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El incesto

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Como nace un incesto madre e hijo.

La seguridad de los análisis, taparon toda duda o mejor dicho la esperanza de que no estuviese embarazada, cursando en ese momento el cuarto año de la secundaria, dieciséis años no era la mejor situación, por suerte su espíritu no lo tomo como un desastre, ni siquiera penso en un aborto, solo había mantenido relaciones con ese novio de 23 años ya profesional, vecino de su casa, su primer amor, que además de ponerse contento la calmo y enseguida se casaron.

Era Laura una niña quinceañera entrando a la iglesia, su cara de por si aniñada con ese aire angelical , fue lo primero que vio Carlos (su hijo), sus tetillas adolescentes entregaban ese hermoso liquido que lo alimento por más de un año, ella no se abandono para nada, siguió y termino sus estudios comenzando en una ciudad vecina, el profesorado de educación física, su figura juvenil no resaltaba en absoluto entre sus alumnas adolescentes, era una más, su vida sexual con su hombre no corrió por ningún carril con dobleces, nada de amantes, juegos extraños, pero quizás por la maternidad adolescente o su parto complicado en la posición de nacimiento ocasiono su infertilidad, no tuvo otro hijo, hechos todos los estudios , consultando a todos los mejores especialistas (gracias a la posición económica de su marido) por fin decidieron agradecer por ese hermoso hijo y conformarse con el.

Llego el momento de que ingreso a la secundaria, cuando Carlos veía a su madre en el grupo de gimnasia, le costaba individualizarla, era una más de esas diosas que le empezaban a mover las hormonas.

Ese verano cuando Carlos tenia 17 años, fue espantoso, estaba en la pileta del club, ya su figura de Adonis era famosa, sus discretas aventuras, le daban fama, pero nada de ello lo cubrió ante la desgracia del accidente de su padre, la muerte había llegado a su casa, ver el cuerpo inerte, besar ese frío cadáver, produjo en el una retracción, horas y horas se quedaba en casa, viendo televisión, leyendo libros, pero igual continuo con sus estudios, ese año era el último, después la Universidad.

Su madre (33) siguió dando clases, pero ahora veía distintos a su chicos bien formados, algo en ella le requería esa cuota de sexo, que había perdido, las fantasías de entregarse al goce con el profesor de Historia (26) , con uno o dos de esos chicos, fue creciendo hasta que llevo con ellos a su hijo, su figura en la pileta del club, ese cuerpo de hombre, la intimidad de su miembro que veía cuando el se cambiaba, manteniendo la costumbre desde chico de no reprimirse ante sus padres.

La invasión era continua, su imagen desnuda la acompañaba en sueños eróticos, nunca se borraba noche tras noche la masturbación fue siendo parte de su vida, despertar transpirada con sus dedos jugando en el clítoris totalmente mojada, consumían su cuerpo, su mente, entendía físicamente lo que le pasaba, pero no esa atracción incestuosa, a la que mentalmente iba dando forma.

En un viaje a Buenos Aires, aprovecho a mantener relaciones con un amigo de su marido, el cual la había respetado, pero que a los dos meses de fallecer, le hizo saber sus intenciones, su amor, su cuerpo se entrego pero su mente estaba con el, su hijo, con su cuerpo, su miembro erecto. Fue pensando en el que llego al clímax, gozo e hizo gozar a ese hombre enamorado de ella, pero no alcanzo , ella lo sabia , se había enamorado de su hijo.

