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La chica de la agencia.

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<Hola papito ¿Has descansado?

–¿Tu qué crees bruja? Me has tenido en marcha hasta hace una hora y parece que estas en pie de guerra otra vez; pensé que no lo diría nunca pero quiero que folles con otros si lo necesitas y que me dejes descansar; eso sí, tienes que ser discreta porque no quiero que me vean como un cabestro y mis amigos son unos “hijos de P” <DISCULPA POR LA PALABRA> y en cuanto se olieran algo me lo restregarían por la cara.

Sin responder y aparentemente sin hacer caso a lo oído, Susi se retorció para comenzar a lamer el ciruelo de Andrés que no trató de protestar pues eso requería poco esfuerzo por su parte y le proporcionaba un gran placer; al rato y cuando la joven quedó satisfecha y el pobre hombre agotado, ella, tomo su móvil salió de la cama y ondulando su dorado cuerpo musitó.

<¿Seguro que quieres que esté con otros? Nunca se cuándo bromeas y cuando hablas en serio.

–¡Sí! Quiero tenerte siempre que te desee, pero que te desfogues con otros porque no quiero perecer como el macho de la “Mantis religiosa”

<¿Eso que es papito? Muchas veces parece que hables en clave.

–¡¡Que sí!!! Que te busques la vida sin crearme problemas; escoge a quien te plazca pero no a mis amigos; tipos desconocidos o esos que por la razón que sea no me echaran en cara lo de los cuernos.

La joven paró la grabadora y sonrió como solía; al rato estaban desayunando y Andrés comentó.

–Comeré con los muchachos, tenemos un evento que planear. ¿Qué pensáis hacer vosotros?

Luis, el insolente de los gemelos les recordó que marcharía con un amigo a Ibiza y que no regresaría hasta el fin de semana próximo; Jaime quería preparar su papel de la obra de teatro que representarían en dos semanas y Susi dijo que por la mañana gandulearía junto a la piscina y por la tarde escribiría unas cartas; ante las burlas de unos y otros replicó que no todos sus amigos o parientes en Colombia tenían ordenador o correo electrónico. Al rato cada cual partía a sus asuntos y Susi tomo posiciones junto a la piscina; su cuerpo brillaba bañado por el sol y al pasar junto a la cristalera Jaime se quedó admirando su desnudez que le cautivó desde aquel primer día que la vio por casualidad follando con su padre.

Susi intuyó su silueta tras los cristales y se desperezó mostrando una mejor vista de su cuerpo, el chico comenzó a tocarse y marcho al baño para limpiarse una inoportuna eyaculación.

Al rato Susi entró en la casa y fue a su habitación; poco después Jaime salió al jardín y preguntó.

.-¿Susi? ¡¡¡SUSI!!! ¿Dónde estás? ¡Te necesito!

La mujer respondió desde su habitación y el chico entró en ella que con las persianas bajadas estaba sumida en penumbra; sin ver exactamente donde estaba, el chico exclamo.

.-No sabía dónde estabas y te necesito, quiero que me ayudes a leer este texto, aunque con tan poca luz será difícil. ¿Salimos fuera?

La mujer se abrazó a él mascullando.

<También yo te necesito. ¡Necesito a alguien que me ayude!

Abundantes lagrimas resbalaban por sus mejillas y caían sobre sus desnudos pechos; se abrazó aún más fuerte al chico que al notar su cuerpo no pudo evitar la lógica erección y ella que también la noto exclamó balbuceando con amargura.

<Cuando llegué a esta casa me llamasteis puta y teníais razón, soy una puta que se metió en la cama de vuestro padre para hacerlo feliz; jamás quise ni he intentado reemplazar a vuestra madre ni ejercer de madrastra, tampoco he pretendido casarme con vuestro padre para despojaros de vuestra herencia, no comprendo porque continuáis tratándome tan mal. ¡Tanto desprecio me duele!

El joven no sabía cómo consolarla y no tenía forma de disimular su erección cada vez más evidente, la respiración se le aceleró e instintivamente buscó los labios de la mujer; ese primer contacto dio paso a un sinfín de sensaciones del todo desconocidas hasta el momento.

