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La carta infiltrada

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Esta mañana en el cielo de Tokio casi no hay nubes, a pesar de eso el ambiente está fresco; promete ser un bonito día para divertirte con tus amigos. Sakura se levantó algo adormilada. La noche anterior había cazado dos Cartas Clow muy juguetonas y vaya que si le costó atraparlas. Kero, el guardián de las Cartas, aún dormía y se resistía a abandonar el dulce mundo de los sueños, pero el sugestivo aroma de unos pancakes recién hechos lo hicieron regresar al mundo real.

Tendió su camita que está dentro de uno de los cajones del escritorio de Sakura y se frotó su carita para despabilarse. Touya tocó en la puerta del cuarto de Sakura para llamarla a desayunar y para aprovechar para decirle monstruo como él acostumbraba. Esperando la reacción de su pequeña hermana notó que la puerta estaba abierta y eso le pareció muy extraño. Entró para investigar que había pasado con el monstruo y no lo divisó por ningún lado; afortunadamente Kero estaba debajo de la cama buscando su videojuego favorito. Extrañado, bajó las escaleras que dan a la biblioteca para cerciorarse de que estaba ahí como él pensaba.

Fujikata, el padre de Sakura y de Touya, estaba retrasado para impartir una clase pública a un grupo de alumnos de Universidad sobre Mesopotamia, y aún así preparó un regio desayuno con los deliciosos pancakes que había olfateado Kero, huevos fritos y salchichas. Se sintió muy contento al imaginarse lo felices que se iban a poner sus hijos por tan delicioso desayuno, además, tenían un invitado especial: Yukito, el mejor amigo de Touya, ya que sus abuelos seguían de viaje, y quien estaba muy contento porque esta vez él decidió llevar algo rico que él mismo preparó para que lo disfrutaran a la hora de la comida, ya que como Fujikata no regresaría hasta en la noche se ofreció a cocinar para sus amigos.

Touya entró sigilosamente a la habitación y encontró a su hermana debajo del escritorio del sótano. Ella hablaba en voz muy baja con alguien a través de un teléfono inalámbrico color rosa; no la quiso interrumpir y salió de ahí algo intrigado. Se imaginó que era algún asunto relacionado con algo de chicas ya que ese teléfono inalámbrico se lo había obsequiado Tomoyo, prima de los dos y la mejor amiga de Sakura ... ¿pero que tan serio podría hacer aquello que hiciera que el monstruo se levantara a hacer esa llamada sin antes haber desayunado?. Cuando Touya subió llegó Yukito, quien después de saludar y de dejar lo que había llevado a la cocina le ayudó a Touya a poner la mesa.

Cuando terminaron le preguntó por Sakura y Touya le contestó que "el monstruo horrible" no tardaba en bajar para comerse todo y no dejarles nada. Yukito sonrió ya que sabía que su amigo solo decía eso para molestar a Sakura sin intenciones de lastimarla. Kero, ansioso por probar los pancakes, permanecía sentado sobre la cama esperando a que Sakura le llevara su desayuno; mientras tanto, se imaginaba frente a una montaña de pancakes recién hechos decorados con crema batida y escurriendo jalea de cerezas, se sonrojo y se acostó boca arriba moviendo sus patitas sonriendo para sí mismo. Cuando Sakura entró a su habitación, Kero le pidió su desayuno y como algo le preocupaba no le puso atención y se empezó a quitar la ropa de dormir frente a su alado amigo ya ella nunca le había importado que él estuviera presente cuando no estaba vestida, porque incluso se bañaban juntos, así que se tumbó despreocupada sobre el tapete que está al lado de su cama con sólo sus calcetas puestas.

Kero se preocupó y le preguntó a la niña que si se sentía enferma al mismo tiempo que se le paró sobre la espalda; en eso un gato que andaba por el vecindario perseguía a una mariposa y para tratar de alcanzarla se subió a un auto que estaba estacionado frente a la casa de Sakura; esto hizo que se activara la alarma antirobos y el dueño salió a apagarla. Por ese incidente, un suave tintineo que cruzó la habitación, no pudo ser percibido por Sakura ni por Kero.

