Nuevos relatos publicados: 12

Noche de Juerga

  • 14
  • 18.027
  • 9,14 (7 Val.)
  • 0

Me desperté con la luz que entraba por la ventana. Mierda, eran las 8 de la mañana, llegaba tarde a clase. Fui corriendo a ducharme, y otra vez a vestirme a la habitación.

―¿Qué hora es? – Pregunto Laura.

―Las 8.10 – Dije mientras sacaba una camiseta y me ponía los vaqueros.

Ella se levanto con una sonrisa maliciosa en la cara, me abrazo y me dio un beso.

―No tengo tiempo, ya voy tarde – conteste intentando salir de su abrazo.

―Pero si ya vas tarde, que más te da no ir del todo – empezó a desabrocharme el pantalón.

Tenía razón, para llegar a la última media hora, mejor no iba, aunque tendría que recuperar luego, esta clase era difícil de verdad. La abracé y nos fundimos en un beso más intenso, mientras ella seguía desabrochándome los botones de los vaqueros yo le quite mi camiseta que uso para dormir.

Me empujo contra la cama, y yo me deje hacer. Saltó sobre mí como una leona, y empezó a darme mordiscos en los pezones. Yo le acariciaba los pechos e intentaba acariciarle el culo, pero ella no se dejaba, me lamia el torso mientras me revolvía el pelo con sus manos, sabía que me volvía loco.

Ya estaba excitado, asique me senté y acerque su cara a la mía. Mientras nos besamos mis manos se fueron abriendo camino entre sus piernas, hasta encontrar su clítoris y empezar a masajearlo. Ella empezó a dar gemidos, y con su mano en la mía me fue guiando hasta que le introduje dos dedos y empecé a masturbarla. Una vez que llevaba el ritmo que ella me marco, me soltó y bajo, empezando a chupar mi pene. Pequeñas gotas pre seminales empezaban a salir, pero ella no les daba tiempo a ir muy lejos, las lamia, y subía y bajaba por el tronco. Sabía que me volvía loco que me diera pequeños mordisquitos en el glande. Esa mezcla de dolor y placer. Yo ya tenía dos dedos dentro de ella, los sacaba a veces levándomelos a la boca y saboreando su interior. Seguimos así un rato, hasta que ella paro, y se tumbo en la cama abriéndome las piernas, yo le lamí un poco más, y me puse de rodillas para pe…

―Me voy a llevar el coche ya – gritó mi hermano dando golpes a la puerta – Vienes y te dejo o te vas en bus.

―Mierda – dije en voz baja a mi novia – Ahora sique me tengo que ir, con el calentón que me llevo encima.

Ella me miraba sonriente, hace dos días estábamos teniendo sexo cuando también mi hermano me llamo por teléfono y tuve que ir a buscarle.

―Sabe escoger el momento oportuno – Dije mientras me volvía a vestir – Ya voy, dame 5 minutos – le grité.

Me despedí de Laura con un largo beso, y mientras se volvía a meter en la cama Salí corriendo al oír la puerta de casa.

―Joder Rodri, me cortas en los peores momentos – dije mientras me montaba en el coche.

―Jeje, perdón, no era mi intención, pero hoy tengo que estar a las 9.30 en el ministerio o no me dejan pedir la beca, lo siento.

Mi hermano Rodrigo y yo (Carlos) vivíamos solos en un apartamento de Madrid. Mis padres, que Vivian en el pueblo, lo compraron cuando yo me vine a estudiar hace 3 años, y ahora mi hermano había venido también, asique las dos habitaciones estaban ocupadas. Mi novia, Laura, prácticamente vivía ahí también, pero los tres nos llevábamos bien, asique no había ningún problema. Mi hermano rompió con su novia antes de venir a vivir aquí hace ya 9 meses, por lo que habíamos visto más de uno de sus ligues, aunque ninguno duraba mas de una semana, no creo que él quisiera tener una relación con nadie.

Compartíamos un coche que nos compraron mis padres a medias, como regalo de navidad. Y aunque desde hace 3 anos lo usaba yo solo para venir a Madrid, ahora que el también estaba aquí, nos lo turnábamos, cosa que no era problema porque este año siempre estaba en el mismo sitio.

Yo estaba estudiando mi último año de carrera, aunque luego tendría la especialización y las practicas. Pero por lo menos en un mes estaría libre. Tenía que trabajar mucho este último mes, por lo que ir a clase para tener todo listo, y pasarme en la biblioteca la mayor parte del día era parte de mi vida actualmente.

Hoy era viernes, y mi hermano tenía que llevar unos papeles para una beca de estudios en el extranjero que quería para el año que viene. A veces pienso que estudiaba solo para poder viajar fuera y que mis padres no le dijesen nada.

Me dejo en la biblioteca, ya no podía llegar a la clase de las 8.

¿Quieres que te recoja? – Me pregunto antes de irse.

Tengo que terminar un proyecto, y no he empezado, asique no te preocupes, llegare tarde a casa.

Estuve todo el día en la biblioteca, solo comí un sándwich a las 2. Era poca comida, pero ya que no tenía tiempo para el gimnasio, por lo menos no estaba engordando como un cerdo.

