Nuevos relatos publicados: 14

¡Qué experiencia!

  • 5
  • 22.130
  • 9,33 (3 Val.)
  • 0

Creí haberla sacado del video antes de ir al baño, pero no, la cinta seguía metida cuando llegó mi amigo Juan y su mujer a casa, y se sentaron con mi mujer a ver la tele, según me contó ella luego, (Así te lo cuento como me lo contó ella luego) fue el quien encendió la tele, y ella la que le dijo dale al video que está grabado lo del partido de ayer ............ menuda sorpresa se dieron los tres cuando apareció en la tele aquella polla descomunal insertada en la boca de esa mujer, las bolas golpeaban en su barbilla, mi mujer y mis amigos se quedaron con la boca abierta, pero ninguno dijo de quitar la cinta, la curiosidad y el morbo pudieron más que el pudor o la vergüenza, y enseguida aparecieron lo comentarios exaltados de las mujeres y los grotescos de Juan, que según me contó Sylvia (mi Mujer) empezó a calentar a Lucía,

―Oye, como te pone esa polla, mírate las tetitas, las tienes todas duras ........

Sylvia me dijo que era cierto, que rápidamente se le marcaron los pezones a través del sujetador y el jersey de punto que llevaba, y que Juan se los pellizco para alterarla un poco más, y que ella instintivamente también se miró para no dar el espectáculo, y aunque la situación la calentaba, no quería parecer una salida, ya que ella conocía mis cintas, y más de una vez habíamos disfrutado juntos y a solas, Lucía para no quedar como una fresca le dijo que él también tenía una erección gorda, pero que habría que inflarlo mucho para que llegara a la mitad de la polla del protagonista, lo que hirió su amor propio y empezaron con descalificativos .........

―Pues anoche no decías lo mismo cuando me suplicabas más y más ......

―Eso es lo que quería, más, más, que eres .....

―A lo mejor si aprendieras a chuparla como estas ..............

―Porque está aquí Sylvia, que sino, te ibas a enterar de lo que puedo hacerte ...

―Por mí no os preocupéis, que yo me voy al baño, y arregláis vuestras diferencias como queráis .....

―No, mejor quédate, a ver si se esmera con público, porque solita ........ mucho ruido y pocas nueces .......

Dicho esto Lucía agarró el pantalón de Juan y bajó un poco primero, dándole un mordisco debajo del ombligo, a continuación empezó a tirar de la bragueta para que salieran los botones, le subió la camiseta un poco y bajó el slip, saliendo una polla normalita, nada exagerada, pero muy bonita, tenía el capuyo rosado, nada más salir, mi amiga se agachó con su melena rubia, dejando salir las tiras de su bragas negras por los vaqueros que llevaba, y empezó a comerle la polla, mientras me miraba como pidiendo nota, mientras Juan tampoco me quitaba ojo, la situación me estaba llevando al límite, notaba como se humedecía mi tanguita a través del jeans ajustado, teníamos los ojos fijos los unos en los otros, Juan se levantó la camiseta y me enseñó su torso depilado, sus abdominales, sus pectorales, no lo pude resistir, me levanté y me acerqué a acariciarlo, mi amiga me miró y no dijo nada, estaba absorta con lo suyo, como poseída, yo cada vez estaba más caliente, me besé con Juan y empecé a darle mordisquitos en las tetas .........

Lucía seguía lamiendo y lamiendo, Juan me sacó mi Jersey blanco y quedé ante el con mi sujetador negro y rojo, de flores, me lo mordió un poco por encima, y Lucía tiró de su jersey negro y rosa, momento que aproveché para agarrarle la polla, lo estaba deseando, ella subió un poco con aquel sujetador que apenas podía sujetar sus tetas, empezó a morrearse con Juan, y le decía,

―Que, te ha gustado? No lo hago tan mal? No? Y Tú, Sylvia, como lo haces?

Me estaba invitando a comerle la polla a su marido, no lo dudé, me incliné y seguía su trabajo, le agarré los huevos y empecé a chupar, había una mezcla de sabores, semen, saliva, marcas rojas de pinta labios, era algo super excitante ........

Así estuve un rato, mientras ellos se decía cosas cariñosas, yo seguía entregada a lo mio, con verdadero frenesí, la sola idea de que mi marido estaba en la ducha mientras yo me lo montaba con nuestros mejores amigos en el salón, me estaba haciendo parecer una puta, y me encantaba, sólo lo había hecho con un par de tios, y siempre le había sido fiel a mi marido, pero ahora .......

Juan le soltó el sujetador a Lucía, y empezamos las dos a turnarnos con su polla, la pajeabamos ahora a dos manos, a una, una boca, la otra, Juan estaba en el cielo, ni se lo creía allí estábamos en el sofá rinconera de casa, dos rubias para el solo,

Lucía, tengo que follarte, desnudate, que quiero follarte, te vas a enterar ......

Juan ni se movió de cómo estaba, Lucía se levantó, se quitó los vaqueros, las bragas, los zapatos, mientras yo me morreaba con su marido, y le quitaba la camiseta, por Dios, que torso, Lucía ya estaba desnuda, se sentó a cuclillas de espaldas sobre Juan, fue abriéndose hasta insertarse por completo, tenía el pubis depilado, sólo le quedaba una tirita de pelos encima del monte de venus, aquello era un espectáculo, Lucía me miraba, yo estaba de pie, con los vaqueros y el sujetador, delante de mi amiga, mirándola como una boba como se follaba sin compasión a su marido, Lucía tenía la mirada como perdida y empezó a hablarme ...

―Te gusta? Te gusta lo que ves? Ah, ah, ah, sigue, sigue, anda quitate la ropa y ahora te lo presto, no es tan malo, ah, ah, ah, ......

No lo pude resistir, me incliné y me dí un morreo con mi amiga, le chupé las tetas, dándole un pequeño mordisco en el pezón, como me gusta que me hagan a mí, y me desnudé deprisa, me subí al sofá y seguí con mis primeros escarceos lesbicos, de vez en cuando le agarraba el trozo de polla que sobraba .......

(9,33)