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Chantaje (IX): Un paso a lo prohibido

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A partir de aquella tarde todo había cambiado, las miradas, los disimulados roces de nuestros cuerpos, la intención de mi hermano Antonio por volver a revivir aquellos momentos tan candentes, la adrenalina que surgía tras cada momento en que estábamos en casa, de que alguien pudiera darse cuenta de lo que sucedía entre dos hermanos. Toño siguió acompañándome a mi trabajo, como costumbre que cada fin de semana, mis padres podrían salir sin precaución alguna pues su hijita quedaba bien resguardada por su hermano mayor, situación que nos favorecía, pues la relación era cada vez más abierta, me sentía protegida a pesar de que sabía que mi hermano seguía grabando mis eventos lo cierto es que sabía bien que esos videos los utilizaba para desahogarse cada que podía.

Era un viernes por la tarde cuando mi celular suena, al tomarlo veo que se trataba de un mensaje de mi hermano mayor quien me preguntaba ¿Dónde estaba? ¿Qué si quería ir al centro a dar la vuelta? Me dijo donde me esperaría y si quería ir que contestara rápidamente pues él estaba cerca de ese lugar, no tuve nada que pensar pues en realidad era viernes y no tenía nada que hacer, así que le envié un mensaje contestándole que me esperara donde me había dicho. Al salir de bañarme nuevamente mi celular comenzó a timbrar reviso quien era y era Toño que decía hermanita ven sexi como tú solo sabes hoy quiero presumir a mi hermanita consentida, por mi mente paso que más que presumirme quería excitarse jejejeje y le conteste que sí.

No sabía que ponerme, estaba buscando, pero no me decidía, entre tanto que busque en el guardarropas, decidí ponerme una blusa floreada que al inclinarme se me ve todo el pecho, una minifalda blanca corta muy pegada, el largo de la mini, me llega a nivel de la muñeca de mi mano con los brazos estirados, unas plataformas floreadas para hacer juego con la blusa. Al bajar a la sala para despedirme de mamá, me vio de pies a cabeza y me pregunto ¿Valery a dónde vas? No me dijiste que fueras a salir, pensé que irías con nosotros a festejar a tu tía y pasar el fin de semana con tus abuelos, lo siento mamá sabes bien que trabajo los fines de semana y aparte voy a comprar unas cosas, y bien sabes que no se puede dejar la casa sola, si es cierto hija, pero bueno, haber cuando podemos disfrutar de salir en familia, si, lo se mamá, yo creo que hay que planear bien una salida que te parece, perfecto pronto la haremos.

Al ver mi celular y checar la hora ya era tardísimo, me despedí con un beso en la mejilla y salí aprisa dirigiéndome a la parada y esperar el micro que me llevara al lugar citado; al llegar al centro comercial me dirijo a donde habíamos quedado, pero no lograba hallar a mi hermano, y justo cuando intentaba mandarle un mensaje recibo uno de él que decía: que hermosa te vez hermanita, sabes te estoy grabando pero quiero que me complazcas hermanita y excites a cuan hombre te ve, con todo esto una sonrisa se apoderaba de mí y solo conteste está bien así se hará.

Ahí en el centro comercial si me descare, me inclinaba se me subía un poco más la mini, me agachaba discretamente, y los hombres que llegaban haberme pues me chuleaban, así todo el rato que estaba en el centro comercial, y una de las señoras que andaban de compras se dio cuenta de que se me quedaban viendo y de que no tenía brassier, al salir me dijo, señorita no trae brassier verdad, le conteste que no, y disculpe mi curiosidad me dijo y pantaletas le dije no, me dijo no sea bárbara, sabe a los peligros que se expone, yo le conteste que no, que me era normal más por el calor que hacía, y no tiene miedo, a que le pase algo, yo le dije que no y que la verdad ya en confianza le confesé que me excitaba y que no iba andar diciendo que no traigo ropa interior y ya no me dijo nada.

Minutos después llego mi hermano y me pregunto qué tanto platicaba con la señora y le comente lo sucedido solo se carcajeaba de lo que le había dicho aquella mujer, le dije hermanito demos una vuelta al centro comercial, como dos amigos caminábamos pausadamente el tiempo se nos iba con tal tranquilidad caminamos unos cuantos minutos hasta que llegamos a una accesoria de ropa de mujer ahí nos detuvimos y comencé a husmear, entre la ropa buscaba algo pero no sabía que era, así que mis ojos se volcaron al ver la ropa íntima.

