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Vacaciones especiales

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Me llamo Laura, soy abogada y dicen que muy buena (en más de un sentido…).

No es por presumir pero se puede decir que tengo bastante éxito entre el sexo masculino aunque a mí lo que realmente me va es el femenino. Para que os hagáis una idea tengo 35 años, soy morena con el pelo cortito, ojos color miel, labios carnosos y siempre dispuestos a una sonrisa; no soy muy alta pero ni falta que me hace: mido 1,65 y todas mis curvas están donde tienen que estar….

Hace cosa de tres años me propusieron dar unos seminarios de mi especialidad (Derecho Penal) en la Universidad y, claro está, no pude dejar pasar la oportunidad. Al principio me costó hacerme con la clase donde había unas veinte personas entre chicas y chicos y todos ellos muy jóvenes e inquietos. Finalmente, y al cabo de poco tiempo, conseguí entablar una muy buena relación con todos ellos, aunque había un grupito de cinco personas (tres chicas y dos chicos) que eran mis preferidos: por una parte porque realmente estaban interesados en mis clases y por la otra porque eran muy guapos y simpáticos y enseguida me hicieron sentir parte de su grupo.

Las tres chicas eran Lali, Beth e Irene. Lali tenía una preciosa melena rubia, ojos grises y risueños, un cuerpo que bien podía haber sido modelo y además era muy simpática y abierta; Beth era morena y con unos ojos preciosos de color verde, era más bien tímida pero se dejaba llevar y sabía divertirse como el que más; e

Irene que era la más guapa del grupo, también morena con unos pechos y con un aire un poco varonil, siempre con pantalones y camisa.

Los chicos eran Iñaki y Carlos; simpáticos hasta decir basta y con unos cuerpos muy bien formados por horas de gimnasio y cuidados (vamos, unos metro sexuales al uso).

Yo solía dar mis clases los jueves y viernes por la tarde y con el tiempo empezamos a quedar cuando acabábamos para tomar unas copas y charlar. Un viernes, cerca de las vacaciones de Semana Santa, estábamos charlando de lo que íbamos a hacer en esas fechas y unos y otros se quejaban de que poco podían hacer con sus escasos recursos económicos (todos trabajaban y estudiaban al tiempo, pero siempre iban justitos de dinero)… entonces se me ocurrió proponerles un plan: yo dispongo de una casita, con su jardín y su piscina en una zona muy turística de la costa y si les parecía bien podíamos ir hasta allí en coche y pasar unos días; el único gasto que tendríamos sería la comida; se miraron entre ellos y finalmente todos aceptaron.

Bueno, pues allí estábamos pasando unas mini-vacaciones todos juntos; el ambiente no podía ser mejor; nos estábamos divirtiendo… La segunda noche, después de una cena estupenda, con vinito y licores incluidos, salimos al jardín y allí empezamos a hablar de cosas insustanciales; alguien propuso que jugáramos a algo y claro está todos aportamos ideas: finalmente decidimos jugar al Trivial; pero a un Trivial un poquito especial: el que fallara las preguntas debería elegir entre pasar una penitencia o contar una fantasía erótica o cualquier castigo que se le ocurriera a los demás… El que ganara sería el amo y señor de todos durante lo que quedara de las vacaciones (tres días) para ser exactos. Todos aceptamos.

Empezamos a jugar entre expectantes y nerviosos. El primero en tirar fue Iñaki, cayó en una pregunta de Historia y falló: el castigo fue que explicara su primera relación sexual con "pelos y señales"; ¡y vaya si lo hizo! Consiguió que todos nos excitáramos… El siguiente fue Carlos, que también falló: su penitencia fue que se quedara en ropa interior para que pudiéramos disfrutar de su precioso cuerpo; las siguientes fueron las chicas: Lali explicó su más loca fantasía sexual; Irene tuvo que acariciarse durante cinco minutos por todo el cuerpo y Beth me dio un beso en los labios que provocó que todas mis terminaciones nerviosas se pusieran alerta….

Fuimos siguiendo el juego y como era de esperar el ambiente se fue calentando hasta límites insoportables… Todos habíamos pagado penitencias: Carlos acarició el clítoris de Beth durante 5 minutos; acarició los pechos de Irene; hizo un 69 conmigo….; Iñaki besó a Carlos en los labios; hizo una cubana con Lali; Beth chupó mi sexo con una dulzura y una maestría increíbles; masturbó a Iñaki hasta que casi se corre en su mano… y así durante al menos 3 horas… Finalmente acabamos el juego proclamándome ganadora por abrumadora diferencia.