La batalla que se inició con un abrazo estando ambos en pie, continuó sobre la cama donde cada uno exploraba el cuerpo del otro sin tregua, las manos se deslizaban con frenesí y los labios de uno y otro pugnaban por recorrer los entresijos de ese cuerpo que vibraba con su contacto. Susi se dio por vencida para que fuera él quien llevara la voz cantante en esa ocasión y es que no quería asustarle con su voracidad; Jaime, a sus diecinueve años había tenido sexo con varias de sus amigas pero seguía obsesionado con esa mujer que llegó a sus vidas de un modo totalmente fortuito y en ese momento estaba a su entera disposición y no pensó en nada que no fuera el instinto que le exigía satisfacerla y por tanto satisfacerse. ¡No fue como con otras! Esa mujer era una fiera y después de un primer orgasmo al que llegó con suma facilidad exigió. ¡¡¡MAAAAS!!! ¡¡¡DAME Maaasssssss!!! Jaime se esforzó por cumplir y en parte, gracias a aquella primera eyaculación pudo aguantar lo suficiente para que ella se viniera en varias ocasiones arqueándose y zarandeando la cabeza a los lados como una posesa; cuando al fin él la premió con su cálido esperma musitó.

<Gracias papito, tu sí me llenas por completo.

A la mujer le quedaban muchos ases en la manga pero prefirió guardarlos para otra ocasión, ese primer paso estaba dado y ya tenía a uno “casi convencido”, solo faltaba dar las explicaciones cuando él se atreviera a pedirlas, y si no lo hacía encontraría el modo de dárselas.

Jaime se quedó mirando al techo con la mente en blanco, solo estaban ellos y el espectacular sexo que habían tenido; al rato reaccionó y con un hilo de voz murmuró.

.-¿Qué hemos hecho? ¡¡¡Esto no está bien!!!

<¿Qué? no está bien ¿Que hayamos disfrutado? No hemos hecho nada malo, yo lo necesitaba y tú también a juzgar por cómo me miras cuando parece que no me doy cuenta y por cómo te “alegraste” al abrazarnos. ¡Todo está bien!

.-¡No! ¡¡¡Todo no está bien!!! Mi padre confiaba en nosotros y lo hemos traicionado ¿Cómo lo podrás mirar a la cara esta noche cuando regrese? Y yo ¿Cómo continuar como si nada?

Susi se volteó hacia el chico para encararse con él que también lo hizo y así enfrentados el uno a otro, con la mejor de las sonrisas le dijo.

<No te apures por eso, yo te digo que todo está bien y no te miento; quiero que sepas dos cosas, la primera es que tanto tu como tu hermano me atraéis desde el día que vuestro padre nos presentó y la segunda es que no he traicionado a vuestro padre y jamás lo haré. ¡Escucha esta grabación y lo entenderás!

<(¿Seguro que quieres que esté con otros? Nunca se cuándo bromeas y cuando hablas en serio.

–¡Sí! Quiero tenerte siempre que te desee, pero que te desfogues con otros porque no quiero perecer como el macho de la “Mantis religiosa”

¿Eso que es papito? Muchas veces parece que hables en clave.

–¡¡¡Que sí!!! Que te busques la vida sin crearme problemas; escoge a quien te plazca pero no a mis amigos; tipos desconocidos o esos que por la razón que sea no me echaran en cara lo de los cuernos.)>

Jaime le pidió que pusiera la grabación otra vez y al terminar soltó una gran carcajada, cuando se recobró lo suficiente, sin decir palabra atrajo el rostro de la mujer y comenzaron a besarse, en esta ocasión fue ella quien lo cabalgó con desenfreno y después de sacudirse en innumerables ocasiones presa de los espasmos sucumbió dejándose caer sobre el pecho del joven que estaba en la gloria; jamás había disfrutado tanto con una muer y es que como ella misma había dicho, ¡era una puta! Una puta que conocía muy bien su oficio, aunque eso no le importaba; al rato salieron de la habitación y ella sacó algunas viandas de la nevera; no le apetecía cocinar y después de los postres se retiraron a hacer la siesta y Susi lo convenció de que tenían un muy buen acuerdo; un par de horas después y mientras Susi dormitaba Jaime pensó.

.- • Realmente jamás la he visto tontear con ninguno de los amigos de papá y si esa mujer ha tenido algún asunto con otro ha sido tan discreta que es imposible saberlo y ahora está a mi disposición, aunque creo que en cuanto regrese Luis también lo atrapará o al menos lo intentará; no me importa, si piensa atender a papá cuando se lo solicite conmigo también lo hará; sé que puedo darle parte de lo que necesita esa viciosa.