Ya había pasado ocho meses, se encontraron en el pasillo de las piezas a la cocina, ella recién bañada con el salto blanco, desnuda debajo, el con los pelos revueltos de estar en la cama, ella le vio en sus ojos un brillo distinto, al preguntarle, las lagrimas corrieron por sus mejillas, pero la abrazo fuertemente, dulcemente y diciendo perdóname, perdóname, la beso, con ese beso sensual que tantas veces había soñado, ella lo contesto y el juego comenzó, en el sofá grande del living, lo desnudo totalmente, estaba ahí erecto ese pene soñado, era tal cual, era divino, se puso parada y bajo en cuclillas, le entro y se fue arrodillando, el goce era perfecto, estaba plenamente llena de el, estaba realmente gozando, realmente era su mujer, el se levanto sin sacar el falo de esos labios vaginales, lo abrazaba con sus piernas, ambos se besaban, lo dejo hablar, mirándolo a los ojos, supo que iba a ser su amante, su pareja, nunca había mamado a nadie, esa misma noche lo hizo, quizás devolviendo las caricias en sus senos , succiono hasta su última gota, lamió esa "teta" eran un solo cuerpo, gozando en un desenfreno, que no paraba, en la ducha, no paraba de decirle, cuanto la amaba, la había deseado, recién paro, cuando ella le dijo, yo también .

Comprendieron ambos, que formaron en sus mentes esta relación, charlaron sobre ello, pero dejaron de lado todo intento de anular el goce, de ser amantes, de ser perfectos complementos en este juego de macho y hembra. Ahora las rutinas fueron dando paso ha todas las fantasías .

Saben que es un camino difícil, por ahora gozan día a día, quizás el año entrante la distancia apague este fuego, lo más probable que lo acreciente.

**************

 

El futuro no les parece un lecho de rosas, ella trata de salir de la situación.

Ella se sentía joven , vital, el empujón a su nueva moral, no le dejaba dormir tranquila, pero entendía que todo se había dado, ella no le dijo a su marido que se muriera, pero así fue, ella necesitaba del sexo, su marido muerto no le alcanzaba, podría tomar a Esteban (el amigo y pretendiente) pero no era eso , su piel pedía , su sangre pedía y su hijo llenaba todo su universo, su sexo, sus fantasías, no era lo que ella hubiese querido , pero a igual que la muerte, lo sentía inevitable.

La primera vez, fue tal como ella penso, dulce, sensual, apasionada, los días y las noches de pensamientos se hicieron realidad, allá estaba unida mamando a ese ser que lejos estaba de ser su hijo, era su amante, era quién la hacia sentir mujer, el sentía que era su mujer, cada pose cada momento era goce, era deseos que en llamas quemaban a sus cuerpos, era cuerpos fundidos en sexo y lujuria inentendible pero real.

Esa tarde del viernes, se fueron a Buenos Aires, la obra de Teatro, trataba de una pareja de una diferencia de veinte años, la mujer jovial, gozaba y el hombre agradecía ese goce, todo termino en la tragedia de no poder tener hijos y en la fuga de ella, para que el la olvide.

La similitud era clara, el beso de el la dejo estupefacta, nunca lo había hecho en público, era toda una declaración de amor, de juramento de amor eterno, el departamento estaba esperándolos, era la primera vez que pasarían varios días juntos, lejos del servicio domestico, lejos de los amigos, lejos de la sociedad que sabían no podrían comprender nada de esa relación.

Desnudos se abrazaron, ella se arrodillo, introdujo su falo en su boca, haciendo que este se pusiera erecto, resbalando su boca hasta la punta del glande, ya pudo disfrutar de los líquidos preseminales, lo tomo con su mano y lo empezó a lamer desde sus testículos, el empezó a tomarle la cabeza en ese movimiento de apretar acariciando, de pasión de gozo sexual, una vez más introdujo ese falo y esta vez recibió el semen en su boca, tragándolo todo y relamiendo una vez más, se sintió a gusto con la pose y la ebullición que sentía en su sangre, estaba pidiendo sin decirlo y aceptando todo de ese joven hermoso, que era su hijo, pero en ese momento su amante.

