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El lado oscuro de mi mente

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Cuando pienso en lo sucio que fue mi vida desde muy pequeño, por más descarado que parezca no me da pena. Por todo lo contrario me da coraje no haber sido más intenso en mis marranadas.

Dejar solos a un grupo de pequeños  a veces no es lo más aconsejable, sobre todo porque habiendo algunos más grandes que otros cualquier cosa puede pasar.

Los mayores abusan de esa condición pervirtiendo a los más chicos, los juegos candorosos de aquellos tiempos tan solo fueron el preámbulo de lo que después sería orgias infantiles, tal vez sea difícil de creer pero así fue, siendo nenes y nenas es peligroso pero aun siendo solo nenes o solo nenas también hay peligro. Conduciendo carritos imaginarios con pequeños choferes que excedían cualquier límite de velocidad, estos eran por demás juegos sanos donde la imaginación supera la ficción.

Más llegando al inevitable juego del papa y de la mama, esto se convertía en perverso pues mientras que algunos solo jugaban con autentico modo ficticio, otros arrinconados en algún cuartucho aprovechando esa circunstancia se ponían a imitar a papa y a mama en sus labores conyugales, esto fue un shock que a mí en lo particular me marco para toda la vida porque me tocó ver como mi primo Jorge y Elia mi hermana entrados en adolescencia  copulaban frente a mi sin inmutarse por mi presencia, yo estaba muy pequeño, de hecho en principio no sabía que estaban haciendo, pero si les digo que vi con claridad como mi primo Jorge le clavaba la verga a Elia en su panocha, yo estaba idiotizado mirando como Elia devoraba la verga de Jorge que era bastante grande comparada con la mía, repito era yo muy pequeño, la pucha de Elia estaba cubierta de pelos igual que los huevos de Jorge y sin embargo se veía como entraba y salía el tronco de mi primo en la panocha de mi hermana.

No supe porque pero mi pequeña verga estaba dura y sentía que me dolía.

Salí de aquel sitio al ver como esos cabrones me ignoraban mientras cogían y se besaban.

Fui a parar a otro cuartucho donde Vivian mis tíos para encontrar a mi hermano Saúl cogiéndose a Enedina hermana de Jorge lo mismo solo que estos apenas tenían 12 años sin duda alguien le había enseñado porque Saúl tenía penetrada a Enedina igual que Jorge a Elia, tampoco a ellos les importo que los descubriera continuaron cogiendo sin inmutarse, Claudia mi prima que tenía la misma edad que yo había ido a tomar agua me encontró en el patio sentado con mis manos oprimiendo mi verguita.

--- ¿Qué tienes estas triste o enojado?---

---no estoy triste tampoco enojado pero no sé porque me siento así---

--- ¿Cómo?---

--te digo que no lo sé, mejor me voy a mi casa---

Después de presenciar aquello nunca imagine todo lo desgraciado que me iba a volver, mis hermanos y mis primos aprovechaban cualquier oportunidad para ponerse a coger, como yo no decía nada pues ni se preocupaban por mí, pero dentro de mi mente fueron germinando ideas que no tardaría en poner en práctica , mi despertar al sexo fue abrupta artera, esto provoco en mi un furor sexual imposible de reprimir la curiosidad sobre todo me llevo hacer cosas terribles como espiar a mi madre cuando se bañaba, el día que vi por primera vez a mi madre desnuda casi me vengo, aunque para ser honestos yo todavía no eyaculaba sin embargo sentía que mi pequeña verga iba a explotar al ver la panocha de mi madre cubierta de un impresionante broquel capilar, que colgaba vencido por el peso del agua, me torturo de manera tan extrema que mi verguita en la mano estaba roja como la grana y la estrujaba desesperado, se me escapo un gritito y por poco me descubre mi madre.