Como si hubiera adivinado sus pensamientos, la mujer se movió lentamente besando el cuerpo del atribulado joven hasta llegar a su objetivo que no era otro que el maltrecho cipote, que a pesar del tute recibido reaccionó de inmediato al recibir las atenciones de esos carnosos labios y la juguetona lengua que se paseaba sin piedad por su capullo.

Esa noche, después de cenar Jaime marcho a dar una vuelta con los amigos y ellos salieron al jardín a tomar unas copas; Andrés le contó parte de los preparativos para la fiesta que estaban organizando y ella recordó cómo fue su llegada a esa casa.

<Buenas tardes, me envía la agencia. 

–Pase, pase. ¿Ya te informaron cual será tu trabajo? 

<¡No! Pero no se apure, me adapto a lo que precise.

–Esta noche doy una fiesta y de lo que se trata es de repartir y tomar copas con mis invitados. ¿Tienes ropa de fiesta? puedes elegir alguno de los vestidos que encontrará en este armario.

Todo eso lo dijo mientras caminaba delante de Sandra Milena, que lo seguía sin saber muy bien de que iba todo aquello, pero necesitaba el trabajo y no lo iba a rechazar por alguna tontería; al ver el contenido del armario su desconcierto aumentó, pero calló a la espera de lo que dijera aquel tipo tan extraño.

–¿Qué talla empleas? Parece que una cuarenta y dos. ¡Toma! Pruébate este.

Le entregó un vestido largo de fiesta, color miel que se puso directamente sobre la piel en cuanto el tipo la dejó sola; ceñido de la cintura para bajo y con una abertura lateral que mostraba hasta la mitad del muslo, con la espalda descubierta y un escote en “V” que mostraba la mitad de los pechos y llegaba hasta el ombligo donde se remataba con un broche. Se miró en el espejo y pensó que ese vestido era más de fulana que de sirvienta; entonces recordó cuando siendo más joven se prostituía en la lejana Colombia por unos míseros setenta euros y pensó que aquí al menos estaría en un entorno más amigable, el tipo se veía educado y la casa limpia.

Decidió aceptar las cosas como llegaron aunque ella fue por un puesto de limpiadora; empleo que le proporcionó la agencia donde trabajaba su buena amiga Daniela aunque estaba segura que ella no sabía nada de su pasado y que había sido cosa de la agencia enviarla a esa casa; cobraban una tarifa fija los primeros treinta días de trabajo y pensó que poco les importaba de que fuera ese trabajo.

Salió de la habitación y el tipo la esperaba en la antesala, al verla le indicó que girase y la estuvo mirando hasta que exclamó.

–Perfecto, te queda perfecto, este vestido te queda genial y aunque me dijeron que enviarían a una rubia casi prefiero que seas morena, así resalta tu piel y eso me gusta mucho. Por cierto como ¿te llaman, y hasta cuando puedo contar con tu presencia?

<Mi nombre es Sandra Milena y estoy a su disposición mientras me necesite.

–Bueno, imagino que cobras por horas y me gustaría saber hasta cuando te quedarás si acordamos un precio, y si no te importa me gustaría llamarte con un nombre más corto ¿Susi te parece bien? De todos modos si prefieres otro diminutivo dime cual.

<Lo de Susi está bien y en cuanto al pago, dígame cuanto tenía pensado gastar y veremos qué podemos hacer; todo es negociable.

–Pensaba pagarte quinientos euros por cinco horas, pero como has llegado pronto...

<Eso está bien, me quedaré hasta que me despida o se haga de día.

El hombre la miró insistentemente y alargó la mano; las estrecharon y entonces como si despertara de un sueño añadió como si lo hubiera olvidado.

–Andrés, me llamo Andrés y tienes que tutearme o nadie se creerá que hace tiempo que somos amigos. ¿Me dijiste que no te habían contado nada? cada tres o cuatro meses nos juntamos un grupo y cada uno trae a una “amiga”, aunque todos sabemos el tipo de amistad que los une; a la última no pude asistir por problemas personales y acordaron que la siguiente seria en mi casa.

Al rato sonó el timbre y aparecieron dos parejas; ellos de cincuenta y mucho y ellas treinta y pocos. Estaba claro el tipo de relación que los unía y en poco más de quince minutos estaban todos, los ocho hombres con sus parejas, a cual más bella aunque destacaba la hermosura de Susi así como su porte.

