Nuevos relatos publicados: 6

MI DON (24)

  • 42
  • 6.460
  • 9,76 (17 Val.)
  • 0

Ana – Estrenos.

Retomemos, estaba en la cama con Ana, justo después de que mí querida preciosidad de novia me hubiera hecho una demostración de ciertas habilidades de manipulación, para hacer que Alicia me regalara un pase en ropa íntima y biquinis, conmigo desnudo  tomándola fotos. Ana empezaba a disfrutar del placer de verse algo superior al resto, y eso me parecía perfecto, quizá, por que yo mismo la enseñé a serlo, y sentirse así. Supongo que lo hizo para calentarme o agradarme por que justo fue salir Alicia por la puerta, Ana me pidió que me la follara salvajemente.

Encantando, arremetí con todo, sacando a la bestia y soltándola, si era lo que quería Ana, se lo iba a dar. Acelerando mis embestidas fui metiendo mi largo falo  en su interior, con ella boca arriba sobra la cama doblando sus piernas como una rana, para dejarme sitio entre ellas,  hasta penétrala por completo,  una vez allí, fui notando como sus paredes vaginales cedían ante mi. Fui percutiendo en su pelvis con una violencia mayor a cada paso de los minutos, buscando su boca, su oreja, su cuello y sus senos con mis labios, mientras mis manos se apoyaban en el colchón para dejar a mi cadera libre de presión y así matarla, sus gemidos fueron aumentando, escapándosele risas de emoción mientras me arañaba en los hombros.

Al ver venir un orgasmo, aprendí a tomarme descansos cuando Ana se corría, paraba y con mis dedos la hacia venirse hasta que se le pasaba, para volver a la  penetración. Debía tomar esos atajos si quería mantener el listón, Ana estaba a un nivel desproporcionado respecto a su inicio en el sexo. Después del 1º orgasmo, la levanté una pierna, estirándola sobre mi cuerpo erguido,  para usarla de amarre y así elevar el ritmo  durante un buen rato. Viendo como mi amada se pellizcaba los pezones y jugaba con sus senos mientras sus manos tenían control, las oleadas le hacían agarrarse a la colcha de la cama, y abrirse de piernas para tener menos fricción, ella también tenía sus trucos, pero no evitó un 2º orgasmo que la sacudió el cuerpo y me hizo caer sobre ella, buscando sus labios y su lengua de forma desenfrenada. Sus uñas se clavaban en mi espalda al notar como mi pelvis continuaba con movimientos dulces y largos. Ana tomó el control y me giró tumbándome a mi  boca arriba, era su turno, lo veía en su cara, en sus ojos y en su melena.

Se agachó para besarme, como cogiendo fuerzas para incorporarse apoyada en mi pecho, y mirando al techo, moviéndose al son de una música inexistente,  se dejó acostumbrar a mi rabo en su interior, haciendo giros amplios de caderas, mientras mis manos acariciaban sus muslos e iba subiendo por su vientre, lo que la hacia morderse el labio de lujuria, hasta alcanzar sus pechos, duros y salientes. Me incorporé para besar los senos y chuparlos como un crío de teta, hasta que Ana me empujó de nuevo contra la cama, se apoyó en mi pecho y empezó a subir y bajar su cadera, con mi polla entera dentro y sin sacar más de la mitad,  eran gestos grandes para ella, que fue aumentando el ritmo, por decirlo de alguna manera, ella también sacó a su bestia, y me cabalgó de forma brusca y agresiva media hora larga. No podía aguantar  5 minutos seguidos así, Ana paraba por cansancio o por que se corría, para besarme y acariciarnos, hasta volver a empezar, cambiado apoyos de sus manos, en mi pecho, en el colchón, a los lados de mi cabeza, o bien echándose un poco hacia uno de los lados, dejándome atacar uno de sus pezones, pero ahora fui yo quien, sin soportar el placer, se vació en su interior, con una serie de espasmos brutales en mi cadera, que la hicieron estremecerse y sacar una sonrisa picarona de logro alcanzado. Se rindió entre risas en mi pecho, jugando con la humedad del sudor de mi piel con los dedos

-ANA: ¿Crees que ellos lo harán como nosotros? Teo y Alicia….

-YO: pues no lo creo, pero no lo sé.

-ANA: yo tampoco, según me ha contado  Ali,  Teo no la tiene tan grande como tú, dice que algo más de la mitad, y eso que solo te la había visto en reposo……- “Joder, no sabía que se había fijado tanto”.

-YO: bueno, pero no solo es el tamaño peque, lo mismo se mueve como un diablo en la cama.

-ANA: ¿Mejor que tú? Ni de broma

-YO: no hace falta ser yo para ser bueno en la cama…...- me empezaba a cabrear tener que defender al pobre Teo.

-ANA: ni eso, según dice Alicia……- la corté con un  beso y un cachete en el culo.

-YO: deja que Alicia y Teo arreglen sus cosas, y no te metas, ahora termina lo que has empezado, por que ya la tengo dura de nuevo.

La saqué de encima poniéndola a 4 patas, viendo como se llevaba la mano al coño para acariciárselo y abrírselo, mientras yo me ponía detrás de rodillas, y la fui perforando con calma su cuerpo caliente, sacándola suspiros y gemidos de aguante hasta tenerla empalada de nuevo.

La levanté poniéndola de rodillas también, y comencé a follármela de forma animal agarrándola de las tetas mientras nos buscábamos con los labios, el sonido era atronador de mis golpes en su trasero,  continué y  la atravesé hasta sacarla un orgasmo que manchó toda la cama  y sábanas con sus fluidos, pero no paré, Ana  aguantaba más,  solo la dejé caer a 4 patas de nuevo, para verla hacer fuerza contra mis embestidas. Conseguía moverse en dirección contraria mientras la mismísima bestia la estaba matando, ya en su carrusel de orgasmos.

1 hora después su cuerpo dijo basta y se dejó caer dando con el pecho en la cama, siendo un culo me pompa castigado sin piedad,  gritaba y gemía cada orgasmo, mordiendo las sábanas para no alertar a los vecinos, sollozando de gusto hasta que me fui a  correr por 2º vez. Como siempre, regalé lo mejor para el final, un acelerón que hizo que Ana volviera en si de su estado, manteniéndose  en vilo en el aire solo con las piernas y la fuerza de su espalda y vientre, sin manos apoyadas, ya que se estaba separando sus nalgas. Estaba en el momento óptimo

-YO: peque, te voy a meter un dedo en el ano.

-ANA: vale, pero amor, ten cuidado……- asintió con la poca cordura que le quedaba.

Me chupé el dedo pulgar de la mano izquierda, y lo pasé por el coño de  mi amante, hasta tenerlo bien mojado, luego hice lo mismo con su ano, jugando con él, apretando un poco sin llegar a  entrar, sacándola gemidos. Previniendo mi corrida,  fui bajando el ritmo un poco, necesitaba tiempo, fui amagando, apretando más en su ano, notando como de estar completamente cerrado empezó  a ir cediendo ante mi dedo, mi otra mano se fue a su clítoris y la masturbó para no perder ese nivel de placer, para que cuando hice el golpe final, metí  el principio del pulgar en su culo. Soltó un alarido descomunal mientras mi mano aceleraba en su vulva, cuando se calmó volví a apretar para introducir ya con facilidad el resto del dedo, a pocos, sin forzar y sin hacer gestos raros, solo iba haciéndose sitio con calma, sin dejar de masturbarla a la vez que la penetraba, viendo como sus músculos del recto iban cediendo.

