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Una familia muy unida (2 de 2)

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Después de que me inicié a la mejor etapa de mi vida, en la que compartía mi cuerpo con mi familia, me volví un poco más observadora. No dejé de lado mi timidez y básicamente, nadie se dio cuenta de mi cambio.

Mi amiga Lorena, a quien conozco desde hace unos años, es una mujer muy atractivo, con un cuerpo esbelto, con tetas grandes y un culo duro, que es sueño de muchos hombres, es morena, con una boca grande y de labios lleno, ella siempre fue una de las que solían llamarme "mojigata" y cosas por el estilo, debido a mi timidez y a que prácticamente nunca salía de casa; su novio Fabián, es un chavo bastante atractivo, alto y delgado, practica la natación, así que sus músculos son fuertes y bien definidos; eso sí, siempre fue un tanto engreído y patán, por lo que no solía llevarme bien con él; una ocasión en que salí con ellos a la discoteca, empezaron a hacerme burla, porque no llevaba pareja; se metieron tanto conmigo, que me sentí furiosa y humillada, podía apostar a que ni Lorena, ni Fabián, tenían la experiencia que yo sí tenía, así que decidí darles una lección.

Nos sentamos en una pequeña mesa los tres, con Fabián en medio de nosotras, la discoteca estaba cargada de humo y muy oscura; Lorena, como siempre, empezó a beber bastante tequila, por lo que en cuestión de unas horas, ya estaba ebria, siempre que bebe, le entra una somnolencia y no hace escándalo, pero se queda en la mesa, sin pararse a bailar o a disfrutar, claro que esto, enfurece a Fabián.

Así que, lo invité a bailar y con un gesto bastante irritado, aceptó, como se imaginarán no soy santo de su devoción. Mientras bailábamos, bastante apretados, me pegué disimuladamente a su cuerpo, alcanzando a que mi vientre hiciera contacto con su polla. Él me miró un tanto sorprendido y yo sólo sonreí con inocencia; volví a hacerlo nuevamente, pero esta vez, su polla ya había crecido, lo que hizo que Fabián me prestara más atención; con disimulo me mirada por el escote de mi blusa y sus manos "accidentalmente" me tocaba el culo y las tetas; yo hacía como si no pasara nada. Cuando noté que su polla estaba bien dura y hacía un buen bulto en su pantalón, le dije que me apetecía sentarme.

Cuando regresamos a la mesa, Lorena no estaba. Me imaginé que estaría en el baño, vaciando los tequilas que se había bebido; Fabián me ofreció una bebida y yo le dije que sólo bebía agua mineral, él, como siempre, me miró con burla; cuando nos trajeron las bebidas, con disimulo, dejé caer un poco de agua mineral en su entrepierna; con miles de disculpas, tomé una servilletas y empecé a frotar, Fabián enmudeció y por le rabillo del ojo vi que cerró los ojos... Mmm... –le dije-, esto está bastante duro y grande... déjame ayudarte... Abrió los ojos y mi miró como si no lo pudiera creer; me las ingenié y me metí debajo de la mesa... abrió su pantalón y saqué su polla, que efectivamente, estaba dura y muy grande... le di un pequeño beso en la cabecita húmeda... él jadeó y empujó mi cabeza hacia su polla... otro besito y la lamí el pequeño orificio de la cabeza... luego masajeó sus huevos... ¿a que no soy tan mojigata como crees, eh?... Le dije con sarcasmo. Entonces me lo metí todo a la boca... y le hice una buena mamada, disfrutando tanto como él, que no dejaba de gemir... succioné con fuerza, mientras mis dedos apretaban sus huevos... chupé durante un buen rato y cuando sentí que estaba a punto de explotar, le guardé su polla dentro del pantalón y salí de debajo de la mesa, para su consternación de Fabián. Me miró con verdadero odio y yo le sonreí con dulzura. A los pocos segundos, llegó Lorena, que seguía bastante bebida.

Después, Fabián, bastante molesto, nos dijo que era hora de marcharnos. Nos llevó a mi casa, porque Lorena iba a pasar la noche conmigo. Cuando se fue, vi con diversión cuando dio un arrancón, no sin antes lanzarme una mirada furiosa. Seguramente llegaría a su casa, a darse una buena jalada.