--- ¿anda alguien ahí?---

Contuve hasta la respiración por temor a ser descubierto, lo bueno es que mi madre continuo con su baño y yo me escabullí como pude sin hacer ruido. Después de aquello todas las noches soñaba estar cogiendo con mi madre, no era cierto pero esos sueños jamás he podido olvidarlos, coger con mi madre aunque fuera en sueños era lo mejor que podía pasarme en la vida.

Esto me trajo otra circunstancia deplorable pues empecé a sentir celos de mi padre y después odio por saber que el si podía cogérsela y yo no, adopte una actitud bastante hostil contra él. Alguna ocasion llegue a ir a su cuarto cuando mi padre le metía la verga a mi madre y aullaba como una puta entonces los odie a los dos. Pues ella era mía aunque fuera en sueños y me lastimaba su comportamiento en lecho con mi padre.

Lamentablemente para ellos esto no fue todo pues me llene de una rebeldía que para ellos fue imposible controlar, mi madre fue la más perjudicada de esto pues no pude evitar reprocharle su traición y cada rato discutía con ella.

Por eso el día que me sorprendió espiando a Elia me quiso regañar, no tan solo no me deje si no que empecé a echarle en cara las noches apasionadas que disfrutaba junto a mi padre, ella no supo que responder su cara cambio de color después de ese momento ya no se oyó jamás su voz con fuerza al reprimirme, pero aún recuerdo con claridad aquel momento.

--- ¿Qué pretendes porque haces eso? Es tu hermana y no debes espiarla---

---Sabes una cosa mama estoy harto todo mundo coge menos yo, tu misma y papa cogen como desesperados todavía tienes el descaro de recriminar mi actitud o acaso crees que ignoro la forma tan especial que tienes para coger con mi padre, si he escuchado tus quejidos un  especie de tronido que no alcanzo a precisar que es pero se escucha muy claro flop, flop al compás del rechinido de tu cama.---

En ese entonces ya había alcanzado la pubertad, lejos estaba mi madre de imaginar que me masturbaba en el umbral de su recamara. 

Imaginando como mi padre barrenaba su panochita haciéndola tronar al compás de su bombeo.

Por esa misma razón ya no supo que decirme solo guardo silencio sin volver atreverse regañarme, más bien se sentía incomoda con mi presencia.

Ahí se acabaron mis puñetas observándola bañarse, pues desde ese día lo hacía cuando yo no estaba en casa.

Y tan solo eso, sino que  alerto a la muy puta de Elia para que tuviera más reserva en cuestiones intimas debido a mi presencia. Esto me causo mucha molestia pero ya tomaría yo medidas en contra de sus medidas.

Todo se transformó y cada vez me costaba más trabajo sorprender a mis padres a la hora de su agasajo.

Sin embargo esto me llevo a otra práctica que estoy seguro mama no se dio cuenta, hasta que un día se le perdieron unas pantaletas que días después encontró en mi cuarto, estaban sucias tenían una mancha lechosa ahí donde posaba su bizcochito, como disfrutaba oliendo los calzones de mi madre, de ellos se desprendía un delicioso aroma a guayaba, lo feliz que esto me hacía, pues oliendo aquella sucia prenda me masturbaba y descargaba en ella todo el semen que expulsaba mi creciente verga, ya de bastante buen tamaño por cierto y cubierta de pelos.

Supe que la encontró porque cuando yo la busque donde la guardaba no apareció, me asome al patio y estaba tendida, mi madre la había despojado de todo su encanto.

Jamás pude tener una prenda íntima de mi madre en mis manos. En cambio me metí al cuarto  de Elia y encontré sus pantaletas tiradas en el piso, seguramente tenia prisa y olvido recogerlas.

Se pueden imaginar la emoción que esto me causo las levante y empecé a inspeccionarlas tenía la misma mancha lechosa que las pantaletas de mi madre, las lleve a mi nariz y aspire aquel delicioso aroma que dejo impregnado Elia de su encantadora intimidad.

