Me llamo Javier y mi mujer Patricia, tenemos 43 y 38 años respectivamente, 12 años de casados y 3 hijos. Ambos nos conservamos bien pero debo reconocer que mi mujer esta para hacer locuras.
Patricia nunca había sido muy abierta en los temas de sexo y por mas que insistía no conseguía que aceptase la posibilidad de tener nuevas experiencias o se vistiese de una forma un poco mas provocativa.
En este punto lo mejor será describir un poco a mi mujer. Es una morena de ojos verdes con una boca sensual y labios carnosos, usa una 95 de sujetador y sus tetas son grandes y firmes (se las opero hace 2 años), tripa lisa y un culo que invita a la locura junto con un coño que reclama todo tipo de atenciones y dedicaciones.
Hace dos años y tras una discusión le dije que lo único que deseaba cambiar y que nos hacia falta era intensificar y experimentar en nuestra vida sexual.
Poco a poco fuimos compartiendo fantasías e incluíamos estas en nuestros juegos de cama. La que mas nos excitaba era la idea de meter otro hombre en la cama y hacer un trío para ella.
Hace dos semanas dejamos a los niños con los abuelos y nos autoregalamos un fin de semana de solteros en la playa. Decidimos ir a la zona de Vera en Almería para poder probar la experiencia del nudismo juntos.
Llegamos un viernes por la noche y esa noche me pareció que algo podía cambiar en nuestras vidas. Para salir a cenar Patricia se puso una microminifalda porque sabe que me vuelven loco y, lo mejor y que más me excita, no se puso bragas. Arriba se puso un top blanco de lino muy transparente que dejaba ver casi todo y lo que no se veía por la tela se mostraba por el escote y los laterales.
Durante la cena nos excitamos viendo como se la comían con los ojos todos los hombre y muy especialmente un hombre maduro de unos 50 años que cenaba solo frente a ella. Patricia no quiso dejarlo sin un regalo y en un descuido abrió lo suficiente las piernas para que aquel hombre pudiese ver su coño casi completamente depilado sin problemas.
Esa noche follamos como locos recordando la situación. A la mañana siguiente nos fuimos a la playa, al principio había poca gente así que nos pusimos en una zona mas bien solitaria y desde el primer momento nos despelotamos del todo. Patricia estaba para comérsela mostrando todo su esplendor al natural.
Pasado un rato había mas gente y entre ellos el señor que cenó a nuestro lado la noche anterior. Bien conservado, pelo canoso y una polla de buen ver en estado de reposo.
Diez minutos después el hombre se acerco para pedir fuego y con esa disculpa se puso a charlar con nosotros sin dejar de mirar a mi mujer en ningún momento.
En esta situación Patricia se incorporo para buscar en la bolsa de playa su tabaco y (luego confeso que fue premeditado) su postura a cuatro patas nos regalo una perfecta visión de su coño abierto y su culo. En ese momento Gerardo (que así se llama este hombre maduro) tuvo una inmediata erección y no sabía como pedirnos disculpas por la reacción, le dijimos que no tenía importancia y que era normal.
Como disculpa por su estado nos propuso invitarnos a comer en su hotel, aceptamos y decidimos pedir la comida en su habitación que tenia una amplia terraza. Una vez en el hotel y tras terminar una agradable comida Patricia dijo que quería darse una ducha para quitarse la arena. Así lo hizo y cuando salio desnuda del baño completamente mojada dibujo una sonrisa picara diciendo que era como en la playa.
Gerardo se levanto para servir los cafés sin poder disimular su excitación y tampoco trato de ocultarlo. En ese momento pregunte a mi mujer que como estaba y me dijo que caliente y dispuesta a satisfacer mis fantasías, Esa respuesta me calentó de forma inmediata.
Me levante y empecé a besar a Patricia mientras la acariciaba la espalda, el culo y todo lo que podía. Gerardo volvió con una bandeja y los tres cafés y se nos quedo mirando sin pestañear. Inmediatamente su polla reacciono y parecía querer salir de su bañador cosa que no tardo en pasar mientras se acariciaba.
Patricia me quito el bañador mientras yo seguía metiendo mano por todos los rincones, de pie y abrazados con una terrible excitación. Mi polla apoyada en su coño mientras manoseaba su culo. Gerardo se acerco despacio y me miro como pidiendo permiso. Susurrando le dije a Patricia que si le apetecía que Gerardo le acariciase y me contesto "hoy el limite solo lo pones tu y quiero hacer lo que siempre me dices, dejarme llevar solo por los sentidos".
Con los ojos indique a Gerardo que había vía libre, despacio se acerco por detrás de Patricia y acomodo su polla en el culo de ella mientras empezaba a sobar sus tetas.
Patricia gimió bajito y con una mano acaricio la verga de Gerardo que estaba en todo su esplendor. Gerardo la tenía más o menos como la mía (19 cm) pero un poco más gorda.
Baje una de mis manos para seguir acariciando el esplendido culo de mi mujer y tropecé con la polla de Gerardo que estaba literalmente encajada. Sin pensarlo le cogi la polla y la restregué contra el agujero del culo de mi mujer quien no dejaba de gemir.
Sin hablar nos fuimos a la habitación y mientras Gerardo le comía el coño a mi mujer yo me dedique a lamer sus tetas. Patricia pidió que le metiésemos una polla en el coño de forma inmediata, Gerardo se tumbo en la cama hacia arriba y mi mujer se puso sin perder tiempo encima y me dijo "querías que en la cama fuese tu puta y aquí estoy, coge esa polla y clávala en el coño de la puta de tu mujer" y así lo hice, agarre la dura polla de Gerardo y la lleve hasta la entrada donde Patricia se dejo caer con un suspiro de satisfacción.
Apoye mi cabeza en la tripa de Gerardo y empecé a dar lentos lametones en el clítoris de Patricia quien no paraba de gritar, después de diez minutos me dijo que necesitaba sentir otra polla dentro y que se la clavase en el culo.
Gerardo que oyó la petición y sin mediar palabra agarro mi polla y se la metió en la boca hasta el fondo, cuando estuvo bien lubricada me puse tras Patricia y se la metí por el culo mientras chillaba como una zorra "me corro, me corro, quiero toda la polla dentro, quiero ser tu puta mas puta"