-ANA: ¡¡DIOS!! Duele, duele mucho.

-YO: ¿Lo sacó?

-ANA: ¡¡¡NO!!! Déjalo, no te muevas, solo sigue, pero no muevas ese dedo – se mordía los labios y amagaba soltar puñetazos.

Haciéndola caso, aceleré de nuevo mis embestidas un minuto, usando mi dedo como agarre para terminar matándola en otro orgasmo que baño mis piernas, y puso su cuerpo a convulsionar. Eso no ayudó a mantener mi dedo quieto,  y  como un pescadilla que se muerde la cola, la volvía a hacerse correr por la sensación de ser doblemente penetrada. Bastó para que mi semen la inundara de nuevo, haciéndola notar como los chorros de esperma la iban alcanzando hasta la pared del útero.

-ANA: ¡¡Madre de dios, no pares ahora, sigue!! - estaba poseída, roja y angustiada, pero pedía más, una vez que empezaba algo no lo terminaba hasta dominarlo.

Fui sacando el dedo despacio, hasta que  Ana se recuperó dándose la vuelta de rodillas, besando alocada mi cara, llevando una de sus manos a mi polla y masturbando en busca de su 3º ronda. Mis manos iban directas a su trasero, jugando con él dedo corazón por encima del ano, provocando que Ana se petrificara, mirándome con la boca abierta y mirada lasciva, le daban pequeños espasmos al notar mi dedo pasar por allí, tratando de bajar su cadera para que la volviera a penetrar. A la 4º vez que jugué por trasero,  le llevé un dedo corazón a su boca, el cual chupó entendiendo la idea, lo dejó bañado para que cuando lo bajé a su ano estuviera listo, me abrazó y sacó la cadera facilitando que volviera a apretar y penetrar su ano con el dedo. Nada más meter la punta volvió a temblar entre mis brazos, gimiendo, mirándome a los ojos,  pegados frente con frente, abarcando todo el aire que podía con su boca. Según mi dedo iba haciendo fuerza, ella iba sacando la cadera para ganar empuje y volviendo a entrar  profundamente, oyéndola gimotear cuando notaba como se iba  abriendo.

-YO: ¿Te duele?

-ANA: un poco, pero puedo soportarlo, sigue.

Con mucho cuidado, seguí hasta meterle el dedo entero, obligándola a respirar con golpes de aire al expirar, jugando con  en su interior, besándola de vez en cuando. Me ladeé un poco para que mi otra mano fuera a su coño, penetrándola también y acariciando su clítoris con el pulgar mientras el resto de dedos se hundían en su interior hasta encontrar su punto G.

Lo estaba  soportando por mí,  por que Ana sabía que yo quería, pero solo con el ano abierto no estaba disfrutando, aún no, así que aceleré el proceso llevándola a un orgasmo con mis manos, trabajando su vagina sin descanso, mientras mi dedo salía y entraba con cuidado de su ano, notando como acompasaba su cadera cuando entraba y salía. Me estaba poniendo malo al ver a Ana poseída y dejándose masacrar por  ambas hendiduras, la agaché para dejarla a 4 patas y atacar sus coño con mis labios, comiéndoselo como bien sabia, pero ahora, mientras una mano jugaba con su clítoris y mi lengua repasaba cada rincón, mi otra mano estaba en su ano siendo cruelmente placentera en su culo. Se agarró a la almohada, para soportar aquel vendaval de sensaciones que la estaban martirizando, se corrió varias veces, y en ese estado logré introducir otro dedo en su ano, sin piedad ya que,  ahora si, Ana estaba disfrutando del placer del sexo anal, volvía a hacer fuerza contra mi, pidiéndome que continuara hasta meterla ya 3 dedos por el culo, era un espectáculo grotesco. Totalmente empalmado, me arrodillé detrás de ella, pasando mi rabo por todo su culo.

-YO: ¿Estás preparada?

-ANA: ¡Si! Pero en mucho cuidado amor………- asintió casi sin mirarme.

Con mimo, me coloqué y  puse la punta del glande en su ano abierto, y gracias al trabajo previó, metí la punta de forma continua pero despacio. Ana hizo el silencio, su cara reflejada en el espejo de enfrente era de dolor angustioso, pero se mantenía firme soportando que cada milímetro de mi polla fuera haciéndole un agujero enorme en el culo.

Con fuerza fui entrando, la presión era brutal, pero según pasaba la barra de carne ella cedía, me dolía el rabo de la fuerza de sus músculos, pero al final metí  media polla, arrancándola gemidos de lastima, gritos escandalosos,  que sin duda Lara y Alicia estarían oyendo. Asna sollozaba que la estaba partiendo el culo,  que la abría en dos, y que lo hiciera con cuidado,  quise ser rápido, y sin dar mucho tiempo la saqué y volví a meter un par de veces de forma calmada, hasta lograr algo de fricción,  que devolvió aquello más al sexo que a un castigo medieval, que parecía por la mirada y los gestos de Ana.

Siendo más fluido todo, mi antaño “primita”, reaccionó volviendo a mi dimensión,  según iba penetrándola a una velocidad ridículamente lenta, hasta que ya no había tanta presión,  agarrándose a lo que podía, la almohada o las barras de la cabecera de la cama. Mis penetraciones aumentaban en ritmo muy pausadamente, pero su cuerpo se vencía a mi fuerza, notando como su piel del ano se contraía y se expandía con los movimientos de mi pelvis, llegando a gemir de gusto, mientras una de sus manos se fue a su coño para seguir aumentando el placer, pero lo tuvo que dejar, solo tenía fuerzas para aguantar mis acometidas en su culo. Fue una maravilla estrenarlo y ver como se volvía cada vez más fácil y más estimulante para ella. No me había dado cuenta pero mi rabo ahora la penetraba totalmente, la tenía que doler horrores, chocando con sus nalgas de forma rítmica y sacándola un par de orgasmos anales con palabras obscenas impropias de una señorita,  una gozada que solo pude mantener 20 minutos hasta reventar de semen su interior, la presión, fricción y verla tiritar cuando la  sacaba cogiendo aire para aguantar la siguiente usurpación de su virginal culo, no me dio para más. Cuando Ana casi se desmayaba de hacer fuerza contra mi, en los últimos golpes de cadera derivados de mis sacudidas, me hicieron vencerme sobre la espalda de ella, quedando dentro  y notando como mi polla volvía a un estado  flácida mientras el agujero de su ano se mantenía enorme, respirando a su vez, acompasando mi pecho a su espalda.

Había pensado en llevármela a un fin de semana de viaje, o a el hotel donde la desvirgué,  para hacer el estreno anal de forma romántica, pero me había puesto muy caliente entre Lara, Alicia y que mi novia las manipulara de esa manera. No pude contenerme y a Ana no pareció molestarle. Había un silencio sepulcral en la habitación, pasamos unos segundos, tratando de hacer que Ana volviera a respirar de forma natural.

-YO: ¿Cómo estás peque?

-ANA: me escuece…… no me duele pero lo tengo resentido………. joder, que burrada……- siseaba con la boca entre ligeras convulsiones apenas perceptibles.