Las lleve conmigo a mi cuarto debía encontrar un lugar donde guardarlas ponerlas a salvo de las exploraciones de mi madre, me volví loco buscando el lugar adecuado sin encontrarlo, entonces pensé mi mochila allí nadie busca y en el peor de los casos siempre la traigo conmigo, les di un beso las doble y las metí bajo mis libros, me sentí feliz de haber recobrado de alguna manera “mis pantaletas” para mí era el contacto más cercano con una panocha.

Las pantaletas de Elia además traía pegados como tres pelos los retire con cuidado, los quede mirando y de pronto los lleve a mi boca y los chupe antes de guardarlos en uno de mis libros, en ese momento descubrí que mi madre no era la única hembra que me gustaba, mentalmente comencé a imaginar la figura de Elia y me di cuenta que mi hermanita que entonces rondaba los 18 años estaba buenísima, poseedora de  unos enormes pechos como melones unas nalgotas carnosas como pocas, ¿cómo no me había dado cuenta? pues por poner demasiada atención en la puta de mi madre, desde ese momento siempre me las ingenie para espiarla aun ante la vista alerta de mi madre.

Algún día me iba a coger a Elia, era más fácil accesar a ella que a la escrupulosa de mi madre aunque quien sabe si llegara a presentarse la oportunidad juro que me cojo a mi madre sin vacilar.

Mi mundo se había resumido en una sola cosa el sexo, para ese entonces ya tenía acceso a cosas que otros chicos de mi edad ni idea tenían, bastaba con las cosas que veía hacer a mis hermanos, varias ocasiones sorprendí a Saúl con sus compañeras de salón, con el pretexto de trabajos en casa las llevaba no más para cogérselas.

Vayan ustedes a saber porque mi madre me cargaba la pila solo a mí en eso de vigilar, porque a  Elia y a Saúl los dejaba en paz sin siquiera sospechar la clase de cabroncitos que eran, puedo asegurar que mi madre ni siquiera sospechaba que los dos ya cogían y desde hacía años, no entre ellos porque nunca los vi y estoy seguro que no hicieron después sabrán porque estoy tan seguro.

Tratare de que lo que narro sea lo más cronológico que pueda, si no es de mente abierta más vale que abandone esta lectura, no es para mentes débiles.

Me fui a la secu bien arreglado mi madre había logrado un buen habito en mí, siempre limpio de ropa y bien bañado, diariamente.

Recuerdo ese día en especial porque me fue mal, algunas tareas no las hice bien me regañaron varios maestros, no me dejaron participar en la clase de deportes, lo peor ocurrió durante la clase de francés, no era mi fuerte esa clase, solo trataba de llevarla lo mejor que podía pero la verdad no me interesaba, entre el libro de francés tenía un libro porno que saque del cuarto de Saúl no sé si lo conozcan se llama memorias de una pulga tiene algunas cosas fuera de contexto pero si logra calentarte, el caso es que me excito tanto que me empecé a masturbar, esto era cotidiano para mis compañeros no les asombraba, en cambio mis compañeras de cuando en cuando volteaban a ver mi tranca como la manipulaba, estaba yo tan ocupado en hacerme justicia por mi propia mano y con mis ojos tan cerrados que no me di cuenta que mi profesora estaba frente a mi observando lo que hacía, pinche vieja me dio un reglazo que pego entre mi mano y la cabeza de mi verga, me tire al piso revolcándome de dolor.

---muchacho indecente te me vas a la dirección ahora misma---

Me levante aun empuñando mi adolorido sable y camine con mucho trabajo con la profesora tras de mí, guarde como pude mi tolete camino a la dirección. No les cuento más de esto no vale la pena.

Me mandaron a casa, y esto fue lo que hice con el citatorio, lo tire en el contenedor de basura, seguramente hablarían por teléfono con mi madre y tendría que hacer acto de presencia.

El caso es que me dirigí a casa, mi madre no estaría ahí, desde muy temprano se iba casa de mi abuela y mi papa pasaba por ella para regresar juntos a casa, todo el tiempo era para mí estaría solo en casa viendo una película porno y masturbándome sin dar explicaciones a nadie.

