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Mi novia y su pequeña hermana

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Era una tarde fría de invierno, llovía a montones y me encontraba con Lia, mi novia, a quien conocí cuando entre a la universidad. Hemos sido compañeros durante estos 6 semestre. Solo hay un año de diferencia entre nosotros, ella con 20 y yo con 21.

Llegamos rápidamente a su casa, escapando de la lluvia. Sus padres se habían ido de viaje, ya que su trabajo así lo demandaba, así que Lia se había quedado sola con su hermana Helena quien en ese momento se encontraba en el colegio.

Estábamos empapados, ya que debimos correr bastante antes de poder llegar a la entrada de la torre donde Lia vivía, entramos a su apartamento y allí descargamos nuestras maletas.

-Estas empapado!- Exclamo ella mientras me tiraba una toalla.

-deberías quitarte esa camisa y esos pantalones antes de que pesques un resfriado, toma ropa de mi padre, mientras yo iré a cambiarme- me dijo.

ella continuo hacia su habitación mientras yo me dirigía a la de sus padres, donde encontré un pantalón deportivo y una camiseta para ponerme. Cuando me dirigía hacia el cuarto de ropas para dejar mis prendas mojadas, me encontré con ella quien lucia una pijama azul de una sola pieza, con delgadas tiras que descansaban sobre sus hombros y que apenas llegaba unos 7 dedos arriba de sus rodillas. Esta pijama dejaba ver un hermoso escote, ya que tenia unos senos redondos casi perfectos, que ademas combinaban con su hermosa cola que levantaba levemente su pijama en la parte de atrás. En general tenia una figura delgada, con bastantes curvas, sobre todo en su delgada cintura y que con su color de piel típico de una mujer latina y su cabello negro casi hasta la cintura, mostraban una hermosa mujer.

una vez secos decidimos ver una película en su alcoba, no se ni de que se trataba ya que bajo las cobijas y abrazados yo delineaba delicadamente con mis manos su cintura. Suavemente fui besando su cuello subiendo lentamente hasta su boca, mientras ella con sus ojos cerrados se iba entregando poco a poco, le quite la blusa que tenia puesta y vi que sus pezones se encontraban duros ya, así que me fui directo hacia ellos, asiendo círculos con mi lengua y succionando de vez en cuando, mientras con mi mano bajaba por su cintura, pasaba por la pelvis y llegando hasta su vagina húmeda y calidad para masajearla.

Una vez desnudos, la acosté boca arriba sobre su propia cama, la bese en la boca y después fui recorriendo su cuerpo hasta llegar a su rosada y deliciosa concha, allí me di gusto un tiempo y justo cuando me acomodaba para penetrarla, vi su cara de satisfacción, pero de repente se quedo mirando fijamente hacia la puerta. Dirigí mi mirada hacia allí y confieso que me asusté, estaba su hermana aún con el uniforme del colegio mirándonos, estaba allí sonrojada, sus ojos negros brillaban y se mantenían fijamente en nosotros, pero mas sorpresa me dio cuando Lía le preguntó: -¿que haces ahí parada?, ¿acaso te gusta lo que vez?-

-eeemm, ¡los siento, yo solo, eeemmm, lo siento!- salió corriendo hacia su a habitación.

Lía se levanto desnuda y fue tras ella, yo estaba confundido y de repente vi como entraba y de la mano traía a su pequeña hermana. -Esta nerviosa pero quiere unirsenos- me dijo Lía. En el rostro de su hermana se veía una mezcla de nervios y entusiasmo. -Quiero verte hacerlo con ella- me dijo mi novia, en mi cabeza solo podía pensar "mi propia novia me pide que lo haga con su hermana", eso me excitó tanto que no me pude contener. Empecé a desnudarla de apoco, solo para darme cuenta de que a pesar de su edad, su cuerpo era el de toda una mujercita, sus senos que aunque no eran grandes, eran redonditos, sus pezones rosados, su cintura pequeña y se ensanchaba un poco mas nuevamente en sus caderas, su trasero era redondo, firme y voluptuosos, producto del patinaje que tanto practicaba.

Me acariciaba el rostro y los hombros y note que sus manos estaban heladas producto del nerviosismo, así que la acosté de espaldas en la cama y le susurré: -tranquila, te aseguro que lo vas a disfrutar-, ella respondió con una sonrisa. Empecé a bajar besando cada parte de su cuerpo hasta su entrepierna, mientras Lía se acostaba a un lado y se introducía los dedos en su vagina, empecé a lamer los labios de su vagina, buscando su clítoris para después quedarme ahí, haciendo círculos con la lengua, aplicando un poco de presión y luego aliviándola. Empecé a escuchar pequeños gemidos. -¿te gusta?- preguntó Lía, -si, ¡Mucho!- Exclamo antes de que se le escapara un grito de placer. Ella tomaba mi cabello y lo halaba, espalda se arqueaba sobre la cama y apretaba con sus piernas mi cabeza. Esta imagen me puso a mil, así que subí y me dispuse a penetrarla. En su rostro se dibujo algo de temor, introduje mi pene y sentí su virginidad. Me agache y pregunté -¿quieres que pare?- a lo que ella respondió -no, por favor, sigue- Así que empece solo con la cabeza, muy despacio. Era estrechita, se sentía genial, era cálida y húmeda así que la bese en la boca e introduje lento pero con fuerza todo mi pene, ella grito, una lagrima salio de sus ojos, me tomo la espalda con fuerza, arañándome un poco, y dijo muy convencida -por favor, no pares- así que la empecé a embestir con fuerza y cuestión de segundos, sus gritos ya no eran de dolor sino de placer. Me miraba con sus hermosos ojos negros que nuca dejaban de brillar mientras sonreía y gemía con fuerza. -Te gusta hermanita?- le preguntaba Lía mientras tocaba sus pechos -si hermana, ¡me Encantaaaa!- Lía me miro sonriendo, me beso, y me dijo: -Prueba con ella la pose que tanto nos gusta- yo mire a su hermanita quien ya sudaba un poco quien asintió con la cabeza y me dijo -muéstrame-. La tendí completamente boca abajo en la cama, cerré sus piernas, abrí un poco, solo un poco para introducir mi pene y manteniéndola con las piernas cerradas y acostada bocabajo, seguí embistiendo con la misma energía de antes, ella agarraba con fuerza las sabanas, gemía y gritaba y de vez en cuando mordía la almohada. Fue tal la sensación que me vine al poco tiempo al igual que ella. Caí en la cama de espaldas en medio de mi novia y su hermana. -te portaste muy bien con mi hermanita, te vamos a dar un premio-. Bajaron las dos hasta mi pene y recibí una mamada por parte de las dos. Al principio la hermanita de mi novia lamia tímidamente, pero con ayuda de su hermana fue introduciendo mi pene en su boca, jugando con la lengua para hacerme venir nuevamente y tragarse todo mi semen.

 

Fin

 

Este es un relato de mi autoria que hice hace mucho tiempo, fue mi primer relato y fue publicado inicialmente en Poringa, espero que los disfruten tanto como yo disfruté hacerlo.

 

*TOTALMENTE FICTICIO*

(9,02)