Cuando logré que Lorena se metiera en la cama, fui a donde mi abuelo, que estaba en la cama y le platiqué mis planes. Él me miró con diversión y asintió, luego me dio un beso maravilloso, que me hizo calentarme en seguida, pero esto no formaba parte del plan, así que me marché. Por la mañana, Lorena tenía una resaca monumental, así que bajamos a prepararle algo, mi abuelo ya estaba en la cocina –mi papito, mi tío y mi hermanito-, no se encontraban en casa-. Mi abuelo, que sólo vestía uno pantalones cortos, nos dijo que fuéramos a darnos un baño, que él nos prepararía el desayuno.

No dejé de observar que Lorena no le quitaba la vista de encima al buenazo de mi abuelo, como les dije antes, tiene un cuerpo delgado y fibroso, es muy atractivo, a pesar de que ya no es tan joven; Lorena me preguntó que por qué mi abuelo no había vuelto a casarse, le dije que lo ignoraba, pero que era una lástima, porque mi abuelo estaba muy bien dotado, Lorena me miró sin creer lo que había escuchado; yo reí y le dije, que al crecer rodeada de hombres, pues lógico que sabía del tema y que muchas veces había visto a mi abuelo con su bañador y que era obvio que tenía un buen aparato y que además, en una ocasión, había llevado a casa a una mujer, con la que pasó la noche y yo los había escuchado desde mi habitación y no había duda de que mi abuelo sabía bien lo que hacía... Yo conozco a Lorena lo suficiente como saber que esta información y los detalles que le di, despertarían su curiosidad...

Regresamos a la cocina y desayunamos, charlamos animadamente, pero Lorena no fue capaz de apartar los ojos de la polla de mi abuelo... y él, al saberse observado, empezó a endurecerse... Con una excusa, salí de la cocina, dejándolos solos. Sin hacer ruido, regresé y los observé a través de la puerta; mi abuelo me vio y asintió. Se acercó a Lorena y le rozó la mejilla con suavidad. Cómo has crecido, Lorenita. Escuché que le dijo y mi amiga rió. Y Usted, sigue tan guapo como siempre. Mi abuelo rió y Lorena se puse de pie, para dejar su plato en el lavabo, mi abuelo se acercó por detrás y le restregó su polla en el culo a Lorena... Me has estado observando, niña, ¿no quieres verla de cerca? Le susurró en el cuello; vi tensarse a Lorena y mi abuelito se sacó su polla del slip, le levantó el blusón que llevaba Lorena, y sobre la braguita le recorrió la raya de las nalgas; Lorena lanzó un suspiro y se volvió, prendiéndose del cuello de mi abuelo y besándolo en la boca.... en algún momento, ella se apartó y dijo... ¿Osiirs?... No te preocupes, niña, ella es muy comprensiva...

Lorena no comprendió este comentario, pero su calentura pudo más que la sensatez, así que dejó que mi abuelo la subiera al borde del lavabo, le quitó el blusón, dejando al descubierto su tetas desnudas, que mi abuelo comenzó a comerle sin contemplación... Lorena echó la cabeza hacia atrás, gozando como una puta... de una manotazo, mi abuelo le arrancó las bragas y empezó a hurgarle en la vagina, metiendo un dedo un su hoyito... Yo ya estaba bastante húmeda y con ganas de participar... también quería polla... empecé a masturbarme sin dejar de observarlos y tratando de contener mis gemidos... Mi abuelo se inclinó un poco y bajo su boca hasta el coño de Lorena, cuando la tocó con la lengua en el clítoris, Lorena gritó como una posesa... mi abuelo le hizo una buena mamada, que le sacó jugos a Lorena, los cuales empezaron a resbalar por sus muslos... con los dientes apretó su clítoris y mi amiga tuvo un orgasmos, que la hizo convulsionarse... Mi abuelo la bajó del lavabo y la arrodilló frente a él, Lorena no tuvo necesidad de que le dijeron qué debía hacer y empezó a comerse la polla de mi abuelo, como si de un caramelo se tratara... no cabía duda de que Lorena sabía lo que hacía, porque mi abuelo empezó a gemir... Cógeme!! Escuché que le decía mi amiga y mi abuelo, la echó sobre la mesa y la metió toda su verga de un empeñón... Lorena gimió y mi abuelo empezó a bombearla con fuerza... Entre brumas, escuché el timbre... apenas podía moverme, porque estaba caliente y me había estado masturbando, casi llegamos al orgasmo... con furia, fui hasta la puerta, para descubrir a Fabián... Oh!!... Esto sí que se iba a poner bueno.

