Nuevos relatos publicados: 12

Follada junto a mi amiga por un antiguo friki -1

  • 8
  • 29.432
  • 9,32 (22 Val.)
  • 2

Hola, me llamo Claudia y tengo 21 años, soy blanca, pelo largo y rubio, labios gruesos, 94 de caderas y 68 de cintura, bra 32b. Mi mejor amiga, Angie, tiene mi misma edad, es de piel morena, cabello castaño y aunque no sé sus medidas exactas sí puedo decir que es bastante atractiva, usa bra 34d.

Estábamos de viaje en cierto lugar de México, somos Sonorenses y conseguimos dinero y permiso de nuestros padres para viajar solas a la playa, no mencionaré el lugar, pues nos hicimos muy conocidas y no me gustaría que se supiera esto por alguien cercano a nuestras familias. Íbamos Angie, Aylin y yo. Una de las condiciones con las que me dejaron ir era no acercarme a una playa nudista, cosa que Angie nos llevó a hacer, estaba cerca de nuestro hotel y pensamos que nadie nos volvería a ver, así que a la mierda y vamos a andar desnudas en una playa. La primera media hora fue horrible, estaba muy apenada y no me sentía cómoda, pero después de eso todo fluyó, nadie me ponía especial atención más allá de unas miradas cuando pasaba al lado de los hombres, que de todas formas me voltean a ver cuando tengo ropa y voy por la calle. Me fui a caminar cuando Aylin llegó con un tipo blanco con un pene chico a acostarse a mi lado. Aylin es de senos chicos, pero tiene un culo enorme y eso atrae a cualquiera, la más baja de estatura del grupo, es de piel morena y cabello negro que lleva hasta media espalda.

Mientras caminaba vi docenas de penes, chicos, grandes, normales, negros, blancos, morenos, con o sin prepucio, rasurados o peludos. Iba a comprar una cerveza a un minibar cuando me encontré con un compañero de la secundaria, estaba recargado en el mostrador mientras hablaba con la que atendía. No lo reconocí, pero cuando me vio llegar rápido me habló.

— ¡Claudia!

Yo no supe quién era ni qué responder.

— Soy yo, Caleb, fuimos juntos a la secundaria.

Enseguida se me vino a la mente el recuerdo de un gordillo friki que pasaba el tiempo con sus dos únicos amigos. Muy diferente al tipo que me hablaba ahora. Cintura chica, cuadros en el abdomen, brazos musculosos, piernas marcadas y en medio de ellas colgaba una verga enorme con el prepucio cubriendo su glande.

Obvio me mostré más interesada y comenzamos a hablar, me compró un par de Caribes y también una botella de Sky, no estaba borracha ni nada, pero comenzaba a sentirme un poco mareada, soy de familia religiosa y muy rara vez tomo nada que no sea vino y en cantidades muy pequeñas.

Le dije que venía con Angie y con Aylin y lo invité a acompañarme a pasar el rato con nosotras, cuando llegamos tiró su cartera al lado de mi toalla y se acostó a mi lado de costado mientras hablábamos.

Angie estaba justo en medio de Aylin y yo, cuando despertó de su sueño me pidió que la presentara a ese "muñecote" y le expliqué que era nuestro excompañero y el resto.

Después de charlar un rato los tres ella se puso al lado de Caleb, dejándolo en medio de nosotras. Era muy descarada, en cuanto pudo le echó una pierna encima de la suya y le acariciaba el pecho. Caleb comenzó a ponerse duro, sus testículos eran grandes de por sí, pero comenzaron a hincharse más y más y llegó un momento en que su pene, sin estar erecto, comenzaba a tener pequeños espasmos.

— ¿Tienen un lugar un poco más... privado?

Nos preguntó.

— Nuestro hotel queda a veinte minutos de aquí, ¿por qué no vamos al tuyo?

— No me quiero enfrentar a la ley femenina, Angie.

— Oh, ya, ya, pues creo que podemos ir al nuestro.

— Vístanse y las veo en el estacionamiento.

— ¿Las dos?— Le preguntó Angie.

— Las dos, será más divertido.

Sin decir más se alejó caminando, por primera vez me percaté del culo tan bueno que tenía.

— Hay que aprovecharlo, nunca haremos nada así cuando volvamos— Me dijo Angie.

— ¿Pero las dos?

— He escuchado y visto como tienes sexo con Alex, ¿qué más dará que compartamos un pene un día?

— No sé... va a ser un poco raro...

— Pero te va a gustar, por favor, Claudia.

