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Adoptado (Cap. 1)

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BUSCO PAREJA QUE ME QUIERA ADOPTAR

22 años, estudiante, busco una pareja o matrimonio que me quiera adoptar y llevarme a vivir con ellos, a cambio ofrezco ser su juguete sexual.

 

Terminó de escribirlo, lo releyó, lo pensó, y se decidió, apretó el botón de aceptar y lo publicó en ese sitio tan visitado.

Salió del  ciber café y se fue a su mugrienta pensión de San Telmo, en Buenos Aires,  odiaba vivir ahí,  pero era el único lugar donde sus escasos  ahorros le permitían estar. Y además eso le duraría poco, le costaba conseguir un trabajo que le permitiera estudiar y vivir en un lugar digno.

Su único contacto con el mundo y con su familia en el Chaco era su modesto celular y por eso dejó ese contacto en el aviso para no tener que ir al ciber todos los días a revisar su casilla de correos.

Mientras caminaba por las vereditas de San Telmo recordaba, con una risa en los labios, como surgió en él esa idea, desesperado por no tener que volverse a su Chaco natal  derrotado por haberse gastado sus ahorros y no poder seguir sus estudios de abogacía en la Uba.

-Si fuera mujer sería fácil prostituirme –decía- conseguiría el dinero necesario…

Pero como varón no quería convertirse en un taxiboy, seguro tendría que atender a hombres y no se animaba……

Pero aquí tenemos que hacer un alto para entender lo que pasaba por su cabeza, porque si bien le gustaban las mujeres y solo había tenido sexo con algunas pocas, en su interior no descartaba la idea de estar con un hombre y sabía bien que con este aviso seguramente tendría que satisfacer a los dos integrantes de la pareja, aunque no quisiera admitirlo.

Pedro nació y se crio en Castelli, una ciudad del interior de la provincia del Chaco, en Argentina, en medio del impenetrable bosque chaqueño, ciudad chica, casi pueblo, de esa donde todos se conocen y donde no podes hacer algo fuera de lo normal sin que todos se enteren.

Había debutado sexualmente no hacía mucho, con “la Teresa”, una de las prostitutas del pueblo, y después un poco de sexo con una noviecita y alguna chica más, esa era toda su experiencia.

Pero el tema del sexo estaba en su cabeza y envolvía cada cosa que hacia… sabía que Buenos Aires era la posibilidad de tener una vida sexual activa.

Su mayor problema era el escaso dinero con que contaba, ya había buscado sexo “gratis” por internet, alguna chica que quisiera coger con él por el solo hecho de hacerlo….pero no, lo que consiguió era solo a cambio de dinero de alguna u otra manera y  no se podía dar ese lujo aun.

El otro tema era los hombres, era más fácil conseguir sexo con hombres sin tener que pagar….

El sexo con hombres era otro de sus grandes temas. Siempre lo vio como posibilidad, como algo que le gustaría experimentar, pero no se animaba.

En su pueblo hubiera sido imposible, todos se enterarían muy rápidamente, pueblo chico…..

Su única experiencia fue con su amigo y su primo, los tres eran muy compinches  y en su despertar sexual no tardaron en pajearse juntos. Le hubiera gustado hacerlo con su amigo Luis, pero prefirió quedarse con las ganas…

Solo una vez, decidieron hacerse una paja cruzada… disfrutó mucho sobar la verga de su amigo mientras Luis lo pajeaba a él, pero luego de acabar Luis le dijo que había sido una tontería y que no debían hacerlo más. A él le había gustado, pero para no quedar mal asintió y nunca más lo hicieron.

Pero la suerte comenzó a cambiar, al menos para su vida sexual. Esa mañana se levantó temprano y salió para el ciber, estaba caliente, ya hacía mucho que no cogía y las pajas no le alcanzaban…

Lo único que encontró fue a un tal Willy, muchacho caliente que prometía un buen “pete” y no estaba lejos de ahí.

Lo llamó y fue a su encuentro, al menos podría “descargar” en una boca, aunque fuera de un hombre.

Willy era un muchacho agradable, algún año mayor que él, flaco, sus pelos enrulados y desordenados le daban un marco especial,  conocedor de los oscuros rincones que brinda el viejo barrio de San Telmo,  lo llevó a uno de esos. Ahí nadie los vería, se arrodilló y desabrochó su pantalón. La pija de Pedro saltó de su encierro con todo su esplendor, no era extremadamente larga, pero sus 17 cm y su gruesa cabeza le daban notoriedad.

Willy agarró al muchacho de los costados  de sus pantalones y comenzó a lamerle el tronco, Pedro cerró los ojos para pensar que una bella mujer se la estaba mamando, pero solo apareció en su mente la cara de su amigo Luis y esto lo calentó.

Cuando abrió sus ojos notó que tenía puesto un forro… cuando fue?  Su inocencia pueblerina le hacía desconocer lo hábil que pueden ser algunos colocando forros con la boca!!

Igual no le importó porque ya estaba acabando…una explosión de semen que contuvo el forro en la hábil boca de Willy…. Recostado sobre la pared, sus últimos chorros salían de su roja cabeza mientras Willy acariciaba su panza.

Dejó que la pija se calmara dentro de su boca y luego se retiró, le sacó el forro le hizo un nudo y lo tiró mientras Pedro se arreglaba la ropa.

-Desayunaste hoy?  Te hacía ruido la panza –le dijo Willy

-Solo tomé unos mates –atinó a decir Pedro

-Dale, acompañame y desayunamos juntos 

Willy lo llevó a la pensión donde él vivía, no muy lejos de ahí, era un poco mejor que la suya, el cuarto era más iluminado y más amplio, habían dos camas que ocupaban dos de las paredes, una vacía, desordenada, que adivinó era de Willy y  en la otra dormía una chica, una bella chica, medio destapada, dejando ver su hermoso culo, solo cubierto por una tanguita.