Mi primera orden fue que nos desnudáramos completamente y que así deberíamos ir siempre que anduviéramos por la casa. Todos obedecieron sin dudar.

La siguiente orden fue que las tres chicas me follaran, mientras los chicos observaban y esperaban órdenes. Las chicas se miraron entre ellas y enseguida se pusieron manos a la obra: empezó Lali con mis labios, pasando la punta de su lengua por ellos, para luego pasar a mis dientes e introducirse en mi boca con intensidad; mientras Beth besaba mi cuello desde atrás: dando pequeños besos en mi nuca, en la base del cuello, para seguir por mi espalda; e Irene se dedicaba a mis pechos: mis puntiagudos y duros pezones se perdieron en su boca, los chupaba fuerte, los mordía suavemente, yo gemía de placer: "Siiiiii!!!! Mmmmmmm! " y me dejaba hacer.

Irene bajó por mi vientre liso, llegó a mi pubis depilado, lamió mi sexo húmedo con auténtica maestría, su lengua recorrió mis labios hundiéndose en mi interior, tomó el clítoris entre sus labios, chupándolo, succionándolo; el rosado botón respondió a las caricias, se puso duro, mi sexo se mojó completamente, su lengua lo recorría todo de arriba abajo; mientras Beth había llegado a mi culito, lo recorría con la punta de su lengua mientras sus dedos acariciaban mi espalda suave, suave…. mis gemidos eran cada vez más fuertes…. " Ooooohhhhh!!! Qué bien…. Siiiiiii!!!!!"

Beth abría mi culito y dos de sus dedos penetraban en mi rajita mojada desde atrás, ella se movía contra mí, gimiendo y gozando; sus dedos me penetraban fuerte y su lengua lamía todo mi culito… Lali apoyó su boca sobre mi sexo y la empezó a chupar fuerte, mis jugos caían por su boca, lo chupaba todo, rápido y duro: "Mmmmmm!!!!" Mientras Lali separó sus largas piernas, me tomó por la cabeza y puso su sexo a mi alcance, se movía sobre mi boca, mi lengua chupaba su clítoris con glotonería, sentía su dulce sabor; podía oír sus gemidos fuertes, entrecortados, mientras acariciaba mis tetas; las masajeaba con fuerza, pellizcaba mis pezones…. sentí que estaba a punto de llegar… una ola de jugos cayeron en mi boca, los bebí todos, chorreaba por mis labios…

Irene seguía besando mi cuerpo hasta quedar sobre mí; cuando llegó a mi boca unimos nuestras lenguas y compartimos el dulce sabor del sexo de Lali; ¡¡¡¡Hummmmmm!!!! ¡¡¡¡Que rico sabe!!!!! Durante un rato estuvimos acariciando y chupando su espléndido sexo, mientras ella acariciaba enloquecida sus pechos: "Si, si, siiiiiii!!!!!!!!!!!" Se mezclaron nuestra saliva y sus jugos; nuestros gemidos cada vez eran más fuertes… Lali estaba a punto de caramelo… me incorporé un poco dejando mis generosos pechos a la altura de la boca de Beth, rápidamente los tomó con sus manos y empezó a chuparlos, se comía mis pezones, que se pusieron muy duros y erectos, ella los comía con deleite, entonces me incorporé un poco más…. Lali seguía sentada sobre nuestras caras; le comíamos fuerte, profundo… Beth atacó mi sexo con furia, yo gemía más fuerte aún, disfrutaba como mi amiga comía mi chochito, lo hacía más rápido ahora, su lengua muy profundo dentro de mí; estoy casi a punto de correrme, me mira a los ojos y dejando un momento de mamarme, me dice: "No te contengas… sigue… córrete en mi boca… mmmmmmmm" Volvió a hundir su cara en mi vagina, no pasó mucho tiempo, apreté mis pezones y dando un grito de placer, acabé fuerte en su boca, restregué mi concha en su cara mientras mis jugos llenaron su ansiosa boca, ella los bebió todos, lamió mi raja con deleite absorbiendo hasta la ultima gota de mi monumental corrida.