El tintineo se volvió una clase de polvo rojo muy brillante que se asemejaba a diamantina y calló exactamente sobre la cabeza de Kero. El pequeño felino estornudó y se llevó las patitas a la cara al sentir el fino polvo y se la restregó tras sacudir enérgicamente su cabeza. Fujikata fue el que esta vez subió por Sakura, tocó a la puerta y le respondió con un "¡Ya voy, papá!". Se levantó para buscar su uniforme y sus pantaletas preferidas sin sentir que alguien la miraba fijamente; se vistió y salió de la habitación diciéndole a Kero que de rato le llevaría su desayuno. Rápidamente bajó las escaleras y al entrar a la cocina dio los buenos días mientras sonreía felizmente. Los tres se le quedaron viendo y Sakura pensó que tenía algo en la cara y se la sacudió; su papá le dijo que lo que a ellos les había extrañado era verla uniformada como si fuera a ir a la escuela.

"Por si no recuerdas, monstruo, hoy comenzaron las vacaciones de invierno en tu escuela"- dijo Touya en tono burlón. Y por tus pisadas me imagino que has de traer un hambre descontrolada, así que compórtate porque recuerda que tenemos visitas. ¡Uyyy, que malvado eres Touya, no soy ningún monstruo! - gritó Sakura mientras apretaba sus puños y fruncía el entrecejo. ¡Papá mira mi hermano, siempre me está molestando!. Fujikata se levantó de la mesa pensando que Sakura se sentía mal y le tocó la frente.

No te preocupes, papá - le dijo abrazándolo cariñosamente. Es sólo que anoche tuve una pesadilla terrible y ya no pude dormir bien...amanecí muy despistada. ¿Soñabas que nos dejabas sin desayuno, monstruo? - interrumpió Touya mientras comía una salchicha. ¡Papi mira mi hermano! - refunfuñó Sakura. Ya hijos, ya dejen de pelear y desayunemos en paz - los animó Fujikata a la vez que sonreía y acompañaba a su hija a la mesa. A Sakura con solo ver a Yuki se le aceleraba el corazón, le gustaba mucho, demasiado, a veces le costaba verlo a los ojos y no dejó de sentirse nerviosa mientras tomaba su desayuno; no le importaba que el estuviera en preparatoria, sentía que también las niñas de primaria podían sentir algo por esos chicos tan grandes...¡ y guapos! . Aaaaaaaahh, Yukito - supiraba Sakura mientras bebía su leche sin dejar de admirarlo. Cuando los tres chicos se despidieron del profesor Kinomoto, pensó que era muy afortunado por tenerlos a los tres, ya que gracias a ellos no se sentía solo por la falta que le hacía su esposa Nadesico, quien murió cuando Sakura era apenas una bebé.

Al entrar a la casa se dispusieron a lavar los platos del desayuno para posteriormente poder disfrutar la película que habían rentado ayer en la tarde. Cuando Sakura terminó de secar los platos subió a llevarle su desayuno a Kero; Touya y Yukito arreglaban un poco el jardín mientras esperaban a Tomoyo, pues había sido invitada. Yuki estaba muy emocionado por las golosinas que habían comprado para comerlas mientras veían la película (porque este Yuki aparte de tener un gran apetito era muy goloso y le encantaban los dulces tanto como al mismisimo Kero) platicaba a Touya de cuando él iba al cine con su abuelo. Las guardaespaldas de Tomoyo la dejaron en la juguetería que quedaba cerca de la casa de Sakura, porque se le ocurrió comprar un juego para prolongar la reunión. Ella tiene guardaespaldas porque su mamá, como es dueña de una compañía de electrónicos tienen mucho dinero, aún así no siempre están con ella; los teléfonos rosas los fabricaron en esa compañía y Sakura, Kero y Tomoyo los utilizan para comunicarse entre sí cuando andan tras las dichosas Cartas.

