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El enterrador

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El rechinar de la mecedora me brindaba una pizca de calma, no obstante el momento crucial de mi vida llegaría en cualquier instante, esperaba ténsamente encontrarme con mi propio destino; Ese destino se llamaba Matthew Holmes –mi compañero detective- un hombre tenaz y apasionado que siempre hace hasta lo imposible por llegar a las últimas consecuencias con tal de entregar justicia. La cabaña era acogedora, fue propiedad de mis bisabuelos quienes llegaron al Estado de Yukón en Canadá a principios de 1907 –durante la fiebre del oro-, este era mi refugió principal en momentos desesperados, y este sin duda era uno de ellos.

60 kilómetros de hermosos bosques cubiertos de nieve me separaban de Whitehorse –la ciudad capital de Yukón- yo simplemente acariciaba mi pistola escuadra 9 milímetros mientras esperaba la llegada de mi compañero, quien me habría llamado un par de horas antes.

-Liam, necesito hablar urgentemente contigo-

-¿sobre qué?- pregunté un tanto intrigado.

-estas cosas se necesitan hablar en persona, no te muevas, ya sé dónde estás, yo voy para allá- expresó sumamente renuente Matthew.

-muy bien, aquí te espero- repliqué un tanto inquieto. <<¿ya sabe dónde estoy?.. El buen Matthew ya dedujo todo, lo siento por el>>

***

Todo empezó hace tres meses, el día que Jake O’Brien salió de la prisión de Whitehorse con una enorme sonrisa en su boca, en ese preciso instante mi perspectiva de la vida cambió radicalmente; El Hijo de Puta había violado a siete niñas pero por una pequeña irregularidad en el proceso se le liberó por falta de pruebas, aún recuerdo los desconsolados semblantes de los padres, algunos expulsaban rabia por sus ojos, sin embargo todo ese sentimiento no serviría de nada, el tipo estaba libre. Matthew y yo lo detuvimos cuando intentaba cruzar la frontera con Alaska gracias a una llamada anónima que nos advirtió de su presencia en el norte del estado; Sin embargo, allí estaba, gozoso de su triunfo sobre el sistema, un método obsoleto que necesitaba urgentemente cambios estructurales.

Aquella misma noche lo seguí hasta su casa, su maldita familia enferma le dio una fiesta de bienvenida como si se enorgullecieran de las atrocidades de este infeliz; Por mi parte, esperé paciente en mi camioneta Cheyenne, de pronto recibí un mensaje de texto que me dejo completamente fuera de sí, suspiré al leerlo y continué con mi encomienda personal, el frio era desgarrador por lo cual deje el vehículo encendido, no obstante mi sed de justicia era hirviente. A las 5 de la mañana solo quedaban algunos miembros de la familia dormidos, el resto de los invitados habían vuelto a casa; Durante mi guardia consideré esperar hasta el amanecer pero las cosas salieron mejor de lo que pensé; Resulta que “El bastardo” de Jake era madrugador y decidió correr para disminuir su resaca, ese día fue el último que se le vio con vida.

Corría por una brecha terregosa a la salida de la ciudad, no estaba demasiado lejos de su hogar, sin embargo era muy temprano y la mayoría de las personas aún descansaban, la soledad era absoluta, fue entonces que lo seguí con las luces apagadas; Lo divisé tan lleno de vida, tan pleno, como si el destino le brindara una nueva oportunidad, se había escapado de una sentencia sumamente fuerte, no obstante, yo me sentí con la obligación de darle balance a las ironías de la vida. Observé el lento trote del imbécil quien a su vez golpeaba al aire con sendos puñetazos <<se cree Rocky>> De inmediato recordé el mensaje de texto, su sarcástica sonrisa, y la manera como extendió sus manos para que lo liberaran de las esposas el día de su juicio, mi mente se accionó y no analice las consecuencias; Aceleré a gran velocidad cuando me encontraba cerca, y pude notar que el maldito enfermo volteó su mirada al escuchar mi camioneta. El impacto fue seco, al instante su cuerpo cayó desmadejado al lado de la carretera, fue entonces que me baje y de inmediato lo subí noqueado a mi vehículo.