-YO: ¿Te ha gustado? - tardó unos segundos en contestar.

-ANA: si, no sé, me dolía al principio, me ardía el culo, pero lo deseaba, luego se ha ido disipando, no es que no me doliera, pero  solo notaba placer, ¿Es normal?

-YO: creo que si, la verdad es que no sé como te debes de sentir……..- estaba intentando incorporarse, la ayudé.

-ANA: es que, no sé, creí que me iba a doler todo el tiempo, y no, llegado un punto algo ha cambiado y me ha empezado a gustar,  no podía casi moverme, pero en plan bien, al final no ha sido para tanto jejeje – “Eres increíble, perfecta en todos los aspectos”, casi se lo digo.

La saqué de su interior admirando el agujero hecho, tenia semen y alguna gota de sangre brotando de su ano, y al mirarme la polla vi lo mismo, más algo de heces en mi polla, (Si, chicos y chicas, cuando se folla por el culo en la vida real, sin una lavativa previa, o experiencia, pasa alguna vez, el porno nos tiene mal acostumbrados.). Ana se dio la vuelta mirándomela con cierta cara de asco.

-ANA: ¡Dios, que guarrada! Perdona.

-YO: tranquila, es normal la primera vez, no pasa nada…….- se giró avergonzada, viéndose en el espejo de espaldas.

-ANA: ¡¡MADRE MIA!! ¿Has visto mi pobre culo?, ¡¡¡Mira que agujero!!! - sonreí ante su expresión,  tan sorprendida y sincera, mientras se llevaba la mano al culo y palpaba por encima, asombrada de cómo se iba cerrando poco a poco, y de cómo goteaba mi semen.

-YO: eso es culpa mía, jajaja, venga vamos a la ducha y nos limpiamos bien antes de que se te cierre y te pases cagando sangre y semen 2 días…- sonreímos y acaricié su sofocada cara -.... ¿Estás bien entonces?

-ANA: siiiiiii, tranquilo, ya me conoces,  solo me ha pillado de sorpresa, pobre de mi, vaya socavón….- se miraba de refilón, sin prestarme mucha atención,  pero colocando sus manos como los niños para que la cogiera.

Me puse en pie y la cogí en brazos como recién casados, viendo en su cara gestos de escozor, la metí en la bañera y me pidió que saliera, no estaba como para poder apagar mi fuego si me encendía al verla duchándose. En el bidé me lavé un poco la polla, cuando salió Ana,  me metí yo y terminé de asearme mientras Ana se secaba su larga melena. Me dio tiempo a salir de la ducha, darla un beso por la espalda, notando su gesto torcido al rozarme con su trasero y notar algo de crema que se había puesto en su culo.

Salí a beber algo, de nuevo estaba seco,  de nuevo iba en bolas, y de nuevo al salir estaba Lara en la puerta del pasillo, desnuda y masacrándose con una masturbación feroz, La ayudé llevando mis manos a sus tetas y dándola la vuelta para que notara mi polla en su trasero.

-YO: que sepas que acabo de desvirgar el culo a Ana, ¿Aún te crees mejor que ella? - susurré a su oído y la solté un azote en un pecho antes de estrujárselas y jugar con sus aureolas,  le hizo correrse al notar mis dedos en sus pezones, di por sentado que seria por su masturbación, no sé cuento llevaría allí.

La sorpresa fue al soltarla e ir a la cocina por el salón, vi a Alicia haciendo exactamente lo mismo, masturbándose tirada en el sofá, aún vestida con el último modelo que la vi puesto, la falda ceñida medio suelta y su mano perdida entre sus piernas. Estaba tan ensimismada que ni se dio cuenta de que yo estaba allí, así que pasé de largo, quedándome a mirar más de lo precavido, cómo se metía 3 dedos y su pubis, totalmente brillante de fluidos.

“Pobres, ¿Que les pasará?” pensaba sin darme cuenta que el problema, era yo, o mejor dicho, éramos Ana y yo follando. Solo con oír como Ana era embestida por mí,  ahora que ambas me habían visto desnudo con la polla tiesa, las volvía locas.  Alicia no era así para nada, y  por estúpido que pareciera, en ese momento no me di cuenta de ese detalle, o si lo hice, lo ignoré, mi vida era Ana.

Al volver de la cocina ya estaba Ana en el sofá hablando con Alicia como si tal cosa, no sé si la había visto o no, o si Alicia me había visto a mi pasar, o no, me dio igual. Me fui a ponerme unos pantalones cortos amplios, empezaba a apretar el calor y solo iba con eso habitualmente, pero desde ese día, siempre que estaba solo en casa con ellas, iba desnudo, mezcla de comodidad y morbo. La idea de acabar follándome a todas se pasaba por mi cabeza, pero me golpeaba en el melón, era una idea estúpida de cerdo salido, tenía a Ana, y ahora tenia también su ano, y lo iba a aprovechar.

 

Ana – Manipulando.

Sin ir más lejos, esa misma noche Ana y yo volvimos a follar, y la volví a abrir el culo, con muchos menos problemas, y con Ana algo más activa. Como siempre había hecho, con el paso de los días iba enseñando y practicando con ella hasta que dominaba bien el tema, y para cuando empezamos a ir a la piscina Ana era una experta en el sexo anal, hasta buscó como hacerse las lavativas ella sola por Internet, para que no se repitiera lo de la 1º vez, ya casi no pasaba, y después de la 2º o 3º vez ya no sangró  por el culo.

Todo ello llevó a que aumentaran de golpe las horas de sexo seguido con Ana, esas apenas 3 horas de solo sexo vaginal aumentaron a casi 4 y media con su precioso culo, y pese a que lograba que se corriera con el sexo anal, un arte bastante difícil. Siempre terminaba matándola con la bestia por el coño, era colosal vernos follar, y tengo más de una sesión grabadas para confirmarlo. Si atacar su coño desde atrás era un escándalo, metérsela por el ano era aún mejor.

(Aclaración nueva, el sexo anal es diferente, algunos ya lo sabréis y otros no, pero mientras en la vagina las mujeres tienen las terminaciones nerviosas que generan el placer en los primeros 5-6 centímetros de su interior, en el ano no los hay, son terminaciones nerviosas normales. Por lo tanto, en él sexo anal el punto morboso está en que, a la mujer,  ese nivel de dolor al sentir la fricción, la excite. Algunas no lo soportan, la mayoría   por miedo al dolor y no por el dolor en si, ya que  van para parir y soltar un bebe con la cabeza de 19 centímetros de diámetro por la vagina, están preparadas para soportar dolor. Las que disfrutan del sexo anal lo saben bien, por eso, muchas mujeres a la vez que son penetradas analmente, se masturban el clítoris).

Creo recordar que lo acontecido fue el 1º día de piscina en que fuimos y pasamos el día allí todos los del piso. Habíamos vuelto a casa del día de baño antes las chicas y yo en el coche, sobre las 7 de la tarde. Manu y Teo habían quedado para salir y charlar, a ver si Manu tenía más suerte con Teo, por que  mis intentos por hablar con Teo sobre su relación con Alicia no fueron nada bien, llegando a enfadarse conmigo y con Alicia, y ese día en la piscina no fue diferente, me  tuve que llevar a las chicas para separar a Teo de Alicia.

