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Los Lobos de crepúsculo (7 - final)

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Corría por el bosque a toda velocidad. No era tan rápido como su hermana, pero eso no hacia que fuera despacio. La velocidad le gustaba, todo lo natural que se sentía correr en forma de lobo. Cuando llegó al límite de la reserva noto como alguien de su manada estaba cerca. Ya se había acostumbrado a ser el que mas emociones sentía de todos, después de todo los lobos también tenían que tener habilidades especiales como los vampiros.

Noto que era Jacob, y corrió hacia el acantilado donde se encontraba.

-Hola Seth – dijo Jacob sin mirar, mientras parecía perdido en el horizonte.

-Que haces – dijo Seth en forma de lobo, acercándose a Jacob y rozándole la pierna con su espalda.

-Miro el sol, intento explicarme todo esto.

Seth sabía a que se refería. Todo lo que les había pasado en los últimos años, todo lo que habían vivido. El se había enamorado de la hija de su mejor amiga, y ahora ellos se habían mudado de la ciudad. Jacob pensó en ir con ellos, pero sus responsabilidades como jefe de la manada le habían retenido.

Se comunicaba con ellos cada día, y con Reneesme mantenían un vinculo que les hacia estar juntos aunque estuvieran separados. Pero aun así era duro. Al principio se había divertido con los chicos yendo a la ciudad, pero después de un tiempo cambio, y ahora solo pensaba en dejar la manada e irse con ella.

Seth no había sabido que decir en mucho tiempo, la confianza en si mismo era algo nuevo para el. Hace dos años, cuando fue por primera vez con los chicos a la ciudad era un niño, pero ahora las cosas habían cambiado, y sabia cuando hablar, y para que.

-Eres un gilipollas.

-¿Que? – pregunto Jacob alarmado

-Ya me has oído, eres un gilipollas. Llevamos tiempo preocupándonos por ti, porque estas deprimido y todo eso, pero en realidad no tenemos porque estarlo. Tu decidiste quedarte, y si lo apreciamos, pero ahora estas triste, mirando las puestas de sol como un gilipollas y con todas esas ganas de sexo que sabemos cada vez que ves a mi hermana, recuerda que podemos leerte la mente

Jacob no se había dado cuenta de lo que Seth había crecido y madurado, pero el hecho de que estuviera enfrentadole sobre todo eso le hizo despertar de su letargo. Miro a Seth con otros ojos.

-Tienes razón, he sido un gilipollas, me quede para no avandonar la manada, pero aun asi la estoy avandonando con mis descuidos, y mi preocupación. Y lo pero de todo, he descuidado mi amistad con todos vosotros.

-Si, me alegro de que pienses lo mismo, porque antes te ibas follabas y se te pasaba todo, pero ahora no tienes a Reneesme para decirte que te quiere ni esas cosas, y ella ya es una mujer, deberías estar con ella, no aquí pretendiendo que nos cuidad como si fuésemos niños pequeños y…

Jacob se abalanzó sobre el.

-No hablas de Reneesme como otras mujeres, no puedo ir y tener sexo con ella y luego olvidarme, no es como otras mujeres, lo nuestro es de verdad.

Seth se retorció y le tumbo con el encima.

-Me parece perfecto, no estoy diciendo que vayas tengas sexo y vuelvas, estoy diciendo que con ella eres mas feliz, y todos estamos mejor sabiendo que eres feliz y no miserable.

Jacob forcejeo, pero Seth lo tenia bien agarrado. Vio que lo que decía era verdad, dejo de forcejear, pero se levanto y beso a Seth.

Este se quedo parado, sin saber que hacer.

-A que viene eso, ¿no quieres sexo con ella pero si con migo?¿que soy un juguete o que?

-No, no pienses eso, en serio, no lo he hecho con esa intención, era, no se, una forma de agradecimiento.

-¿Y agradeces a todo el mundo besándoles? Eres raro tío.