Todo se precipitó: Lali tenía su rajita mojada a punto de explotar, la tomé por las tetas y le di más fuerte y rápido, sentí llegar su orgasmo, dió un fuerte grito y acabó intensamente, la seguí lamiendo fuerte, prolongando su orgasmo, hasta que cayó sobre la manta extasiada y convulsionada con el orgasmo.

Irene y Beth totalmente excitadas y húmedas se besaron con pasión… estaban empapadas en sudor; Beth comenzó a lamer las tetas de Irene, las chupaba fuerte, se comía sus duros pezones, chupándolos, mordiéndolos, apretaba sus pechos juntándolos y su boca se deslizaba de uno a otro, comiéndoselos. Irene hizo acostar boca abajo a Beth y comenzó a besar su cuello, su espalda, sus manos tomaron las nalgas y las acariciaban, las masajeaba y separaba, su lengua recorría su culito hasta llegar a su coñito ardiente, la lamía toda, la punta de su lengua como un pequeño pene se hundió en su culito y dos de sus dedos se deslizaban dentro de la rajita, gemía fuerte, gozando.

Le daba duro por la rajita, ahora eran tres dedos y su lengua abría todo su culito, cada vez le daba fuerte, le pedía más… sus dedos se deslizaban fácilmente dentro de ella porque estaba muy mojada… Beth se volvió e hicieron un 69 comiéndose sus sexos, metiendo y sacando los dedos la una a la otra con un ritmo enloquecido, en sus coñitos inundados; bebiendo sus jugos y chupándose una a la otra hasta que las dos se corrieron de una forma brutal, una en la boca de la otra.

Los chicos mientras tanto no podían salir de su asombro, miraban el espectáculo porno disfrutando como locos, con sus pollas, de un tamaño más que aceptable y perfectamente erectas; por su puesto no habían podido resistir la tentación y habían estado pajeándose mientras seguían nuestra fiestecita sin perderse un solo detalle…

―Bueno, dije, ahora es el turno de los chicos. Quiero que nos folleis a todas. ¿Estaréis a la altura?

―Por su puesto, dijo Iñaki.

―Muy bien, dije yo, pues adelante…

Los chicos no se lo pensaron dos veces Llegamos el ambiente estaba muy caliente; Iñaki me abrazó fuerte y me besó en la boca, sus manos apretaron mis nalgas, noté como Carlos se acercó a nosotros, me tomó por detrás y besaba mi cuello, pude sentir las dos enormes vergas apretándome entre ellas, haciendo mojar aun más mi sexo caliente.

Pude ver como Lali se besaba fuerte con Irene y Beth aprovechaba para acariciar el cuerpo de las dos; Lali le sacaba acariciaba sus pechos y se los comía; Iñaki bajó sus dedos por mi vientre y llego a mi rajita mojada mientras sentía como Carlos recorría mis nalgas con sus manos primero y luego su lengua bajaba por mi espalda hasta mi culito, entonces ambos agachados por delante y detrás de mí, empezaron a lamer mi rajita y mi culito. Las chicas mientras tanto seguían con su fiesta particular: Irene con las piernas bien abiertas dejaba que Beth comiera su rajita y se deleitara con ella, mientras Lali hacía lo propio con Beth; podía verlo con claridad a pesar del inmenso placer que me estaban dando las dos lenguas de mis chicos. Mi sexo chorreaba jugos, Iñaki se deleitaba con ellos y Carlos lamía con gusto mi culito excitado, su lengua pujaba por introducirse.

Entonces Carlos se levantó y se tumbó debajo de Beth, abrió sus piernas y hundió su cara en su sexo depilado y húmedo, ella gimió de placer y se empujó aún más en la rajita de Irene que cerraba sus ojos gimiendo de gusto; Lali se metió en la boca la poya de Carlos y la chupó y masajeó con deleite; Iñaki enterraba su lengua en mi coño, el jardín se llenó de olor a hembra y sexo, de gemidos de hembras gozando, enterré mis uñas en el pelo de Iñaki y acabé fuerte en la boca de él, succionaba y lamía mis jugos; luego vi acabar a Irene en la boca de Beth en un violento orgasmo y en segundos Beth hizo lo mismo en la boca de Carlos, mientras él se corría en la boca de Lali… los cinco nos juntamos y entre nosotras lamimos y chupamos nuestras sexos hasta ponernos otra vez a punto. La diversión no había hecho nada más que empezar…