Volví a casa a las 8 de la noche, y olía muy bien. Mi novia y mi hermano estaban juntos en el sofá tomándose una copa y cenando.

―¡eh! Por fin vuelves, ¿qué tal tu día? – Dijo mi novia levantándose rápidamente y yendo a darme un beso – Te hemos preparado la cena, y hoy no puedes decir que no, vamos a salir de fiesta y volvernos locos.

Sonreí – vale, vale, dejar que me de una ducha, y luego hablamos, que vaya día con la mierda de proyecto – Me fui a la habitación, deje mis cosas, me desnude y me fui al baño.

Creo que ya habían tomado alguna que otra copa, porque les oía reír desde la ducha. La verdad que me apetecía salir y olvidarme un poco del trabajo. De repente oí la puerta del baño, y mi novia entro, abriendo la ducha al tiempo que yo apagaba el agua.

Esta mañana me quede con las ganas, esta noche te pillo como si fuera una monja que acaba de dejar los hábitos – me dijo con una sonrisa, y salió corriendo del baño.

Cuando se emborrachaba se ponía muy graciosa, aunque yo también quería follármela, y si no fuera porque se fue creo que lo habría hecho ahí mismo.

Me vestí con una camiseta, ya hacía mucho calor.

Cuando fui ellos seguían bebiendo, tendría que ponerme a su altura, por lo que cogí la botella de ron y di un buen lingotazo, luego me serví una copa, y comí un poco de la pasta que cocinaron.

―¿Hoy no vas con tus amigos? – Le pregunte a Rodrigo

―Que va, Adrian se fue con su novia a Asturias, Juan y Diego tienen que trabajar mañana a las 7, y Ana no me ha contestado a mis mensajes, debe estar enfadada por el otro fin de.

―Normal, quedas con ella y te enrollas con su amiga, eres un cabrón – dije riéndome.

Me estaba subiendo rápido, se notaba que hacía mucho tiempo que no bebía. Seguimos hablando y con bromas durante un rato. Y después de un tiempo decidimos jugar para beber mas rápido. Empezamos con los dados, y seguimos con las cartas. Después de 2 horas, y acabar dos botellas de ron los tres estábamos bastante borrachos. Una cosa buena de mi apartamento es que estábamos en el piso más alto, debajo no había ningún vecino, y al lado vivía una pareja de ancianos que no oían mucho, asique nunca nos molestaban por tener la música alta. Bailábamos y saltábamos como locos por toda la casa. Yo caí medio mareado al sofá, y mi novia al verme se tiro encima y me beso. Estuvimos enrollándonos un rato, mientras mi hermano se fue al baño.

―No me jodaís, si vais a estar así yo me voy a dormir – dijo Rodrigo al volver

Tranqui, que si no nos hubieras cortado esta mañana no tendríamos tantas ganas – dije yo divertido

―Ya, pero tampoco es como para mostrarle el pan al hambriento, conteneros un poco, que la noche ha empezado.

―Ya se ve que estas hambriento – dijo Laura mirando el bulto de mi hermano – Cuanto hace que no…

―Jajaja – me reía yo – madre mía, se de alguien que va a necesitar una buena paja.

―Jeje, deja de reírte, o cuando te duermas me tiro a tu novia, que con lo borracho que estáis seguro que no sabéis quien a follado a quien – dijo riéndose también.

Nos volvimos a sentar todos, y mi novia, con el nuevo ambiente sexual cambio de juego. Empezamos a beso verdad o atrevimiento. Yo fui primero y escogí beso, mi hermano me hizo besar a mi novia. Después fue mi novia, y también escogió beso, por lo que mi hermano le hico besarme a mí. En el turno de mi hermano también escogió beso, y mi novia le dijo que me besara a mí, por lo que me beso en la mejilla.

―Eso no vale, nosotros nos hemos enrollado, vosotros también os tenéis que enrollar.

―Si claro, primero somos chicos, segundo somos hermanos, asique no te pases borracha.

―Joer, es que si no va a ser muy aburrido, tenéis que hacer todo lo que se diga, sino no mola.

―Vale, pero somos hermanos, asique no nos vamos a enrollar, verdad – preguntó mi hermano.

―Si – asentí yo.

Me toco otra vez y dije atrevimiento. Me toco desnudarme, aunque la verdad me daba igual, ya me habían visto los dos así. Mi novia pidió verdad.

―Verdad que este juego te pone cachonda – pregunté.

―Por supuesto - dijo ella mientras daba un trago y se lamia los labios.

Rodrigo pidió atrevimiento, y el también se quedo desnudo. Mi novia nos pido que nos levantáramos, y se nos quedo mirando, mientras ponía cara maliciosa. Mi hermano y yo nos parecíamos bastante, el rubio y yo moreno, pero los dos altos, buenos cuerpos sin ser musculosos, y un pene de unos 18 centímetros. Estábamos los dos semi-erectos, pero con el alcohol no nos daba ninguna vergüenza.