Terminé aceptando a acompañarlos, pero me sentía muy insegura, Aylin estaba enrolada con su amigo encima de la toalla así que Angie y yo nos llevamos nuestras bolsas, nos vestimos y fuimos al estacionamiento, justo en la entrada estaba Caleb con un short puesto. Nos llevó hasta su carro, un charger 2015. Estuvimos hablando todo el camino sobre cosas de la secundaria, Angie estaba atrás y tenía una mano metida en la blusa y otra en los pantalones.

Cuando llegamos finalmente al hotel la cosa se salió un poco de control. Angie se desnudó al instante y al ver esto Caleb se quitó el short y dejó que mi mejor amiga le cubriera el pene con la boca. Al principio se lo metió sin más, para luego sacarlo y echarle atrás el prepucio, era un pene rojo y venoso. Cuando estuvo totalmente erecto era intimidante, totalmente recto, media sin duda más de 20cm y era grueso, Angie siguió mamando su pene, arrodillada frente a él mientras su lengua rodeaba su glande y sus dos manos lo masturbaban.

Mientras Angie disfrutaba su verga yo estaba parada al lado, viéndolo todo, apenas estaba quitándome la blusa y me temblaban las manos, él me llamó y me pidió que me acercara. Me puse a su lado y comenzó a besarme mientras me rodeaba la cadera con una mano y con la otra empujaba a mi amiga para que su pene fuera más hondo en su garganta. Me metió la lengua en la boca y su aliento era el de cerveza, los dos olíamos un poco a alcohol, entonces él separó el beso y un pequeño hilo de saliva seguía conectando nuestras lenguas. Tomó a Angie por las sienes con las dos manos y sacó su pene de su boca. No había eyaculado aún. Después la hizo levantarse y comenzó a besarla mientras le agarraba las nalgas y Angelli hizo lo mismo. Entonces Caleb la comenzó a cargar, sus manos seguían en el culo de Angelli, pero las manos de Angie ahora estaban rodeando su cuello para no caerse, seguían besándose y él la llevó hasta la cama más grande, la que compartíamos Aylin y yo. La soltó en ella y la abrió de piernas, metió su cabeza en medio y comenzó a comerle la vagina con la lengua mientras aún la miraba, Angie tenía un poco de vello púbico en forma de triángulo en su pubis, Caleb continuó así unos dos minutos, los gemidos y gritos de placer de mi mejor amiga me excitaron y cuando avisó que "ahí viene" y le llenó la cara a Caleb de fluidos vaginales no pude evitar querer lo mismo.

Caleb sacó su cara de en medio de las piernas de Angie y tomó su pene con la mano izquierda, la puso justo en la entrada a su vagina y estuvo untándole el glande en los labios mientras mi mejor amiga intentaba recuperarse de su orgasmo. Finalmente comenzó a meterlo y vi como las manos de Angie comenzaron a apretar las sabanas con mucha fuerza y sus ojos se abrían como platos.

— Está muy grande— Soltaba gritos de dolor y placer—, hijo de puta, métemela ya, pendejo.

— Estás muy pinche apretada, Angie, me encanta tu pequeño coño.

Entonces comenzó lo rico para mí.

— ¡Claudia, Claudia!— Comenzó a gritarme Angie—. Quítate la puta ropa y vente a coger con nosotros, cabrona.

Le hice caso, me desnudé totalmente y me acosté a su lado mientras Caleb la follaba.

— Bésame, bésame, mami, sabes que te quiero un chingo, Claudia— Angie comenzó a pedirme todo esto mientras apretaba los dientes o tomaba aire—, dame un besito por favor.

Caleb me tomó de la nuca y me obligó a besar a Angie, él gruñía mucho mientras echaba sus caderas hacia adelante y atrás. Sentir los labios de mi mejor amiga tocando los míos me puso muy mojada y cuando ella se separó me di cuenta de que quería más.

— Me voy a venir— Le dijo Angie a Caleb mientras que este comenzaba a moverse más rápido.

— Aguanta, yo también estoy a punto.

Angie no aguantó más y tuvo el segundo orgasmo de ese día. Abrazó muy fuerte a Caleb y le enrolló las piernas en las nalgas, no lo iba dejar salir.

— Angie, ya casi me vengo, déjame eyacular afuera.

— Hazlo dentro, bebé, quiero un Calebito en mi interior— Estaba un poco apendejada—, ¡embarázame, por favor, suéltalo dentro!

— Dios, como me pones, hija de puta.

Caleb la besó y eyaculó dentro de ella, se abrazaron un buen rato y entonces Caleb cortó el beso y puso su cabeza en los senos de Angie, ya había sacado su pene. Ella comenzó a acariciarle la cabeza mientras los dos intentaban recuperar el aliento.

— Déjame un rato, dale a la Tita (mi apodo), un poco de ese pene tuyo.

Caleb se puso de pie en la cama y me acercó el pene a la boca, ese sería el inicio de mi adicción al sexo.

(9,32)