Le hizo una seña de que no hablara y me miró sin comprender. Me lancé a su cuello y lo besó, metiendo mi lengua en su boca... Él intentó apartarme, pero en seguida noté que se encendió. ¿Te gustó lo de anoche? Le dije sobre su boca y me miró contrariado. No! Me dejaste parado y con ganas de correrme. Me dijo furioso. Mmmm... Podemos arreglar eso. Cerré la puerta, me volví hacia él, que no dejaba de mirarme asombrado, me arrodillé y saqué su polla. No estaba completamente erecta, pero era un buen instrumento...

Le lancé una mirada de llena de picardía e igual que la noche anterior, le di un besito en la cabeza... él gimió y quizá recordando lo de la noche anterior, empujó su verga a mi boca, la cual me comí con deleite, en seguida noté que creció y se puso dura como una roca... seguí chupando con fuerza y al recordar lo que estaba pasando en la cocina, me calenté aún más, aumentando el ritmo de mi mamada, haciendo que Fabián perdiera el control y se corriera con fuerza en mi boca... un chorro de leche caliente golpeó mi garganta y me la tragué toda. Me miró con la respiración entrecortada. ¿Quién iba a pensar que eras una putita? Me dijo asombrado. Yo sonreí y le dije que esto aún no acababa. Sin dejar que su guardara su polla y pidiéndole que guardara silencio, lo tomé de la mano y lo dirigí a la cocina. Cuando nos asomamos, vimos a Lorena a cuatro patas y a mi abuelo, rompiéndole el cuelo... Lorena no dejaba de gemir y pedía más... mi abuelo entraba y salí de su orificio, mientras la masturbaba con los dedos...

No había duda de que Lorena estaba disfrutando. Fabián enmudeció de asombro y sin prever exactamente cuál sería su reacción, tomé su polla entre mis manos y empecé a hacerle una paja, como mi abuelo me había enseñado... ¿No te calienta lo que ves? Mi abuelo está tirándose a la puta de tu novia. Le dije en un susurro... Fabián no dejaba de mirar la enorme polla de mi abuelo que entraba y salía del culo de mi amiga...

Parecía hipnotizado, pero enseguida, los movimientos de mi mano y lo que estaba viendo, endurecieron su verga nuevamente... volví a arrodillarme frente a él y me metí su polla en la boca, luego lo ayudé a desprenderse de su ropa y comencé a chuparle las piernas, los enormes muslos y me fui hasta sus nalgas duras, a las que les di varios modiscos, luego pasó mi lengua por su raya, llegando hasta su ano, donde enterré mi lengua... Fabián gimió. Bien, así que le gustaba. En ése momento, escuchamos a Lorena gemir con fuerza, lo que nos indicaba que se había corrido... Pero mi abuelo seguí excitado y puso a Lorena a que le mamara la verga... Quédate aquí... Le dije a Fabián que me miró sin entender. Al menos no parecía que fuese a saltar sobre mi abuelo. Me quité la ropa y entré a la cocina... Cuando Lorena me vio, se cortó y palideció un poco... Con una sonrisa... me acerqué a mi abuelo y lo besé en la boca, ante la sorpresa de Lorena... Cógeme, abuelito, me estoy derritiendo... Le dije.