Estaba el carro de mi tío Abel estacionado frente a mi casa.

A que chingaos vino de seguro ahí esta mama esto ya valió madre, sin embargo el destino me tenía destinado algo grato después de un día catastrófico, no tenía ánimos para saludar ni platicar con nadie y decidí entrar sigilosamente sin que notaran mi presencia. Entre de puntitas me sorprendí porque nadie estaba en la sala dudo que mi madre haya metido a mi tío a su recamara, confieso que sentí mucho coraje al pensar que mi tío se estuviera cogiendo a mi madre, hijo de la chingada será capaz de cogerse a su hermana, me fui tan despacio como pude a la recamara de mi madre gire muy lento el picaporte y abrí despacio la puerta mirando directo a la cama, pues no, no había nadie en ella el cuarto estaba impecable en su aseo, pero seguía guardando ciertas dudas ¿Qué hacia el carro del tío Abel en mi casa, seria por cualquier motivo que no quise no indagar. Salí de la recamara y decidí ir a mi cuarto tenía que pasar a fuerza por el cuarto de Elia, se me prendió el foco y me dije voy a entrar a ver si me dejo uno de sus calzones, abrí la puerta muy despacio y  entre mirando al piso ahí estaban las pantaletas de Elia pero junto a ellos había mas ropa, levante mi vista y me topé con la mirada sorprendida de Elia que estaba empinada y mi primo Jorge tras de ella.

--- ¿Qué haces aquí?---

---Eso no es importante, te preguntaría lo mismo pero a diferencia tuya yo si se lo que estás haciendo---

Intervino Jorge

---Mira primo hablemos de esto---

---no tenemos nada de qué hablar esta no es la primera vez, pero te aseguro será la última que te cojas a esta puta desgraciada---

Elia intento amenazarme

---le voy a decir a mama que entraste a mi cuarto y ya sabes cómo te trae---

--- ¿de veras crees que me asusta, en verdad crees que no creerá cuando le diga que te encontré cogiendo con Jorge?---

En ese momento me agache y tome los calzones de los dos y Salí corriendo de mi casa, tenía a  Jorge de los huevos y a Elia de los pelos de la panocha.

¿Qué paso entre ellos no lo sé? pero Jorge no dilato en salir de mi casa, arranco el auto y me buscaba ansioso con su mirada, no me encontró porque el buscaba en el piso y yo estaba trepado en un árbol, en cuanto lo vi desaparecer me baje de mi escondite y me dirigí a mi casa.

Elia estaba en la sala se notaba preocupada, al verme frente a ella se levantó y me hablo en tono amenazante.

---dame mis calzones---

---tendrás que pedírmelos frente a mama esa es la condición.---

Entonces su tono cambio

---no seas malo no le digas a mama, ¿qué te doy para compensarte?---

---vas por buen camino, cambio el tono y eso me gusta, pero tendrás que hacer cosas muy cañonas para que no te delate con mama---

--- ¿cómo qué?---

---esto se me ocurre de momento, no volverás a ver Jorge porque si descubro que lo sigues haciendo, en ese momento le entrego tus pantaletas a mama---

Elia escuchaba sin contestar

---estoy esperando tu respuesta o tu silencio debo tomarlo como no hay trato---

---está bien como tú digas ¿Qué más vas a querer? ---

---En su momento lo sabrás---

Y es que la verdad en ese momento no se me ocurría nada o tal vez miles de cosas, pero había que pensarlo muy detenidamente.

Me fui a mi cuarto estuve pensando tanto que hasta mi idea de masturbarme se esfumo, Elia estaba en mis manos no tenía como negarse a nada que le pidiera.

Después de dos horas y de varias cosas que había hecho entre ellas bañarse Elia se había refugiado en su cuarto, y decidí ir a platicar con ella.