Transcurrieron un par de horas hasta que el violador serial despertó, se encontraba amordazado y en medio del helado y basto bosque de Yukón, su mirada aterrada le despertó el ansia de saberse sin escapatoria, observaba alrededor sumamente nervioso mientras yo le tiraba un pico, una pala y las llaves. –libérate por ti mismo- le exigí mientras le apuntaba con mi arma a cinco metros de distancia, el violador tomó las llaves e incómodamente pudo zafarse de las esposas, enseguida proseguí con las instrucciones. –ahora toma el pico y ponte a escarbar, necesito que hagas un pozo donde quepas de cuerpo completo, maldito infeliz..- Jake me observó incrédulo y comenzó con los insultos. -¿Qué demonios haces?.. el jurado me encontró inocente, no puedes soportar que tu trabajo ha sido una mierda ¿verdad?....supéralo, el veredicto fue dado, muy pronto mi familia me buscará y te demandará, así funciona esto, me encantará verte tras las rejas, te acusaré de secuestro..- su rostro estaba asustado, sin embargo sentí que él creía fielmente cada palabra que mencionó, el creía que me enviaría a la cárcel, el creía que me demandaría, el creía que su familia lo iba a sacar de esta situación, no obstante, no pude contener mi carcajada y enseguida le conteste. -¿Qué te hace pensar que vas a salir con vida de esto?.. ¡Ahora yo soy el juez y te sentenció a muerte¡- su rostro se petrifico por completo, en ese instante comprendió que era su ultimo día con vida.

Una vez adentro del agujero lo rellené con la tierra recién extraída, pero mis cálculos no fueron los correctos y fue entonces que Jake se carcajeó de mi falla. –en verdad que eres un perfecto idiota, ni siquiera sabes lo que haces, aquí estoy medio enterrado, creo que tu delito será descubierto ¡hijo de perra¡..- mi furia explotó al verlo reírse de mi error novato, fue entonces que corrí directo hasta su pecho descubierto y lo patee con toda mi rabia, sus lamentos fueron estruendosos pero se perdieron en la inmensidad del bosque,  enseguida saqué mi pietro beretta 9 milímetros y lo apunté. –ahora quiero que digas los nombres de todas tus víctimas..- sin embargo, Jake se comportaba arrogante aun en su lecho de muerte.- púdrete y vete a la mierda..- tomé la pala y di el swing de mi vida al estrellarle el metal en su nuca, el llanto brotó de sus ojos y al instante procedió en su declaración. –Lilly, Jennifer, Elizabeth, Joanna, Mary… Cristina y Bethany..- enardecido por la situación continué con la inquisición. –así es, siete jovencitas las cuales ninguna sobrepasaba los 13 años, ¡eran solo unas niñas, maldito enfermo¡..- O´Brien ni siquiera me observó, pude notar como contuvo las ganas de sonreír y me causó repugnancia, fue entonces que le proporcione la información del texto. -¿sabías que dos de tus víctimas se suicidaron anoche?.- Jake O´Brien ni se inmutó, al contrario, explotó en una sonora carcajada, fue entonces que no pude contenerme más y le vacié todo el cargador en su maldita cabeza, su cráneo quedo completamente agujerado, los borbotones de sangre brotaban horripilantemente mientras un extraño sentimiento se apoderaba de mí, de manera inexplicable sentí felicidad y un suculento descanso.

***

Mi teléfono sonó e inmediatamente intuí la razón de la llamada. –Liam, acabamos de encontrar el cuerpo de Jake O´Brien a las orillas de Pine Lake, su cuerpo estaba enterrado entre la nieve, sin embargo su torso estaba al descubierto, pero.. ¡su cabeza, wow¡, se ensañaron con el tipo….¿estás pensando lo mismo que yo?- Matthew tenía la habilidad para imaginar posibles móviles por más inverosímiles que parecieran, fue entonces que tenía que desviar su atención – lamentablemente la sospecha recae sobre cualquier padre de las niñas agredidas, sobre todo las que se suicidaron..- mi teoría causó el silencio al otro lado del teléfono, no obstante Matthew retomó la conversación de manera dudosa – pues sí, ellos tenían razones de sobra para liquidar a ese maldito.. pero.. no lo sé.. no te preocupes yo los interrogaré, te veo en la estación.- me despedí de Matt y colgué, segundos después sopese en voz alta. –<<Matthew, será mejor que no te obsesiones con esto.. por tu bien>>-

***

Un día más de audiencias inexplicables, después de tres largos e intensos años de juicio, Otto Campbell era declarado inocente y concedido la libertad irrevocable, de nueva cuenta la falta de pruebas y las notorias contradicciones de los testigos en el caso causaron la anulación del mismo; Matthew me observó al escuchar el veredicto y simplemente me mostro una mueca depresiva, yo le asentí en desaprobación y caminamos fuera de los juzgados.-¿puedes creer esta mierda?- comentó Matthew, enseguida le respondí, -pareciera que nadie toma en cuenta los riesgos que tomamos para aprehender a esos rufianes.- Matt me observó y remembró parte de nuestra obscura historia con Otto -¿y pensar que ese maldito nos disparó y te apuñaló el día que lo capturamos.- fue entonces que me tome la sien y simplemente le conteste. –ya ni me recuerdes, ahora estará libre esa lacra, espero que no tome represalias contra nosotros o nuestra familia.- Matt concordó conmigo y nos dirigimos a un bar para beber nuestra más reciente pena.