Como la dependienta era amiga las dos le recomendó que comprara un juego interactivo y la pequeña se decidió por un equivalente al Twister, que es donde los jugadores se paran sobre un tapete blanco de plástico con círculos de colores, y tiene uno que poner las manos o los pies cada uno en el color que le toque, y como te puedes enredar con los demás debes mantener el equilibrio, porque si te caes pierdes.

Al salir de ahí consultó la hora, faltaban 15 minutos para las 11, y se preocupó al recordar que había quedado de estar exactamente a esa hora en casa de Sakura, apresuró el paso entonces y tres cuadras antes de llegar se tropezó y calló de rodillas sobre la acera. Syaoran salió muy temprano de su casa, decidió dar un paseo para cambiar su rutina y al detenerse a leer un cartel en un poste escuchó cuando Tomoyo estaba tratando de levantarse del suelo y sin pensarlo dos veces corrió para ayudarla a levantarse.

¡Oh, Syaoran!. ¡Muchas gracias por ayudarme! - Tomoyo se tomó de los brazos de él para levantarse y Syaoran se sonrojó al tener tan cerca de la hermosa niña de cabellos largos. No tienes porque darme las gracias, Daidouji. ¿No te lastimaste?.... - Creo que si, siento dolor en mi tobillo izquierdo (dijo esto levantándose la falda hasta la mitad de la pantorrilla) no creo poder caminar sola y siento que se me va a hacer tarde para ver a Sakura (cerró sus ojos en señal de estar muy triste y se puso las manos en la cara con ganas de llorar) ¡Le arruiné a mi amiga el día, se va a preocupar por mí!. La llamaré para decirle que no iré por alguna otra razón. - ¡No llores por favor, Daidouji! - le dijo mortificado y asustado por el problema que tenía su compañera. No tienes porque hacer eso, yo mismo te llevaré a casa de Kinomoto para que te atiendan ahí y puedas estar con ella. - ¿En serio harías eso por mi? - levanto su rostro hacia el con lagrimas en los ojos y le sonrió cuando él asintió con la cabeza. ¡Que alegría!. ¡Muchas gracias Syaoran!.

Tomó a Tomoyo en sus brazos y se dirigió a casa de Sakura, y aunque no le agradaba mucho ella por ser su rival en la captura de las Cartas, no podía dejar a su linda amiga en desgracia. Sakura le dejó el plato a Kero sobre el piso, a un lado del control de la consola en la que juega y lo llamó para que desayunara. Como no acudía lo buscó por toda la habitación y no lo encontró. Alarmada decidió buscarlo en las demás habitaciones y antes de salir un resplandor la hizo detenerse.

Aterrorisada miró hacia atrás y tal fue su sorpresa al ver a la carta del fuego, Firey, poseyendo a la carta del Viento, Windy. Se pregunto que qué estaba pasando y sacó su bastón mágico para tratar de controlar a las Cartas. A punto estaba de decir el conjuro cuando se escuchó la voz de Kero ordenándole que no lo hiciera. - ¿Qué es lo que sucede Kero?. ¿Qué es lo que Firey le estaba haciendo a Windy? - preguntó muy agitada por el susto volteando hacia la dirección de la que provino la orden, y así fue como vio a una gran criatura de aspecto felino de pelaje color amarillo con enormes alas blancas volando sobre ella - Sakura, me siento muy extraño...las Cartas también están así.... tengo mucho calor... - Kero, por alguna extraña razón recuperó sus poderes y su forma natural. Ayúdame por favor ...me duele aquí (le señaló sus genitales) deja ese estúpido bastón (se lo tiró de un zarpazo) y deja que el mío juegue dentro de ti. - ¿Kero?. ¿Eres tu?.. ¿Qué te pasa porque hiciste eso? ¡Por favor no me asustes hablándome así! - Sakura retrocedió tembloroza y quedó acorralada contra la puerta, en su mano izquierda sostenía la Carta Vuelo y no podía invocarla sin el bastón. ¡Aléjate!. ¡Aléjate de mí! - gritaba desesperada mientras Kero se le acercaba amenazante. La carta del Espejo salió volando por la ventana del cuarto de Sakura y volvió a meterse a la casa por la ventana de la cocina y se transformó en Sakura.