Ahí en aquel lugar me acerco lentamente a mi hermano y le digo al oído: “¿a ver Toñito que me vas a comprar?” el, no atino a decir nada, estaba muy nervioso, así que al ver que no reaccionaba le dije: quiero que me escojas algo, entonces me pregunto: ¿para ti hermana?, sonreí y le dije quiero ver que gustos tienes. De inmediato me pregunto mi talla y le dije: ¿adivínala perverso?, de inmediato supuso que era talla mediana y me lo hizo saber, le dije, que bien sabes de tallas perverso, bueno, busco la talla mediana, tomo un gancho diciéndome: “esta me gusta para ti Valery”, el comentario me hizo gracia, diciéndole: ¿pretendes que me ponga este calzoncito?, dijo “si”, sonriendo, ahora escógeme algo como si fuera para tu novia, dándome un bóxer blanco, me reí y le dije ¿cómo para tu hermana escoges una tanga y para tu novia un bóxer?, ¿no crees que debería ser al revés?, me dijo no, noooo, y no, yo sólo estoy cumpliendo órdenes tuyas, tú me dices y yo escojo ¿o prefieres escoger tú? Ya no te pongas así de moroso, fue mi respuesta, ¿quieres seguir o prefieres que escoja yo?, ¿me había devuelto la misma pregunta?, me contesto, quiero seguir escogiéndolos, claro si tú quieres, solo me sonreí y nuevamente me dijo: ¿tú que crees?, en eso se acercó una vendedora de piso y nos dijo quieren que los ayude, puse cara como de no saber y la vendedora me dijo ¿quiere algo especial para su esposa?, ambos reímos, no se mi hermano pero yo me reía de los nervios, le dimos las gracias y proseguimos.

Mi hermano vio una tanga tipo brasileña y me dijo ¿cuál te gusta más la blanca o la azul marino? Le dije agarra las dos para no discutir, pegó un brinquito dándole las gracias, eres muy bueno y me dio una palmada en la pierna, justo debajo de mi nalga; yo estaba que no cabía de gozo y animado busco un hilo dental que encontró de color amarillo con corazoncitos rosas al frente y lo dijo triunfante: este se te vería increíble, abrí los ojos y le dijo: oye no te pases, puso cara de tristeza y ofuscación, riéndome me dije no te preocupes yo también ya lo había visto y tenía ganas de comprarlo, pero también quiero una blanca y otra color carne ¿puedo? ¡Claro¡ déjame ayudarte a buscarlas, riendo le dije: pues mientras no quieras ayudarme a probármelas no hay problema, como de rayo me contesto, no, no creo, porque en la ropa interior no hay forma de probársela hasta que no la paguemos, así que vas a tener que probártela en casa; por primera vez me había puesto roja y le dije: pues en la casa tampoco eh pervertido; no hay problema respondió.

Seguimos buscando cuando de pronto vi a la distancia a una conocida y rápido le dije: vete a, a la zapatería (que estaba cerca de donde estábamos) y ahorita voy por ti, que ahí viene Laura. se fue un poco apresurado, llego mi amiga y nos saludamos nos pusimos a platicar, en algún momento de la plática señale a mi hermano, Laura giró el rostro hacia donde él estaba sentado con cara de aburrimiento, seguimos platicando hasta que nos despedimos, luego me acerque con mis 5 prendas en la mano y le dije ¡imagínate si te ve escogiéndome los calzones¡ se río de buena gana, me acerque diciéndole la próxima vez vienes solo a comprármelos, ¿no?, bueno sólo sí tú quieres, si, fue mi respuesta, le dije que mientras platicaba con mi amiga había visto algo que quería ¿Qué es Valery? una pantaleta negra con encajes, le dije con voz mimosa ¿me la compras hermanito?, me contesto con una condición ¿si también te llevas una roja?, bueno pero también quiero un brassier rojo (escogí uno también de encaje, creo que era un coordinado) ¿sí? le dije y uno negro de media copa y uno blanco casi transparente.

Total que vamos a la caja y pagué 9 calzones y 3 brasier, antes de salir me dijo que pasaría al baño, esperé a que saliera, salimos y nos fuimos rumbo a la parada y ahí le dije: voy a tirar el calzón que me viste, me acabo de poner el hilo dental, no quise dejar mi calzón en el baño, cuando veas un bote de basura me dices para que lo tire, no lo tires se te veía muy bonito, pero que pervertido eres le dije y tú para que lo quieres, se puso de todos los colores posibles, la verdad no sabía que decir, busque entre las bolsas y saque un pequeño envoltorio y lo metí a la bolsa de la camisa, bueno, que se te quede de recuerdo, pero sí alguien se entera de esto lo voy a negar y nunca te lo voy a perdonar ¿entendido Antonio? Pues no que no traías calzones, era para ver la cara de la señora tonto y ambos reímos de nuestras travesuras.