-No se, fue la forma que me salio para expresar gratitud, que quieres que te diga. ¿De todas formas por que te molesta tanto?

-No me molesta, es que no me lo esperaba, no se, es.

Y Jacob lo comprendió. Había visto a Seth tener sexo, y sabía que tenía sexo con mujeres a menudo, pero se dio cuenta que lo que creía era admiración, era algo más que eso, Seth se había enamorado de él.

-Déjalo, en serio, no es nada. Volvamos al poblado.

Jacob empezó a andar, pero Seth le detuvo.

-Entonces que vas a hacer.

-¿A que te refieres? – Jacob no quería hacer daño a Seth, pero no sentía lo mismo, asíque no quería hablar de eso.

Seth sabía que Jacob se había dado cuenta, pero ya sabía desde hace tiempo que no era correspondido.

-Con Reneesme, no puedes quedarte aquí, tienes que irte. Créeme, nos dolerá a todos, pero todos lo aceptaremos.

Jacob se sorprendió otra vez con su madurez, como Seth le estaba ayudando a tomar la decisión de macharse de la reserva para estar con su amada.

-Pero que pasara con vosotros, toda la manada, mi padre…

-Jacob, ya sabes que te quieres ir, la manada estará bien, nos juntaremos con Sam, o votaremos a otro líder, con el carácter de mi hermana seguro que ella toma el poder, y tu padre esta listo para verte marchar, eres tu el único que se interpone con tu felicidad.

Jacob le miró, sonrió y se convirtió en lobo. Seth le siguió por el bosque, mientras Jacob aullaba llamando a la manada. Todos Quil, Embry y Leah.

Al llegar a su casa estaban todos allí, alarmados por si algo había pasado. Pero cuando los vieron aparecer sabían que todo esta bien.

Jacob los reunió a todos en su casa, les expuso sus dudas, y su resolución de irse. Todos pusieron caras tristes, no solo eran miembros de manada, pero se conocían de toda la vida, y eran grandes amigos.

-Me parece bien, es lo que tenias que haber hecho hace tiempo, esta claro que aquí eres un amargado – Dijo Leah, se despidió y se fue.

-Lo siento Seth pero tu hermana solo esta celosa de que Jacob no se quede para darle duro todos los días, ajajá – Se rieron Quil y Embry.

Jacob esbozó una sonrisa, y Seth le miro también con ojos de despedida.

Jacob se levantó, miró a Seth a los ojos como diciéndole que todo iba a estar bien, y le besó. Fue un beso apasionado, con ganas, con pasión. Con la mirada se habían entendido, Seth sabía que Jacob no sentía lo mismo por el, pero probablemente no se verían en mucho tiempo, esta era la despedida de sus amigos, y Jacob no iba a dejar pasar la oportunidad de saber que todos estaban unidos mas allá de manadas, lobos, sexo o amistad, era todo eso, y aun mas. Y esta fue la forma en que lo pensaba decir, como siempre habían abierto su cuerpo y alma.

Se seguían besando, apasionadamente, Jacob levantó a Seth de la silla, y le agarraba las nalgas, mientras Seth seguía besándole y acariciándole la espalda.

Quil y Embry miraban con una sonrisa, mientras se quitaban la ropa, y rodeaban a los dos lobos.

Seth sabia que Jacob no le quería, al menos no como Seth le quería a él, y sabia que esto era solo la forma de despedirse, por lo que al principio opuso un poco de resistencia, pero dándose cuenta de que a lo mejor no le veía mucho mas, decidió olvidarse de todo, y se abandono al placer, aunque se prometió a si mismo no sufrir después por perderle.

Embry y Quil ya le habían quitado la ropa a los otros dos, y ahora los cuatro se abrazaban y se tocaban, mientras intercambiaban besos los unos con los otros.

Jacob y Seth parecía que no se querían despegar, seguían abrazándose y besándose, y aunque hacían caso a Embry y Quil, siempre volvían a los dos, y se acariciaban, se tocaban por todas partes.