La verdad es que fue una excusa, quería llevarme a Ana a casa y reventarla por culpa de su escueto biquini, era uno de los normales pero su cuerpo lo hacia demasiado excitante, jugueteando con la gargantilla, y tonteando con caricias y roces en el agua. Incluyendo ver a Alicia con uno de los bañadores atrevidos coqueteando con Teo, sin éxito en mejorarle el humor. Y con Lara, bueno, a ella os podéis imaginar, sus enormes tetas se le salían  del biquini, sin importarla demasiado ni hacer nada por evitarlo,  lo llevaba más suelto de lo normal y  aprovechaba para restregarse conmigo jugando en el agua, o dándola crema, en una erección tuve que esquivarla al notar sus manos bajo el agua masturbándome, Ana se percataba y me la sacaba de encima.

Yo, por hacer una idea, con mi cuerpo formado,  marcando músculos con tableta incluida, y mi doble bañador para evitar aún más miradas de mujeres sobre mí. Ana estaba encantada, pero tensa, por que todas esas chicas se fijaban en mí, y más de una entabló conversación conmigo en la cola del puesto de helados o en el acceso a vestuarios, y mi actitud dicharachera las daba pie,  por lo que Ana no tardaba en echárseme encima y agarrarse de mi cuello para dejar claro, que aquel hombre estaba pillado. A mí me pasaba igual con ella, sin duda Ana era de las más atractivas de la piscina, pero ninguno se arrimaba al verme junto a ella. Por eso, al llegar a casa la destrocé en el 1º polvo, estando más de 1 hora follándome su culo con ella en vilo por los aires.

Cuando se repuso me miró lujuriosa,  saqué un consolador corto pero ancho que teníamos, en forma de huevo, y se lo metí en el ano, dejándoselo allí mientras la desmayé por el coño al 2º polvo más de hora y media después, haciendo gritar barbaridades y sacar de mí al animal que llevaba dentro, martirizándola contra la pared. Era la 1º vez en varios meses que lograba que Ana se desvaneciera, pero apenas duró así unos minutos, logrando que terminara corriéndome en su boca con una de sus mamadas de cine, tragándose encantada todo mi semen acumulado de todo el día.

Salimos a cenar algo las chicas y yo, charlamos con Lara y sobretodo para calmar a Alicia un rato. Llamé a Manu y me dijo que iban a salir de marcha con Teo, y que volverían tarde, así que volvimos a casa, cada uno a  nuestros respectivos dormitorios.

-ANA: bueno, vale ¿Y ahora que? – me decía tumbados en la cama,  quería consejo sobre cual seria la siguiente travesura, una vez dominado el anal, pero estaba en banco, había leído y repasado mil cosas ya y casi todas estaban completadas, todas las que puedan cumplirse entre 2,  y sin sado que no nos gustaba a ninguno, solo algún cachete o bofetada llevada por la pasión, pero nada raro.

-YO: pues la verdad es que no lo sé, me tienes agotando mi imaginación, queda poco o nada.

-ANA: la verdad es que a mi también, ¿No hay más en Internet?

-YO: nada legal jajaja, todo lo que queda es con más gente……..

-ANA: no sé, me da cosa, yo te quiero a ti.

-YO: mujer, y yo a ti, es solo probar,  y ver  si se disfruta o no, te juro que para mi no significa nada.

-ANA: que no, no te pongas pesado, algo más tiene que haber.

-YO: pues no se me ocurre nada, nada que no incluya a otra gente…..ya sabes, tríos,  orgías o intercambios de pareja…..- se moría de celos con que me miraran más de 2 chicas por la calle,  a Lara se lo permitía para castigarla, ¿Pero dar vía libre a eso?, creía que era su punto débil.

-ANA: ainsss, no sé, es que me da mucha vergüenza que me vean desnuda…… – aluciné al no oír una negación rotunda.

-YO: no seas boba, ya te ha visto más de una,  y  sabes que los tíos matarían por estar contigo, no sé, yo solo lo digo por que no hay más opciones.

-ANA: pero yo no quiero, ni necesito tíos, te tengo a ti, pero si tú quieres……..alguna mujer…..- incrédulo con su disposición -….podríamos……..- zanjé su idea.

-YO: yo tampoco quiero ni necesito más mujeres…… – me miró sin creérselo -…. en serio, pero si quieres que sigamos jugando,  no hay opción……- no lo necesitaba, Ana me colmaba y ya podía desatarme con ella, con cierto autocontrol, pero no sabía hasta dónde estaría dispuesta a llegar ella.

-ANA: ¿Y dónde conocemos gente………..así?- “¡¡Joder, que se lo está planteando de verdad!!”

-YO: bueno, no hay un número de envió de salidos a domicilio, ya viste como es de fácil encontrar gente que quiera lo que tú y yo tenemos, como la recepcionista del hotel en tu cumpleaños, los dependientes de las tiendas o cualquiera,  son gente normal.

-ANA: ya,  pero me muero solo de pensar que una persona desconocida me vea,  no ya desnuda, sino……ya sabes……….follando.

-YO: ¿De que hablas? Hemos  estado follando en sitios públicos, y Lara está todo el día pegada a la puerta cuando lo hacemos…. - se le iluminó la cara.

-ANA: ¡Claro, Lara!, ¿Cómo no se me había ocurrido? Lleva meses tirándote ficha y la conozco de sobra, es perfecta, podemos jugar con ella como queramos,  está loca contigo y tu polla, lleva semanas rogándome que la deje que te folle, la hablé de cómo me desvirgaste a mi, y quiere que se lo hagas a ella…….- me abrumé por su ímpetu y la cantidad de información dada.

-YO: coño, ¿Y por que a ti y no a mi?

-ANA: yo que sé, se habrá cansado de intentar convencerte a ti, y lo intenta conmigo de nuevo - lo noté cierto tono raro.

-YO: ¿Cómo que contigo……..de nuevo?- se puso roja como un tomate.

-ANA: bueno……….es que Lara y yo, bueno…antes de lo nuestro, y luego al volver a Granada pues eso….

-YO: ¿Qué?

-ANA: pues que nos liábamos y eso, ya sabes, rollo lesbianas, pero sin serlo……..- me quedé patidifuso ante esa revelación.

-YO: joder que calladito te lo tenias, ¿Y ahora la vas dejando que  tire los trastos a tu novio?

-ANA: es una guarra pero era mi amiga y me sentía sola, no sé, por probar…eso no importa, lo que importa es que está aquí con nosotros, y podemos hacer con ella lo que queramos……..- su cara era casi maquiavélica.

-YO: bueno podemos seguir jugando con ella…….- me cortó con un beso de nerviosismo.

-ANA: no, basta de juegos, va a ser nuestra………putilla jejeje - se me echó encima masturbándome, creo que  la idea la estaba calentando, o  quería excitarme para que me pareciera mejor idea, cuando la verdad,  ya me lo parecía.