***

Otto Campbell; otro maldito malnacido que trajo sus instintos criminales al pacifico Estado de Yukón; Uno pensaría que por la lejanía de este lugar y por las condiciones extremas del clima carece de atractivo para iniciar de nuevo, sin embargo, Otto Campbell lo veía diferente, era un paraíso inexplorado para cometer sus nefastos actos, poca gente, poca vigilancia, territorio colosal para perderse en la nada, un auténtico Edén para los forajidos. Campbell arribó a Whitehorse en la primavera del 2002, y curiosamente todos los delitos en cada renglón –robo, asalto, violaciones, e inclusive asesinatos- se incrementaron descomunalmente; Digamos que crecieron desde “cero” -ya que en todo el Estado no se habían presentado crímenes desde los años 70’s- hasta números alarmantes de acuerdo al porcentaje de población.

El 3 de diciembre del 2010, este criminal ingresó a una casa propiedad de la familia Anderson, y fue entonces que la historia en la extensa provincia –Estado- canadiense cambiaría para siempre. Año tras año, el extremo invierno en la región polar se vuelve prácticamente inhabitable, debido a esta razón, un alto porcentaje de la población desciende hasta el sur de los Estados Unidos –y en ocasiones hasta México- A causa de esta migración casi obligatoria, los hogares y propiedades permanecen solos por meses, desprotegidos y abandonados; La Policía local se encarga de cuidar ciudades, pueblos y comunidades enteras, sin embargo, los miles de kilómetros cuadrados en territorio hacen imposible la atención completa; Es allí donde entraba en acción el nefasto Otto Campbell.

Sus robos eran sonados, no obstante después del par de meses fuera, las familias retornaban y encontraban sus hogares totalmente desmantelados, las denuncias nunca rendían frutos, no sabían exactamente quien realizaba los hurtos y en caso de acusar a alguien no contaban con las pruebas suficientes para castigarlo; Como lo dije, un auténtico paraíso para este desgraciado, sin embargo, aquella fatídica noche, Otto Campbell no contaba con que la familia Anderson decidiera quedarse y aguantar el duro invierno; Las luces estaban apagadas, lo cual implicó la suposición de que la casa estaba deshabitada, fue entonces que el criminal se adentró sin pudor, rompió el vidrio de la ventana e ingresó sin problemas; Inesperadamente, las luces se encendieron, El padre de familia –Edward Anderson- lo descubrió al instante, fue de esta manera que el sádico de Campbell reaccionó violentamente y lo asesinó de 10 bestiales puñaladas. Lo que sucedió a continuación es inexpresable, el asesino consideró imprudente dejar testigos vivos, por lo que persiguió a Gena Anderson –la Esposa de Edward- quien observó el brutal acontecimiento y corrió por su vida, no obstante, Otto la capturó en la sala y enseguida acabó con su vida de la misma manera que con el marido. Aún faltaba la pequeña Becky, la hija única de la pareja, ella dormía plácidamente mientras los salvajes acontecimientos sucedían en la planta baja de su hogar; El asesino se dio a la tarea de seguir buscando testigos y al final encontró a la pequeña niña en su alcoba; Está de sobra comentar sobre el atroz desenlace.

Matt y yo quedamos asqueados al observar la escena del crimen, ambos sabíamos de los posibles sospechosos; Whitehorse es una pequeña ciudad, el cotilleo corre rápido, todo mundo sabe quién es el borracho, el peleonero, el gracioso, la malhumorada, la prostituta, la santurrona y los demás clichés personales, de esta forma, la lista de los perversos también es bien reconocida. Otto Campbell se atrincheró en su hogar cuando lo requeríamos para interrogarlo, el idiota se delató solo, no obstante, al momento de llegar a su propiedad nos disparó sin ningún reparo, se comportó como un auténtico maniático, y entre sus balas asesinas hirió a un miembro del equipo policial que nos acompañó –Inus Kivvit- un honesto policía de origen nativo que es sumamente valorado por la comunidad. Matt y yo nos adentramos entre la balacera, tumbamos la puerta y peligramos de ser disparados a quema ropa, de esta forma, yo mismo me abalance ante él y entre el forcejeó arrojó su AK-47 <<¿de dónde putas sacó una AK-47?>> batallamos por unos segundos mientras Matt logró ayudarme y entre ambos los sometimos, no obstante, el sádico “animal” me lastimó con un enorme cuchillo cebollero durante la reyerta. Lo llevamos a prisión, estuvo en juicio por poco más de tres años, y a causa del ineficiente sistema judicial que tenemos, fue declarado inocente por falta de pruebas y de testigos convincentes.

