Gabriela es una chica alta, de 1.70 m, de pelo largo lacio y negro, piel blanca, guapa de cara, tal vez un poco pasada de caderas para sus piernas flacas y pocas tetas, pero de buen ver general.
Nos conocimos en un bar, nos veíamos cada fin de semana ahí, poco sabíamos el uno del otro, no más que nuestros nombres y algún dato más, irrelevante por cierto.
El tema es que a mi me atraía, y yo también la atraía a ella, sabiendo que era una situación completamente libre, nos besábamos en el bar algunas veces, y nos divertíamos. Yo la empujaba a una ronda de amigos míos, ellos la toqueteaban un poco, y eso era todo.
Algunas de las veces en que nos encontrábamos en el bar, yo la llevaba de regreso a su casa, y, como es mi costumbre cuando llevo alguna chica en el coche, le ofrezco mi verga para que me la mamara. Ella aceptó, haciéndose la liberal, pero no sabía mamarla bien, pasaba la lengua por el tronco, pero no se la comía.............
Tuve que enseñarle, ella reclamaba que ya sabía hacerlo, le pedí que me lo demostrase, y era cierto: sabía hacerlo, pero no lo hacía.........
A ver, querida Gaby, toma la verga con una de tus manos y acercá tu boca a la cabeza, dale un besito, otro más, ahora pasale la lengua al glande, eso, así vas bien, ahora, dale otro besito, una suave mordida a la cabeza, sí, vas bien, ahora, metétela en la boca, la cabeza adentro de la boca, abrí bien la boca, así, así vas bien, eso, seguí, metete un poco más de verga en la boca, así, así vas bien.
Finalmente se animó a mamarla como corresponde, se comía la cabeza, la verga entera, y la succionara como debía ser, hasta tragarse toda la lechita
Así, en algunos viajes más, me la mamó varias veces, y una vez, quedamos en vernos en Plaza Satélite, a las 6 de la tarde, para ir a tomar alguna copa en algún bar.
Iba vestida con unos pantalones negros, una camisa gris muy oscura, y un tapado negro, yo iba igual!!!! Y no nos habíamos puesto de acuerdo, también mis pantalones eran negros, mi camisa gris muy oscuro, y un saco muy largo negro, toda ropa abrigada, porque era diciembre en México y la temperatura era baja.
Nos metemos en el Barón Rojo, el único bar que había en Plaza Satélite en esa época, y pedimos unos tequilas, mientras escuchábamos a una cantante que desde el escenario trataba de amenizar esa tarde de invierno.
Mientras esta chica cantaba, nosotros bebíamos y nos besábamos. Nos abrazábamos y tremendo faje nos aplicábamos en nuestra mesa del bar. Los tequilas iban entrando cada vez con mayor frecuencia en nuestras bocas, pero nuestras lenguas se entremezclaban con mayor frecuencia aún, nuestros besos eran muy apasionados, muy largos, muy calientes.
Yo le tocaba su culo, por sobre el pantalón, también sus tetas, obviamente sin desabrocharle la camisa, y ella hacía lo propio con mi verga, la acariciaba por sobre el pantalón.
Por suerte y para nuestro placer, no me había quitado el largo saco que me cubría, por lo que mientras nos besábamos, yo aproveché y desabotoné mis negros pantalones para dar mayor facilidad a las caricias que Gaby me proporcinaba en mi dura verga, a lo que ella medio nerviosa agradeció, pero no se animaba a tanto.
La cantante seguía su rutina de canciones, las pocas parejas que estábamos en el bar aplaudíamos cada vez que terminaba con cada una de sus canciones, pero Gaby y yo no nos enterábamos de que iba, ni cuando había que aplaudir, sólo nos dábamos cuenta cuando oíamos aplausos, entonces aplaudíamos también nosotros, cosa que me molestaba mucho, no por descortesía con el espectáculo del bar, sino por que mi propio espectáculo se interrumpía por unos segundos.........
Ella pajeaba mi verga por debajo de mi saco sentada a mi derecha en nuestra butaca, amplia y cómoda, mientras con la otra mano bebíamos y brindábamos, yo la abrazaba con mi mano derecha por sobre su hombro, y con la izquierda levantaba la copa, ella me pajeaba con la mano derecha, y con la izquierda levantaba la copa........charlábamos y fumábamos con animosidad.
Seguía la cantante, y de repente en una serie de aplausos, agradeció a quienes la aplaudían, y agregó un párrafo especialmente dedicado a nosotros, y tal vez a algunas parejas más: "gracias a las manos que me aplauden, y a las manos que están ocupadas, también gracias".......Gaby y yo explotamos en risitas ahogadas, y seguimos con lo nuestro.
Ella me pajeaba y me decía que estaba muy prendida, que la marcha del exhibicionismo le iba con mucha soltura, que estaba gozando como una perra mientras me pajeaba, que darme placer era su propio placer, mi verga estaba durísima entre sus dedos, la recorría del principio al fin, alternativamente me masajeaba los huevos, su voz me excitaba mucho al pronunciar que estaba prendidísima, ya no podíamos esperar más.
Yo quería que se tragase la leche, no quería desperdiciarla en el aire, íbamos a manchar algo de ropa, o la mesa, no sé, entonces le pedí que se agachase a tomar la lechita en cuanto yo le avisara, y ni lenta ni perezoza me dijo que sí, que por favor le avisara, que estaba tan caliente que quería tomarse la leche ya, y yo le avisaría.......
En breves segundos más, su mano derecha incrementó raudamente su velocidad de sube y baja, y le dije:
- Ya, Gaby, ya.........
- Bajo, ahí voy.........
Y se engulló la cabeza sin dudar ni un instante en el preciso momento que la leche empezó a brotar de mi verga, sentí que fue un manantial de leche el que le eché en su boca, ella mamó mientras con su mano pajeaba para que saliera toda la leche, se la tragó todita, limpió rápidamente la cabeza con su lengua y se incorporó.
Nadie vio, o nadie dijo nada si es que vio, todo estuvo bien, y justo en el instante que Gaby se incorporaba, terminaba una canción de esta cantante, a la que pudimos aplaudir, la cantante agradeció los aplausos, y hasta nos regaló una pícara mirada......habría visto algo?
Le dedico esta historia a Gaby, que no la he vuelto a ver, tenemos unos 3 años y medio de no vernos, la última vez que nos vimos fue un miércoles en la noche, cuando cogimos en la calle, parados, recostados sobre la puerta de mi coche........la pasamos bien juntos, eh, Gaby?