Nuevos relatos publicados: 0

La señora Andry

  • 4
  • 17.116
  • 8,38 (13 Val.)
  • 1

Me llamó Javier y acabo de cumplir 18 años y mis padres organizaron mi cumpleaños el sábado donde tuve que bailar con todas las mujeres de la familia (mamá, tías y primas y abuelas) y también tomar por primera vez con mi padre y tíos que luego me caería muy mal por la falta de costumbre, así que el domingo no me levanté para nada de la cama y el lunes cuando todos se fueron a cumplir con sus deberes, mis padres a trabajar y mi hermana menor al colegio, decidí darme un día más de relax así que sólo nos quedamos en casa mi abuela Ana y la señora Andry y yo.

En la mañana bajé a la cocina y sólo tomé un jugo de papaya y regrese a mi dormitorio a dormir, ya en la tarde tocaron la puerta de mi dormitorio y como no lo escuché por tener los audífonos puestos abrieron la puerta y me sorprendió Andry recostado en la cama con la laptop a mi lado viendo pornográfica y con la verga dura en mi mano masturbándome.

-Ohh. Lo siento mucho Javier pero como no contestaste abrí, no fue mi intención pero su abuela Ana me envió para preguntarle ¿si ya va almorzar?

Ella era de Venezuela que había venido a mí país escapando de la situación crítica que vivían allá y mi mamá la había contratado para que ayude a mu abuela con los quehaceres de la casa. Ambos nos quedamos congelados unos segundos ella veía mi verga dura y yo no sabía que contestar y luego reaccioné y dije que sí que ya bajaría al comedor, luego me di un baño y fui almorzar estaba muy avergonzado no sabía si ella contaría lo que vio, mi abuela me saludo y abrazo.

-Hola. Andry me dice que ya estás muy bien así que te voy a servir tu plato preferido hijito

Cuando mis abuela se dios vuelva Andry me hizo una señal de silencio con su dedo en la boca, cuando termine di la gracias y regresé a mi dormitorio luego de unos minutos me quedé profundamente dormido, pero entre sueños yo sentí como mí verga era chupada y succionada luego, era una sensación muy rica y cuando abro los ojos ahí estaba Andry con mi verga en su boca.

-Javier no te asustes déjame darte tu regalo de cumpleaños no es justo que te masturbes y como siempre has sido muy bueno conmigo te voy ayudar ahora.

Ella tenía 32 años y de cabellos negro de piel blanca y de muy buen culo y tetas de buen tamaño, trabajaba duro para juntar dinero y poder traer a su hijo a su lado y tenía razón en dos oportunidades le di dinero para ayudarla pero jamás hubiera imaginado que me daría las gracias de esta manera, pero tenía una boca tan caliente y con experiencia chupando la verga que acepté su regalo.

-Ohhh Andry sii que ricooo muchas gracias ohhh

Hasta donde se sabía en la casa según ella le dijo a mi mamá había venido sola y no tenía pareja acá y su único objetivo era trabajar y trabajar y traer lo más pronto a su hijo, pero esa falta de sexo tanto tiempo también parecía que a ella le había pasado factura y cuando vio una buena verga tan cerca se le antojó y ahora lo estaba disfrutando teniéndolo en su boca.

-Ohhh qué grande y dura la tienes ohhh

No era la primera felación que recibía antes ya lo había hecho una amiga del colegio pero no había punto de comparación con lo que hacía Andry con la boca y lengua en mi verga, esos ojos negros que me veían mientras se lo iba tragando todo era muy excitante.

-Ohhh queee rica verga tienes ohhh. ¿Te gusta cómo te lo chupo?

-Sii muchoo ohhh siguee... asii ohhh eres muy buena...

Su boca subía y bajaba por el falo que ahora la había vuelto loca y excitado y volvió a ser mujer por ese momento yo aproveche para sobarle las tetas y jugar con ellas que ya se sentían duros sus pezones, hubiera querido durar mucho más tiempo disfrutando de su boca pero ya no pude más.

-Ahhh Andry siii ohhh ya vieneee ohhh queee ricooo ohhh

Y eyacule en su boca que ella lo recibió todo y algunas gotas se les salieron por la comisura de los labios que luego Andry con los dedos los volvió a meter a su boca y siguió chupando hasta dejarlo limpio.

-Bueno Javier espero que te haya gustado mi regalo. Ahora ya me voy.

Cuando se levantó para irse la sujete fuerte del brazo yo quería más y a los 18 años mi cuerpo pedía más sexo pero cuando escuchamos los gritos de mi abuela llamándola la solté y ella salió rápido de mi dormitorio dejándome aún muy excitado pero aun así estaba muy feliz y agradecido con ella por el mejor regalo que recibí por mi cumpleaños.

(8,38)