Se formaron varios  corrillos y las parejas se separaron, Susi junto con otras dos de las chicas se dedicaron a repartir copas entre los asistente que las integraron a cada una en un corro, al rato y cuando todos andaban calientes y alguno incluso se había metido algo, Andrés que era el anfitrión los llamó golpeando una copa, se aproximaron y repartió unas cadenitas de las que pendían unos colgantes numerados; introdujo unas fichas también numeradas en una bolsa de fieltro y todos fueron sacando una sin mostrarla hasta que él sacó la última que al comprobarla coincidió con el “7” el número de la suerte de Susi.

De ese modo pasó esa primera noche con Andrés que no tuvo necesidad de cederla a otro; cuando la fiesta comenzó a decaer, unos y otras desfilaron y al despedir a los últimos, Andrés preguntó.

–¿Tienes planes para mañana? En toda la noche te has comportado muy bien, ejerciendo de perfecta coanfitrióna y ahora me gustaría que pasáramos un rato juntos si no te importa, a fin de cuentas he sacado tu número, aunque reconozco que has superado con creces lo que esperaba de ti y entenderé que quieras marchar.

La joven se sintió alagada por la forma en que se lo pidió y accedió añadiendo.

.-¡No! No tengo planes de ninguna clase; estoy sola y me apetece mucho pasar un buen rato con un hombre educado.

Terminó el fin de semana y el lunes, mientras desayunaba frente a Andrés con la intención de regresar a su mundo, este recibió dos llamadas muy curiosas.

->Soy Marlen, la coordinadora de la agencia “Sueños cumplidos” y siento mucho el perjuicio que hayamos podido causar al no enviarle a la chica que acordamos, pero hasta ahora no hemos sabido que Romina marchó a Dinamarca con su ex marido. ¿Podemos compensarlo de algún modo? Estoy muy contrariada y le aseguro que algo así no sucederá jamás, al menos no con usted y para eso me encargaré personalmente de supervisar sus próximos encargos; sepa que los dos primeros serán sin costo por su parte. Andrés aceptó, tanto las disculpas como los dos servicios gratuitos y cortó la comunicación; poco después llegó la segunda de esas inesperadas llamadas.

->Buenos días. Llamo de la agencia “Muy limpio” el sábado enviamos a la  mujer que solicitó para que limpiara su casa y no ha pasado por aquí aún. ¿Hay algún problema con ella? Andrés respondió de forma airada.

.- ¿Sabes que esa mujer no tiene permiso de trabajo en España? Espero que te denuncie por explotador y si me citan como testigo iré con sumo placer para apoyar su declaración y ya te digo que le he ofrecido asegurarla y que sea nuestra asistenta. Se hizo un silencio en la línea y al final con un hilo de voz se oyó.

->En realidad solo queríamos ayudarla, pero si ella lo desea podemos rescindir nuestro trato y desearle lo mejor para ella. Se cortó también esta comunicación y Andrés le ofreció en serio lo que había adelantado al interlocutor y ella lo aceptó.

De súbito Susi pareció despertar de un sueño, aunque en realidad apenas habían pasado unos segundos y sentándose sobre las rodillas de Andrés comenzó a masturbarlo; cuando este protestó y sin dejar de acariciarlo le dijo arrastrando las palabras como si estas se resistieran a salir.

<No te apures papito, ya no te voy a hacer sufrir y a partir de ahora tú decides que y cuando hacerme lo que te guste; yo solo te haré diabluras de estas que no te cansan.

Incrementó sus meneos y cuando parecía que iba a estallar se detuvo y arrodillándose entre las piernas del hombre comenzó a lamer esa polla que tantas y tantas veces había engullido para dicha de ambos; logró retrasar el desenlace pero cuando él se vertió en su garganta con ese gruñido que lo acompaña siempre, ella supo que todo estaba bien; permaneció con el capullo en la boca mientras él acariciaba su cabello y de vez en cuando alzaba la mirada hasta que en una de esas Andrés le hizo un gesto para que se alzara.

–¡Dime! ¿A quién has elegido? Pensé que hoy no saldrías de casa.

<Y no salí; Jaime es un buen chico y anda necesitado de cariño; cariño que a mí me sobra y que estoy segura que no te molestará que le dé. ¿Preferirías que fuera con un extraño? Yo no quiero que otro me aparte de ti y el-ellos no lo harán, incluso si se independizan podemos seguir siendo lo que somos ahora; yo la puta de la familia y ellos mis granujas.

