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Adoptado (cap.5)

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Pedro despertó a la mañana siguiente a eso de las 10, se vistió con lo que tenía puesto la noche anterior y bajó a desayunar.

Allí Liliana le había preparado un buen desayuno.

-Recuperá tus fuerzas…anoche te dejamos flojito, ¿no? –le dijo-

-¿Escuchaste lo que pasó? –preguntó asombrado el muchacho

-No me hace falta -respondió ella-  conociendo a la señora Vero me puedo imaginar perfectamente cómo te dejó..jaja… 

-Te hago una pregunta….¿ siempre es así acá?....¿ vos participas de sus juegos sexuales?  -le dijo Pedro que estaba queriendo saber cómo entender la vida en esa casa-

-Mirá, acá más vale dejarse llevar por los acontecimientos  - le contestó la muchacha- no intentes averiguar mucho y viví lo que te toque de la mejor manera…..y en lo que respecta a mi…mirá que me quedé con las ganas…¡ya te voy a volver a agarrar!

Rieron los dos y el muchacho terminó de desayunar y fue a su habitación para estudiar un poco, corrió las cortinas y vio que era un día espectacular, el parque estaba exultante, si bien ya llegaba a su fin el mes de marzo, hacía bastante calor, el otoño de ese año había sido más caluroso de lo normal. Mirando el parque se dio cuenta que casi no lo conocía y le dio ganas de pasar el resto de la mañana ahí. Tomó su libro y una toalla por las dudas se metiera en la pileta y bajó.

Se acomodó en una reposera y se puso a leer, ese viernes tampoco tenía que ir a trabajar, Damián le dijo que se reincorporara el lunes así se adaptaba a la nueva vida…¡ y que vida! Tenía todo lo que quería a su alcance, pensaba en su familia allá en el Chaco, que si bien no estaban muy mal económicamente, no podían ni soñar en esos lujos, y él tampoco podía contarles  con detalles como vivía porque no quería escandalizarlos con sus nuevas experiencias….todo un tema.

Siguió leyendo, hacía calor pero a la sombra se soportaba. El parque le fascinaba, a su alrededor no había casas altas y los grandes paredones que rodeaban la residencia hacían que este sea un lugar discreto.

Vio que Liliana hacía sus tareas sin quitarle los ojos de encima, verdaderamente se había quedado con las ganas y a él se le ocurrió un jueguito, se desnudó y se metió en la pileta. Ella no perdió detalle de su paso en bolas desde la reposera hasta que entró al agua, nado un poco y se quedó en el borde reposando en el agua…

-Vos sí que la estás pasando bien,¿ eh? –Le dijo la muchacha-

-Y vos ¿no tenes diez minutos para parar un poquito? –Le respondió Pedro- …tengo tantas ganas de tomar unos mates…

-Bueno –respondió Liliana- quince minutos y porque justo iba a hacerlo….

La muchacha se acercó con todo lo necesario para tomar unos mates con Pedro, que salió de la pileta y se sentó desnudo en la reposera. Ella le alcanzó un mate y le dijo:

-¿Vos vas a andar en bolas todo el día?

-¡No!...un ratito hasta que me seque –respondió Pedro que no pudo aguantar la erección que le daba la situación de estar desnudo frente a la muchacha-

-¡como estamos, eh!  Le dijo Liliana al ver su pija muy dura- Mirá que anoche tuvo mucha acción… es incansable…tomá el mate que yo me hago cargo.

Liliana le alcanzó un mate y después se arrodilló frente a su pija, se la acarició un poco y comenzó a lamerla. Tomaba la cabeza entre sus dedos y lamia sus huevos, luego seguía con la lengua hasta su tronco y lamía en círculos su cabeza…después la envolvió con sus labios y se la tragó…y ya no la sacó de su boca…subía y bajaba logrando suspiros del muchacho que se desparramó en la reposera cerrando los ojos y disfrutando de la mamada que le estaban dando.

Cuando ya no pudo más entregó su néctar en la boca de la muchacha…varios fuertes chorros de caliente esperma que fue tragado por ella sin desperdiciar nada y dejándole a Pedro la pija limpia y sin rastros delo sucedido.

Él quedó desparramado en la reposera y Liliana se marchó para la cocina, debía aprontar el almuerzo porque a la una llegaría Vero, luego se vistió y la fue a ver:

-Te debo una chupada de concha –le dijo- y prometo dejarte desparramada y sin fuerzas como me dejaste recién…

-¡Te tomo la palabra! -Le dijo ella dándole un pico-

Los dos se largaron a reír.

A eso de la una llegó Vero y almorzaron.  Charlaron de banalidades y de cómo se adaptaba a su nueva casa, a su nueva vida.

-Aliméntate bien y descansa que esta noche hay fiesta de bienvenida –Le dijo Vero- …pero no como te imaginas….hoy hay jueguito nuevo, ya lo hablamos con Damián.

-¿Y no me adelantas nada?

- No…sorpresa hasta esta noche…

La tarde transcurrió tranquila, Pedro aprovechó para estudiar un poco, ya el lunes debería recomenzar su trabajo y la facultad, pero para hoy solo le esperaba la fiesta de bienvenida…¿ qué se traerían entre manos estos dos?