***

Paramos en “The Ridge Pub Grill and Offsales”, un tradicional restaurant y bar que nos brindó la paz mental que necesitábamos; Matt ordenó la reconocida tina de Alitas de Pollo mientras yo pedí una hamburguesa, juntos dialogamos lo sucedido con el caso Campbell, externamos nuestra frustración por el veredicto y coincidimos en el miedo de ser atacados por ese psicópata como represalia. Bebimos siete cervezas cada uno y nos despedimos sin mucho ánimo de llegar a casa. –bueno, pues creo que te veré mañana Liam, cuídate y llámame solo para saber que tu familia está bien- me recomendó el siempre bondadoso de Matthew, sin embargo, en mi cabeza ya le había dado solución a nuestro temor. –oh, no te preocupes Matt, nuestras familias estarán bien, eso te lo aseguro..- nos estrechamos la mano y cada quien se dirigió a su vehículo, espere un par de minutos para que mi compañero desapareciera del estacionamiento y fue entonces que me dirigí a otro destino. <<tengo que hacer una visita antes de llegar a casa>>  

Me estacioné a unas cuantas esquinas de aquel sucio departamento, caminé entre la obscuridad, y el frio congelante entumió mi rostro en cuestión de segundos, la nieve volvió mi caminar lento y torpe, fue entonces que sopesé la situación, <<tendré que hacerlo adentro, aquí afuera no se puede maniobrar>> Observé con atención aquella puerta que derribamos Matt y yo, contemplé la ventana por donde fuimos disparados sin miramientos, recordé mi tour por Afganistán, allá sentí la necesidad de proteger a los indefensos aldeanos de esos psicópatas asesinos llamados Terroristas, aquí siento la misma necesidad de proteger a los indefensos ciudadanos de este maldito psicópata asesino llamado Otto Campbell. El lugar estaba exactamente igual que cuando sucedió el terrible encuentro hace tres años y medio, supuse que nadie de su familia se dignaría en arreglar los boquetes de las balas y los vidrios, pero la calefacción es cuestión de vida o muerte en Yukón <<¿22 grados centígrados bajo cero?..¡tiene que salir¡>> de esta forma me posicione en su medidor de electricidad y lo reventé fácilmente,  <<el frio los hará salir, si no es que me congelo yo primero>> El plan resultó, -aunque casi muero de hipotermia en la espera- 25 minutos después del corte de luz, Otto Campbell salió a verificar la avería, pero tan pronto abrió la puerta mi 9 milímetros estaba justo en su nuca.

-¡adentro Hijo de Puta¡- expresé con decisión. Pude notar que su casa era un tempano de hielo, posiblemente por los orificios sin atender en el frente, en seguida lo cuestioné -¿tu familia, dónde están?- su respuesta fue llena de fastidio, parecía ni siquiera estar preocupado –no están aquí, se fueron después del juicio….¿cuál es tu puto problema?- al instante lo esposé con éxito y le contesté. –mi problema eres tú, ¡maldito bastardo¡.. mi problema es que nos disparaste, a mí y a mi compañero, mi problema es que me apuñalaste con un pinche cuchillo que parecía espada, mi problema es que asesinaste fríamente a una familia inocente… y saliste libre..- el criminal replicaba sereno y con un dote de sarcasmo. – es verdad que les disparé y te apuñalé, pero eso sucedió hace tres años… ya supéralo- Campbell sonrió satíricamente, no obstante –al igual que Jake O´brien”- le hice ver su destino. –ustedes los criminales pecan de soberbia, tienen esa pinche actitud de “todo poderoso”, pero creo que tu serenidad es porque crees que te llevo detenido, ¡no es así Otto¡….¿supiste lo que le paso al violador O’brien?- Instantáneamente, su semblante cayó de forma dramática y el escalofrío en su cuerpo no fue por la gélida temperatura. -¿fuiste tú?..- cuestionó notoriamente alarmado el criminal, al momento que contesté. -¿tú qué crees pendejo?-