Ya de regreso a casa en el camión subió una chica, como iba lleno, ella parada yo sentada lógico como llevaba mi blusa escotada me veía bien mis pechos, no sé por qué pero atraje su atención, de seguro se dio cuenta que no tenía brassier, yo discretamente me inclinaba y ella igual discreta me veía y veía mis piernas, después le dije te llevo tus cosas: me contesto que sí, le hice platica, ella bajaba unas ocho cuadras antes, le pregunte primero y donde me dijo que iba abajar, llegada a su parada le di sus cosas sin dejar de mirar mi pechos. Al llegar a nuestra parada solo le comente que no habría el fin de semana nadie en casa, que estaríamos solos, y como era costumbre aquellos teporochos en la calle, no sabía si me daba miedo, lo cierto es que los muy cabrones ya me conocían que al verme dejaban de hacer lo que estaban haciendo para mirarme como me acercaba y los muy osados se sobaban su paquete, pero aquel hombre, muy insolente se sacaba su pene y se lo meneaba, mi hermano creo que no se había percatado de todo eso, pero a lo lejos veía su lujuria, pensé que si mi hermano se daba cuenta esto terminaría mal. Pasamos como si nada creo que al verme acompañado no fueron capaces de decirme de cosas, ya en casa preparamos algo rápido de cenar y nos dispusimos a ver la televisión hasta que nos ganó el sueño y enseguida nos fuimos a dormir.

Al siguiente día muy excitada, decidí empezar a enseñar algo más, me puse una mini muy sexy, sin pantis, sería lo más rico que hubiera hecho, me puse mi blusa también muy cachonda y mis zapatillas abiertas. Salí como siempre a dar una vuelta por las calles donde vivo, el solo sentir que mi vagina estaba al descubierto me éxito bastante, entonces me encontré a Antonio, de ahí nos dirigimos a casa estuvimos platicando un rato ya que el venia de hacer ejercicio, comenzamos a platicar de estupideces, alocándome de vez en cuando dando unos giros para que mi falda se alzara con el aire, el parecía no notarlo, tenía que llamar su atención más, me senté en el suelo con mis piernas hacia adelante dejando mi falda muy arriba, él se sentó justo en frente de mí, entonces comenzó a mirarme, quería disimular pero movía mis piernas para llamar más su atención, note que tuvo una erección, eso me éxito hasta mojarme, no pude aguantarme más y abrí las piernas para que me mirará toda, me paré y le dije que pasáramos a la casa, nos metimos rápido, fuimos a la cocina, le serví un poco de jugo para que se hidratara de tanto ejercicio pero aun así notaba aquella erección, desayunamos cereal y nos apuramos hacer el quehacer de casa. Por la tarde fui a la cocina a preparar la comida y me encontré con mi hermano, inmediatamente se puso colorado, él se fue de la cocina sin decir más. Podía ver como se ponía nervioso y me esquivaba, pero cada vez que le daba la espalda sentía sus ojos clavados en mi culito respingón. De una manera u otra me ponía súper caliente, me empezaba a masturbar pensando en mi hermano, no lo podía creer.

Al siguiente día por la mañana me desperté, era un poco tarde, pensé que Antonio había salido a hacer algo de ejercicio; pensando esto, bajé a la cocina por un vaso de leche, tenía puesta una bata de seda que me había regalado mi madre, era rosada, muy fina, no llevaba ropa interior pues hacía mucho calor y dormí desnuda, solo cuando me levante me puse la bata. Cuando entré me di cuenta de que ahí estaba mi hermano con su abdomen desnudo, solo llevaba el pantalón del pijama; se veía tan sexy, estaba desayunando y me preguntó si quiera algo de desayunar, le dije que sí, la verdad no tenía hambre pero quería estar ahí para verlo más tiempo, entonces me dijo que el haría algo para mí y me senté, comenzó a preparar el desayuno y se le cayó una cuchara, entonces aproveché esto para abrir mis piernas y que viera mi lindo coñito depilado, pensé que si lo había visto pues se tardó un poco en levantarse. Luego comencé a idear planes para hacer que se excitara con mi presencia, quería notar una erección en su entrepierna, quería verlo excitado. Entonces tuve una idea, me acerqué a él por detrás como para ver que preparaba y entonces hablé.