Los cuatros tenían las pollas muy duras, y se empezaba a notar un deseo de seguir adelante con la acción. Fue Embry quien se puso de rodillas y se metió la polla de Jacob en la boca.

Todos tenían buen cuerpo, y buenas pollas, y todos eran amigos, pero había algo en Jacob, probablemente el que fuera el líder, que llamaba la atención a todos y hacían que fuera el objeto de deseo en estas situaciones.

Le empezó a chupar despacio, por la punto, recorriendo bien cada milímetro de la cabeza, y poco a poco bajaba con su lengua por todo el tronco, hasta llegar a los huevos, y volvía a subir. Estuvo así un rato, mientras veía como Jacob iba perdiendo la cabeza, e intentaba metérsela en la boca de una vez. Quil también decidió bajar, y empezó a chupársela a Seth. Era la primera vez que Seth tenia sexo con alguien de la manada que no fuera Jacob, y aun así nunca había tenido tanto contacto con él, asíque esto le parecía increíble.

Jacob y Seth disfrutaban de la mamada de sus amigos, mientras se miraba fijamente a los ojos. Había cierta complicidad sabían que estaba pasando, y que en realidad todo era una despedida, y por la cabeza se les pasaban mil cosas, pero las apartaban y seguían disfrutando de la mamada de sus amigos. Estos estaban juntos de rodillas, mientras chupaban las dos pollas al mismo tiempo, ahora se intercambiaban, Uno le metía una polla al otro, y viceversa, las chupaban a la vez, una vez a Jacob, y otra a Seth, y mientras tanto juntaban sus lenguas y se reían.

Al cabo de un rato Embry y Quil se pusieron de pie, y enseguida Jacob se puso de rodillas. Seth iba a hacer lo mismo, cuando Jacob le detuvo, y empezó a chuparle a el primero, mientras agarraba las otras dos pollas con sus manos. Fue acercando a Quil y Embry, hasta que todos le estaban rodeando. Le daban con las pollas en la cara, y el miraba hacía arriba con cara de vicioso, incitándoles a mas. Tenia las tres pollas en la boca. Las chupaba, se turnaba, se daba un banquete con las tres a la vez, jugaba con ellas, golpeándolas, y acariciando unas con otras. Los tres chicos estaban abrazados por la cintura, y de vez en cuando se lamían los pectorales, pero el placer que su líder les daba los hacía perder la cabeza.

Seth después de un rato decidió ponerse de rodillas también, y estaba vez no encontró resistencia. Se puso al lado de Jacob, le beso en la mejilla mientras este lamia las dos pollas, y Seth se metió una en la boca, robándosela con la lengua a Jacob. Jacob le miro de reojo, sonrío con la polla en la boca, y le empezó a acariciar la espalda, hasta llegar a su culo, por el que empezó a introducir un dedo previamente. Seth dio un respingo, no era la primera vez que tenía un dedo en el culo, pero Jacob lo hizo sin avisar. Este se dio cuenta, por lo que lo saco, y masajeo un poco el esfínter antes de hacerlo otra vez, a lo que Seth puso el culo en pompa. A su vez había encontrado el camino hacia la polla de Jacob, que era la que de verdad quería probar, y mientras este le masajeaba, dejo la polla de Quil para empezar a lamer la de Jacob. Lo hizo despacio, sin prisas, quería disfrutar todo momento. Empezó mordisqueando la punta, lo que hizo que Jacob soltara un suspiro, enseguida siguió mordisqueando todo el tronco, a lo que Jacob respondió soltando la polla de Embry, y cayendo hacía atrás.

Quil y Embry, viendo que los dos querían algo entre ellos, y habiendo tenido ya mas experiencias con Jacob decidieron jugar los dos solos. Quil se puso encima de la mesa, con las piernas abiertas, mientras que Embry se agacho y empezó a chuparle la polla, yendo desde adelante, con la lengua hasta poner las piernas de Quil hacia arriba y chuparle el culo. Siguieron así un rato, y luego cambiaron, siendo Quil el que chupaba, y Embry el que se retorcía de placer.

