Nuevos relatos publicados: 13

Un ardiente estreno 4

  • 6
  • 64.581
  • 9,50 (149 Val.)
  • 0

La tía se puso a vender productos por catálogos y ocupaba mucho tiempo en las tardes, así que empecé a idear un plan para conseguir mis propósitos, un viernes que la tía organizo una demostración de sus productos, con te canasta y todo, sabiendo que se iba a tardar en el evento, prepare todo para esperar al tío que llegara del trabajo, después de mi cotidiano aseo me perfume, puse aceite en todo mi cuerpo me puse una bata transparente, el brassiere y la pantaleta fueron eliminados en el último momento.

Cuando escuche que el tío entro a la casa me acosté y fingí estar dormida, deje la puerta abierta, me puse boca abajo con una pierna encogida hacia mis hombros, para que se me levantara el trasero, sentí que el tío se aproximaba el corazón me dio un vuelco y espere quieta, él llego hasta la puerta y se quedó parado, sorprendido quizá por lo que estaba viendo.

Lo sentí entrar y extendió su brazo para alcanzar el cobertor he intento taparme, de pronto se detuvo, se quedó un rato quieto, seguro disfrutando el placer que aquella vista le estaba dando, la sensación de ser acariciada por todo el cuerpo sin ser tocada siquiera me provoco un orgasmo.

Entonces sentí como su mano acariciaba lentamente mis piernas alcanzando mis nalgas suavemente, por más que trate de estarme quieta hice un ligero movimiento, él se quedó inmóvil por unos momentos, esperando a ver si despertaba, como no lo hice, empezó a acariciarme las nalgas con una mano, con la otra fue subiendo mi bata hasta dejar mí espalda casi desnuda, yo sentía sus caricias muy ricas, de pronto sentí sus labios recorrerme toda la espalda, dirigiéndose a mis nalgas, mientras sus manos recorrían todo mi cuerpo, sentí su lengüita recorrer mis nalgas tratando de abrirse paso para llegar a mi culo.

Eso me puso muy caliente y ya no pude contener mis ansias así que me volví a mover pero para abrir mis piernas y dejarle entrar con más facilidad, sentí su lengua tocar e introducirse a mi nido, cosa que agradecí con un gemido que escapo de mis labios y mojando su cara con mis jugos, después de otro maravilloso orgasmo, su lengua viajaba lenta movediza desde mi clítoris pasando por mis labios vaginales, entrando en mi empapados labios vaginales, fue cuando sentí que sus dedos  tocaban mi entradita y los empezó a meter poco a poco

-¡aaahhh gemí ¡

El siguió dándome lengua y hurgando suavemente con sus dedos dentro de  mi cueva la cual abrió un poco más y hundió su lengua, lenta movediza mientras con sus dedos húmedos atrapo mi clítoris, dándole ligeros apretones y jugando con el

¡Aaahh era genial!

Me tenía fuera de mí, dejándome toda mojada, deseando con todas mis ansias su verga en mi panocha, no pudiendo más le pedí que me la metiera o más bien le implore

– Quiero sentirme tuya... por favor métemela ya..

Me recostó sobre la cama, me acarició toda, me abrió las piernas y empezó a estimular mi clítoris con la enorme cabeza de su pito, pero yo no necesitaba más estimulación, necesitaba que me la metiera toda y le volví a rogar y a suplicar que me penetrara, él me hacía sufrir, jugando con la cabeza de su enorme verga en mí vagina, sin metérmela, al grado de que se me rodó una lagrima, al suplicarle que me cogiera.

 El la empezó a meter, apenas entro la cabeza, sentí que me desgarraba los tejidos y experimente un fuerte dolor, estaba tan caliente que le pedí siguiera, iba a la mitad y ya no podía más, su verga ejercía presión con mi himen y lo detuve, poniendo una mano sobre su pecho, en un descuido empujó y la ensartó hasta el fondo, me desvirgó, ya no pude moverme y le pedí que me la sacara tantito, cuando lo hizo apreté las piernas para que se me pasara el dolor, me la volvió a ensartar muy despacio atento a cualquier gesto mío que no fuera de placer, cuando la tuve toda adentro empezó a bombear lentamente y yo a venirme una y otra vez.

Experimentando una serie de orgasmos consecutivos, me aferré a sus hombros desesperada, estaba lubricada como nunca lo recordara, los jugos bajaban por los muslos, aun así sentí que la verga dilataba las paredes de mi vulva

- ¡aghhhh... dios mío eres enorme..!

Separé los muslos y eleve mis piernas al aire, el tío me beso con furia y empezó a chupar mis pezones sin dejar de bombear como un demente

- ¿te gusta...

- te gusta mi verga...?

Lo escuche decir mientras reculaba enviando estocadas que me hacían estremecer y me salieran lágrimas, mi rostro estaba encendido empapado con mi sudor y mis lagrimas

- ¡quiero escuchar que te gusta mi verga, anda putita divina, dime que te gusta mi verga..

! Desesperada lo tome del culo y lo atraía hacia mí, como si temiera que me la fuera a sacar,

- ¡aagghhh... sí..  si me gusta mucho!

- ¿te gusta? ¡Quiero escuchar que te gusta mi verga...!

Ya desesperada ante la llegada de un nuevo orgasmo le grite

- ¡aaghhhh... si... si carajo me gusta tu verga...

Anda puto, muévete más, quiero tu verga dame más...!

los ojos del tío parecieron brillar aún más y lanzó estocadas como si quisiera atravesarme, estocadas que me hicieron poner los ojos en blanco, las manos del tío buscaron el centro de mis nalgas y los dedos horadaron el esfínter que se había cubierto con los jugos que bajaban de la vulva, me estremecí al sentir el doble placer que mi tío me daba, por un lado su verga taladraba mí vulva y por otro lado los dedos dilataban, horadaban mi ano, perdí la cuenta de cuantas veces me vine, mientras mis líquidos dejaban totalmente mojado su miembro.

Él todavía quería y tenía con que seguir y yo no quería que terminara, me levante y me puse de a perrito, mientras lo observaba acercarse, con su virilidad erecta, apenas rozando mis nalgas, lo sentí a mi espalda, sus dedos me acariciaban, como me atraía a su cuerpo besándome el cuello, me agache levantando el trasero para que lo disfrutara a placer; tuve un estremecimiento cuando sentí su lengua recorrer desde mi vulva hasta rozar mi ano.

Ya desesperada pasé una mano por debajo de mi cuerpo que ya se convulsionaba, tomé su pene con mis dedos  y de golpe me lo deje ir hasta el fondo, haciéndome gritar de placer, poco a poco la excitación me envolvía, viajando mi trasero al encuentro de sus caderas, cuando sentí su dedo húmedo entrando en mi ano, estuve a punto de desmayarme de tanto placer y de otro orgasmo.

Wow fue riquísimo darle mi virginidad al tío, todavía lo recuerdo y me mojo toda, que les pareció? Espero sus comentarios, haaa…. pero aún falta el final porque esa noche fue increíble ya pronto envió el final de la historia

(9,50)