Mi abuelo se echó sobre el piso y me puso encima.... sentí su verga grande y dura entrando en mi coño... y empecé a mover arriba y abajo... disfrutando con esa tranca... Mi abuelo le indicó a Lorena que se acercara y ella perdiendo un poco su asombro, se colocó encima del rostro de mi abuelo, que empezó a comerle el chocho... Lorena quedó frente a mí y sin decirnos nada, nos unimos en un beso, juntando nuestras lenguas... las embestidas de mi abuelo se hicieron más rápidas y me corrí entre jadeos, mientras mi abuelo derramaba su leche en mi interior... Entonces recordé a Fabián y me levanté... Lorena se inclinó un poco, hasta la verga de mi abuelo, que estaba flácida, ella empezó a chuparla bebiendo mis jugos y mi abuelo volvió a comerle el coño... Fabián ya había tenido su propio orgasmo, porque se mano estaba llena de leche y tenía una expresión agónica en el rostro... Venga, hay muchos para ti. Le dije y lo metí a la cocina. Lorena de inmediato se cortó, pero estaba tan caliente y las embestidas de la lengua de mi abuelo en su coño, pudieron más, porque volvió a mamar la verga de mi abuelo...

Me tiré al suelo, al lado de mi abuelo y abrí mis piernas, dejando a la vista mi coño, en segundos, tenía la lengua de Fabián, lamiendo mi clítoris y sus boca recorriendo mi chocho húmedo... volví el rostro y me encontré con mi abuelo... nos besamos, y saboreó los jugos de Lorena en la boca de mi abuelo.... mientras Fabián me seguí mamando el chocho... Cógeme, cógeme!! Le dije con urgencia a Fabián y enseguida me ensartó, metiéndome toda su polla el fondo... Lorena estaba gritando con un nuevo orgasmo... y mi abuelo se había vuelto a poner duro... Fabián me penetró con fuerza... provocándome múltiples sensaciones, mientras yo gritaba y gemía como una posesa... entonces vi a Lorena inclinada sobre mí y empezó a chuparme las tetas, mordisqueando mis pezones... esto pareció alterar a Fabián, porque sus embestidas se hicieron más fuertes... sentí a Damián tensarse y se detuvo... Levanté el rostro y la razón de su tensión... mi abuelo estaba chupándole el ano... Fabián se paralizó... Le tomé el rostro entre las manos y los miré a los ojos... Te aseguro que lo vas a disfrutar. Créeme... mi abuelo, con toda su experiencia... siguió chupando las nalgas de Fabián, separándolas, para enterrar las lengua en su ano... Fabián perdió su batalla, porque cerró los ojos y volvió a embestirme... podía sentir esa tranca deslizándose con fuerza en mi coño... luego vi a Lorena bajar por mi curpo, hasta presionar mi clítoris con su lengua... esto fue demasiado y exploté en un orgasmo increíble... de alguna manera, mi abuelo colocó a Fabián con la espalda en el suelo, le levantó las piernas, dejando su ano a la disposición de la polla de mi abuelo... Fabián asintió, cuando mi abuelo lo miró, interrogando...

Con suavidad, colocó la cabeza en la puerta de su orificio y se lo fue metiendo poco a poco... cuando tuvo la mitad dentro, se la ensartó de golpe... Fabián gritó con fuerza y Lorena, siguiendo una indicación de mi abuelo, empezó a mamar la polla de su novia... Mi abuelo empezó a moverse lentamente, hasta que los gritos de Fabián se convirtieron en gemidos de placer... yo que seguía caliente, me colocó sobre el rostro de Fabián y él empezó a comerme el coño... mi abuelo siguió bombeando, cada vez más rápido y los movimientos de la lengua de Fabián se hicieron más apremiando en mi chocho... Lorena siguió mamando el palo de su novio, hasta que con un grito de placer, este se corrió en su boca... a la vez que yo me corría en la boca de su novio... entonces escuché sentí a mi abuelo que me apartó.... se colocó en mi lugar y apuntó su verga a la boca de Fabián... éste dudó un poco, pero en unos segundos, chupó como todo un experto la verga de mi abuelo... disfrutando de su propio sabor, del sabor del coño de Lorena y del mío... Mi abuelo se corrió pronto, inundando la boca de Fabián con su leche caliente... Todos estábamos en el suelo, exhaustos... Con una sonrisa, mi abuelo se acercó y me besó en la boca, luego fue hacia Lorena y frotando un dedo sobre su clítoris, la besó... por último, se acercó a Fabián, lo miró con cariño y sus lenguas se unieron en un beso apasionado...

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