Pero Seth no se distrajo. Siguió haciendo lo que quería con la polla de Jacob. Esta se había recostado y puso los brazos detrás de la cabeza, dando a entender a Seth que podía hacer lo que quisiera. Este enseguida se dispuso a chupar también el culo. Jacob viendo lo que quería abrió bien las piernas, y Seth enseguida lubrico bien el culo, y metió un dedo. Viendo que no encontraba oposición, decidió meter otro mas, y os empezó a mover suavemente, masajeando el esfínter, y haciendo que a Jacob se le nublara la vista.

Siguió con los dedos en el culo, mientras le chupaba la polla, ahora metiéndosela toda en la cabeza. Había veces que pensaba que se iba a ahogar, pero no le importaba, estaba disfrutando como nunca.

Embry y Quil se habían puesto a follar. Quil le daba a Embry con una fuerza que habría destrozado a cualquiera, pero era lo bueno de todos ser lobos, aguantaban los empujes de sus compañeros, y no se tenían que contener.

Jacob los vio, miró a Seth, y este enseguida entendió.

-Nunca me han dado por el culo, ten cuidado.

-Tranquiló – Le sonrió – También desvirgué a esos dos, y mira ahora como les gusta.

Y era verdad, Quil y Embry estaban disfrutando como nunca. Escucharon a Jacob, miraron y sonrieron haciéndole el símbolo de la paz.

Seth se puso de rodillas a cuatro patas, y Jacob enseguida salto detrás suyo para lubricarle con la lengua su culo. Al poco ya estaba listo, y empezó a meter lentamente la polla. Al principió a Seth le dolió un poco, pero enseguida se le pasó, y empezaron un lento mete y saca, que fue subiendo de ritmo. Cuando creía que se iba a correr Jacob frenaba el ritmo, y metía lentamente un rato. Cogió a Seth por el cuello, y lo llevo hacia el, juntándolo con su pecho. Si no fuera por la fuerza de Jacob, Seth se habría vuelto a caer, no sentía las piernas solo placer, a lo que añadió que Jacob empezara a susurrarle en el oído y morderle la oreja, mientras le masturbaba la polla.

Seth empezó a temblar, y enseguida se corrió en la mano de Jacob. Este en cuanto noto el culo contraerse mientra se corría no aguanto más he hizo lo propio dentro de Seth, mientras lamia con gusto todo el semen que tenia en la mano.

Se tumbaron los dos en el suelo juntos, y se miraron sin decir nada.

-Ha estado genial – Dijo Embry - ojala esto no fuera una despedida y lo pudiéramos hacer mas veces ahora que el pequeño Seth se nos ha unido.

-Si, es una pena que te vayas tronco – añadió Quil.

-Si ya os cansareis de follaros a todo Seattle cabronazos – Dijo Jacob mientras se levantaba y empezaban una pelea de broma.

-Seth no decía nada, seguía fijo con la mirada en Jacob. Le levantaron entre Quil y Jacob, y salió de su letargo, haciendo bromas con los demás pero triste porque sabía que era una despedida de verdad.

Al día siguiente Jacob había hablado con Bella, le esperarían en una ciudad de México, y desde allí viajarían juntos a la isla donde estaban viviendo de momento, hasta decidir donde pasarían los próximos 6 años, pues era imposible un sitio fijo si no envejecían. Después de despedirse de todos corrió con los lobos hasta las afueras de Washington. Les llevó una hora, pero correr para ellos era algo natural. Se trasformaron en humanos, y dijeron los últimos adiós. Seth era el último, y mirándose fijamente Jacob sonrió. Seth asintió con la cabeza, se dio la vuelta y dijo:

-Jacob me ha dicho si quiero ir con el, y he dicho que si.

Se volvieron a mirar, sonrieron, y salieron corriendo, mientras sus amigos les despedían con una sonrisa.

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