Día 3
Alrededor de las 3am desperté, creí haber soñado toda la escena con mi madre hasta que pasé mi mano al costado de la cama, donde estaba durmiendo mi madre, sentí su cuerpo tibio y desnudo haciendo una cucharita conmigo. Luego pasé los dedos y sentí su coño peludo, empecé a sobar los labios de su vagina hasta que mi madre se despertó, separé sus piernas ligeramente y la empecé a penetrar de manera suavemente sobando sus tetas y besando su boca mientras tanto. Ambos nos corrimos y luego nos quedamos dormidos y felices.
Alrededor de las 8:30am mi madre me despertó con una increíble mamada.
-Yo: Buenos días, reina.
- Mamá: Ummmh, ummmh… Buenos días, bebé –Levantó la cabeza para decir esto y dio pequeños y esporádicos besos a mi estómago.
-Yo: Qué rico despertar
-Mamá: No podemos quedarnos todo el día en la cama, aunque es divertido. Hay muchas cosas que hacer.
-Yo: Vamos a tomar una ducha y salir. – La cargué hasta el baño. Me dispuse a orinar. Mi madre sonriente veía mi pene. Luego ella se sentó en el inodoro y también se dispuso a orinar. Habiendo terminado la cargué y la llevé a la regadera. El agua cayó tibia en nuestros cuerpos, nos enjabonamos mutuamente. No me pude resistir a su grande y redondo culo y empecé a refregarme en ella. Mi mamá se volteó su cuerpo. Pegué su espalda a la pared, la levanté en vilo y empecé a clavarle pollazos con un mete y saca constante y violento, el olor de nuestros fluidos se mezcló con el sonido de nuestros cuerpos opacando el sonido de la ducha, hasta que me corrí, el cuerpo de mi madre se convulsionó, le saqué el pene. Trató de pararse, pero sus piernas le temblaban y no le sostenían. Mi leche salía de su gruta.
Al recuperar el aliento. Mi mamá me besó en los labios y me dijo: “Gracias mi amor”. Nos secamos mutuamente con la toalla. Me cepillé los dientes, luego mi mamá hizo lo mismo, al inclinarse su culo me volvió loco nuevamente y se la clavé nuevamente, tardé más en correrme porque ya estaba casi vació. Se lo quise meter por el culo, pero mi mamá se negó porque nunca se lo habían hecho por allí. La incliné un poquito y le empalé el coño, oía el sonido líquido del encharcamiento de su vagina. En el espejo podía del baño podía ver sus ojos completamente abiertos al ser penetrada, luego cerró los ojos y su cara era un poema del placer hasta que se corrió echando espuma literalmente.
Mi mamá me dijo: Eres una máquina, una gloria. Mi travieso amor.
Nos cambiamos y desayunamos. Mi madre se puso un vestido que le quedaba cinco dedos por encima de la rodilla. Bajamos al restaurant a desayunar, la mesa tenía un mantel largo por lo que aprovechamos para jugar con nuestros pies.
Luego fuimos a las tiendas de ropa para comprarle un bikini a mi mamá y otras prendas que no quiso mostrarme en ese momento.
Minutos después mi mamá salió del baño con su bikini color arcoíris, le lucía genial. Estaba embobado. Me dijo:
“Lo mejor está debajo”
Se quitó la tanga y vi que se había depilado el coño dejando solo unas pelitos con una forma de corazón.
-Mamá: Esto es para ti, mi amor
-Yo: Quiero cogerte, mami.
-Mamá: Hazlo. Ya estoy lubricada. Me mojé al depilarme y pensar que te iba a excitar.
-Yo: Y así fue, mamita linda.
-mamá: Clávame, mi macho
Mi mamá se tendió en la cama, abrió las piernas y empecé con el mete-saca. Estaba muy excitado así que se lo hice rápido.
Los jadeos de mi madre, el sonido encharcados de nuestros fluidos y el olor a sexo y sudor inundaban la habitación.
Se la clave rápidamente.
-Mamá: Amor, termina afuera. Quiero tu leche en mí.
Al sentir que me iba a correr la saqué y terminé en su estómago.
Mi madre cogió la lefa con sus dedos, se los llevó a los labios y le dio una probada.
Luego cogió el resto del semen y con él dibujó una flecha atravesando el corazón que había hecho en su coño.
-Mamá: Eres todo mi semental y esto será siempre tuyo cuando quieras.
Descansamos un poco. Nos secamos el sudor y bajamos a la playa.
El día no podía ser más perfecto.
PD: Les pido que comenten y den ideas de cómo conquistar a mi madre en la vida real. Muy agradecido.