Fueron a la cama, allí las caricias de el, obnubilaron su mente, el falo penetraba hasta su vientre, ese mismo que había cobijado su ser, pero que ahora estaba deseoso de carne, sexo y pasión ,de todos sus deseos estaban cumplidos, una y otra vez acabaron, hasta quedar rendidos y dormidos abrazados despertaron en la mañana, el mal aliento de ambos no fue barrera para que el la besara, ambos fueron a la ducha, otra manera, otras poses, pero la mismas ganas, las mismas sensaciones, el desenfreno lo llevo a introducirle en el coño sus dedos, ella ya no decía nada gozaba cada cosa, en la pasión en que estaban envueltos, la penetro analmente, primero la cabeza de su barra de carne apoyada en ese agujero con gran cantidad de jabón de tocador , fue entrando, el sintió la estrechez y ese goce de ser el primero, no hacia falta de escucharlo de ella, los esfínteres se abrieron y recibieron semen y jugos prostáticos, le dolía, pero al salir de la ducha, no pudo evitar besarlo , el la llevo a la cama y nuevamente la penetro, dulce, clásica y apasionadamente.

Los meses fueron pasando, la cordura en ambos parecía volver, una tarde charlando, decidieron que buscarían amantes, parejas, alguna solución, puesto que ambos veían un futuro negro, no querido, fue ella, la que directamente busco la relación con un chico un año mayor que el, solamente para tratar de salir del conflicto pasional del incesto que por casi un año mantenían.

La relación mero escapismo de la realidad no la hacia olvidar de los momentos vividos, pero sabia que no podrían (madre e hijo) socialmente ser aceptados, por eso busco esa relación con Nestor, estudiante, alto, entrador y audaz para tirarse a la "viudita" que era postre de los comentarios de los hombres del pueblo, ella lo sabia, su cuerpo con el ejercicio cama adentro , estaba cada vez más juvenil, más apetecible, este tipo de relaciones tiene riesgos, por ser naturalmente el hombre a esa edad un adolescente en varios puntos, poco le importaba a ella más que satisfacer las ganas de ser amada, fue así como en la quinta del padre del chico, se entrego totalmente, debiendo enseñarle muchas cosas, pero gozar ese cuerpo, la mantenía viva, activa, se repitieron los momentos con un dejo de rutina, un mes había transcurrido , esa tarde no escucho la llegada de nadie, su sorpresa de encontrarse desnuda al salir de la ducha con dos chicos, de la misma edad que su hijo, paso a preocupación, cuando le requirieron que jugara con los tres, su negativa recibió como respuesta una cachetada que la hizo entregarse en forma sumisa, para no recibir golpes.

Los ejercicios de relajación fueron su solución, entregada totalmente, fue víctima de los "chicos", soporto la vejación y ellos creyeron que eran los hombres , siendo solamente simples delincuentes, al llegar a su casa no pudo hacer otra cosa que abrazar a su hijo, esa noche ambos lloraron juntos, una pared cruzaba el camino de sus destinos.

En la mañana ella sintió que despedía a las mucamas, lo espero en la ducha, otra vez se fundieron en un solo ser, gozaron cada instante.

Al unísono dijeron la solución es seguir, por que eso es lo que sentimos, basta de magia en otros.

**************

 

La tempestad paso,asumir, tratar de rechazar, los llevo a gozar una relación condenada a la prohibición total.

La mañana fresca de principios del otoño, iluminada por los reflejos dorados en las hojas maduras de una vejez a punto, eran un cuadro impresionista que desde el ventanal de la quinta escondía todas las cosas que sentía, todo el miedo del cambio, todos los hechos que dejaban huellas , no en su hermoso cuerpo, ni en su pelo lacio que cubría sus senos aparentemente chicos al estar recostada en esa cama mirando de reojo el jardín o el techo de rústica construcción.

Su hijo, ya se había ido a Buenos Aires a estudiar, llevo el auto, también llevo esa alma de amante que tanto habían querido enterrar, no quería levantarse, por eso recordó todo lo que empezó hace casi dos años, la decisión de ser amantes, el intento de separarse y ahora esta nueva etapa, de escondidas a la sociedad y ¿!vivir!? esto tan terrible pero para ella tan inevitable como la muerte, esa misma que le quito su tranquilidad, su vida, la moral que había recorrido, encontrando el deseo sexual, que no pudo contener, que intento llevar por otros caminos, que hacen de su vivir una tragedia continua y a la vez repetida, deseada y por sobre todo gozada con pasión.

