verga y lubrique mi dedo con mi propio semen, y comencé a introducírselo suavemente esto provocaba olas de placer en ella, sentía como trataba con locura de introducirse toda mi verga mientras se acaricia el clítoris, mis dedos habían logrado penetrar su estrecho culito, en ese momento gritos de placer y contracciones de orgasmos se mezclaron en su garganta y su conchita, sentí como se detuvo un momento para disfrutar su último estertor de placer, se volvió hacia mi para fundirse en un abrazo y un beso de agradecimiento.

Nos fumamos un cigarro y le pregunte que por qué no me había dicho lo que le había contado Angélica y me contesto, dice mi hermana que tu mayor placer es cuando se lo haces por atrás y que tenés una práctica para no lastimarla y ella no se explica cómo es que la haces terminar, aun sin terminar su cigarro comenzó a mamármela, me encanta mamar cuando fumo me da un placer exquisito, vi cómo le pegaba un buen jalón al cigarro y se introducía mi verga y comenzaba a exhalar humo de sus narices, se separó y se puso en cuatro, quiero que me comas el culo y que me des ese placer que le das a Jazmín, quiero que me la metas toda necesito sentir tu verga en mis entrañas, le abrí sus nalgas y vi su orificio rosado y café claro, me provoco mamarle su culito, lo que hice utilizando mi lengua dándole suaves mordiscos, el alcohol y la lujuria al mezclarlos provocan un cóctel de pasiones inimaginables, comencé a exprimirme la verga para sacar semen que lubricara aquel hoyito que se iba dilatando suavemente.

Los ruidos del placer son exquisitos y más aún cuando provienen de alguien a quien estas cogiendo, sentí como mi cabeza se atoraba y se negaba a pasar más allá, sin embargo un par de contracciones anales de angélica, produjeron el milagro de que mi verga se introdujera toda, comencé un delicado mete y saca que combinado con la lujuria que mostraba mi cuñada me provocaron sensaciones de placer inimaginables, comencé a sacar mi verga para ver su culo dilatado y ver la profundidad oscura de hoyo sus dedos acariciaban su clítoris y sus chillidos se convirtieron en gritos ante la acabada que estaba dando, no pude contenerme y me vine junto con ella sus contracciones anales me provocaron aún más placer y sentí como descargaba toda mi furia contenida en chorros de semen, sentí como se calmaba y me retiraba de su culo para tomar mi verga e introducírsela en su boca para succionar las ultimas gotas de semen provocándome más placer.

Aquella noche fue inimaginable, dormimos en la alfombra de la sala después de otra cogida, al día siguiente cuando me levante ella ya no se encontraba en la casa se había ido temprano, después de esa noche la he vista un par de veces y ha logrado convencer a su hermana que visite más a menudo a su mama para quedarse conmigo los fines de semana.

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