Me volvió a tocar a mí, solo me quedaba verdad. Verdad que te gustaría follarme ahora mismo. La respuesta era obvia. Ella se acerco y me dio un beso, de reojo miraba a mi hermano, y a los dos se nos ponía más dura. Cuando le toco a ella no espero ni a que le dijésemos nada, se quedo desnuda a la primera. Noté como mi hermano no quitaba ojo de cómo se quitaba la ropa, ni de cómo Laura parecía estar haciendo un striptease.

A mi hermano le tocaba verdad. Laura se acerco y se coloco entre mis piernas, pero mirando a Rodrigo.

―¿Verdad que tu también me quieres follar?

Me miró primero a mí, luego a Laura y otra vez a mí, yo asentí con la cabeza, y enseguida dijo que si. Laura empezó a reír, y echo la cabeza hacia atrás empezando a darme un beso muy erótico. Yo estaba muy caliente, y aunque sabía que mi hermano estaba ahí, no me importaba, seguí besándola. Ella me cogió la mano y me la llevo suavemente hasta su coño pasándola suavemente por su vientre. Abrí los ojos, y vi como mi hermano bebía de un golpe el último trago y se ponía en pie. Laura le cogió de la mano, e hizo que se sentara otra vez. Yo a estas alturas me daba igual todo, Laura había bajado su mano y me estaba masturbando. Rodrigo se volvió a sentar, y guiado por Laura se sentó muy cerca de los dos, sus piernas y las mías se entrelazaban, y sin más, Laura dejo mis labios y empezó a besarle. Ahora se intercambiaba entre su boca y la mía, y yo lejos de estar celoso disfrutaba de la situación.

La música seguía sonando, el alcohol se había acabado, y los tres nos encontrábamos desnudos, en el suelo del salón enrollándonos. Yo masturbaba a Laura, Ella nos masturbaba a los dos, Rodri le pellizcaba y lamia los pechos, y los dos nos turnábamos a Laura para besarla. Nos mirábamos directamente a los ojos, y una sonrisa se dibujaba en nuestros labios.

Laura se puso en pie, y nos dijo que hiciéramos lo mismo. Nos cogió de las pollas y nos llevo a mi habitación, ya que era la que tenía la cama más grande. Nos íbamos a tumbar, pero ella no nos dejo, nos puso frente a frente, y ella se puso de rodillas. Empezó a jugar con nuestras pollas, las rozaba una contra otra, las media, se reía y hacía comentarios de lo iguales o diferentes que era. Luego se las metió en la boca, se turnaba, lamia una, mordía la otra, luego se metía las dos en la boca, y nos masturbaba a la vez. Mi hermano y yo la mirábamos, y os mirábamos entre nosotros. Al principio ninguno estaba seguro, pero ahora solo nos importaba disfrutar. Sonreíamos, nos pasamos los brazos por los hombros. El hacía comentarios de lo bien que la chupaba, y yo orgulloso le daba la razón.

Después de un rato así, se tumbó en la cama, y los dos nos subimos a gatas encima de ella, nos turnábamos para besarla, le lamios los pechos, y juntos le introducíamos dedos en el coño. Le excitábamos el clítoris, y ella se dejaba hacer, completamente sumergida en el placer.

Mi hermano se quedo besándola, y yo poco a poco baje hasta empezar a chuparle el coño. Mi hermano le seguía metiendo un dedo, y yo ahora le ayudaba con la lengua. Ella se levanto, y se puso encima mía haciendo un 69. Mi hermano decidió empezar a lubricarle el culo, por lo que poco a poco le introdujo la lengua, luego le metía los dedos, y los dos nos mirábamos chupar mientras ella seguía en un trance.

Salí de debajo de Laura, y cambie con mi hermano. Ahora él se puso a lamerle el cono, mientras yo le lubriqué el culo. Ella pidió que la penetrásemos, por lo que se puso tumbada en la cama, yo empecé a metérsela por el cono, mientras mi hermano le empezó a follar la boca. Estuvimos así un rato, hasta que decidí dejar a mi hermano. Laura empezó a chuparme la polla en el momento en que me situé a su altura. Rodri me miró antes de introducirle la polla, yo asentí con mi cabeza, y se la calvo de una. Empezó despacio, pero poco a poco cogió velocidad. Puso las piernas por encima, y tumbándose un poco sobre ella siguió dándole fuerte. Laura pareció cansarse de esto, por lo que paro. Me tumbo en el suelo, y se subió encima, metiéndose toda la polla de una vez. Se recostó encima de mí y me dio un beso, miro atrás y le dijo a Rodrigo que le diese por el culo. El enseguida se puso detrás, y se la metió de una, no era la primera vez que le daban por el culo, asique le entro fácil. Una vez acomodados empezamos un vaivén rítmico, los tres estábamos abrazados, gemíamos y perdíamos el control, hasta que note como Laura tenía un orgasmo (seguramente no el primero de la noche). Enseguida pude notar como la polla de mi hermano daba espasmos, y unos segundos después empecé a correrme. Nos tumbamos en la cama, exhaustos y completamente borrachos, y nos quedamos dormidos sin decir nada.

Fue una noche que ninguno olvidaríamos.

(9,14)