El miedo carcomía el alma de Campbell, supongo que durante la hora y media de camino trataba de disuadirme de mi cometido, sin embargo, la mordaza en su boca lo impedía eficazmente, sus lágrimas cristalinas parecían sinceras, pero este tipo de imbéciles al igual que nunca mostraron piedad no merecen recibirla. –lo tengo que hacer Otto, la verdad eres un Hijo de Puta que no merece vivir, te tienes que morir, además no puedo correr el riesgo de que se te ocurra lastimar a mi familia..- el criminal negaba con la cabeza como diciendo que sería incapaz de lastimar a los Stevenson con tal que le perdonara la vida, de todas formas, eso no iba suceder. El par de luces de la Cheyenne indicaba un camino terregoso que era escoltado por inmensas acumulaciones de nieve, de pronto, me detuve, enseguida abrí la puerta del criminal y lo bajé, estaba totalmente imposibilitado de hacer un movimiento; El frio glacial me calaba en los huesos, fue entonces que decidí levantar el cofre de la camioneta para calentarme por un momento, en seguida caminé hasta la caja y le tiré las llaves de las esposas, el pico y la pala, al instante le apunté con mi arma mientras lo liberaba en cierta medida.

-allí están las llaves, ahora quítate las esposas..- exigí al criminal al momento que temblaba de miedo, bueno, supongo que el intenso aire polar influía también.

-no se te ocurra hacer nada o aquí mismo te mueres, ahora quiero que te desvistas completamente..- la mirada inaudita de Otto parecía no comprender mi recuesta.

-¿estas enfermo?.. ¡son 22 grados bajo cero¡..- exclamó en desacuerdo Otto, sin embargo, mi estoica mirada le respondía sus dudas.

-¡desvístete por completo y empieza a cavar un hoyo donde quepas de cuerpo entero¡.-  

60 minutos más tarde, la silueta de Otto se detuvo después de doblegarse e incorporarse entre evidentes temblores friolentos, su labor fue profunda en la excavación del pozo, enseguida lo esposé nuevamente y comencé con mi parte del trabajo físico. Después de enterrarlo entre nieve y tierra, Otto respiraba rápidamente, estaba a punto de colapsar por hipotermia y fue entonces que sopese diversos escenarios. –Otto, no sé si dejarte morir y ahorrarme la pena de atravesarte la cabeza, o hacer justamente eso…. Ayúdame a decidir..- de esta forma el criminal me contestó con decisión temblorosa.

-de-debí.. ha-haber… aca- aca-bado… co-co-con… tu.. fa-mi-lia… ta-ta-mbién…- increíblemente, esbozó una siniestra sonrisa aún y estando a punto de morir de frio, no obstante, entendí cada palabra amenazante.

-¡gracias por ayudarme a decidir qué hacer¡-  

El eco de 15 disparos retumbó en la enorme penumbra glacial que interrumpió el callado paisaje nocturno. Yo, por mi parte, observé el cráneo completamente destrozado del maldito asesino, y de manera increíble, una sensación excitante me envolvió de manera penetrante y total. 

***

Pasarían casi dos meses antes de que el cuerpo de Otto fuera descubierto, de esta manera, Matthew y yo nos dirigíamos al lugar por la misma brecha que conduje aquella noche de revancha. El lugar estaba acordonado e inmediatamente me reí, en eso Matt me observa con asombro y pregunta: -¿Qué tiene de gracioso esto Detective Stevenson?- mi compañero jamás me llamaría por mi apellido a menos que estuviera confundido o molesto, de inmediato respondí: -acordonan el lugar como si temieran que gente curiosa llegara a interferir, estamos en medio de la nada….Ahora dime, ¿acaso vez gente alrededor?..- Matt evitó responderme y bajó del vehículo para examinar la escena del crimen. Estábamos en medio del bosque denso, rodeados por enormes capas de nieve, ambos contemplábamos con asombro el cuadro perturbador de la víctima, fue entonces que decidí romper el silencio. -¿Móvil.. Detective Holmes..?-  segundos después me respondió mi compañero con suma seriedad. -¡Pasional¡- sinceramente me sorprendió su respuesta, fue entonces que cuestione con curiosidad. -¿Pasional?.. ¿de verdad crees que su dolida mujer o alguna amante loca hizo esto?..- Matt me observó con calma y me replicó casi instantáneamente. – mi punto es el siguiente: Quien lo haya matado… lo hizo con pasión..- nuestros rostros gradualmente se adornaron con una sonrisa y carcajeamos sin parar.   

Horas después, de nueva cuenta estábamos en el bar, no obstante, en esta ocasión fuimos exclusivamente para embriagarnos; Repasamos algunas líneas de investigación así como posibles escenarios, me perturbó que Matt insistiera en encontrar los casquillos percutidos, me había asegurado de desaparecerlos, pero conocía a mi compañero, era más obstinado que una maldita cabra en celo, fue por esta razón que lo convencí en beber hasta embrutecernos, de esta manera olvidaría por un instante la investigación.

