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Mi esposa se coge a un extraño en Cozumel

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Hace unas semanas viaje a Cozumel con mi esposa para asistir a una boda de una de sus amigas, la verdad estaba algo molesto ya que solo me quedaba 4 días de vacaciones para este año y ya tenía planeado utilizarlos para ir a mi hotel de adultos favorito en Cancún, pero como ella se moría por ir a la boda de su amiga termine aceptando y pedí mi días restantes en el trabajo, nos hospedamos en un hotel todo incluido pero del tipo familiar, nada parecido a mis hoteles predilectos en Cancún solo para adultos, el hotel estaba bien, era cómodo pero muy aburrido sobre todo por la noche, no tenía para nada ese ambiente picante que tanto me gusta, después de la boda no quedaban dos días más en el hotel, no había mucho que hacer, la pasamos entre el mar y la piscina, para mi mala suerte el hotel no permite topless así que mi esposa no podía sacar a las nenas a saludar, mi esposa decidió tomar un masaje que dura como una hora, yo para matar el tiempo me fui al bar que esta junto a la piscina, habían bastantes gringas sabrosas pero muy tapaditas, admito que me ponían algo caliente, un tipo que andaba solo se sentó junto a mí en la barra, me pregunto si tenía encendedor, se lo preste y así empezamos platicar un rato, es un tipo alto, tirando a güero, como de 1.95, de complexión gruesa casi musculosa, parecía jugador de futbol americano, se llama Antonio  me coto que era del DF, venía solo a Cozumel por cosas de trabajo, era casado y tenía un hijo de cinco años, hasta me mostro una foto de su esposa en hijo, también hablamos de lo sabrosas que se veían varias de las gringas que estaban en la piscina, le dije que eso no era nada a comparación del hotel donde a mí me gusta pasar mis vacaciones, el no creía que las gringas paseaban en topless por todo el hotel, le describí con lujo de detalles el ambiente que tienen ahí, dijo que sin duda tenía que conocer ese lugar aunque su esposa jamás aceptaría ir con él, en eso llego mi esposa se la presente rápidamente, nos despedimos y me fui con ella a la playa a nadar.

Casi las 7 de la noche subimos a la habitación, descansamos un poco,  obviamente no perdimos la oportunidad de echar un  poco de pasión, ya después  nos arreglamos para salir a pasear, yo me vestí muy casual con una bermuda y una camisa tipo hawaiana, mi esposa se puso un vestidito color arena lijerito y unos tacones del mismo tono, cenamos en unos de los restaurantes del hotel donde teníamos reservación, después nos fuimos al bar del hotel donde había un poco de ambiente, tenían un grupo en vivo, algunas parejas estaban bailando, nos sentamos en una mesa en un rincón alejado para platicar tranquilos, pedí un whisky y mi esposa una margarita, nos entreteníamos viendo a los gringo haciendo el ridículos en los concurso del animador del bar, estaba bastante entretenido cuando sentí que bajo la mesa mi esposa acariciaba mi pene sobre la ropa, se acercó a mi oído y me susurro  que como me porte también con ella estos días quería sorprenderme con algo que me ponga muy caliente, inmediatamente me prendí, le pregunte que tenía en mente, dijo que había que buscar a alguien más para pasar una noche rica y que  yo lo podía elegir, además me dijo que no traía ropa interior, me puse súper caliente de inmediato, traía el pene como una roca,  ella bajo el cierre y metió la mano para frotarlo suavemente, yo estaba como loco pensando que hacer,   a lo lejos alcance a ver que entraba Antonio, el chilango que conocí en la tarde, él estaba solo tomando una cerveza en la barra, le dije a mi esposa que me gustaría invitarlo a el, ella dijo que le parecía perfecto el tipo se vea bastante bien, con ese tamaño debe tener una buena herramienta escondida, tratando de disimular mi erección me puse de pie como pude,  me acerque a él para invitarlo a nuestra mesa, Antonio acepto gustosamente pero dijo que le daría pena ser mal tercio, yo riendo le dije que sería todo lo contrario, tomo asiento en nuestra mesa, mi esposa lo saludo con un beso muy cerca de los labio, note que eso lo dejo un poco nervioso, ella le dijo que le gustaba las cosas sin rodeo, hoy me siento muy cachonda, quiero que tú y mi esposo me den una tremenda cogida estarías interesado, Antonio quedo pálido, no sabía que decir, seguramente lo tomo por sorpresa, ella con una sonrisa pícara le dijo que le daría un adelanto de lo que le esperaba, se sacó una de sus enormes tetas del vestido, tomo la mano de Antonio y la puso encima, ver esa escena me dejo súper caliente ya no podía aguantar más, ella volvió a preguntarle si vendría con nosotros, él no lo dudó ni un segundo más para aceptar, mi esposa se acomodó la teta nuevamente dentro del vestido y subimos los tres a nuestra habitación, me sentía tan excitado que con trabajo abrí la puerta, yo me desvestí casi abriendo la puerta, ella con toda la tranquilidad ella abrió el frigo bar, saco dos cervezas, nos dio una a cada uno, se sacó el vestido lentamente por arriba quedándose solo con brasier y en tacones,  dejándonos ver esa hermoso monte de venus en todo su esplendor, me acerque a besarla frenéticamente, ella me correspondía de la misma forma, estaba muy cachonda, Antonio nos  observaba en bóxer sentado en la orilla de la cama, ella le pidió que se acerca a nosotros, comenzó a besarle el cuello muy despacio asiéndola excitarse aun mas,  ella empezó a tocar le él pene por encima del boxer, note como se sorprendió al sentir su tremendo bulto, él se lo bajo y dejo libre su tremendo miembro como 25cm sumamente grueso y venos, creo que era uno de los penes más grandes que habíamos visto hasta ahora.