Quiero leche, le dije en un tono medio meloso. El giro su cabeza hacia mí y me miro a los ojos luego me dijo: Enseguida te la doy. Esas palabras me excitaron mucho, sabía que no pasaría nada entre nosotros, pero ya había entrado al juego y estaba dispuesta a seguir. ¿Puedes darme una salchicha? Me gustan mucho y además combina muy bien con los huevos lo dije en un tono natural. Su sonrisa y el brillo en su mirada me hicieron saber que él tenía pensamientos sucios con su hermana. Así que disimuladamente vi su entrepierna, tenía un gran bulto, lo cual hizo que me mojara mucho, una vez listo el desayuno nos sentamos a la mesa y entablamos una conversación normal, cuando terminé de comer me dijo que iría a ducharse, entonces me quede ahí un rato; pensando en él y en lo loca que me volvía su presencia, decidí ir a mi cuarto pero al subir las escaleras en silencio, escuche gemidos en el cuarto de mi hermano, la puerta estaba entreabierta así que no hubo problema en que yo viera lo que pasaba, estaba sentado en su cama masturbándose, aquella visión me excitó aún más.

No sé si él sabía que yo estaba ahí detrás de su puerta viéndolo e intentando no masturbarme, el movimiento rápido de su mano me excitaba mucho, y al verlo correrse lo oí gemir, fue un gemido fuerte y delicioso, su leche salto y cayó en el piso y en su pecho. Entonces se quedó ahí, inmóvil, con la verga todavía erecta, dura como una roca, sí que estaba excitado, después de unos minutos de estar así se levantó y entró al baño; yo me fui a mi cuarto. Después de eso cada que veía a mi hermano recordaba lo que había visto y me mojaba, procure salir más de casa para no encontrármelo, aunque no fue necesario porque él estaba muy ocupado con la escuela; así que no nos habíamos visto y, cuando lo hacíamos, actuábamos normal.

El viernes por la noche me propuse provocarlo, estaba sentado en el sofá de la sala viendo la TV, me puse una mini falda muy sexy con una blusa a juego y zapatos altos, estaba a punto de salir cuando Toño se levantó y me siguió hasta la puerta: ¿A dónde vas? A bailar con unas amigas. ¿Por qué vas tan arreglada? Hay que lucir bien. Se quedó callado y me miro a los ojos, pensé que tenía planeado desvirgarme esa noche. No sales. Me hice la indignada aunque por dentro estaba feliz ¿Qué? ¿Estás loco? Yo me voy. Entonces me tomó en sus brazos y entre forcejeos me llevó hasta la sala y me sentó en el sofá. Tengo que cuidarte y no me arriesgaré más.

Después de una discusión acalorada cedí, prefería tener acción a discutir con mi hermanito, fui a mi habitación a cambiarme, me puse un bóxer de los que dejan ver la mitad de las nalgas y una blusa de tirantes a juego, sin sujetador. Bajé y me senté al lado de mi hermanito quien se quedó con la boca abierta, le quite el control remoto y comencé a cambiar de canal hasta que llegue a un canal porno. ¿Te molesta si le dejo ahí? se quedó atónito y me dijo que no con la cabeza. Después de varios minutos de ver la peli decidí continuar con mi plan. Volteé a verlo, estaba empalmado; el bulto que tenía me puso más cachonda y le dije: ¿Te molesta si me masturbo? Es que estoy muy mojadita. El brillo en sus ojos me hizo sentir un escalofrío lo que produjo que mis pezones endurecieran, esto lo volvió loco y se lanzó sobre mí, me besó la boca mientras acariciaba mis tetas y pegaba su bulto en mi coñito, el roce que producía me hacía mojarme mucho más, me besaba con mucha pasión y entrega, entonces lleve mi mano a su entrepierna y comencé a frotar su verga por encima de su pantalón.

Mámamela, me dijo con la voz entrecortada. Me acerque a su miembro dubitativamente, pero era indudable que tendría que hacérselo. Cuando puse mis labios sobre el pene, sentí que exhalaba ese especial aroma a macho, sinceramente me excite muchísimo, comencé a chupárselo. Seguí mamándoselo con todas mis ganas, él me pidió que se lo hiciera más rápido y más fuerte, seguí sus indicaciones y al instante pude apreciar como sus rodillas se estremecían y su cuerpo adquiría rigidez. Entre contorsiones y ahogados jadeos, su hinchada y excitada herramienta comenzó a hincharse, en el inequívoco síntoma que antecede a la eyaculación. Casi enseguida percibí una cremosa humedad en mi lengua y unos instantes después un espeso chorro de cálido fluido se derramo en mi boca, en ese momento retire el miembro de la boca y algunos chorros de semen bañaron mi cara, mientras yo se la seguía meneando con mi mano.