-¿Qué es lo que está sucediendo Liam?... ¿cuándo habías visto algo semejante aquí en Whitehorse?..- más que lanzar cuestiones, mi compañero se quejaba arduamente. Por mi parte, bebí de mi tarro y le respondí mi opinión. – los tiempos cambian, la gente también Matt- sin embargo, mi teoría fue descartada por mi ebrio compañero. –¡No, no, no no.. ya tengo la respuesta¡- expresó con notorios desvaríos el detective Holmes mientras continuaba.- ¡son los putos inmigrantes..¡- mi carcajada retumbó en todo el bar al momento que mi compañero pedía mi atención.- ¡hablo en serio Liam¡ tu bien sabes que en toda la provincia no había ocurrido un solo asesinato desde hace más de 30 años, ¡un puto asesinato¡  de pronto, llega Jake O’brien.. ¡Irlandés¡ y aparecen niñas violadas por todos lados; Otto Campbell, ¡también Irlandés¡ entonces los robos y asesinatos aumentan..  y ahora este maldito psicópata que despedaza cabezas… sabe dios de donde será- Matt tomaba hasta el fondo su cerveza mientras yo lo observaba con enfoque analizador. <<¿maldito psicópata?.. ¡deberían premiarme¡>> no obstante, recurrí a mi sensatez. – Matt ¿si comprendes que posiblemente tú también seas irlandés?- no obstante, mi borracho compañero trató de explicar su torcida hipótesis. –no me entiendes, mi familia podrá ser de ascendencia irlandesa pero llevamos 100 años en Whitehorse, me refiero a la gente que no creció aquí, ellos traen sus malas costumbres de donde sea que vengan, ¿Cuándo has sabido de algún nativo de Yukón que haya siquiera dañado algún semejante?- el contacto visual era intenso, de pronto sopese, <<yo Matt >> sin embargo, coincidí con mi compañero –tal vez tengas razón-

***

Al día siguiente, Matt se disculpaba por sus desatinadas remarcas mientras el teléfono sonaba en la oficina, no obstante, yo tomé sus comentarios con filosofía, -suele pasar Matt, no te preocupes- mi compañero me observó con humor y me agradeció el gesto. – en verdad te lo agradezco Liam- fue entonces que repliqué casi de inmediato –por nada, ¡pinche racista¡- ambos reímos a todo pulmón y entonces le recalqué una severa recomendación. –¡Solo deja de ver televisión Estadounidense¡- Matt tomó con gracia el comentario y se dispuso a trabajar en su cubículo, por mi parte yo contesté el insistente teléfono; La información que recibí a continuación me dejo completamente perplejo. –Detective Stevenson, le comentó que se acaba de localizar un nuevo cuerpo enterrado y con el cráneo destruido en la comunidad de Old Crow. -<<¿pero qué demonios?>> mi alma quedo pasmada.

-¿Old Crow? ¡Eso es imposible¡- exclamó Matt quien disponía su total atención en el caso, <<algo malo saldrá de esto>> analicé. La remota comunidad se encontraba incrustada en el extremo norte de la provincia, justo a los pies del extenso Parque Nacional Ivvakik, una vasta reserva natural en el círculo polar ártico; Old Crow es una diminuta comunidad conformada por menos de 300 personas –todas ellas pertenecientes a la etnia regional- que se encuentra a más de 1000 kilómetros de la capital de Yukón, su complicado acceso forzaba a tomar un vuelo para poder llegar ya que no cuenta con carreteras o autopistas, pero si con un pequeño aeropuerto. Inmediatamente nos dirigimos al hangar de la policía estatal y nos subimos a la avioneta que nos llevaría hasta aquella recóndita región.

***

Durante el vuelo de dos horas y media, Matt parecía ensimismado, absorto en su propio mundo, yo lo conocía muy bien y algo me decía que una extraña teoría le aniquilaba su calma; El joven entusiasta que estudio criminología y medicina forense en la Universidad de California se encontraba inquieto, fue entonces que intente reanimarlo. -¿no te gustan los vuelos o no te gusta el trabajo?- sabía que tocaba fibras sensibles, era ilógico pensar que un apasionado como él, quien tuvo su capacitación como Detective de Homicidios en Los Ángeles –el corazón de los asesinatos en serie- estuviera intimidado por la ola de violencia en su tierra natal, sin embargo, parecía que escondía algo, lo note en sus ojos –Nada- contestó sosegado mi compañero -solo me cuesta trabajo comprender que esto suceda en Yukón, la tierra más pacifica de todo el continente- fue entonces que sonreí empáticamente, sin embargo mi mente consideraba otra opción. <<mi querido Matt, aquí no pasa nada porque no hay gente, no porque sea “la región más pacífica del continente”>>