Cerro sus ojos , entrando en la somnolencia de la pereza buscada, no pudo evitar tocar su vagina con los dedos y sentir los flujos , fue en esa manera que disfruto pensando en lo sucedido el día anterior, más ,la noche anterior.

Era domingo, fueron a almorzar al restaurante del club social, su figura resaltaba, el igual le dijo lo bella que estaba, le acerco la silla , al sentarse veía sus ojos fijos en el escote sensual que siempre uso, sentir esa mirada, que movía sus instintos, la llevo a decirle que se calmara, eso hizo , se puso a mirar a una antigua "más que amiga", fueron entonces sus ojos, los que destellaban celos, fue el quién tuvo que decirle "cálmate" poco a poco se fueron distendiendo y charlando de los estudios de el y la tranquilidad económica gracias al seguro en dólares que había cobrado.

A la hora del café , decidieron tomarlo en la quinta, llegaron, cerraron la entrada con llave, previendo situaciones molestas y largaron los perros, para evitar cualquier comedido que los perturbara, que pensaran lo que quisieran , pero que no puedan ver nada, ambos hacían lo que querían, no había dudas, una sonrisa de complicidad marcaba su cara, mientras veía la actitud ansiosa en ese hermoso joven, los perros hicieron fiesta por su libertad anticipada y saltaban marcando sus marrones figuras en el verde césped.

Se recostaron a la siesta, ella en la misma posición, que en este momento, el la beso en la frente, ella tomo su cuello, el la beso en los labios y cayendo sobre su cuerpo sumiso se dejo desnudar, fueron pocos minutos, pero suaves, constantes en pasión, una penetración, otra más que solo acrecentaban las ganas de repetirla, su leche lleno una vez más ese vientre que una vez lo cobijo, pero la entrega de ambos durmió sus cuerpos en contacto. Despertó con el al lado, todavía dormido, lo beso desde el cuello hasta que llego a su falo, lo puso en su boca, chupándolo y lamiéndolo hasta que lleno su boca, el despertó, tomo su cabeza y la dejo hacer, ese falo entraba en su boca, su vagina quedo frente a la boca que no pudo contener lamer los flujos ya caían, el clítoris hinchado recibía las caricias, era una postura que los unía, el semen broto mientras ella acababa , una vez más el clímax, otro descanso en sus hombros, otra vez pensando, ambos se miraron , no dijeron palabra, un beso suave en común, sello esa parte del día.

Se levantaron, vieron parte del partido de fútbol en directo, en el sillón del living, ella apoyada en su hombro, eran una pareja, madre e hijo, pero una pareja que se amaban, que habían intentado no llegar a sentir esto, pero que la realidad les daba el escenario de sus vidas, compleja y condenada socialmente, por más que nadie los quemaría en hogueras, tampoco nadie los aceptaría.

Comieron algo liviano, se fueron a ver televisión , ambos sentados en la cama, eran nada más que otra pareja algo distinta, ella 14 años mayor, el, joven, pero no era así, ella le tomo su falo en la mano y la erección fue instantánea, ella se lo empezó a masturbar, el tomo sus brazos y la indujo a sentarse sobre el , poco a poco fue entrando, ella cabalgaba enloquecida, tuvo que serenarla para evitar algún doblez y el dolor en consecuencia, tomo sus senos, acariciándolos y empujándola suavemente hacía atrás , se perfeccionaban en le goce del acto, plena de goce, eran una pareja de amantes perfecta, en lo físico y en la pasión que brotaba de ellos, nunca se habían sentido así, al acabar se fundieron en un beso, un beso deseado, de sello del gozo, perfecto en el espíritu que los unía.

A la mañana, el la beso, porque tenia que llegar a la facultad, un beso de hasta pronto, dejaba el camino abierto.

Sintió los perros en su carrera festiva, igual se quedo en la cama, cuando entro en la habitación, ambas sonrisas eran cómplices de lindos momentos que pasarían esa mañana.

Ambos agradecieron que no había Gas Oil.

 

FIN

(9,33)