No me atraía la idea de follar con Lara, si no,  eso ya hubiera pasado hacia meses, era que Ana quería que lo hiciera, y con su consentimiento, follárme aquel par de tetas de Lara no seria ningún problema, más aún desvirgarla, algo que me parecía increíble si tenía rollos  con Ana, su anterior  mejor amiga, era una calienta pollas y llevaba meses provocándome, que su coño aún no hubiera sido profanado era un milagro. Lara se había urbanizado un poco, ya no era un guarra hippie porrera, se preocupaba de su estilo, y se compró ropa  ceñida y atrevida, se arreglaba el pelo y esas cosas, supongo que con lo ligera de casos que era, y su monumental escote, que  ahora si estaba siendo bien trabajado y expuesto con escotes de vértigo, tendría a unos cuantos babeando tras ella, pero mi cabeza sabía que lo hacia solo por mí. Muchos de los modelos que se compraba,  se los veía a Ana, o los imitaba  o quería ser ella, para tenerme a mí. Como no funcionó, es cuando empezó a ir medio desnuda por la casa, luego desnuda y luego a meterse en mi cama e iniciar sus torpes y grotescos intentos por  que me abalanzara sobre ella, para entonces tenía su cuerpo más que visto, su culo no era tan malo, al igual que el resto de su cuerpo, su cara algo estropeada y su pelo corto no me gustaban, pero simplemente todo quedaba afeado por sus enormes tetas, sin sujetador ni caían pese a su peso. Tenía unos pezones enormes y altamente sensibles, y su coño pasó de ir con bastante bello a ir completamente rasurada, lo sé por que el día que se rasuró me lo fue  a enseñar, toda orgullosa.

-YO: como quieras, pero por que tú quieres, entiende que a mi esto me da igual, yo te quiero a ti.

-ANA: lo sé, confío en ti, si no,  no te lo pediría, llevas meses aguantando a esa zorra desnuda en nuestra cama sin tirártela, pero ahora te pido que lo hagas, quiero que la próxima vez que te vea tiemble y no ande metiéndote mano – no lo decía, pero ansiaba manipular a Lara.

-YO: está bien, ¿Cómo quieres que lo hagamos?

-ANA: no lo sé, no tengo ni idea, ¿La llamo? - se refería a decirla que viniera al cuarto ahora.

-YO: jajajaja no, esa loca debe estar masturbándose en el pasillo o el salón, como hace siempre que sabe que estamos follando, así cuando salgo me busca para ver si tengo ganas de más y le toca a ella, o por si sales tú y se mete ella en la cama.

-ANA: ¡Que golfa es! Pues lo va a pagar,  me voy a salir a su cuarto, que tengo allí algo para ella, cuando se meta aquí contigo, haz como si no pasara nada, como siempre y cuando se despiste, usa las cuerdas y las esposas, átala y déjala bien abierta de piernas, como haces conmigo - me gustó su serenidad, y me asombró su determinación.

-YO: ¿Y si se resiste? - sonrió bajando su boca hasta mi polla poniéndomela dura con sus labios.

-ANA: esa zorra quiere tanto este enorme falo, que no te pondrá pegas en el cómo  si le dices que la vas a follar, así que   cuando esté así, no sé, haz…… lo que sabes………… para tenerla de……..¿Esclava? - sonreía malévolamente, le había contado al detalle mis andanzas con mi leona, Madamme y las colombianas, y le atarraya esa parte oscura del sexo.

Le costó dejar de chupármela para irse de la habitación completamente desnuda, la oí hablar con Lara en el salón, y como de un portazo, se metía en el cuarto de Lara. Al momento sentí como Lara se acercó corriendo, se metió en mi cuarto desnuda y viéndome boca arriba con la polla tiesa,  se me echó encima como solía hacer cuando iba confiada.

-YO: hey, ¿Que tal?

-LARA: aquí estoy, para lo que necesites.

-YO ¿Y que se supone que necesito de ti?

-LARA: no te hagas el tonto, Ana me acaba de contar que no puede más contigo y se siente mal por que no es capaz de seguirte cuando la follas, que te quedas a medias, yo si soy capaz, déjame demostrarlo mientras ella llora en mi cuarto……. – que lista era  Ana, se estaba volviendo una manipuladora nata, me la había servido en bandeja.

-YO: bueno, es cierto,  Ana últimamente esta menos pendiente de mí, no como tú…….- la pobre ilusa creyó que iba en serio, y sonrió creyendo que su plan había funcionado, que por fin yo me había dado cuenta de que ella era mejor que Ana, así que se lo hice creer -….. y la verdad es que llevo unas semanas tirándomela pensando en ti y tus tetas - una mentira tan grande como sus senos, los cuales puso orgullosa en mi cara.

-LARA: ¿Estos? - se los lamí gustoso, ahora si, como había llegado a soñar hacerlo, agarrándolos con ambas manos y apretándolos entre ellos,  chupando sus pezones, como había notado,  eran tan sensibles que en pocos lametazos los tenía tiesos y el cuerpo le temblaba.

-YO: los mismos, necesito hacerte mía,  pero me da miedo, eres virgen….

-LARA: da igual, no soy como la frígida de tu novia, a mi me puedes romper el coño a tu gusto sin miedo, aunque sea la 1º vez.

-YO: eso dicen todas, pero siempre salen huyendo….- puse la cara de tristeza más falsa que  pude.

-LARA: yo no lo haré, déjame que te haga mío  y me tendrás siempre……..- su cuerpo era de gelatina, estaba frotándose con mi polla palpitando entre sus piernas y sus tetas ahogándome en la cara.

-YO: bien, pero si empezamos ya no pararemos hasta que yo quiera, y para eso no puedo jugármela, déjame que te ate a la cama…...- la petición era extraña, pero Ana dio en el clavo, estaba tan desesperada que le daba igual cómo, le brillaban los ojos de felicidad.

-LARA: hazme lo que quieras - por 1º vez probé sus labios, y su lengua, sin duda era habilidosa, su fama era merecida, y mis manos instintivamente se pusieron  trabajar aquellas montañas que tenia por senos, a los que tenia ganas pese a haber jugado con ellos antes.

La di la vuelta tumbada boca arriba sobre la cama, y con mucho mimo fui colocándole las esposas en las barras de la cabecera de la cama,  eso dejó sus pechos a mi entera disposición, los cuales castigué hasta sacarla un orgasmo no buscado, sus pezones eran puro fuego y con solo eso, y frotarse los muslos,  ya había cedido. Me aguanté la risa, ya estaba así sin haberla tocado aún, y se las daba de hembra superior a Ana, “Ilusa”, espetaba en mi cabeza. Fui bajando por sus piernas hasta atarlas  a los laterales del somier, con unas cuerdas que Ana compró hacía mucho, asegurándolas bien fuerte y dejándola totalmente abierta y expuesta.

-LARA: ¡Fóllame ya cabrón! Me tienes loca, párteme el coño de una vez,  quiero ser tu puta - su palabras estaban dirigidas, serian las chorradas que les decía a los chicos para tenerlos comiendo de su mano como calienta pollas que era.

-YO: y lo vas a ser …..- subí de nuevo por su cuerpo con mis labios, parándome en sus pezones, sus aureolas eran tremendas y sus pezones erectos, como conos de carretera, hasta que llegué a su oído-…… ¿Vas a ser mi puta?

-LARA: si, haré lo que quieras y cuando quieras, pero métemela ya.

-YO: bien, por que vas a ser mi puta, y a partir de ahora eres mía, dilo.

-LARA: soy tuya.

-YO: no te creo.

-LARA: ¿Que puedo hacer para que me creas?

-YO: ¿Que tal una prueba?

-LARA: lo que sea.