Andrés comenzó a reír cada vez más fuerte hasta que se atragantó y la tos le hizo parar, cuando logró hablar dijo en tono solemne.

–Yo jamás he dicho que seas una puta, sé que ellos si te lo dijeron en una ocasión pero compréndelo; estaban sorprendidos y enfadados y de eso hace ya mucho tiempo.

<No necesito que nadie me recuerde lo que soy; llegue a esta casa como una puta aunque pensara que venía a limpiar; me quedé porque resulté ser una “buena puta” y que en las siguientes fiestas hayas recurrido a “otras putas” solo quiere decir que no me quieres compartir con esos que llamas amigos, pero ahora que me pides espacio vuelvo a ser “la puta” y si puedo elegir, prefiero serlo de la familia.

–—Estupendo, pero cuando consigas atraer a Luis sin que venga a mí a denunciarte. ¡Quiero! Que me cuentas como lo has hecho y no le digas que tienes mi consentimiento porque siento una gran curiosidad; luego, en la cama me contaras como lo hiciste con Jaime, aunque sé que te habrá resultado fácil porque también yo me he fijado en cómo te mira.

Ese día fue crucial en la relación de esa familia, porque a pesar de que no habían papeles de por medio a todos los efectos Andrés y Susi eran pareja.

Andrés continuó relatando algunos detalles de la fiesta y tras algunos tragos decidieron acostarse, en la cama preguntó cómo había seducido a su hijo y Susi le hizo un resumen mientras le acariciaba el cipote; oyeron la puerta de la calle y el hombre le dijo que estaba cansado y tenía calor; sería preferible que pasara la noche solo y sabía que ella encontraría donde aliviarse, con una carcajada y una sonora palmada en el culo la despidió consciente que pasaría la noche con su hijo y con esa idea se durmió complacido y con la seguridad que así nadie se la quitaría.

Jaime se sorprendió al ver aparecer a Susi en su habitación, pero cuando esta le dijo que su padre ya conocía la historia, la atrajo hacia si despojándola de la poca ropa que le quedaba y es que Susi estaba dispuesta a pasar una agradable velada; de madrugada y antes de dormirse le hizo una petición que gustó al joven; de esa guisa pasaron los días en que Susi hacia “la siesta” con Andrés y las noches con Jaime; Luis regresó de su estancia en Ibiza y todos coincidieron en que apenas estuvo en la playa pues no se acentuó el moreno que ya tenía antes de marchar; después de cenar, los mayores se retiraron a habitaciones separadas y los hermanos se quedaron en el salón donde Luis comentó con detalle sus “conquistas” y cuando pensó que su hermano reaccionaria como en otras ocasiones alabando su suerte, este le espetó.

.-Bueno, yo follo con Susi cada vez que me apetece y la vedad es que nunca había disfrutado tanto con una mujer.

Luis sonriendo respondió.

.- ¡Fantasma! Y al ver que su hermano no se inmutaba se quedó pensativo y al fin preguntó. 

.-¿Desde cuándo?

.-Desde el mismo día en que te fuiste, pero si quieres podemos hacer una jugarreta como cuando éramos más jóvenes.

Se cambiaron las camisas y Luis entreabrió la puerta de la habitación; Susi se puso en pie sobre la cama totalmente desnuda y haciendo señas con el dedo para que se aproximara murmuró.

.-¡Acércate Jaime! te voy a destrozar como anoche. El joven alucinó pero fue a su encuentro y cuando Susi lo tuvo a su alcance sorbió su lengua con desespero antes de comenzar a desnudarlo para acariciar su cuerpo con sus carnosos labios y lamer el capullo con la juguetona lengua; Luis no tuvo ninguna oportunidad y sucumbió a los encantos de esa mujer que sabía muy bien cómo tratarlo para evitar que pensara en nada que no fuera el “aquí y ahora” que le estaba ofreciendo.

Cuando, agotado y satisfecho le dijo que marchaba a su habitación ella respondió con una sonrisa que más tarde pasaría a arroparlo y el joven fue directamente a la habitación de su hermano a contarle con detalle el encuentro y a prevenirlo de que más tarde Susi se pasaría por la habitación; Jaime recuperó su camisa que dejó a la vista sobre una butaca y se quedó a la expectativa y como media hora después apareció Susi que se tendió a su lado y mientras comenzaba el ritual de acariciarlo comentó ronroneando.