El resto, menos Firey y Windy se pegaron al techo del cuarto formando un círculo para unir su magia para proteger valientemente a Sakura con la poca magia que tenían, debido a que aún faltaban muchas en el mazo. Las cartas sueltas unieron su magia, y fue más poderosa que las demás por ser cartas que representaban elementos y lograron que Watery, (agua) y Earthy (tierra) se les unieran y juntas se abalanzaron contra la Card Captor convirtiéndose en ataduras para someterla, no sin antes echar un conjuro para destruir a las Cartas rebeldes. Cuando la Carta espejo corrió a avisarle a Touya llegó Syaoran y tras dejar sentada a Tomoyo en el suelo se decidió a trepar hacia el cuarto de Sakura por haber percibido la disputa entre las cartas Clow reunidas.

Touya encontró a Tomoyo y él traía cargado a Yukito, al parecer algo le había pasado y le preguntó que estaba ocurriendo porque la veía muy asustada y la niña no sabía que contestarle. En eso, Yukito comenzó a despedir una luz muy brillante de sus manos y empezó a flotar para transformarse ante los ojos de Tomoyo y de Touya en su forma natural, el Yukito que conocían era solo la identidad secreta de Yue, otro guardián de las Cartas, cuyo cabello era blanco y muy largo y al cual, de su espalda, brotaron dos majestuosas alas blancas.

Yue, en trance, se dirigió a la recamara de Sakura , para esto la Carta espejo le abrió la puerta a Touya quien leventó en sus brazos a Tomoyo para meterla a la casa. Espejo condujo a ambos hacia la recamara y trató de abrirles la puerta sin éxito, puesto que estaba cerrada con magia. Touya decidió trepar al techo para ayudar a su hermana.

Dentro Syaoran encontró a Sakura atada sobre la puerta y completamente desnuda, sus pequeños senos se agitaban al mismo tiempo que forcejeaba sus ataduras. "¡Ayúdame, Syaoran, por favor! - gritaba desesperada. Al ver en peligro a Sakura, sacó rápidamente su espada, y enardecido, se abalanzó contra Kero y Yue,,dispuesto a terminar con ellos. Yue le lanzó una esfera de luz para detenerlo, Syaoran por el impacto soltó su espada y Kero se le interpuso para que se impactara contra él y poderse dejarse caer sobre él con todo su peso. ¡NOOOOOOOOOOOOO!. ¡SYAORAAAAN! - Yue le propinó una cachetada ordenándole que guardara silencio y la llamó chiquilla malcriada.

Sakura comenzó a llorar temiendo por la vida del valiente guerrero chino (Kero..¿por qué?. ¿Porque no me dices lo que está pasando? - pensó). Touya estando ya en el techo se topó con que el cielo se tornó de un color rojo brillante y que de las nubes brotaba una especie de lluvia negra precipitándose sobre el suelo a gran velocidad. Tuvo que retroceder para no resbalar por la pegajosa sustancia de la que fue testigo y buscó otra ruta para entrar. Yue acercó su rostro al cuello se Sakura para percibir su aroma y tomándola del cuello posó sus labios en los de ella para besarla, después su lengua se abrió paso para saborear la saliva de su llorosa presa.

Kero se acercó y miró a Yue implorando algo para él; Yue le acarició la cabeza a Kero mientras le manoseaba las tetitas a Sakura, pidiéndole que esperara un poco. Se desnudó y se le acercó aún mas, le lamió el cuello, la cara, detrás de las orejas y por debajo del brazo derecho; ella se retorcía al sentir aquellas raras sensaciones y poco a poco se fue percatando que de entre sus piernas se le empezó a escurrir algo, sentía mucha vergüenza al pensar que tal vez se estaba haciendo pipí. Para que se retorciera de miedo le puso su pene entre las piernas, casi rozándole los labios mayores y así fue como él sintió el pequeño goteo.

