Nuevos relatos publicados: 12

Mi madrastra Viviana (Octava parte)

  • 6
  • 8.392
  • 9,00 (9 Val.)
  • 0

Luego de que mi madrastra Viviana quedara embarazada de mi papa, fui a visitarlos cuando ella llevaba 4 meses de gestación, era curioso lo poco que se le notaba su barriga, pero sus pechos por otra parte habían crecido considerablemente, lo cual la hacía ver extremadamente sexy. No sé muy bien cuál era la razón, pero verla embarazada me excitaba muchísimo, además jamás había estado con una mujer embarazada.

El día que llegue ella me recibió muy amablemente como siempre, fue atenta, nos sentamos en la mesa uno junto al otro y ella empezó a conversar conmigo mientras mi papa llegaba del trabajo.

V: ¿Cómo has estado?, ¿Qué tal el trabajo?

J: Bien muy bien todo ha ido excelente. Y tu ¿Qué tal va el embarazo?

V: Bien, pero es duro, aunque casi no tengo barriga, los pechos me han crecido mucho y pesan bastante...

J: Si eso veo, se ven aún más provocativos que antes y eso ya es mucho decir... (Puse mi mano sobre su pierna)

V: Gracias, la verdad eso que dices me sube el ánimo, me siento gorda y poco atractiva la verdad...

J: Pero como dices eso (empecé a subir mi mano por sus piernas), aún sigo teniendo ganas de hacerlo contigo, hace mucho que no te veía.

V: No... no lo sé (se levantó de la mesa, dio unos pasos y quedando de espaldas)... no sé si sea lo correcto.

Yo me levante y me acerque por detrás, la abrace y puse mis manos en sus tetas y comencé a masajearla, evidentemente habían crecido y se sentían espectacular, ella comenzó a gemir suavemente, al parecer el embarazo había aumentado su sensibilidad.

V: Espera (me quito las manos y dio dos pasos al frente) no podemos hacer esto, estoy embarazada y tu papa va a llegar en cualquier...

Yo la sorprendí con un beso, que cada vez se fue poniendo más y más apasionado, comencé que recorrer todo su cuerpo y ella empezó a ceder. Le quite la blusa que tenía, quería ver esas enormes tetas fuera, así que le quite el brasier y eran espectaculares, no me aguante las ganas y empecé a chupárselas como si fuera un bebé, luego de unos minutos ella se inclinó y me dijo que había una mejor forma de disfrutar sus tetas, así que se inclinó, saco mi polla del pantalón y la puso en medio de sus suaves, enormes y calientes tetas, mientras me miraba, era increíble, luego de unos minutos ya no aguantaba más, quería estar dentro de ella, así que me senté en el sofá y le dije que se acomodara encima, ella muy obediente se quitó su pantalón, corrió su tanga y se sentó sobre mi polla lentamente, cuando ya tenía toda mi polla dentro, empezó a saltar suavemente mientras comenzaba a gemir, justo en ese momento escuchamos le ruido del carro de mí papa.

Viviana se bajó muy asustada tomo su ropa y salió corriendo para el baño, donde se encerró, yo guardé mi polla y seguí como si nada en el sofá. Mi padre llego y afortunadamente no se percató de nada, más tarde Viviana salió del baño ya arreglada. Los siguientes días Viviana se dedicó a evitarme.

Cierto día ella amaneció con dolor de cabeza y entro a tomar una ducha para que le pasara. Yo ya no aguantaba más. Quería cogérmela, así que me desnudé y me metí a la ducha con ella.

J: ¿Ya te está pasando el dolor de cabeza? (entre a la ducho con ella) porque puedo ayudar a que te relajes.

V: ¡¡¡Que haces acá... mira yo estoy embarazada... (Empecé a besarle el cuello) vamos a tener una familia con tu papa... (Empecé a masajearle las tetas) no creo que sea correcto que sigamos... (Metí mis dedos en su chochita) ahhhh!!! teniendo este tipo de... (La empuje contra la pared, mientras la masturbaba cada vez más rápido) umm!! Relación, aunque ahhhh!!!... tu papa no me ha hecho el amor... ahhhh!!! Desde que estoy embarazada... tal vez si solo es por hoy...