-Esa es mi hermana Doris, vinimos de Tapalqué con la idea de estudiar pero al final conseguimos trabajo y todavía no estudiamos, los dos estamos a la tarde en un supermercado, ella de cajera y yo de repositor.

Mientras charlaban puso la pava en un pequeño anafe y sacó de un cajón un paquete de galletitas dulces, lo abrió y le convidó a Pedro.

Mientras tomaban mate le contó que en realidad la excusa de salir de su pueblo era escapar del chusmerío, él ya era abiertamente gay y su hermana le gustaba la pija más que comer, eran tan mal vistos en su pueblo, que decidieron emigrar hacia la gran ciudad, esa en la cual podés pasar desapercibido y hacer tu vida como se te antoje.

La charla despertó a Doris que al ver a Pedro les dijo:

-Buen día!, hermanito, veo que saliste temprano a “desayunar”… ahora me lo trajiste para que desayune yo?

Lo que también se volvió a despertar en ese momento fue la pija de Pedro. Doris era una linda morocha, tenía un par de hermosas tetas que solo cubría con una remera corta, sin corpiño…y ya les conté lo que era su culo entangado. Una hermosa cabellera negra y enrulada caía por sus hombros y tenía todo el encanto sensual de una mujer recién levantada, con sueño aún, ablando con voz grave, entre susurros.

-Vení tonta y tomate unos mates –dijo Willy y ella se sentó en la pequeña mesa muy cerca de Pedro.

-Te la chupó? …. Viste que bien la chupa?.... a que no sabes quién le enseño?... viste que bien pone el forro con la boca?

Pedro asentía con la cabeza, riendo nervioso y muy colorado, acababa de descubrir cómo le habían puesto el forro!

-No lo jodas tanto –dijo Willy, Pedro es como nosotros y está solo, podemos hacerle compañía pero así lo vas a espantar.

Pedro reaccionó y dijo  - No dejala, para nada, jaja

Siguieron charlando distendidamente, tomando mate y terminándose el paquete de galletitas.

En un momento Doris bajó la mano y se la puso a Pedro sobre la pija que al instante volvió a estar dura. Willy notó lo que su hermana estaba buscando y le dijo a Pedro:

-Ahora te vas a quedar a almorzar, yo voy a comprar un par de cosas que me faltan y les hago un alto guiso!

Pedro estaba duro, tan duro como su pija en manos de Doris, asintió con la cabeza y Willy los dejó solos.

Apenas cerró la puerta Doris le comió la boca metiéndole la lengua bien adentro. Si Pedro no acabó en ese momento fue porque lo había hecho hace una hora en la boca de su hermano.

Doris lo hizo parar y le desabrochó el pantalón, se arrodilló delante de él y le dijo:

-Ahora te la voy a chupar como corresponde, de rodillas, hoy tuviste al alumno, ahora tenés a la profe…

Pedro no tenía mucha experiencia pero se dio cuenta que difícilmente alguien se la chuparía como lo estaba haciendo ella.

Su lengua lo estaba llevando al paraíso… se le aflojaban las piernas entonces ella lo llevó a la cama, lo desnudó y se desnudó, le montó y lo cabalgó lentamente.

Sus tetas se bamboleaban y Pedro solo atinó a agarrarlas y a acariciárselas.. al poco tiempo acabó entre sacudidas. Estaba en el cielo, no lo podía creer.

-Uff quedé recaliente!!!  No pude acabar!!!  Dijo Doris frotándose el clítoris…vení.. chupamela… chupamela… ufff

Pedro nunca lo había hecho pero instintivamente se metió entre sus piernas y le lamió la concha sin mucha experiencia, nunca había tenido una concha tan cerca de su cara, primero sintió su olor penetrante, corrió sus labios con los dedos y dio el primer lengüetazo, como con miedo, su fuerte sabor lo cautivó, pronto estaba lamiendo esa concha como si fuera lo único que importaba en la vida…y en ese momento lo era, los gemidos de Doris deben haber retumbado en toda la pensión y no acabó una, sino dos veces.  No podía parar de saborear ese lujurioso néctar, con cada acabada, Doris bañaba su cara y Pedro se hacía adicto. Esto marcaría su futuro sexual.

Después de unos minutos de descanso, se vistieron. Doris le dijo:

-Ahora si somos amigos los tres!... así entiendo la amistad yo!!!

Con lo que me gusta coger me podría haber hecho puta…pero a mi me gusta coger de onda, no podría hacerlo por plata, me gusta hacerlo con amigos, asi como hoy, tenemos ganas y cogemos… ya tendré tiempo de tener pareja y veremos, por ahora…. A vivir la vida!

Le volvió a comer la boca y se mezclaron los gustos de sus jugos.

Al rato volvió Willy, había tardado más de una hora para dejar tranquila a su hermana y viéndoles la cara a los dos, supo lo bien que lo habían pasado.

Había solucionado el tema del sexo!!. Pero si seguía sin generar dinero, debería regresar pronto su pueblo…. Y ahora no quería perderla amistad de los hermanos, en especial la de Doris.

Esto fue lo que lo decidió a publicar el aviso y obtuvo una rápida respuesta.

Ese mediodía sonó su celular, un mensaje.

“Hola, es por el aviso, nos interesa, somos un matrimonio de capital. Èl 47, ella 43. Quiero conocerte. Tomemos un café hoy. Damian”

Continuarà…

(9,00)