.-¿Cómo se lo ha tomado Luis? ¿Piensa que me habéis engañado? Jaime se apresuró a responder que estaba totalmente convencido y sin perder más tiempo se dedicaron a lo que más les gusta y es que Susi es un volcán que cuando entra en erupción no hay quien la pare.

Despuntaba el día cuando ella, arrastrando el vestido fue a la habitación de Andrés, se deslizó entre sus piernas y lo despertó de la forma más agradable; al quedar ambos satisfechos se tendió a su lado y sin que el preguntara le contó, como se había dejado engañar con el truco de los gemelos que se intercambian y apuntó. .-Luis no es lo que parece; Jaime, a pesar de parecer más retraído es mucho más activo, se esfuerza mucho y me ha llenado mucho más, aunque eso es algo que jamás repetiré a ninguno de ellos.

Por la mañana, durante el desayuno hubo muchas miraditas pero nadie sacó el tema y al final Andrés le pidió a Luis que lo acompañara a la ciudad donde debía resolver unos asuntos y no le apetecía conducir; marcharon padre e hijo, Jaime y Susi se instalaron junto a la piscina, ella bocabajo en una tumbona y él se dedicó a ponerle crema en la espalda y más; tardaron poco en tumbarse ambos sobre la hierba, Jaime miró en un par de ocasiones hacia la casa por si veía aparecer a los demás y Susi lo tranquilizó.

.-¡No te apures! Tu padre me ha dicho que comerían fuera y no regresarían hasta media tarde. Quiere darle la oportunidad a tu hermano de que le cuente lo de anoche, aunque dudo que lo haga y supongo que esta noche o mañana tratará de hacerme saber lo del engaño para reclamar su parcela de sexo.

Jaime se dedicó a partir de ese momento tan solo a disfrutar y cuando sonaron las dos en un lejano campanario, se dieron un chapuzón en la piscina y entraron en la casa; después de comer fueron juntos a hacer la siesta aunque ninguno de los dos durmió, a media tarde oyeron llegar el coche, se dieron una ducha juntos y salieron al salón y allí estaban los otros dos hombres de la casa; Andrés mirando unos documentos y Luis sentado en un sillón tamborileando los dedos con la mirada baja. Susi propuso tomar una copa y como movido por un resorte Luis salió de la estancia, Jaime lo siguió y en el jardín le preguntó que sucedía.

<Quiero follármela y que sepa que soy yo, pero ¿Qué pasa con papá?

.-¿No has hablado con él? Pensé que le dirías ¡Ya te lo dije, es una puta!

<Es una puta, pero no una puta cualquiera, nadie ha logrado hacerme lo que ella y eso que apenas nos conocemos, seguro que tiene mucho más por ofrecer.

Los hermanos quedaron en silencio al ver aparecer a Andrés seguido de Susi con una bandeja, que sin inmutarse ordenó a los jóvenes.

.-Sobre la mesa de la cocina hay otra bandeja y algunas otras cosas, sacad también cubiertos porque cenaremos aquí fuera.

Los fines de semana no venía la asistenta y se apañaban solos.

Andrés descorcho una botella de cava y luego otra, estaban con la tercera, la cena tocaba a su fin y tomó la palabra.

.-Hay un asunto que debemos aclarar. Ambos habéis estado con Susi; me refiero follando, y eso me complace.

Ante este comentario los hermanos reaccionaron de forma muy distinta; Jaime complacido y Luis aterrorizado al no conocer las consecuencias; Andrés continuó impasible.

.-Acordé con ella que para no agotarme debía pasar tiempo con otros, ya no tengo la vitalidad de hace unos años y ella decidió que la mejor elección para que tuviera la certeza de que no me abandonaría erais vosotros, de ese modo todo queda en familia. Solo debéis respetar dos normas muy simples. ¡Soy su pareja oficial! Por tanto tengo prioridad absoluta. Ella elegirá en todo momento “el cuándo qué y con quien” y si esas simples normas no se respetan tomare cartas en el asunto y os aseguro que no os gustarán mis decisiones a ninguno de los tres.

Dicho esto alzó su copa y propuso un brindis.

.-¡Por un futuro venturoso!

Los demás lo imitaron y ya no volvieron jamás a hablar sobre el tema. <Bueno si> Susi le relataba siempre que Andrés lo solicitaba las correrías que tenía con sus vástagos y el hombre reía satisfecho al verse reflejado en ellos.

 

©PobreCain

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