Irene y Lali descansaron sobre la manta solo observando y masajeando suavemente su delicado clítoris, mientras Beth y yo nos ocupamos de Iñaki; su verga grande y erecta apareció frente a nosotras, se la chupamos un poco, yo me dediqué a lamerla y besarla a todo lo largo, acariciando sus gordos y peludos huevos, las dos queríamos comerla, saborearla, era grande y caliente, deliciosa, olía y sabía exquisita. Beth con más esfuerzo pero adaptando su boca, la tragaba un poco más profundo, yo también quería comerla, así que cambiamos, yo la metí en mi boca y ella la chupaba por fuera, yo pude tragarla mejor, en un par de bocados, me la tragué hasta la mitad, sus líquidos preseminales se mezclaron con mi saliva, Iñaki gozaba y le decía a Carlos lo bien que yo chupaba, seguí comiéndome esa enorme vergaza, cada vez mas profundo, la tenía casi hasta la garganta y aún algo sobraba, era impresionante, se la chupaba fuerte y profundo, volví a dejar que Beth lo mamara y yo me ocupé un poco de Carlos que motivado por el espectáculo, traía una erección terrible, la metí en mi boca y de un bocado la dejé ir hasta mi garganta, chupándolo fuerte y profundo, mis manos acariciaron sus bolas. Los dos chicos gozaban con nuestras bocas y sus vergas enterradas dentro de ellas, pero no querían acabar aún ya que la noche recién empezaba, en la manta Irene y Lali continuaban masturbándose con aquella visión.

Entonces vi como Iñaki se sentaba, Beth se encaramó de frente sobre él acomodándose, tomó el tallo grueso y reluciente de Iñaki y comenzó a refregar su rajita mojada sobre la descomunal verga, sus líquidos preseminales de mojaban su clítoris, Iñaki cogió la polla en su mano y daba vergazos sobre sus nalgas y sus labios vaginales, la tomó firme y apuntó contra su rajita, Beth se acomodó sobre ella y vi como lentamente y en medio de suspiros la vergota empezaba a hundirse en su interior.

Entonces me puse en cuatro patas con mi cabeza sobre la espalda de Beth, teniendo una perfecta visión de cómo la penetraba Iñaki, al tiempo que Carlos me tomó por detrás dejándome ir su gran verga hasta el fondo de un solo golpe en mi rajita empapada. Me daba fuertes embestidas, me hacía gozar, me encantaba sentir su verga llenando mi lubricada vulva; seguí viendo como Beth se clavaba en la vergota de Iñaki, su coñito se abría al máximo permitiendo que ese trozo descomunal de carne se deslizara dentro de ella, podía ver como la penetraba lento, cada vez más profundo, sus paredes vaginales se dilataban al máximo para recibir la gruesa barra, Beth gemía de placer, llevé mi boca y fui besando su espalda, bajé por sus nalgas, mi lengua recorrió su culito, podía sentir esa enorme verga palpitando, abriéndola, llenándola por dentro, notaba su gruesa y reluciente vena a través de todo su grueso tronco perdiéndose en la caliente y húmedo coño de Beth, seguí lamiéndolos, llegué al pedazo de verga que quedaba fuera y posé mi lengua en ella, palpé las gordas y peludas bolas de Iñaki, mientras Carlos me cogía de una manera cadenciosa, fuerte y duro.

Beth subía y bajaba con su rajita apretada a todo lo largo de la inmensa verga, gritaba de placer, su lengua se enredó con la de Iñaki, mi lengua recorría sus nalgas y la sentí estallar en un orgasmo intenso, noté chorrear sus jugos que al seguir cabalgando corrían por esa verga gruesa, comencé a lamer sus jugos, sobre sus piernas, su sexo y la verga de Iñaki. A pesar del orgasmo, Beth no aflojaba la cabalgata, al contrario, aceleró sus movimientos contoneando sus nalgas sobre la enorme verga y su orgasmo se prolongaba, anunciando otro; al mismo tiempo Carlos me embestía fuerte, que junto a la visión de mi amiga cogiendo esa rica verga, me llevó a correrme yo también en el mismo momento que Carlos inundaba mi sexo con su caliente y rico esperma, sus chorros me quemaban. Seguí comiendo el culito de Beth que a punto de otro orgasmo, montaba extasiada la verga de Iñaki que apretaba sus nalgas mientras su descomunal aparato se deslizaba una y otra vez en la empapada vagina de la joven; Iñaki gemía fuerte anunciando también que acababa, y al hacerlo y llenar la concha de Beth de abundante leche, ella acabó de nuevo, clavándose hasta el fondo la tremenda verga y dejando que él descargara todo su semen en su interior.