Arribamos a la pequeña comunidad de Old Crow y fuimos recibidos por el líder étnico, su nombre era Linus, este nos llevó hasta la escena del crimen sin saber lo que nos esperaba; Unas intensas ganas de volver el estómago causaron las sonrisas de los locales, no obstante, el panorama era sumamente asqueroso por lo cual la razón estaba de nuestro lado, enseguida Matt se distanció con Linus y me requirió investigar el área –le haré unas cuantas preguntas al líder de la comunidad, ayúdame rastreando evidencias..- mi rostro incomodo expresaba lo que mi boca no podía. –claro Matt, yo me encargo- <<¿ahora eres mi jefe?>> En menos de 20 minutos encontré una decena de casquillos calibre .22 y los guarde en la bolsa de evidencia, sin embargo también encontré trozos maderos de un bat de béisbol, <<eso es nuevo>>. Matt regresó de la intensa conversación con información relevante – caucásico, entre 40 y 45 años de edad, 1.85 metros de estatura, 130 kilogramos de peso y conocido como Kurt- Al instante retomamos la avioneta y volvimos hasta Whitehorse, deberíamos circular la noticia, ya teníamos los datos generales del asesino conocido como “El enterrador”.

Durante el regreso, Matt continuaba incomodo, algo lo inquietaba, fue entonces que me acerque y cuestione su comportamiento -¿estás bien?- sin embargo, su férrea mirada parecía aclararme todas mis dudas –yo estoy bien, y me imagino que tú también, te noto más relajado..- sus palabras desbordaban un mensaje oculto, parecía hablar entre líneas, fue entonces que supuse lo peor a pesar de tener mi coartada perfecta. Un par de horas después arribamos a la ciudad, enseguida nos despedimos, Matt regresaría a la estación y yo me dirigí hasta el único lugar que me brindaba confort, la cabaña de mi familia.

Mi cabeza daba vueltas, mis pensamientos rondaban mil direcciones, y durante esos minutos contemplé mi inseparable pietro beretta (9 mm), el fuego de la leña mitigaba mi calma, no obstante, coexistía con el nervio latente, de pronto, mi teléfono sonó;-Liam, necesito hablar urgentemente contigo- expresó mi compañero -¿sobre qué?- pregunté un intrigado -estas cosas se necesitan hablar en persona, no te muevas, ya sé dónde estás, yo voy para allá- expresó un reacio Matthew. -muy bien, aquí te espero- repliqué inquieto. <<¿ya sabe dónde estoy?.. El buen Matthew ya dedujo todo, lo siento por el>>

***

Tres golpes fuertes resonaron en la puerta de mi cabaña, enseguida me incorporé de la mecedora y tomé con fuerza mi arma mientras la escondía tras mi espalda; Abrí la puerta sin contemplaciones y efectivamente, como lo esperé, el momento crucial de mi vida había llegado; Matt se encontraba totalmente sometido por un desequilibrado hombre enorme, esté lunático apresaba su brazo izquierdo en el cuello de mi compañero mientras sostenía con su diestra una Magnum calibre .22 <<¡el arma homicida de Old Crow¡>> instantáneamente saqué mi pietro beretta y le apunté directo a su cabeza. –¡libera a mi compañero¡- grité con decisión, aunque debo aceptar que esperaba otro escenario. - ¿me estaban buscando? ¡pues aquí esta Kurt McAllister¡ ahora arroja tu arma al suelo o lo mato- <<¿McAllister? ¿Otro Irlandés? >> consideré con gracia. Matt era mi amigo, sin embargo su bienestar me importaba un carajo desde que contemplé la posibilidad que me descubriera, no obstante, jugué al buen policía; Lentamente coloqué mi arma en el suelo y levanté mis manos, fue entonces que el maniático inhabilitó a Holmes en una silla, mientras procedía a su ritual asesino.