Después de pellizcarle una nalguita le ordenó a Watery y a Earthy que le soltaran las piernas a Sakura. Él, sosteniéndole las piernas entre abiertas le dijo a Kero que lamiera el conejo de Sakura prometiéndole que si lo hacía bien le daría algo bonito. Kero se entusiasmó y tomó con sus patas las piernas de Sakura para levantarlas el mismo para así lamer más fácilmente, Sakura gritó aterrorizada y Yue la volvió a abofetear. - ¡Noo por favor!. ¡Deja de hacer eso, Kero!. ¡Siento muy feo!. - decía a la vez que se retorcía hacia los lados. - ¡MMMMh!. ¡Que dulce!. ¡Esto está más rico esto que la jalea de los panqueques!- pensaba a la vez que lamía todo por fuera.

Syaoran se comenzó a despertar de tan horrible ataque y lo primero que vio fue el rostro de Yue sonriéndole. "¿Eh, que?", exclamó enfocándolo. Al verlo muy cerca de él se hizo para atrás con dificultad aún aturdido por el golpe. Yue lo tomó de los brazos y lo acercó hacía él ("No huyas de mí" - le decía) y cuando lo tuvo cerca se abrazó a él para recostarlo en el piso; una vez que estuvo encima de él le bajó el cierre del pantalón para buscarle su verguita y al tomarla se dio cuenta de que no era verguita sino vergota, raro en un niño de 11 años. Se sentó sobre él y se la metió en su vagina, ya que él es hermafrodita, y comenzó a moverse rítmicamente para sentir como se abría paso tremenda cosa en su coño. Pensó que si así estaba Syaoran, la de Touya sería descomunal. Syaoran trataba de safarse pero Yue se ayudaba de sus alas para dejarlo inmóvil. Tras las buenas frotadas que se hizo contra él empezó a sentir que se venía y le llamó a Kero para darle "el algo bonito" que le prometió y se corrió en la cara de Syaoran , y sin mas, como el niño había sentido contra su voluntad se corrió fuertemente tras unos espasmos de placer incontenibles por tan fuerte experiencia para él. Kero lamió a Yue y a Syaoran hasta dejarlos limpios, Yue se metió en su boca el pene de su cautivo para sacarle mas jugo porque les había gustado a los dos.

Cuando terminaron con él Yue tomó la espada de Syaoran y se la clavó en el pecho. Gritó en seco y por su mente pasó el rostro de Sakura..".esa a la que tal vez amo...". Le fue retirada la espada de un solo movimiento y se la pasó por la cara para mancharlo tirándola después a un lado de él y le rozó el brazo derecho lográndole rasgar la manga de su traje, Kero le lamió la sangre que brotaba del pecho, Syaoran solo lo veía...no sabía que hacer. Syaoran estaba temblando en el piso, estaba aterrorizado, no podía creer lo que le acababa de pasar. Sakura no se quedó atrás porque tampoco alcanzaba a comprender todo eso. Yue se le dejó ir a Sakura y le levantó las piernas a todo lo que daba y la penetró sin piedad, ella emitió un alarido de dolor que hasta al más valiente le pondría los cabellos de punta. La empezó a bombear y de los ojos de Sakura brotaron lágrimas de angustia y de dolor, un dolor incontenible.

Con cada clavada a Sakura se le fueron haciendo ligeras heridas en su vagina de las cuales finos hilos de sangres se escapaban, manjar que tampoco se quiso perder Kero. Syaoran cuando escuchó eso cerró los ojos y sintió perderse..."Han lastimado a Sakura...no la pude proteger ...se la cogieron...no se merecía eso...la lastimaron..soy un imbécil...". Tomoyo escuchó los gritos de su amiga y no se contuvo, también comenzó a llorar. Espejo estaba con ella y también lloró. Touya estaba de rodillas en la escalera y se tuvo que sostener de la pared para no caer, se imaginó lo peor. Espejo se levantó y trató de derribar la puerta sin éxito...se lastimó un brazo y se dejó caer a un lado de Tomoyo. ¿Ahora que va a pasar?. ¿Quién defenderá a Tokio de las cartas Clow?. ¿Por qué mi amiga...porque Sakura....?.Ssi tan solo no hubiera ella tenido un sueño premonitorio tal vez esto nunca habría pasado... Espejo se le quedó mirando y le hizo señas para que le contara el sueño recapacitando en que estaba segura de que ninguna de ellas era culpable de todas esas atrocidades. - Sakura me contó hoy en la mañana que... Yue le sostenía nuevamente las piernas a Sakura, esta vez fue Kero el que la penetró, ahora su ano era el castigado, ya no le quedaron ganas de gritar, ya no tenía corazón para hacerlo.

