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Demon, Laura y yo

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Esta es la historia de una chica llamada Laura......y de un chico llamado César.

Y de otro más, Alberto.

Alguien más? Sí, Gise, pero ella no hizo nada más que presentarnos y se perdió la fiesta!!!

Un día cualquiera en una ciudad cualquiera a través de conexiones por módem o por cable, no importa, y por ser participantes activos de todorelatos, autores y lectores, con cuenta de correo visible para todos, Gise nos contactó, nos agregó en su lista de contactos de messenger y un día, todos estuvimos en línea......

Gise organizó el chat, participó, invitó a la gente, nos presentó, tiró una idea: un mega relato internacional........y se borró.

Nunca más apareció........

Tal vez, al leer este relato reaparezca por estas lides, pero ya se perdió la fiestita.....!!!

Corría el mes de julio o agosto, del año 2004 o 2005, no sé bien tal vez era el 2006, yo soy Alberto y en esos tiempos andaría por los cuarenta y pocos años, Cesar andaba terminando los 30, y Gise ya pisaba los treinta y pocos.........

Teníamos tiempo de conocernos a través del messenger, manteníamos un contacto muy fluido por mail, además de algunas llamadas telefónicas, nos habíamos mandado fotos, videos, todo, nos conocíamos casi a la perfección, con toda la desinhibición que se puede conocer a alguien.

Somos amigos desde casi el primer día de chat. César es chileno, Laurita es argentina, y ellos viven en sus respectivos países de nacimiento.

Yo, Alberto, soy argentino y vivo en México D.F. desde hace tiempo ya.

Desde el año que nos conocimos, allá por el lejano diciembre del 2003, hasta hoy que escribo este relato, mes de octubre del 2008, habíamos jurado no escribir nada de nuestra historia, sino hasta que obtuviéramos la autorización de los tres.......por suerte y por fin me la otorgaron.

Laurita es muy buena escritora, tiene cada historias!!!! Y son todas reales, que a nadie le quepa ninguna duda......

César, gran amigo, gran escritor también, se trae cada aventura que mejor ni hablar..........y yo no me quedo atrás, pero de todos modos, siempre cuido la retaguardia.

Laurita, César y yo siempre fuimos grandes amigos, con total desinhibición sexual, obvio, no?

Los tres autores y lectores de todorelatos, los tres buscados para colaborar con otras webs de relatos sexuales, los tres publicando siempre historias reales.

Qué fiestita......

Laurita, que había sido estrenada por todos sus orificios, tenía todavía cosas que aprender.

César y yo también.

Estábamos cenando en un restaurante de Puerto Madero, buena cena y buenos tragos, ya el alcohol nos había aflojado un poco, y César le comió la boca a Laurita.....sentí celos!! Laura lo notó e inmediatamente me besó, para poner la cosa en empate.......

Nos fuimos del restaurante, directo y sin escalas a un hotel muy famoso, muy caro y muy cercano a Puerto Madero.

No recuerdo bien, pero enseguida estábamos los 3 en pelotas, Laura, César y yo.

Laurita nos mamaba la verga a los dos, y los tres nos reíamos. Era la primera vez que nos veíamos, y no habían pasado más de 3 horas y ya estábamos en plena orgía, en pleno trío.

Nos acordábamos de Gise y le agradecíamos.

No sé si fue César o yo el que la penetró a Laurita primero, pero sí sé que ella gemía y pedía más, era insaciable.

César la taladró en cuatro patas, y yo le metí la verga en la boca. Luego intercambiamos posiciones, y yo se la metía en el culo y era el chileno el que le llenaba la boca de verga a Laurita, que gozaba como nunca.

Ella ya había tenido tríos, nosotros también, por lo que nuestros movimientos eran expertos, si bien era nuestra primera vez en trío.

César y yo nos colgábamos de una teta cada uno, y se las chupábamos a dúo mientras uno le metía un dedo en el culo, otro se lo metía en la concha.......

Faltaba algo, algo nuevo para los tres, había algo nuevo? Sí......si bien los tres éramos muy expertos en el sexo, nunca habíamos experimentado la doble penetración.......

Laurita lo dudaba, César y yo la tratamos de convencer.....lo logramos!!!!

Para ello, le chupamos el culito y la concha, entre los dos, la tocamos todita, la gozamos y la lubricamos. Llegamos a un nivel de calentura tal que la doble penetración ya era pedida a gritos por Laurita: que mujer, que golosa, que atrevida era.

Me senté en la cama, y Laurita se sentó de espaldas a mi, metiéndose hasta el fondo mi verga en su culo, y una vez penetrada analmente, César se colocó de frente a ella, y apuntó con su chilena verga a la argentina concha de Laura, costó un poco, pero lo logró.

Lo habíamos logrado: yo la tenía ensartada por el culo, y él por la concha.

Nuestro sueño se había cumplido.

No lo podíamos creer.

Los tres felices cogimos por un buen rato, hasta quedarnos dormidos...

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