Desabroché el brasier para dejar salir esas enormes tetas que tanto me gusta enseñar, le pregunté que le parecían las tetas de mi mujer, apoco no es de lo más suculento que has visto en tu vida,  dijo que no podía espera para chuparlas, ella estaba ya completamente desnuda solo con los tacones puestos, dijo que como hoy Antonio es nuestro invitado lo aria sentir como en casa primero, se puso de rodillas y empezó a chuparle el pene como una profesional, yo mientras la dediaba hasta que la deje bien mojadita, Fue un momento genial, de esos que no quieres que pasen nunca, Antonio se tumbó en la cama boca arriba mientras ella a cuatro patas le daba el mejor sexo oral de su vida, yo por detrás empecé a comerle la vagina húmeda, no dejaba de jadear sin sacarse el pene dela boca, yo no paraba de lamer desde el clítoris hasta el culito.

Al cabo de unos minutos cambiamos de posición, yo acostado en la cama mientras ella seguía a cuatro patas chupándomela, él se puso atrás de ella y la penetro con esa bestia venosa que tiene entre las piernas, no se me olvidará en la vida la cara de ella en ese momento, su cara era una combinación de dolor y un tremendo placer, me miró con una cara de puta viciosa increíble, él se la empezó a coger con todas su fuerzas, ella entre jadeos me decía cuanto le encantaba, este tipo la tiene muy muy grande, me llega hasta al tope.

Mi esposa pidió cambiar de posición, él se recostó nuevamente en la cama y mi esposa empezó a cabalgarlo de espaldas a su cara, yo por delante contemplaba la escena, me fascinaba ver como sus enormes tetas rebotaban por la fuerza de la cabalgada, ahí fue donde más disfrute mi voyerismo, me alejé un rato para contemplé la escena desde el sillón, veía entrar y salirle el pene sin parar, me puse frente a ella para besarnos apasionadamente mientras ella brincaba sobre él, tomo mi pene entre sus mano y empezó a masturbarlo con las dos manos, empecé a chuparle los pezones para que sintiera más ricos, ya no podíamos con tanta excitación, el acabo dentro de ella, la leche no paraba de brotar, yo me vacíe completamente sobre sus manos, fue una de las mejores noches de nuestra vida.

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