Ella estaba sudorosa y con las piernas ensangrentadas, Yue felizmente mordía las tetitas y los pezones con mucha fuerza mientras se masturbaba con intenciones de mancharle a Sakura la cara de esperma. Cuando lo logró le pasó la mano en su carita presionándosela para que de paso le lastimara la cabeza con un adorno de la puerta y reía como si se tratara de un juego. Ella se desmayó agotada. "Syaoran...ahhmñññ". ¿Dónde estas? - conforme el tiempo pasaba lentamente Syaoran escuchaba eso, sentía perderse, el pecho le dolía y en su mente sola existía una sonrisa retorcida tratando de pedir la muerte.

Yue tomó a Syaoran el piso metiéndole tres dedos en la herida, Syaoran ya no podía tampoco gritar...le ordenaron sostenerse en pie para que él también violara a Sakura, sus ojos quisieron salirsele de las cuencas, el nunca podría hacer semejante desfiguro. "¿Marica, no tienes ganas de darle brillo a tu polla en el rico conejo de la perra Card Captor? - dijeron los dos a coro soltando después una cruel carcajada. Syaoran logró ponerse en pie y los miró seriamente al mismo tiempo que les decía "Ya fue suficiente. Ya me cansé de sus estupideces". Jaló su espada con el cordel mágico con la que la tiene atada a él y al recuperarla la dejó ir sobre Yue y Kero se interpuso, la hoja de la espada se le incrustó en la frente y cayó al piso.

La sonrisa burlona que tenía Yue en su boca se le borró instantáneamente. "Bastardo...has matado a Kerberos... pagarás cara tu osadía." - cuando le iba a lanzar todo su poder un brillo lo distrajo. Era Espejo quien logró trepar a la pared y que con su espejo deslumbró a Yue, la luz provenía de un reflector portátil que Tomoyo cargaba en su maletín cuando filmaba las batallas de Sakura donde no había luz. Syaoran logró recuperar su espada una vez más y Yue probó su filo directamente en el corazón.

Cuando esto pasó agitó sus alas frenéticamente y Syaoran salió disparado contra la mesa donde Sakura guarda el libro Clow, como la tiró el libro salió y se tiró una carta que estaba dentro de ella. La tomó para mirarla y gritó: "Esta no es una Carta Clow". Espejo llegó en su ayuda y le explicó que esa Carta que tenía en sus manos era una Carta infiltrada, es decir, que no pertenecía al mago Clow y que alguien le había mandado camuflajearse como Carta Clow para destruir a Sakura como Card Captor. "Destrúyela hundiendo también tu espada en ella". Cuando lo iba a hacer se escuchó un estruendo y una niebla negra entró por la ventana.

Cuando toda esa niebla negra desapareció pudieron ver a una extraña mujer de aspecto siniestro, estaba vestida de rojo y negro con un cuervo sobre su hombro izquierdo (grazna). - ¿Quién eres?. ¿Qué haces aquí?. - le gritó Syoran señalándola con la espada. - Soy Aidan Draven - contestó. Yo soy la dueña de la Carta que tienes en la mano. - ¡Explica porque nos has hecho todo eso, te lo ordeno!. De lo contrario tu también morirás! - se impuso. - Veamos - se elevó de piso y con un pase mágico hizo aparecer entre resplandores un libro de color púrpura que en la portada traía un cuervo negro y unas letras que decían "Llave". Lo ojeó sin tocarlo y para abrirlo en una página con dibujos casi demoníacos, y la carta que Syaoran sostenía se soltó al llamado de su ama y se devolvió al libro. Me imagino que esto no ha de ser nada gracioso para ustedes...lo digo por tu cara enojada y retorcida. No te apures joven Syaoran, todo esto terminará muy pronto y ya no sufrirán. - NO HAS CONTESTADO MI PREGUNTA - volvió a gritar.