-ANA: bien, Ana es mi chica y ahora está triste por tu culpa, no logro disfrutar con ella por que te tengo en mi cabeza todo el tiempo… - otra mentira -….. pero  ella es mi novia, y tu eres mi…..

-LARA: soy tu puta.

-YO: correcto, ¿Y que hace mi puta?

-LARA: lo que tú quieras.

-YO: perfecto, por que ahora quiero que seas mi puta…. y la de Ana - su cara se movió, estaba ida aceptando sin saber de que iba aquello, confusa.

-LARA: ¿Cómo que de Ana?

-YO: mis putas no me discuten, asienten o dejan de serlo, ¿Quieres ser mi puta o no? - mi boca bajó a sus pezones y mi mano a su coño, tenía que trabajármela bien para que relacionara el placer con mis órdenes, seria la puta  de Ana y mía, pero si quería completa sumisión de su parte tenía que hacerlo antes de que Ana entrara en escena, para un resultado perfecto, no sabia si Ana estaría a la altura de aquello.

-LARA: si, quiero ser tu puta, pero…..- mis dedos entraron en su coño provocando otro orgasmo demasiado fácil para mí.

-YO: no hay peros, aceptas o me voy a por Ana y te dejo aquí atada…….- mi lengua experta y mis hábiles falanges la estaban matando, así que tardó en responder.

-LARA: dios, si, vale, seré tu puta y la de Ana, haré lo que queráis y seré vuestra.

-YO: bien, por que esa será la prueba, voy a ir a por Ana, y te ofreceré como presente, harás lo que te ordene, y serás  lo que ella diga que seas, todo lo que haga Ana es como si fuera yo, y si faltas a tu palabra con ella, lo harás conmigo y volverás a ser la compañera de piso que no quiero tirarme ¿Lo has entendido?

-LARA: si, hazla venir cuando quieraaaaaaas - su cuerpo eclosionó en un 3º orgasmo, tan rápido y fácil como los otros, pero esa vez, en parte su aceptación de la situación hizo mella, más que mis dedos y mi lengua.

-YO: no,  quiero que la llames tú, grita a pleno pulmón, sabes cuanto para que se oiga desde tu habitación ¿Verdad?

-LARA: si.

-YO: pues llámala y pídela que venga para que hagas lo que quiera contigo ……..- obedeció gritando mis palabras, mientras yo abría la puerta del cuarto, fue una tontería, Ana estaba en la puerta escuchándolo todo -……. ves, ya estás aquí, sabía que volverías, y  tengo  un regalo.

-ANA: dime amor - me miró loca de pasión, si había oído todo entendía por dónde iban los tiros, y cómo la había domado. La cogí de la cintura para hacerla pasar, Ana estaba desnuda y con una bolsa de plástico en la mano.

La coloqué a los pies de la cama viendo a su amiga temblado por los 3 orgasmos seguidos que le había sacado solo con acariciarla, totalmente expuesta y atada, me puse detrás de Ana y la forcé metiéndole mi polla del tirón en su coño por detrás, arrancándola un grito de pasión, sacándola lentamente y volviendo a meter con  fuerza varias veces, nada que no aguantara, pero haciendo que Lara nos mirara excitada.

-YO: te traigo este regalo, para saldar cuentas, siento que pienses que no eres suficiente para mí, y por eso te traigo a nuestra….

-LARA: ……su puta, soy la puta de los 2, y soy lo que quieran que sea y haré lo que quieran que haga - su seguridad y firmeza hicieron que Ana se estremeciera, eso y que mi polla la seguía partiendo en dos y mis manos repasaban sus pechos y su vientre.

-ANA: muchas gracias amor, hacia mucho que quería tener a esta puta,  es una puta virgen, eso vale mucho  pero  no es muy útil, quiero desvirgarla ya.

-YO: lo que tú quieras, pero lo veo complicado, ¿Que opinas tú? Puta

-LARA: será un honor que  me abran el coño por 1º vez – apartaba la mirada sonrojada de humillación y excitación.

-YO: ¿Cómo lo hacemos peque?

-ANA:  traigo esto - abrió la bolsa que traía, dejando caer sobre Lara 3 consoladores, me resultaban familiares, y cuando los vi bien me di cuenta, eran los 3 con los que preparé a Ana para desvirgarla en fin de año, supuse que se habían quedado en la habitación, “¡Se los había guardado y conservado hasta ahora!”

El 1º era fino y vibraba, el 2º era igual de corto  y fino al inicio, pero iba aumentado su tamaño hasta la base, el 3º era un tamaño de polla normal, más grande que los otros 2, y con estrías de forma natural

-YO: vaya con mi pequeña, ¿Los has guardado?

-ANA: eso y más, no veas lo bien que me venían en mis noches sola, por culpa de esta puta que se llevaba a todos los chicos que se arrimaban a mí, ahora voy a  abrirla el coño como me hiciste tú a mi, pero no vas a tirártela, aún no, la voy a desvirgar yo con el más grande, ¿Te parece bien? ……Puta.

-LARA: lo que usted quiera - tenía la cabeza libre y elevada por la almohada, así que sus ojos podían observar el tamaño de las trancas, temblando al ver como Ana jugaba y chupaba el más grande mientras yo ya me la follaba a buen ritmo, con su cara algo desanimada al oír que no me la iba a tirar, por ahora.

Ana se fue agachando y gateando hasta ponerse entre las piernas de Lara, y comenzar a comérselo, según parecía no era la 1º vez, pero no por ello dejé de penetrarla al ponerse a 4 patas. Si mi ritmo en el trasero de Ana iba aumentado, los de la lengua y los dedos de Ana en el coño de Lara no eran menores, logró que se corriera un par de veces más antes de correrse ella por mis arremetidas, eran tan fuertes que se puso encima de Lara, poniéndome de rodillas en la cama detrás de ella, y acelerando el ritmo hasta matarla durante  30 minutos, en los que Ana y Lara tenían un festival lésbico de besos y caricias, Ana sabia que su pezones eran volcanes y lo aprovechaba mientras aún podía ser dueña de su  cuerpo.

Cuando me puse serio,  los gritos de Ana por mis acometidas en su interior era bestiales, estaba sintiendo como  la abría  y me bañaban con sus orgasmos mientras Lara castigaba los pezones de Ana con su lengua. Terminé cogiendo a Ana  del vientre  subiendo su cuerpo y poniéndola de rodillas sin dejar de masacrarla para que Lara viera bien como Ana aguantaba de sobra aquello y más. En aquel momento debió darse cuenta de la trampa, pero en el fondo lo deseaba tanto que le daba igual, solo disfrutaba de vernos follar sin puertas de por medio. Pasados 20 minutos,  la situación me llevó a correrme dentro de Ana sacándola un orgasmo  que la encendió, más que apagarla.

-ANA: ¡Así se folla, puta! No te creas que eres mejor que yo,  por que este animal te destrozará, ya lo veras, pero ahora seré yo quien te desvirgue, ¿Me ayudas amor? - se dobló para besarme alocadamente.

-YO: claro.