Expelió el resto de su espeso moco sobre mi mano, un torrente interminable de esperma se esparcía sobre mis dedos, regándolos con el blancuzco semen que brotó abundante de su miembro. Cuando termine de tragar las espesas pruebas de los espasmos finales que habían saltado en mi garganta, con mi lengua le acaricie el embadurnado miembro que aún después de eyacular conservaba su tamaño triunfante. Él sonreía y me acariciaba, al tiempo que yo limpiaba los restos de semen que cubrían mi cara, mi mano y mi antebrazo, él muy atento me miraba lascivamente.

Al siguiente día no iría a trabajar pues Estefanía me había mandado un mensaje que se cancelaba el evento, en casa cada quien encerrado en su habitación, mis padres en su cuarto y mis dos hermanos (Jesús y Juan Carlos) estudiando, ese día parecía tan aburrido que cuando vi llegar a mi hermanito Toño se me ocurrió la idea de salir por la tarde, me acerque a él y le dije que saliéramos que estaba aburrida y que no iría a trabajar, pero que ese sería el pretexto para que me acompañara, si más asintió y me dirigí a la habitación de nuestros padres a decirles que me iba al trabajo y que Antonio me acompañaría mis padres tan solo me dijeron vayan con cuidado y cualquier cosa al celular ok. Entendido papi.

Me vestí con un pequeño vestido café que apenas cubría mis nalgas y un poco de mis piernas, unos zapatos que se amarran en la pantorrilla con cintas negras, mi bolso y ya caliente estaba dispuesta a todo, fuimos de compras por el centro, yo caminaba adelante aparentemente sola mientras mi hermano me seguía a corta distancia atento de lo que yo hacía, pues comencé por pasear unos minutos por la tiendas del centro para buscar la tienda apropiada mientras los hombres me miraban algunos incluso me decían piropos algunos muy atrevidos pero todos me agradan y me calentaba aún más al saber que me deseaban, eso provoca que mueva más el culo al caminar.

En una tienda en la cual venden ropa tanto para hombre como para mujer se encontraba atendiendo un chico como de 18 años aproximadamente agradable complexión media se notaba un poco tímido pero no dejaba de verme pasear por la tienda yo caminaba y me agachaba a ver los productos, se acercó y me ofreció su atención, le respondí que deseaba una falda, me pregunto que si algún tipo en especial, a lo que respondí que me agradaban las faldas muy cortas, sonrió y me dijo ya veo, mirando mis piernas discretamente además luces muy bien agrego, continuamos coqueteando mutuamente, tome algunas de las más cortas y no me decidía, al poco momento entro Antonio fingiendo ver también la ropa, el joven no le ponía mucha atención ya que me atendía de lo lindo; Antonio solo le dijo estoy observando no buscaba nada especial por lo que el joven continuo su labor conmigo .

Le pedí ayuda al joven le dije que necesitaba su opinión lo cual agradeció, entre y me probé la primera era una pequeña azul corta de tablitas, salí a donde el joven y pedí su opinión, pareció encantarle la vista me di una pequeña vuelta que se levantó un poco la falda, regrese al probador, me coloque ahora una aún más pequeña gris y muy ajustada también tableada en la parte baja , nuevamente pedí la opinión del joven el cual estaba más caliente ya que note entres sus piernas se le paro la verga, modele la pequeña mini y entre nuevamente al probador, en esta ocasión llame al joven, un tanto nervioso se paró en la puerta, le dije entra que el zíper esta atorado, entro y le pedí lo abriera él pudo ver mi tanga y arrime mi culito a su verga estaba completamente dura, sabiendo que se encontrara mi hermano afuera me excite mucho más el joven me dio un apretón de nalga, en ese momento me hinqué y saque esa verga en verdad estaba de buen tamaño y completamente dura, la chupe sin parar él estaba que no lo creía, me pare y deje que mamara mis senos y me metía los dedos a la vagina, Toño escuchaba todo pegado a la puerta, no sé qué tiempo paso pero sé que fue rápido que me echo sus espermas en mi boquita, uuufff, salí, y mi hermano afuera con tremenda erección esperando llegar a casa para desquitar su pasión, salí de la tienda y le dije al joven me llevo la falda gris que te parece si después paso a pagarte lindo, sonrió me dijo regresa cuando quieras por la ropa que se te antoje.

Rumbo a casa mi hermano me fue arrimando su ya parada verga, me magreaba a su antojo, sabía que habíamos vuelto a las andadas, aquellos fajes que me daba ya no eran con temor, no sabía a donde pararía eso, la verdad era tan excitante el calentar a mi hermano, lo cierto es que ya había probado su verga en mi boquita y su lechita.

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