Se le quedaba viendo a los ojos tratando de encontrar una respuesta que tal vez no existía. Ella se dirigió hacia él y le tomó del mentón con una mano y también lo miró a los ojos. - Eres muy lindo, pero Yue lo es más - Syaoran le retiró la mano de un manotón exigiéndole que terminara con todo eso de una buena vez. - Está bien, pero por favor no te enfades conmigo; no estaba en mis planes que una de las cartas más traviesas y poderosas que tengo escapara cuando iba a hacer un hechizo de amor y tu amiguita la cazó por error. Les pido disculpas y espero poder reparar el daño que mi Carta del Sexo les hizo - volvió a abrir el libro y llamó a Joliet, que así se llamaba la carta que había hecho todo ese problema.

Joliet apareció de entre un montón de humo rojo, era un ser de cabello largo lacio hasta debajo de los hombrosrubio castaño, de ojos completamente negros y con una edad de entre 27 y 34 años, estaba totalmente desnudo y traía una especie de guantes negros que sólo dejaban salir 10 uñas enormes y afiladas de color púrpura. Detrás de él también se dejó ver otra de las Cartas de Aidan, era la Carta de la Muerte Violenta, con todo y túnica roja acompañado de una guadaña color jade, que en la punta inferior tenía un pico muy afilado hecho de plata. Sólo se le veían los ojos, amarillos y brillantes. Despedía un olor a sangre putrefacta. - ¿Qué está pasando Syaoran? - preguntó Sakura despertándose de su desmayo.

Tomoyo que estaba escuchando rompió en llanto al escuchar la voz de su querida amiga que aunque herida estaba bien. Toya se acercó a la llorosa niña para consolarla. - Sakura me dijo esta mañana que había soñado que una de las Cartas Clow era falsa, tengo miedo, que ya no la lastimen...SAKURA TENÍAS RAZÓN...ESA CARTA ERA FALSA...SE QUE TODO VA A SALIR BIEN...LO SÉ...- la alentaba. - Calma pequeña, sé que Sakura podrá salir bien de eso - la abrazó sintiéndose impotente. Ahora todo depende de ese mocoso malcriado. - ¡Ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja!.

Si ella tontamente no hubiera sellado mi carta no la hubiera podido localizar, no le hizo caso a sus sentidos y no percibió que no sintió que los poderes de ambas cartas no eran de la misma especie; aparte Joliet se dejó atrapar porque con sus escasos poderes no era de esperarse que ella pudiera capturar a una Carta tan poderosa como la es él y logró someter a los elementos para ponerlos en contra de Sakura... Joliet, Violence, terminen con la Card Captor, ya me cansé de jugar - ordenó con la cara desfigurada por su maldad. - No!. ¡No, lo permitiré! - gritó Nadesico. - ¿Tu?. Creí haber terminado contigo y lo único que logré con la poca magia que tenía fue quitarte la vida.

Debí deshacerme de ti antes de que quedaras encinta de Sakura, ¡Maldita sea!. Ella no se merece las Cartas Clow, ¡deben ser mías!. - De haber sido así el Mago Clow no lo hubiera permitido. Detente ahora mismo antes de que te enfrentes a las consecuencias por desear algo que no te pertenecerá nunca. - ¡No me hagas reír, Nadesico. ¡Tu no puedes hacerme nada!. ¡Nada! - mandó a su cuervo a lastimar a Nadesico. Syaoran lanzó su espada y terminó con la vida del animal. ¡NOOOOOOOO!. ¿¡CÓMO TE ATREVES!?. Joliet, Violence, ya cumplan con lo que les ordené. ¿Joliet?. ¿Violence?. ¿Cómo?. ¿Cómo te desataste?. ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHH!. - ¿Sakura...estás bien? - se precipitó sobre ella Syaoran tras verla enterrar el bastón mágico en el cuello de la hechicera desgarrando su carne hasta llegarle al corazón. - No, no soy Sakura. Soy el mago Clow - contestó transformándose en lo anunciado. Ya tenía rato de andar persiguiendo a Aidan, ella más que cualquier cosa deseaba tener mis Cartas...para hacerse más poderosa que yo en venganza de que le quité el amor de Yue, a quien rescaté de sus garras, mas él no recuerda nada al respecto. Sólo lo trataba como a una marioneta. - Maté a Kerberos y a Yue, Mago Clow..lo siento mucho... . le platicó muy afligido y con remordimientos.