La saqué de su interior para dejarla sitio,  Ana se tumbaba sobre el coño de Lara, que estaba rezumando fluidos, y  cogió el  pequeño  de los dildos y lo puso a vibrar, para de forma casi cruel y torpe, metérselo de golpe a Lara, que casi se corre de nuevo solo con eso. No tuvo que moverlo dentro de ella mucho tiempo hasta que lo logró introducir sin problemas, con calma y sin prisa fue creando sitio, haciendo círculos, con mis indicaciones de fondo. Al rato su coño aceptaba aquello, Lara gemía de placer y Ana  cambió al otro, que metió de nuevo de forma violenta hasta la zona dónde se ensanchaba. Lara gemía de algo, sin quedar claro el qué,   se notó alguna mueca de dolor cuando fue sintiendo como  se abría ante el empuje de Ana, que estaba con una cara  sádica y disfrutando. Tuve que pedir a Ana que fuera con  calma y cuidado, aceptó a regañadientes, pero logró otro orgasmo del interior de Lara,  llegando  a rozar el himen, y el cuerpo de Lara se removió de dolor.

-LARA: ¡¡¡Por el amor de dios, hacedlo de una vez, me voy a morir!!!

-ANA: tú calla, puta, eres mi regalo y lo haré cómo y cuando quiera - esas palabras eran impropias de mi dulce Ana, se había metido en el papel a conciencia, y estaba disfrutando.

Cambió de consolador y cogió el más grande, lo pringó de vaselina, que guardábamos de antaño cuando su coño se irritaba, lo untó y lo fue metiendo hasta volver a notar el himen. Eso martirizó a la pobre Lara, que pese a chorrear de placer sentía morirse por dentro, Ana tuvo compasión y haciendo la cuenta atrás, dio la estocada final, empujó tan fuerte que le metió el consolador casi entero, obligando a Lara a gritar y moverse de tal forma, que me preocupó.

-ANA: ¡¡Dios, lo siento, déjame que lo saqué!! - la paré.

-YO: déjalo, ya está dentro, se tiene que acostumbrar.

Lara imploraba clemencia, pero no lo tendría, sujetaba a Ana para que no acudiera en su ayuda, se movía como un perro la 1º vez que lo atan a un poste, con la cara roja y compungida. Poco a poco fue adaptándose, sus gritos y sollozos disminuyeron, hasta que se quedó quieta,  suspirando.

-LARA: ¡Diiiiiiiios! No es tan bonito como lo pintan, me arde el puto coño, no lo aguanto.

-YO: tranquila puta, esto es solo la primera vez, ahora verás como gozas.

Quité a Ana, que se había asustado de  su propio personaje,  y me puse al mando. Cogí lo poco del consolador que quedaba fuera, casi con las uñas,  y lo fui sacando lentamente hasta dejarlo  fuera, Ana miró horrorizada como brotaba sangre y goteaba alguna gota del consolador, le pedí que se centrara en comerle los pezones a Lara, la tenía que devolver al juego, Ana se había retraído. Mientras Ana cumplía, apenas pudiendo con una teta a la vez, yo volví a hundir el consolador en su interior de forma más suave y circular, su gemido mostró escozor, pero no dolor, llegando a un punto localizado de penetración óptima. Lo fui sacando y metiendo con un ritmo tranquilo y pausado, dando pequeños respiros, cambiando las muecas por suspiros y los quejidos por gemidos, el trabajo de Ana estaba ayudando y se volvió a correr, allí aceleré la mano y lamía su clítoris, arrancándola orgasmo tras orgasmo. Ahora Lara estaba encantada,  moviendo la cintura queriendo abarcar más de aquel consolador que la estaba matando,  Ana acariciando y lamiendo sus enormes tetas con sus pezones sensibles, y mi lengua recorría todo su hinchado clítoris mientras el consolador la follaba sin descanso.

No aguantó  y rompió a llorar con un orgasmo final que me pringó toda la cara con una fuente de fluidos, tirando de las cuerdas y las esposas que la inmovilizaban, culebreando extasiada. La dejé tranquila y descansando, recuperándose de un ligero temblor entre sus muslos, sacando el consolador bañado de fluidos, dándoselo a chupar y lamer a Ana, que lo cogió encantada y se le llevó a la boca, montándose encima de Lara, y jugando a besarse y chupar el falo las 2 a la vez, para probar sus jugos, hasta que quedó seco. Ana se incorporó riendo de forma endiablada. Lara nos miraba con los ojos abiertos y respirando con una celeridad desproporcionada, sus enormes tetas eran movidas con violencia.

-ANA: no ha estado nada mal para ser la 1º vez, puta, ¿Quieres más? - Lara  estaba roja y avergonzada, el calentón había pasado y se daba cuenta de su humillante situación, era un momento clave para saber si seria nuestra puta o no para siempre, así que mi mano volvió a su coño y haciéndola un dedo, buscando su punto G, la obligué a contestar.

-LARA: si - apartó la mirada cerrando los ojos, admitiendo que le gustaba aquello, aunque no era lo que esperaba.

-ANA: ¿Quieres esta polla? - se retorció y me la agarró, tiesa de nuevo después de lo ocurrido.

-LARA: si - ahora sus ojos se clavaron en mí, pidiendo que cumpliera mi palabra, con lágrimas en los ojos.

-ANA: pues vas a tener que ganártelo, mira….. - cogió el consolador que había logrado llevar al paraíso a Lara, y  lo pegó a mi polla, era algo más de la mitad  que la mía, eso ayudó a Lara a comprender el lío en el que se había metido, pero no pudo evitar relamerse - ……si quieres que mi hombre te posea, vas a entrenar muy duro y vas a ser mi puta particular,  a partir de ahora no te acercarás a él,  si yo no te lo ordeno, se ha acabado ir de espaldas a mí, tonteando con él, soy tu ama, y me obedecerás ¿Me has oído?

-LARA: si.

-ANA: si te portas bien te ayudaré a follártelo, pero si no me haces caso,  se acabó…..- Lara asintió sin despegar sus ojos de mi polla tiesa.

-YO: ahora mira como se folla de verdad - Ana me entendió, y se giró,  no sin antes azotar los senos gigantes de Lara.

Ana se movió, yo con ella,  colgándose de mi cuello, y me rodeó la cintura con sus piernas, cruzándolas, la pegué  sobre mi pecho colocándome de pie al borde de la cama, con Ana flotando encima de la misma, dejando que Lara tuviera un 1º plano descomunal, y allí mismo la ensarté entera.

El grito de Lara por ver como Ana se metía aquella bestialidad, sin inmutarse, fue  casi tan potente como el de  la propia ultrajada. Ana me miró con la boca abierta por mi poco cuidado, eso me llevó a follármela sin descanso  20 minutos, sin dejar de bajar el ritmo haciendo que los fluidos de Ana cayeran sobre Lara, sus corridas cada día se volvían más abundantes, y eso facilitaba que mis penetraciones fueran  largas, se la metía y se la sacaba prácticamente entera cada vez y a gran velocidad.

Ana cedió, no soportaba esa fricción y aprendió trucos para aguantar,  abriéndose de piernas y estirándolas hacia arriba, mis manos en su culo eran suficiente apoyo como para terminar corriéndome, pero la maté, bajándola y poniéndola a 4 patas sobre Lara, ensartándola por el culo dejando que Lara viera el 1º plano de nuevo. Regalé  unos 10 minutos finales en que saqué a la bestia, Ana enloqueció, mientras que Lara temblaba solo de pensar que yo me la tirara así algún día, gritando que parara y pidiendo clemencia, mientras Ana sonreía halagada moviendo la cintura como una autentica profesional, luciéndose.

