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Seduje a mi hermano -3

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Salimos de la cocina y nos dirigimos a la sala donde Héctor ya nos esperaba, siguió la plática un rato mas, terminé mi cerveza les di las buenas noches y me fui a dormir, al llegar a la habitación volví a tomar mi tanga y la llevé directo a mi cara para poder aspirar el aroma a sexo que ambos habíamos dejado, me recosté sobre mi cama y comencé a revivir los encuentros de aquel día y sin darme cuenta se dibujó una sonrisa en mi cara.

A la mañana siguiente todo transcurrió con naturalidad, Héctor se fue a su casa y la hora de comer llegó Miguel quién es novio de mi mamá desde hace unos cinco años, el es maestro de educación especial, una excelente persona y creo que por eso mi mamá se enamoró de el, claro que ayuda que es un hombre sumamente atractivo, y con un buen físico para su edad ya que ronda entre los 45 y 50 años, ojos grandes y almendrados, y una sonrisa que al momento inspira confianza, nos invitó a un restaurante cerca de casa y de ahí a un foro que se encuentra en la condesa en el cual exhiben micro obras con duración de 15 minutos cada una. Mi hermano y yo le agradecimos pero declinamos su oferta, yo puse de pretexto el cansancio que traía y que quería relajarme y Raúl dijo que se iba a apurar con sus pendientes para poder salir en la noche con sus amigos sin preocupaciones.

Apenas entramos al departamento nos empezamos a besar con lujuria y desesperación, llegamos a la sala con tropiezos y nos tumbamos en el sillón mas cercano, no esperé y comencé a tocar su pene por encima del pantalón, estaba mas duro que una piedra, me apresuré y lo libré del encierro, comencé a chupar con mucha delicadeza, pero no por eso con menos pasión, pasé su pene por toda mi cara mientras con las manos acariciaba sus peludos testículos, me dio un poco de asco pero no me importó, de igual manera los metí a mi boca para poder chuparlos y morderlos, mientras me quitaba los pants y el top. De un empujón senté a Raúl para que pudiera terminar de quitarse la ropa, yo seguía en tanga admirando el cuerpo desnudo de mi hermano, me acomodé del otro lado del sillón con la pierna izquierda arriba del mismo y la derecha el piso, Juan se aproximaba hacia mi pero lo detuve, le pedí que se quedara ahí, por fin de quité la tanga y comencé a masturbarme frente a él, quería, tenía que grabar bien esa escena en mi mente, subí la otra pierna y con ambos pies acariciaba su miembro erecto, brillante y casi majestuoso que se mantenía erguido ante mí, el no podía dejar de observarme de pies a cabeza, mientras yo iba llegando lentamente al clímax, cuando mi orgasmo comenzó de inmediato pegó su boca a mi vagina para poder beber todos mís fluidos mientras lamía con habilidad toda mi vagina, sentía el clítoris hinchado, punzante con si quisiera estallar, introdujo un par de dedos en mi vagina, hacía movimientos raros dentro de ella que me hacían delirar de placer posó el pene sobre mi cara para que siguiera succionando pero no podía debido al placer que sentía, solo lo tomé con mi mano y comencé a gemir como una gata mientras lo apretaba, sentí electricidad recorrer todo mi cuerpo, perdí el control de mis piernas y la fuerza de un instante a otro desapareció, sentí como un fuerte chorro salió disparado sobre su mano y el sillón (había eyaculado) estaba rendida pero aún con fuego dentro, sin perder el tiempo movió mi cuerpo inerte como si fuera de trapo y me puso boca abajo, y de un solo golpe introdujo su pene hasta el fondo sin piedad sentía sus genitales golpear tanto mi clítoris como mis labios mayores, recuerdo como mordía un cojín y arañaba el sillón, me volvió a voltear y colocó mis piernas en sus hombros mientras con fuerza frotó rápidamente mi clítoris volví a gemir de placer mientras un nuevo orgasmo llegaba, sacó su pene y lo puso en mi boca, me tomó del cabello y fuertemente me hacía tragar hasta el fondo y sin avisar término dentro de mi boca, sentí como el semen se metía a mi garganta no podía respirar me ahogaba por el pene que tenía hasta adentro junto a todo su semen, lo saco y me cerró la boca, tajantemente me dijo en tono imperativo TRAGALO, de principio quedé pasmada y sin saber que hacer pero había quedado tan complacida y cansada que así lo hice. Me soltó y caí sobre el sillón feliz.

Al poco rato desperté completamente desnuda y sola, sentía un ligero dolor dentro, y la vagina me punzaba, tomé mi ropa y fui hacía mi cama aún con cara de placer, al verme en la puerta sonrió y me llamó a su lado, me tumbe aún desnuda me abrazó y me enseño unas fotos mías desnuda y con su pene en la boca que me tomó mientras me había dormido

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