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Mi abuela mi primera experiencia -2

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Luego de gozar de una buena verga después de mucho tiempo mi abuela se levantó. Rápidamente de la cama y se fue a bañarse para quitarse el sudor y olor a sexo y también algo de los remordimientos de que tenía por lo había hecho con su nieto.

Ya no regreso a mi habitación cuando terminó de bañarse así que dormí profundamente el licor y la buena cabalgada recibida por primera vez me dejó muerto. Al día siguiente tocan muy fuerte la puerta de mi habitación ''Luis ya levántate hay que ir a la misa… apúrate'', era una costumbre que había impuesto mi abuelo cuando vivía y que ella aún lo cumplía por la costumbre.

Aún en la cama recordé de la felación recibida anoche y empiezo a tener una fuerte erección venían a mi memoria cada detalle de lo experimentado con ella y también recordé sus palabras al culminar de saltar sobre mí y caer exhausta sobre mi pecho cuando llegó al orgasmo ''Yo haré que te gusten las mujeres''.

Ahora comprendí muchas cosas su llanto y la forma distinta en que me veía, ella había visto la revista gay y creía que me gustaban los hombres y eso la empujó a meterse en la cama conmigo ahora tenía dos caminos uno era decirle la verdad y de seguro pondría fin a esto que hablamos empezado y que disfruté mucho y la haría sentirse peor porque no era necesario lo que hizo venciendo su pudor y costumbres religiosas por ayudarme según ella.

Y la otra era seguirle la corriente y dejarla cumplir todas mis fantasías en el sexo así que opté por la segunda opción mientras caía el agua fría sobre mí que no logró quitarme la erección que tenía.

Al bajar al comedor ahí estaba Olga mi abuela ya tenía el desayuno preparado y estaba lavando en el lavadero no me vio llegar llevaba puesto un vestido de tela delgada color blanco con aplicaciones de rosas que llegaba a su rodillas y que marcaba esas anchas caderas y enormes nalgotas varias veces se lo vi puesto pero nunca la vi con lujuria ahora que sabía que había debajo de ese vestido era diferente.

Me acerqué por detrás de ella y la abrazo muy fuerte haciendo que sienta mi erección entre sus nalgas se sobresaltó no esperaba esto.

- ¿Luis que haces? Déjame tenemos que ir a la misa... suéltame.

- Abuelita ayúdame por favor que me vienen pensamientos con hombres y no quiero sólo tú puedes parar esto con tu cariño y paciencia... por favor .

Mientras tanto mis manos sobaban sus tetas sobre la tela de su vestido y simultáneamente hacía lo mismo con su culo con mi verga dura inclinándola ligeramente más sobre el lavadero su cuerpo empezó a temblar quiso resistirse pero no lo permití ahora yo era quien manejaba la situación.

- Pero Luis toda la noche lo estuve pensando y lo que pasó no debió ser buscaré alguien que te ayude... esto es pecado cualquier mujer te puede ayudar pero no yo... suéltame.

Le fui subiendo el vestido hasta la cintura y me afloje la correa para bajar el pantalón y sacar de su encierro a mi verga que sobaba ahora si sobre esas dos deliciosas pedazos de carne, ella seguía hablando tratando que entrará en razón pero cuando más me decía que NO me excitaba más.

- Nooo Luis... no sigas déjame...

Hice a un costado su calzón y empiezo a meter mi verga en medio de sus nalgotas no fue fácil así que tuve que empujarla más hacia el lavadero haciendo que levanté más el culo y al fin logré que entrará la cabecita a su chucha caliente y di un empujón y le entró toditito.

- Ahhhh... Luis que has hecho… nooo

Y empiezo a darle duro la tenía sujeta de sus caderas su respiración se hizo rápida ya se había dado por vencida y dejaba ahora si coger como yo quisiera así pegados como perros sin sacarle la verga de la chucha la llevó a la mesa para culearla mejor.

- Abuelita por un lado las tazas no se vayan a caer y también los panes...

Ella obedeció dejando la mesa vacía y se apoyó en ella ahora si veía en toda su dimensión ese culazo que se manejaba subí más el vestido hasta los hombros y termine por quitárselo luego siguió el brassiere saltando sus tetas con esos pezones hinchados marrones ya en libertad y por último su calzón .

- Que ricoooo abuelitaaaa ayudarme... ahhh... aggg...

Ella empezó a mover esas nalgotas con unos movimientos circulares que me sorprendió era toda una caja de pandora mi abuela tan recatada y religiosa que se le veía era toda una máquina para follar.

- Asiii… te gusta papitoooo... cachame bien ricoooo.

- Siiiiii me gusta abuelitaaaa que rico lo mueves... sigueee… así asi...

Su chucha estaba bien lubricada para una mujer de su edad ella también estaba recuperando el tiempo que no tuvo sexo yo que recién empezaba y ella tal vez serían sus últimos polvos ahora ambos nos hacíamos el favor.

- Ahhhh… ahhh Luchitoooo,.. lo que me haces hacer ahhh...

- ¿Pero te gusta no abuelita? Porque a mi si me gusta mucho como te comes mi verga... ahhh... que ricoooo...

- Siiiiii me gusta mi hombrecito no lo puedo negar, tiempo que no sentía así… ahhhh… sólo mi esposo y ahora tú me haces gozar que son los hombres que más quiero... ahhh ahhhh...

No quería que esto termine y baje la revoluciones de la penetración para seguir gozando de esa chucha caliente y húmeda pero ella empezó a moverse más rápido porque estaba llegando a experimentar un orgasmo sus manos sujetaba fuerte el mantel de la mesa hasta que explotó y soltó un grito de placer.

- Aaaayyy... por Dios...

Esos movimientos de caderas también me llevaron a clímax del placer y eyacule gran cantidad de semen dentro de ella.

- Siiiiii… déjame toda tu lechecita caliente dentro mío papitoooo...

Ahí quedamos todo sudados y agitados sobre la mesa del comedor, después tuvimos que bañarnos de nuevo e ir a la misa de domingo.

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