Kurt me llevó hasta al bosque mientras Matt permanecía prisionero en la cabaña –¿me vas a matar primero a mí?- pregunté indignado. –¿¡me apuntaste con un arma, claro que te voy a matar primero a ti¡- respondió con rabia el robusto hombre. <<es un verdadero estúpido, ¿para qué pasar tantos problemas con Matt si al final lo dejas?, bueno tal vez el estúpido soy yo, ¿Por qué fingí que me importaba?, le hubiera disparado en su puta cabeza>> El asesino de Old Crow me arrojó la llave para las esposas, un pico y una pala, no pude evitar sonreír y enseguida comente: -déjame adivinar, ¿quieres que cave un pozo donde quepa de cuerpo entero?- al instante me respondió afirmativamente, fue entonces que continué con la difícil conversación. –¿admiras al verdadero “Enterrador”?- la mirada de Kurt enloqueció, su sorpresa fue notoria. -¿Cómo sabes que existe otro?- mi satisfacción también fue clara, así que use mi última opción para salvarme –me perdonarías la vida si te digo que yo soy el verdadero “Enterrador”- su tensa mirada se posicionó en mi vista; Mientras tanto en la cabaña, Matt intentaba zafarse, la incomodidad lo vencía, pero inesperadamente logro su cometido después de un gran esfuerzo, se puso de pie entre respiraciones profundas y buscó incansable un arma, sin embargo, cinco estruendos aturdidores eclipsaron el ambiente, era demasiado tarde, ahora lucharía por su vida.

***

-fue un verdadero ejemplo a seguir, su valor y dedicación lo posicionaron como un hijo prodigo de nuestra ciudad..- el alcalde de Whitehorse brindaba unas solemnes palabras mientras un público estoico escuchaba atentamente. –sus acciones determinaron el bienestar de todos, su lealtad fue inquebrantable.- la familia Stevenson derramaba un silencioso llanto ante las elocuentes palabras del alcalde, mientras tanto, Matthew Holmes observaba con seriedad absoluta el evento. –por eso estoy seguro… que todas estas cualidades le servirán al Detective Liam Stevenson para que asuma el cargo de Zar de Justicia de la Provincia de Yukón.- la algarabía no se hizo esperar mientras subí al pódium para exponer mi discurso, en ese momento Matt me entregó una hoja, nunca fui bueno expresando palabras por lo que le pedí que dictara mi declaración. Me ajusté los lentes y comencé a leer en mi mente. -<<Liam, felicidades por tu nombramiento, desde el segundo que te escuche decir.. “oh, no te preocupes Matt, nuestras familias estarán bien, eso te lo aseguro” supe que tu comportamiento se desvió. Fue muy inteligente de tu parte recoger toda la evidencia en las escenas del crimen, no pude encontrar nada que te conectara con Jake O’brien o con Otto Campbell, sin embargo, el hecho que te haya seguido aquella noche que nos embriagamos, donde tu esperaste pacientemente fuera del departamento de Campbell me sacó de toda duda, ¿lo sucedido en Old Crow? Eso si me alarmó, creaste otro monstruo que siguió tus pasos, pero a diferencia de ti, este le dio su toque personal destruyendo sus cabezas con un bat de béisbol para después dispararles con una calibre .22 (no una 9 mm) .Era impensable considerar que Kurt McAllister fuera el único “Enterrador”, las pruebas forenses demostraron que Otto Campbell y el pobre desgraciado de Old Crow –Nibut Ivvik por si te interesa saber su nombre- fallecieron con cinco días de diferencia, lo cual me hizo verificar en el aeropuerto si hubo vuelos de Whitehorse para Old Crow durante ese lapso, ¿Adivina que?.. no los hubo, eso nos indica que nadie pudo estar en Whitehorse asesinando a Campbell para después llegar a Old Crow y matar a Ivvik, ni siquiera hay carreteras para llegar, toda esta información es solo para comprobar tu culpabilidad ante un tribunal, -al menos por Jake y Otto- yo sé de sobra que tú lo hiciste; Te preguntaras que como puedo ligarte con ellos si no hay evidencia que conecte tu arma con los homicidios, ¿Que te puedo decir? ¡no soy perfecto¡ lo único que se me ocurrió fue verificar nuestros inventarios de municiones, y encontré datos interesantes, tus reservas muestran un gasto de casi tres cartuchos – 35 balas para ser exacto- Ahora, si analizas la situación de que no hemos hecho un solo disparo en más de tres años, -desde la captura de Otto- y ni siquiera hemos practicado al aire libre, <me consta porque te he visto todos los días> me lleva a la conclusión de que tus 35 balas fueron utilizadas de la siguiente manera: 15 en el cráneo de Jake O´brien, 15 en la cabeza de Otto Campbell, y los 5 que utilizaste contra Kurt…¿servirá esta evidencia en tu juicio?....lo que sea que resulte… bien jugado Liam.->>

Levante mi rostro ante la audiencia y sonreí con algo de nerviosismo, ellos atribuyeron mi sentimiento por el nuevo cargo en mi poder, observé a Matt quien sereno me mostró las cajas vacías de mis municiones, entonces lo visualicé enterrado y con su cabeza hecha pedazos, pero la realidad volvió instantáneamente, me aclaré mi garganta y dije:

 

-¡gracias¡-

(9,29)