El mago le sonrió y volteando a ver a Espejo le dio las gracias por ser tan valiente al convertirse en el espíritu de la madre de Sakura. Sakura sal del armario - ordenó el mago Clow. Ya es hora de que realices el conjuro. Usa la carta del tiempo para regresar minutos antes de que tomes a Joliet. ¿¿Pero..Cómo??. Sakura....¡ESTÁS BIEN! - Syaoran corrió a abrazar a su linda rival con lágrimas en los ojos.

Estoy bien Syaoran, no te preocupes. El Mago Clow tomó mi lugar antes de que entrara a mi habitación a dejarle los panqueques a Kero. Nadie recordará nada después de que realice el conjuro. Todo volverá a ser como antes. Gracias a todos por preocuparse por mí, soy muy dichosa al tenerlos; Mago Clow ahora me doy cuenta de lo importante que es que yo haya aceptado ser una Card Captor y que me esfuerce en ser mejor cada día para incrementar mi magia para no permitir que lastimen a los que más amo o que destruyan el lindo mundo al que pertenezco así tenga que dar mi propia vida por ello... Espejo..te quiero mucho...- Espejo le sonrió también dulcemente y Sakura al terminar de decir eso sacó la CarTa del tiempo y agitó su bastón.

El mago Clow la miró satisfecho, había escogido muy bien a su siguiente predecesora. . El Genio de la Carta del tiempo salió de su encierro para obedecer a Sakura y regresó el tiempo justo antes de que Sakura sellara la Carta Sexo mientras que reaparecieron las Cartas que habían desaparecido formando un círculo en el aire dándoles su magia a ambos para que tuviera mejor efecto el hechizo.

La tomó y le pidió a Syaoran que la cortara con su espada ayudándose de uno de sus amuletos de papel. El se negó porque no sabía de que se trataba la idea de Sakura y ella le gritó que después le explicaba, que lo hiciera cuanto antes, quedando así destruida la Carta Sexo, quién por tratar de ser vulnerable para que Sakura la cazara fácilmente no se percató del truco.

A la mañana siguiente sólo Sakura recordaba la odisea. El olor de los panqueques la despertó esta vez, y no la horrible pesadilla premonitoria que tuvo en esa ocasión.

Dos lágrimas rodaron por sus ojos, sabía que todo aquello apenas comenzaba y que nuevos peligros tal vez aún más aterradores le esperaban en su misión de atrapar a las Cartas. Pensando Touya que todavía dormía su pequeña hermana entró sin tocar a la puerta y una almohada lo recibió con un golpe. Sakura entre risitas le dijo que no era ningún monstruo y que enseguida bajaría a desayunar, Touya extrañado no preguntó y bajó a la cocina. Sakura se levantó de la cama y Kero aún dormía. Le acarició la cabeza tiernamente y fue a revisar las Cartas Clow. En el mismo cajón, en un sobre sellado con magia yacía Joliet cortada en dos. Eso le hizo pensar en Syaoran y en lo mucho que le había gustado que el niño la abrazara.

Mientras ojeaba el libro Clow pensaba en el regalo que les iba a hacer por serle tan fieles y exponer su propia vida para defenderla, como lo hizo Syaoran; miró a Espejo y le sonrió, estaba segura de que ella era la única Carta que recordaría todo al igual que Tiempo. Nuevamente le llegó el aroma del desayuno, así que se cambió de ropa y bajó rápidamente las escaleras para ver a su amado Yukito, sin darse cuenta de que se había puesto el uniforme escolar nuevamente.

(9,50)