En esos apenas 10 minutos de la bestia, Ana quedó en blanco, la bestia era controlada alguna vez, y Ana aguantaba, y otras veces se me rompía la cadena, esa fue una de esas veces. Ana era un muñeco de trapo, se tuvo que tumbar sobre Lara al no hacer ninguna fuerza para mantenerse erguida,   corriéndome como un animal en un frenesí final matándola sobre el cuerpo de Lara y cayendo fundido sobre las 2 mujeres. Me había quedado sin fuerzas, hacia mucho que no estaba así, pero me dio para comerle las tetas a Lara de nuevo. Era un agravio comparativo, Ana las tenía de buen tamaño, normales y exquisitamente colocadas, pero las de Lara eran un prodigio de la anatomía femenina, un insulto a las leyes de la física.

Mientras Ana se retorcía,   tumbaba de lado sobre Lara, en un estado semi hipnótico, me quedé mirando a Lara y sus tetas, me puse de rodillas sobre su vientre y planté mi polla flácida y pringosa entre sus senos, dándola en la barbilla con el glande.

-YO: dime, puta, ¿Te crees que aguantarías esto que acaba de pasar?

-LARA: no - lo dijo clavándome su mirada a los ojos, moviendo la cabeza de forma nerviosa diciendo que no.

-YO: me alegro de que por fin lo  entiendas, eres inferior en cualquier sentido a Ana, y por lo tanto, nuestra puta, solo podrás quitarte ese cartel si logras superarla.

-LARA: si, pero….quiero decir, no voy a poder hacerlo nunca.

-YO: eso queda en lo bien que te portes, y lo rápido que aprendas.

Deshice los nudos y  le quité las esposas, dejándola ir al baño. Ana supervisó su ducha, ya vuelta un poco en si,  salieron desnudas y húmedas. Por suerte estaba demasiado cansado para darme cuenta, y me di una ducha fría, retomando sensaciones, volvía a tener un juguete roto, una mujer esclavizada para el sexo,  pero ahora era compartida con Ana, mi verdadero amor, la mujer que, siendo dulce y cariñosa, seguía mi ritmo sexual y se adaptaba o tomaba partido de aquellos juegos sexuales. Supuse que era la evolución lógica de una relación estable, sin que se deteriorara, no podíamos seguir siendo la “pareja recién casada” siempre, estabamos madurando y aprendiendo juntos.

En mis pensamientos estaba, cuando Ana entró en el baño mientras me secaba, no sabía cuanto tiempo había pasado desde que me metí en la ducha, Ana estaba preparada para dormir, con uno de sus corpiños fosforitos transparentes, solo con él y un tanga a los que les había cogido el gusto, dejándome ver sus tetas a través de la tela con su espalda al aire, solo tapada por unos tirantes elásticos. Cerró la puerta y se acercó abandonando el papel de ama, cayendo a mis brazos con una de sus maravillosas sonrisas.

-ANA: ¡Dios, que gustazo! Me acabo de quitar un yunque de encima con esa cerda.

-YO: vamos,  ¿Que no te parece mal?

-ANA: ¿Que dices? Me encanta, ha sido un acierto, sobretodo con ella, tienes que verla, la he preparado para ti, la he ordenado que duerma con nosotros esta noche, solo dormir, y ni me mira a la cara,  obedece como un corderillo, nunca pensé que ver a alguien así me…..me.,……..

-YO: ¿Excitara?.... - asintió algo avergonzada -…… es normal, pasas de ver a una persona a un objeto, a tener poder sobre ella, y eso atrae, tienes que tener cuidado de no pasarte pero también de no parecer débil,  si quieres mantenerla en este estado.

-ANA: vale, tú guías  – me besó tiernamente, recordando que seguía allí mi novia perfecta. Era el hombre más afortunado de la tierra, no hablo de una frase hecha, si no que no podía ser más feliz, con una mujer así a mi lado.

Volvimos juntos al cuarto y entonces vi a Lara de pie, mirándonos atenta y solo vestida con uno de los corpiños elásticos transparentes de Ana y un tanga, de los que no era asidua, y más que eso era en contra, siempre iba con grandes bragas discutiendo y alegando en contra de una prenda intima tan incómoda como el tanga.

“Ufffffff”, no os podéis hacer una idea, ver a Ana así era un pecado, y a Alicia no le quedaban bien, pero  las tetas de Lara encerradas en esa tela eran un escándalo. Se medio tapaba  y le ordené que  apartara las manos,  era groseramente obsceno, me recordó a Eleonor, la madre colombiana, saliendo a la piscina el 1º día con el biquini de su hija, pero más grotesco aún. En Ana quedaba de frente como un vestido de noche algo descocado,   casi ni se notaba que no había tela de los costados hacia atrás, pero en Lara la tela terminaba  antes en el pecho, y se le salían las tetas por los lados y por encima, eran 2 balones de basket metidos en una  de esas redes de medio kilo de naranjas o patatas.

Lara estaba roja de vergüenza, y  caliente, si tenía los pezones tan sensibles, el roce de aquella tela en ellos debía ser continuo y fuerte. No es que no se le cayeran los pechos y la tela las sostuvieran,  ya sabía que desnuda y de pie no se le movían pese a la gravedad, es que las tenia pegadas al cuerpo como si estuviera boca abajo en el suelo, casi le nacían al final del cuello. No puede evitar ir a por ella y acariciar sus pechos, metiendo mi lengua hasta su laringe, acto que devolvió encantada,  apasionada cuando mis manos fueron a su trasero y se metieron entre sus nalgas dando pequeños tirones leves del hilo del tanga, provocándole una fricción entre sus muslos que la mojó al instante. Lo noté en mi polla,  al ponerme detrás de ella y atacar su cuello mientras mis manos se apoderaban de sus senos sin poder abarcarlos,  al meterse mi barra entre sus muslos, sentí como su calentura y su humedad iban aumentando, pero no se movía, solo se dejaba hacer, mirando en el espejo de enfrente toda la escena, y mi estaca atravesándola de lado a lado. Ana se nos puso delante, y con suavidad me fue levantando la cara hasta hacerme mirarla.

-ANA: tranquilo amor, esta noche solo dormiremos…….- me paró en seco separándome de ella por que me conocía lo suficiente como para saber que si seguía,  Lara no salía de allí sin ser ensartada, y ella quería enseñarla, poco a poco, como hice yo con ella.

Me acosté como siempre, metiendo mi polla entre las piernas de Ana y abrazándola dándola mi calor, aspirando su pelo y su olor a coco, dándole la espalda a Lara, pero no tardé mucho en darme la vuelta y hacer lo mismo con ella. Era el juguete nuevo y quería probarlo, mis manos se centraron en sus tetas con los 2 salientes de los pezones, y su pelo corto, que no olía a nada, decidí probarla de nuevo, y ya de paso modificarla a mi gusto.

-YO: a partir de mañana quiero que tú y tu pelo oláis  a vainilla, no eres una zorra barata, eres mía y yo solo tengo lo mejor. ¿Me has oído?

-LARA: dalo  por hecho – me lo dijo cogiendo mi mano y enterrándosela en su intimidad.

Me estaba costando conciliar el sueño con ellas 2 en la cama, y  las fui intercalando hasta que me quedé dormido, con sueños de futuro para esa nueva relación formada.

(9,76)