Beth se desmontó de la enorme verga y abundante leche chorreó del interior de su sexo, cayendo por sus piernas y sobre la verga, ella cayó extenuada, Lali se puso de rodillas delante de ella y lamió y chupó su coñito limpiándola de sus jugos y los restos de leche de Iñaki. Irene hizo lo mismo con Iñaki, recorrió toda su verga con la lengua, la metió en su boca, la mezcla de su semen y los jugos de Beth pareció fascinarle, lamía aquella poderosa barra una y otra vez, ahora estaba algo morcillona pero sentía como rápidamente se recuperaba con la mamada y al terminar de limpiarla toda, ya la tenía totalmente dura de nuevo. Entonces fue Irene la que se montó sobre Iñaki, pero de espaldas a él, refregó su sexo mojado sobre la cabezota de su verga, mojándola con sus jugos, con sus grandes manos tomó sus pechos y la fue sentando sobre esa enorme y deliciosa verga, clavándosela despacio, sintiendo como abría su coñito caliente, estirándola al máximo, sintiendo cada milímetro en su interior.

Vi como Beth, se deslizaba hasta donde estaba Lali y hundía su cara en su rajita que chorreaba jugos y Carlos sentada al lado mío contemplaba como Irene devoraba la enorme verga de Iñaki, que se clavaba lento pero sin detenerse dentro de Irene; empezó a cabalgarla, subía y bajaba por todo el largo de esa tremenda verga, sacándola casi por completo y luego volviéndomela a clavar toda, Iñaki acompañaba sus movimientos con sus manos sobre sus caderas. Ver Irene gozando con ese pedazo enorme de carne hizo que la verga de Carlos estuviera dura de nuevo, entonces se paró sobre ella y puso su rica verga a la altura de su cara, no dudó en tragársela toda, mientras no dejaba de montar a Iñaki, sentía dos enormes vergas llenando su rajita y su boca.

Iñaki tomaba su cabeza y embestía su boca, cogiéndola hasta la garganta, y la verga de Iñaki taladraba su raja chorreante de jugos, él se aferraba a sus tetas y Irene subía y bajaba fuerte y rápido devorando su tremenda verga con su sexo ardiente, totalmente invadida por esas vergas la llevaron a un orgasmo intenso, gritó de placer y acabó sobre la verga de Iñaki bañándola en sus jugos; mientras duraba su orgasmo, Iñaki se incorporó y la levantó con sus fuertes brazos, dándole la vuelta sin sacar su verga de su sexo, Carlos se sentó y quedó a cuatro patas, con la cabeza sobre la verga de Carlos y cogida por detrás por Iñaki.

Iñaki empezó a embestirla fuerte, le daba nalgadas, le clavaba su herramienta enorme y dura hasta el fondo y ella se tragaba entera la verga de Carlos que llenaba su boca; él tomaba su cabeza ahogándola en su verga que golpeaba su garganta y Iñaki le daba embestidas salvajes y profundas, la tuvieron así por lo menos unos 20 minutos, ya había tenido otro orgasmo y a punto de alcanzar otro, sintió la verga de Iñaki hincharse en su sexo y con una clavada profunda explotó dentro de ella, lanzando abundantes chorros de leche caliente que la inundaron por dentro, lo que la hizo acabar nuevamente y gritó de placer ahogada en la verga de Carlos que empezó a escupir gruesos chorros de semen directos a su garganta, su orgasmo seguía, sintiéndose inundada de leche, que llenaban su boca y su rajita, Iñaki se levantó sentándose al lado de Carlos lo que aprovechó para limpiarles bien la verga a los dos, lamiendo y bebiendo toda su leche mezclada con sus jugos.

Después de todo este desenfreno nos relajamos unos minutos, tomando unas copas y escuchando música… estábamos realmente agotados… pero abiertos a todo tipo de posibilidades...