J: Eso era lo que quería escuchar (me agache para poder hacerle un oral, mientras ella gemía desesperadamente)... voy a darte todo lo que tengo represado viví...

Ella puso sus manos en mi cara y me levanto para poder besarme, luego ella se inclinó y puso mi pene entre sus tetas, junto con un poco de agua y jabón, era increíble la sensación de sus enormes tetas húmedas mientras subían y bajaban alrededor de mí pene. Luego la levante para darle la vuelta y apoyándola contra la pared de vidrio de la ducha, donde comencé a envestirla con todas mis fuerzas sin dejar de masajear esas grandes tetas que rebotaban con cada envestida.

V: Si dame, dame más duro… me hacías tanta… falta hijo…

J: Que rico es escucharte gemir viví… (Le empecé a dar palmadas en el culo) ¿Quieres que me venga dentro de ti… sí?

V: ¡Si por… favor… vente dentro de mi… quiero que me des todo lo que tienes… siiii!!! ahhh!!!

Nos vinimos al mismo tiempo, fue un orgasmo fantástico. Luego continuamos bañándonos, cuando terminamos ella salió envuelta en su toalla hacia el cuarto, pero al ver como se le marcaba el culo en esa toalla, mi erección volvió, así que la tome y me la llave hacia a sala, donde la tire en el sofá mientras le quitaba la toalla y abría sus piernas.

J: Lo siento, pero te veías demasiado rica en esa toalla, ¿así que te lo voy a meter de nuevo te parece? (le pregunte mientras metía mi miembro lentamente)

V: ¡¡¡No crees que… ahhhh!!!… deberíamos… ahhhh!... parar mejor…

J: Si tú quieres (empecé a metérselo mucho más rápido)… puedo parar…

Viví no me volvió a decir nada solo se mordía los labios y gemía como loca, mientras se retorcía, parecía poseída. Esta vez le dije que me quería venir entre sus tetas, ella como siempre muy obediente comenzó a hacerme una rusa espectacular, sus enormes tetas calientes y suaves subían y bajaban alrededor de mi pene, era como fallarle las tetas. No paso mucho hasta que me vine sobre ellas. Fue tan excitante ver las tetas y la cara de mi madrastra llena de semen que mi erección volvió casi instantáneamente después de venirme.

Los dos estábamos muy excitados queríamos continuar, así que la lleve hacia la cocina, la puse contra el mesón, levante su cola y empecé a metérselo desde atrás, viendo como rebotaban esas nalgas y esas tetas cada vez que se lo metía. Viviana estaba totalmente descontrolada gemía muy duro y estaba completamente mojada, así que aproveche para intentar algo nuevo con ella, continúe hasta que ella tuvo un orgasmo, estremeciendo todo su cuerpo, mientras se recuperaba puse mi pene dentro de su culo, ella pego un grito durísimo.

V: ¡Hijo que haces!... yo nunca lo he hecho por ahí… ahhh!!!... espera despacio!!!

J: Tranquila viví… solo… será un poco duro… al principio… pero sé que te va a gustar (empecé a acelerar más y más)

V: aaahhh!!!… ummm!!!… siii!!!… (Era lo único que se escuchaba de viví)

Seguí dándole duro un par de minutos antes de venirme dentro de su culo, viví se vino al menos unas tres veces, las piernas le temblaban, pero se veía muy feliz, luego de eso nos fuimos la cuarto y lo hicimos allá también, terminamos rendidos y nos quedamos dormidos en el cuarto.

Luego de unos días tuve que volver a la ciudad donde trabajo, no pudimos volver a hacerlo con viví porque mi papa estuvo con ella todo el tiempo, así que volví algo decepcionado a mi casa, además volvería a visitarlos hasta dentro de unos 6 meses, cuando mi hermanita ya hubiera nacido.

(9,00)