Damián llegó a eso de las siete de la tarde, la cena estaría patra las nueve, Pedro de duchó y se vistió un poco más formalmente, notó que las cenas en la casa eran así, el momento en que todos estaban juntos y aprovechaban para verse y contarse como les había ido en el día.

Cenaron y charlaron, luego pasaron a la sala a tomar café y escuchar música, esto hacías siempre que a la noche había fiesta, era una manera de hacer la previa: charla, buena música y caricias, Pedro ya lo había vivido y así se estaba dando…. Las caricias fueron subiendo de tono y los tres se marcharon al dormitorio de la pareja.

Se prodigaron besos, caricias y lamidas hasta quedar los tres desnudos, fue ahí cuando Vero explicó el jueguito de esa noche.

Los hombres tendrían sexo entre ellos mientras ella los vería y se masturbaría.

Se sentó en el cómodo sillón que tenía la habitación mientras que los hombres comenzaban a acariciarse, no tardó Damián en ponerse  entre las piernas del muchacho y lamerle su dura verga, así estuvo un buen rato hasta que se le acercó al odio y le susurró algo.

Vero estaba recostada sobre el sillón, sus piernas abiertas, una a cada lado de los apoya brazos, y sus dedos comenzando a jugar en su mojada concha.

Damián se puso en cuatro, con la cabeza entre las almohadas y Pedro comenzó a lamerle el culo, con mucha saliva como le enseñara su amigo Willy.

Damián gemía gozando esa lamida y Vero también, muy caliente con la situación y por la paja que se estaba haciendo.

Con la cabeza de su verga apoyada en el culo de Damián, Pedro miró a Vero que sin dejar de pajearse observaba todo, y de un golpe de cintura, la enterró provocando un grito de dolor y gozo en Damián y una fuerte acabada de Vero, transpirada, entre espasmos y sin dejar de tocarse.

Comenzó la cabalgata, Pedro gozaba el estrecho culo de Damián, le daba un placer enorme, Damián gemía ante cada embate del muchacho y Vero llegó a acabar varias veces al ver a sus dos machos jugando a no serlo.

En un momento Pedro salió del culo de Damián, en un movimiento planeado por los dos de antemano se recostó al lado de él y comenzó a chuparle la pija, Damián hizo lo mismo con la de Pedro y comenzó un lujurioso 69, lleno de lamidas, chupadas, saliva, caricias y gemidos que se mezclaban con los de Vero y sus furibundas pajas…. ¿Cuántas veces había acabado?...su transpiración y su cara de extraviada decía que eran muchas.

El 69 seguía a todo furor, como la paja de Vero, en un momento Pedro entra en espasmos acabando en la boca de Damián que no tardó mucho en llenar de leche la boca del muchacho.

Damián se acercó a la boca de su mujer y le entregó la leche del muchacho, y Pedro hizo lo mismo con la de su esposo. Así  Vero bebió hasta la última gota de las dos acabadas limpiando con su lengua las dos bocas….

Pedro se retiró a su habitación, se fue a duchar y se acostó. Estaba desvelado, la experiencia había sido muy fuerte y no podía dormir.

Daba vueltas en la cama, se acordó de Doris, la extrañaba, se había quedado con ganas de una concha bien jugosa y aunque no le disgustó coger con Damián, seguía queriendo una concha…y sabía dónde encontrar una bien dispuesta.

Se levantó sigiloso, en la habitación de la pareja había solo silencio…. Bajó las escaleras sin hacer ruido y fue directo a la habitación de Liliana.

La muchacha dormía boca abajo, destapada, hacía calor. Vestía una remera a modo de camisón, esta dejaba al descubierto su generoso culo y hacia allí se dirigió Pedro, que subiéndose a la cama muy lentamente hundió su lengua en él y comenzó a darle un apasionado beso negro.

Liliana despertó de golpe y se dio vuelta, quedando el muchacho con la boca sobre la concha, La lamió y le dijo: Vengo a cumplir mi promesa.

Ella no se resistió y a poco tiempo gemía de placer ante la tremenda chupada que le estaban dando.

La concha de Liliana comenzó a entregarle sus jugos de manera abundante y el los bebía juntándolos con su lengua, absorbiéndolos con su boca. Su clítoris rojo e hinchado era un juguete entre sus labios y la muchacha no tardó en regalarle su primer orgasmo.

Ël siguió, lamia su concha con desesperación, el segundo orgasmo de Liliana fue más fuerte pero Pedro no paró, el tercero fue con muchas sacudidas.

Pedro tenía la cara empapada pero siguió en su labor….en el cuarto orgasmo, Liliana tuvo que morder la almohada para no gritar, cuando se recuperó tomó al muchacho de los pelos y le pidió que se la ponga, Pedro no se hizo rogar, se la puso hasta el fondo y tomándola de la nuca comenzó a cabalgarla tan fuertemente que toda la cogida fue entre espasmos y gritos de Liliana.

Cuando Pedro acabó y se retiró de adentro de Liliana, la muchacha no podía reaccionar. Quedaron abrazados un tiempo y después el muchacho se fue a su habitación, se dio la tercera ducha de la noche y cayó desmayado en la cama.

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