Elia seguía muy seria de hecho no dijo nada cuando entre a su cuarto al que nunca me dejaba entrar y me corría de mal modo.

---Elia---

--- ¿Qué quieres?---

---te quiero coger---

--- ¿estás loco como se te ocurre?---

---igual que a ti se te ocurre coger con Jorge---

---no es lo mismo, porque por más que sea mi primo no es mi hermano, como tú---

---pues bórrame de tu parentesco Elia porque de que te cojo te cojo, quiero que me comas con tu panochita te guste o no---

--- ¿no estás hablando en serio verdad?-----claro que sí y si no aceptas ya sabes las consecuencias---

---no, no lo voy hacer---

---si lo vas hacer y no tienes mucho tiempo para decidirlo, hoy tiene que ser y si puede ahora mismo mucho mejor porque mira déjame mostrarte---

Me saque mi verga del pantalón y se la mostré a mi hermana, ella se mostró sorprendida por el tamaño de mi sable, aun me parece contemplar su carita de sorpresa y sus ojitos fijos en mi estirada verga.

---No sé por qué te pones tus moños cual sería la diferencia no creo que a tu panocha le importe mucho de quien se trata.

---es que esto no está bien, no entre tú y yo---

--- no seas mojigata yo sería capaz de cogerme a nuestra madre, para que lo sepas se me antoja picarle la panocha.-----estas, completamente loco---

---De veras le vas a poner remilgos a este cachito---

---entiende que no debemos---

---está bien----

Me guarde la verga frente a ella y me dispuse a salir de su cuarto.

--- ¿entonces no hay trato?---

Camine 4 pasos para abrir la puerta pero la voz de Elia me detuvo, suspiro y me dijo.

---está bien será como tú digas---

Volví mis pasos y me pare frente a ella de nuevo desenfunde mi verga y se la mostré erguida y desafiante.

---Elia dame una oportunidad no seas así, no me veas como un verdugo, de no haber sido porque te sorprendí ahora que ya no soy un niño, no tendría forma de aspirar a ti. Recuerdas la primera vez que te sorprendí era muy pequeño tanto que no sabía que hacer después de  ver aquello, ahora es diferente porque crecí y quiero disfrutar de la misma forma que lo haces con Jorge, no estoy loco solo siento que es lo justo, solo trata de entender papa y mama cogen Saúl y sus compañeras del colegio cogen tú y Jorge cogen ¿porque yo no? Dame una respuesta que pueda yo entender pero no me digas que soy tu hermano porque Jorge casi lo es y no tienes empacho en coger con él. Te prometo una cosa Elia si no te gusta como cogemos jamás te lo vuelvo a pedir.---

Todo el tiempo Elia permaneció con sus ojos fijos en mi verga parecía que la idea de coger conmigo le estaba excitando porque de pronto ya no se veía molesta, tal vez las palabras que le dije lograron ablandarla o la esperanza de desecharme rápidamente no lo sé, pero volteo y me miro de otra forma,  su tono se suavizo hasta tomar un dulce acento, el cual a mi me pareció como un arrullo.

--- ¿sabes una cosa? nunca me había detenido a pensar en ti en las cosas que descubriste por azahares o descuidos de todos nosotros, quizá te hemos hecho daño con eso, me imagino lo tormentoso que ha resultado todo esto para ti, porque la verdad cuando siento ganas de coger  a veces me resulta imposible aguantarme---

