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Repetimos trío con el viejito.

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La verdad es que después de la experiencia con el viejo ella me propuso repetir a ver si salía mejor la cosa con él. Eso si esta vez le dije que coche no, que se volvía algo incomodo tres personas allí detrás. Así pues esta vez quedamos pero lo hicimos en una habitación.

Cuando sonó el timbre salí yo a recibir al viejito. Abrí la puerta y lo pasé a la sala. Al minuto aparece por la puerta mi mujer con una tanga de esas que el triangulo delantero no tapa casi nada y el hilo que sale hacia detrás se clava en el coño y en el culo. Un sujetador de encaje precioso y un salto de cama negro transparente que dejaba ver todo lo que hay debajo.

Él se sorprendió nada mas verla. Al pasar por delante del viejito para sentarse junto a mí, como había poco sitio entre el sofá y la mesa se giro y al pasar le restregó todo el culo por la cara. Él agarró con las dos manos su culo y levantando con la nariz el salto de cama le abrió bien los glúteos y le metió la lengua bien adentro de su culo. Cuando la liberó de su lengua ella se sentó a mi lado y mientras hablábamos comenzó a sobarme la polla por encima de los pantalones mientras miraba con ojos lascivos al viejo. Sacaba la lengua chupándose los labios y con la mano me frotaba la polla sobre el pantalón buscando toda su longitud mientras le decía al viejo cosas como “esta polla es la que me abre mi coño”, “esta polla es la que me como hasta la garganta”, “la que me folla es culo”, “la que se corre en mi cara y mi boca”. El viejo asentía con la cabeza mientras Gaby le decía esas cosas.

Entre frote y frote abrió mi cremallera y metió la mano buscando el palo que tenía ya entre mis piernas. Sacó mi polla y comenzó a chuparla haciendo mucho ruido. Yo mientras le empujaba la cabeza para que entrara bien adentro.

Después de darme una buena mamada se abrió las piernas para mostrarle al viejo la tanga. Le mostró como se clavaba el hilo de la tanga en su coño. Comenzó a tirar de el para que se enterrará mas entre los labios de su coño mientras a la par emitía sonidos de placer y le decía al viejito, “¿te gusta mi coño?”, ¿te gusta como se clava el hilo de mi tanga en mi coño?”, “si te portas bien te regalaré mi tanguita empapada de mis jugos”. Con la otra mano se acariciaba los pechos sobándolos y llevándose los pezones a la boca para chuparlos.

Acto seguido estiró la pierna hacia el sofá de al lado y comenzó a pasar el pie sobre el paquete del viejito mientras le decía “ummmm, que malo eres, como se te ha puesto, ehhh”. Su pie jugaba con la polla del viejo mientras le decía, “seguro que estas deseando follar mi coño, ¿verdad?”, “te mueres por meterme la polla, ¿eh?”.

Al rato de estar hablando dijo “tengo ganas de follar, vamos a la habitación que tengo el coño palpitando”. Se levanto y se paro de frente al viejo. Le tomó la mano y lo levantó golpeándose con la cabeza en su tremendas tetas en la subida, cosa que el aprovechó para sobar y chupar sus tetas sobre el sujetador. Gaby lo recompenso sobando también su polla sobre el pantalón.

La rutina de comienzo fue similar, primero pasaron ellos y al minuto me llamaron. Cuando entré a la habitación el viejo ya estaba desnudo en la cama, boca arriba y empalmado. Ella estaba a su lado con las piernas abiertas. Con una mano pajeaba al viejo y con la otra se masturbaba ella metiendo y sacando sus dedos empapados. Los llevaba a su boca, los chupaba y los volvía a meter en su coño.

Yo no tarde ni un segundo en desnudarme. Acto seguido ella se quitó el salto de cama y se colocó de rodillas con la cabeza del viejito entre sus piernas. Se apartó el hilo de la tanga y le plantó el coño en la cara al viejo comenzando a frotarlo sobre él. Se ve que le gustaba mucho chupar coños porque no tardó ni un segundo en empezar la faena. Metía la lengua bien a dentro. Chupaba el clítoris de Gaby con fuerza, sorbiendo con dureza.