No sé cuanto tiempo estuvimos así… disfrutando del placer conseguido… sin hablar… solo estando cerquita unos de los otros; acariciándonos suavemente; sin prisas, con dulzura…. Al ratito ya pudimos ver como los chicos estaban reaccionando a las caricias…

Con Beth nos arrodillamos frente a ellos y le dimos una buena mamada, yo a Iñaki y ella a Carlos hasta poner de nuevo sus enormes vergas bien duras de nuevo, entonces Iñaki me puso a cuatro patas en la manta y mojando su verga en mi rajita, mojó mi culito y poco a poco me fue penetrando, Beth se puso en cuatro patas también y Carlos la cogía por detrás por su coñito, su cabeza quedaba a la altura de mis nalgas, así que sentí como me las lamía y por momentos Iñaki sacaba su verga de mi culo y la metía en su boca, para después volver a clavarme toda su verga, estuvimos así un rato hasta que Carlos le pidió a Iñaki cambiar de parejas y así lo hicimos, cambiamos de posición con Beth, que enseguida la vi ensartada por el culo con la gruesa verga de Iñaki y Carlos me penetraba por el coño mientras metía dos dedos por mi culito dilatado por la cogida que me había dado Iñaki y me dijo que tenía un culito precioso y quería follármelo, lo miré y le dije que deseaba sentir su enorme verga en mi culo.

Al oírme decir eso Irene quiso presenciarlo; entonces Irene sé puso detrás de mí y empezó a chupar la verga de Carlos, mojándola bien; Lali besaba y acariciaba mis tetas, excitándome y preparándome para la cogida; Irene escupió mi culito, tomo la verga de Carlos y la mojó bien en mis jugos, colocó la verga en la entrada de mi culito y entonces Carlos empujó suavemente; mi culito dilatado, la recibió bien al principio, al seguir entrando sentí algo de dolor, esa tremenda barra de carne estiraba mi culo al máximo.

Irene abrió bien mis nalgas mientras Lali estimulaba mi clítoris, eso me relajó y la descomunal verga se deslizo más en mi culo, gemí fuerte, Lali ahogó mis gemidos con sus besos y Carlos sin detener su penetración entró profundamente en mi interior, sentí toda su verga en mi culo, llenándome completa.

Irene gritaba excitada que me la había comido entera, el dolor me ahogaba un poco, pero él se quedó quieto y mi culo se adaptó de tal manera que al sentirlo empezó a embestirme despacio, entrando y saliendo de mi culito, que recibía toda aquella enorme polla; poco a poco sus embestidas se hicieron más fuertes y Iñaki colocándose detrás de Irene la clavó también por su culo y la empezó a follar fuerte.

Carlos me follaba salvajemente, fuerte y rápido, solo salía de mi culo para meter su verga en la boca de Lali y volver a cogerme toda, cada vez más duro y fuerte, yo gritaba de puro placer…

Mi culo era ahora el que devoraba esa tremenda verga, abriéndose y cerrándose, succionando la verga gruesa y dura que se enterraba completa en mi culo, en el jardín todo era olor a sexo, todos gemíamos fuerte, los dos chicos nos tenía ensartadas por el culo con sus enormes vergas, sentí la de Carlos hincharse en mi culo y me cogió más fuerte haciéndome acabar en forma bestial, dando gritos y retorciéndome de placer, exprimiendo su verga que no pudo aguantar y lanzó dos fuertes chorros de semen caliente en mis intestinos y luego la sacó y acabó más todavía sobre mis nalgas, mi culito y en la boca de Lali que se empeñaba en comer todo lo que salía de la gorda verga…

Irene y Miguel, que no perdían detalle, no pudieron aguantar más y se corrieron de forma brutal; sus gemidos hicieron eco con los nuestros… Irene acabó casi desmayada y con el culito inundado con la leche; Beth se ocupó de limpiar bien la verga de Iñaki y luego tuvo el detalle de acabar bebiendo la leche que salía de su culito.

Estábamos tan agotados que decidimos irnos a descansar a una de las habitaciones… dispuestos a recargar nuestras baterías para volver a empezar otra ronda de sexo desenfrenado.

Como podeis imaginar fue el mejor fin de semana de nuestra vida… no pusimos ningún límite y todos nosotros participamos encantados en todo aquello que se nos iba ocurriendo y que servía para volver a disfrutar de todos y cada uno de nuestros cuerpos.

Pero eso ya es otra historia…

(9,88)