--- a mí también Elia y hasta siento que voy a estallar ---

---eso se acabó voy a dejar que me hagas lo que quieras y te voy a enseñar algunas cosas que te van hacer sentirte bien, ven acuéstate aquí, me recosté junto a ella y por primera vez en mucho tiempo mi hermana se mostraba afectuosa conmigo, olía muy rico el aroma se acentuó aún más cuando recargo su cabeza sobre mi pecho,  aquella habitación hasta entonces ignorada por mí, se convertiría en testigo de mi iniciación al placer sexual de la mano de mi linda hermana.  Su actitud era otra hasta descubrí un brillo muy especial en sus ojos de Elia me miraba de una manera tan especial que denotaba ternura, a partir de aquel instante me enamore de Elia, su cabello suelto y sedoso cubría parcialmente su rostro, yo le contemplaba y la veía más hermosa que nunca, quería besarla pero me sentía inhibido a pesar de que ella manipulaba mi estoque desde hacía rato, su suave manita frotaba mi verga deliciosamente, nada que ver con la forma rustica de masturbarme, lo hacía con una gracia tan placentera que muy a pesar mío eyacule mojando su manita con mi semen, sentí pena y me disculpe con ella.

--perdóname no sé qué me paso---

---no importa tonto a mi gusta hacerlo me excita---

Aquellas palabras me devolvieron el aplomo que había perdido, y a pesar de las ganas que tenia de tocarle su bizcochito no me atrevía, lo bueno de todo esto es que mi verga nunca perdió rigidez a pesar de haber eyaculado, era tan grata la sensación que Elia me proporcionaba que se mantenía firme, había leído tantos relatos eróticos que sabía perfectamente que debía hacer. Entre ello no debía permanecer tan pasivo, besar si sabía había tenido algunas noviecitas y aprendí con ellas, me volví hacia ella y la bese delicadamente, después de todo ahora sería mi mujer y debía tratarla con esmero y mucho amor, Elia respondió a mi beso y abrí mi boca para recibir su lengua, ella la batía en mi boca y respiraba agitada mostrando su excitación nos besamos durante mucho tiempo devorando nuestras bocas y tragando saliva, entonces bese su cuello mientras deslizaba mi mano hacia su entrepierna, me detuve un segundo sobre su vientre seguía dudando en meter la mano en su panochita, pero finalmente me venció el deseo y pose mi mano en su peludito, Elia pego un brinquito cuando sintió mi mano en su cosita, lo único que nos separaba del contacto total era la leve tela de sus pantaletas, frote su monte de venus aumentando a cada instante la presión sobre el objeto de mi deseo, Elia empujaba sus caderas sobre la presión de mi mano, me incorpore y me deshice de sus pantaletas en un instante, cuando mire su puchita cubierta de pelos sentí que mi cabeza iba explotar, una repentina fiebre se apodero de mí y un deseo irrefrenable de chupar su capullito lleno de agua mi boca, Elia suspiraba con sus ojitos cerrados, abrió más sus piernas cuando sintió mis manos hurgar en su intimidad, más su sorpresa no tuvo limite cuando sintió mi lengua deslizarse a lo largo de su fisurita, en primera instancia trato de retirar mi boca de su panal pero la sensación que le provoque le hiso desistir, aflojo su cuerpo y se dedicó a disfrutar de aquella caricia que le estaba volviendo loca.

Si me encantaba oler sus pantaletas imaginen lo que disfrute del sabor de su puchita, sencillamente delicioso. Medio rostro estaba cubierto de su jugo lubricante, pero mi expectativa había cambiado, mi tumefacta verga estaba a punto de explotar y campaneaba desafiante en medio de mis piernas, no podía más tenía que metérsela en verdad lo deseaba, así que se lo apunte en su agujerito y se la deje ir toda de un solo golpe, Elia respingo un poco al sentirse horadada por mi potente estoque, más tarde en metérselo que ella en iniciar un desbocado e incontrolable movimiento de caderas que chocaban fuertemente contra mi región púbica llevándola a un orgasmo intenso y gratificante, de pronto su ducto parecía querer arrancarme la verga y desaparecerla en su interior, irremediablemente aquello también me llevo al orgasmo, que deliciosa sensación era, mi primera eyaculación dentro de una ardiente y empapada panocha, si después de esto tenía que morir no me importaba, pagaría el precio con enorme gusto, todo se había convertido en un lindo sueño hecho realidad adoraba a mi linda mujercita por haberme hecho tocar el cielo con sus lindos encantos. 

Continuara….         

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