Yo me puse de pie delante de ella y agarre la cabeza de Gaby con las dos manos para follarle la boca con mi polla. Mientras me la chupaba ella movía el coño sobre la boca del viejo. Esta vez no se demoró mucho la follada. Si moverse del sitio se reclinó quedando a cuatro y yo entonces comencé a follarla desde detrás. Ella le decía al viejo que metiera bien la cabeza entre las piernas para chuparle el clítoris mientras yo la follaba. Con todo el mete y saca mis bolas a veces rozaban la frente del viejo, que estaba debajo de ella, pero a este no parecía importarle pues seguía a lo suyo chupando coño. Mientras ella pajeaba al viejo con su mano, que parecía encantado con la faena.

Tras un rato dándole al mete y saca nos paró, se sacó la tanga y el sujetador y comenzó a exhibir sus tetas al viejo, magreándolas y chupándose los pezones. Cogió la polla del viejo con la mano y le dio unas cuantas sacudidas para que se endureciese. Le puso un condón y se acercó de cara bajando lentamente mientras se abría el coño con los dedos. Se engulló su polla poco a poco mientras lo miraba y le decía, “mira como entra tu polla en mi coño”, “ lo estabas deseando, ¿eh?”. Comenzó a cabalgarlo con dureza mientras le decía “chúpame las tetas cabrón”. Yo desde detrás veía como esa polla entraba y salía del coño de mi Gaby. Entonces me puse detrás y comencé a jugar con mi polla a la entrada de su culo. Si llegar a meterla, solo haciendo presión.

Al rato de estar dale que te pego se desmontó del viejito, se giró y se tumbó boca arriba en la cama. Abrió bien las piernas y su coño con los dedos y le dijo “fóllame duro”. El viejo empezó de nuevo a follarse su coño dando grandes embestidas. Mientras yo se la mentí entre las tetas y comenzó a hacerme una cubana la cual enlazaba con lamidas en mi capullo. Cada vez que mi polla aparecía por arriba de esas tetas su lengua le daba la bienvenida.

El viejo entre tanto mete y saca se terminó corriendo. Ella se incorporó y empujándome contra la cama me hizo quedar boca arriba. Gaby se puso de espaldas a mi y se fue metiendo la polla poco a poco mientras le decía al viejo “mira como se abre mi coño con la polla de mi marido”, “mira como se salen mi jugos, como se resbalan por mis piernas”.

Ahora Gaby comenzó con el meneo y los saltos sobre mi polla mientras el viejo acercando su mano comenzó a frotarle el clítoris. El meneo fue tan rápido que con la estimulación de su clítoris la hizo correrse enseguida haciéndome sentir las palpitaciones de su coño sobre mi polla. Esto, junto con la rabiosa follada, me hizo notar que me iba a correr. Al decírselo saco mi polla y apuntó a su vientre. El lechazo fue tan fuerte que le llegó a dar en las tetas y en la boca. La leche comenzó a bajarle hasta el coño y ella comenzó a restregarla sobre su vientre mientras miraba al viejo a los ojos y le decía “mira cuanta leche, ummmm”, “mira como la restriego sobre mi cuerpo”. Diciendo esto cogió un poco con los dedos y comenzó a lamerlos mirando al viejito.

Como lo prometido era deuda, Gaby tomo la tanga y la fue introduciendo lentamente dentro de su coño hasta que apenas se veía un trocito dela tira de hilo. Tomó la cabeza del viejito y lo hizo agacharse hasta quedar delante de su coño. Lo empujó contra el y este al tirar del trocito de hilo la fue sacando poco a poco. La tanga salió chorreando, súper mojada.

El viejito la chupó y la guardó como trofeo. Allí quedamos un rato extenuados hasta que tras recobrar el aliento nos limpiamos y despedimos al viejito. Esa fue la segunda y última vez que él compartió con nosotros pero no nuestro último trío.

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