Nuevos relatos publicados: 6

Recordando al primer amor (Capítulo 29)

  • 6
  • 4.775
  • 9,33 (9 Val.)
  • 0

CAPITULO XXIX

 

Mi gran problema (por no calificarlo de tragedia) que el hacer amor con Cristina me tenía tan absorbido el sexo, que más que persona juiciosa parecía un obseso. Y cuando a los veinticinco años no se piensa nada más que en follar, no se puede en la vida prosperar. Y menos si no tienes una base profesional donde te puedas apoyar.

Y eso le pasaba a un servidor; me tenía tan absorbido aquella "muñeca güera", que a nada hacía oídos, sólo ver sus labios y sus ojos, de loco yo me volviera. Pero encima cómo era un chico decente, no un vividor que se dedica a estafar a la gente, por eso acabó nuestro noviazgo tan infelizmente.

Parece difícil de entender, pero aseguro que en aquellos años de la Dictadura, donde la moral la marcaban los curas; el acostarse con la novia o llevar un ligue en una cama era una aventura cómo no tuvieras un "picadero" donde llevar sin problemas a tu dama. Y si además no tenías dinero, hacerlo a la intemperie te entraba "jindama", pues si te pillaba un guardia por los tobillos "la pana",  no se andaba por las ramas, te metía una multa que te "jodía el fin de semana".

Aunque la habitación ya le tenía medio apalabrada, Manolo avisó por teléfono a doña Juana en que un amigo iría a ocupar una de sus habitaciones una tarde de cualquier día de la semana.

-Manolo; tu amigo es de confianza, ¿verdad? Le pregunto doña Juana.

-De absoluta confianza doña Juana. Es un chaval de lo más decente y prudente que circula por Madrid.

-¿Y la chica?

-De lo más bonita que vi.  Novia de casar, doña Juana.

-¿Ya? Y quiere "el melón antes catar".  Respondió doña Juana con su ironía habitual. ¡Pero cómo le salga rana!

-¡Bueno! Si le sale "rana, el que vaya por detrás se dará cuenta que otro antes se ha comido "la miel de su panal". Pero no es eso lo peor, lo peor es que la tome por una fulana. Ya sabe como somos los tíos, doña Juana: "mujer desvirgada, ya ha sido catada o es un lío.

-¡Pero que machismo más atroz! Dijo doña Juana bastante airada y con tono de queja.

-Comprenda doña Juana... Pero si a la novia de uno antes otro le haya comido "la almeja":novia pendeja.

-Pero que golfo eres Manolo. Si no fueras tan simpático.¿Y cómo dices que se llama tu amigo?

-Amador, se llama Amador.

-Pues si tú le tienes que buscar el tálamo del amor, poco de las artes amatorias se le imaginan a ese buen señor.

-Cierto que no es gran amante, puesto que es esas artes es un principiante, pero le echa mucho pundonor. Y lo más sublime, que lo hace por amor.

-Vale Manolo. Y dile a Amador que me llame antes de venir, y que suban las escaleras separados; ya sabes, para evitar el cotilleo; que aunque estén enamorados, los vecinos saben que las parejas vienen aquí al folleteo.

-No te preocupes Juana, que aunque se sabe que en tu casa hay puteo, se te respeta porque no se arma ningún jaleo.

-Por eso me protege el comisario Mateo...

-Y también porque también tienes con él de vez en cuando algún devaneo,  según creo.

-Pero te juro que no es chuleo. Es un señor, por eso la hago algún que otro favor. Y adiós.

-Adiós Juana.¡Ah! y gracias por el favor que me haces por Amador.

        

Al día siguiente

- Sí, dígame.

-¿Está Amador?

-¿Quién le llama?

-Manolo, soy Manolo.

-Hola Manolo, no te había conocido. Soy María.

-Hola María. ¿Por dónde anda tu hermano?

-Espera que le llamo. ¡Amador! que te llama Manolo.

-Dime Lolo.

-Qué ya tienes resuelto el tema del que hablamos el otro día.

-Oye.

-Dime.

-Qué tengo otro problema, y no sé como resolverlo, porque "la titi" me dijo...

-No querrá que también ponga yo el "pijo"...

-Calla, no seas guasón, y no te lo tomes a broma; me ha dicho que no folla sin goma. ¿Y donde encuentro un preservativo?

-Eso no es problema, mi amiga Paloma Mena trabaja en una farmacia cerca de donde vivo. ¿Cuántos necesitas para satisfacer a la nena?

-Hombre no sé mi rendimiento en el catre, pero por lo menos tres, no quiero que "viva se me escape".

-No creo que en tres horas puedas echar tres; mucha potencia has de tener.

-Al menos lo intentaré.

-Para cuando los quieres.

-A partir de ya, cuando puedas. ¡Oye! una pregunta.

-Dime.

-¿Hay tallas? Ya sabes que yo "calzo tralla".

-No hombre, no. Es como un calcetín, se adapta perfectamente "al colín", sea corto o no tenga fin.

-¡Vaya!

-Nos vemos Amador.

-Gracias Manolo por ser mi mentor en "el tema".

-Ayuda a un amigo cuanto te necesite. Ese es mi lema.

 

Llamando por teléfono a Cristina inmediatamente después de hablar con Manolo

-Hola Roberta. ¿Esta Cristina?

-No, hoy tiene clase de italiano.

-¡Ah! si es verdad, no me acordaba.

-¿Quieres que le de algún recado?

-Llamaré sobre las diez, a la hora que suele volver.

-Amador.

-Dime Roberta.

-¿Has visto a José Luis?

-No, no le he visto desde el otro día. Ya sabes que tiene un horario comercial muy chungo. -¿No te ha llamado por teléfono?

-Me figuro que andará por ahí dando tumbos. Sois muy amigos, ¿verdad?

-Somos como hermanos, pues hemos convivido juntos desde muy corta edad.

-Ya me di cuenta. ¿Habéis hablado algo sobre lo del otro día?

-Ya te he dicho que no le he visto; pero si te puedo decir que te ve con buenos ojos. ¿Y tú a él?

-Me parece un poco retraído, y tímido y poco comunicativo, y se nota que con pocas chicas ha salido; aunque si parece intuitivo y reflexivo. ¿Crees cierto lo que digo?

-¡Jo! Roberta, le has clavado, ¿Es que estudias sicología?

-Ja, ja, ja. Intuición femenina.

-Definirle tan bien yo no podría. Tu opinión de José Luis en la diana atina.

-Otra cosa Amador.

-Dime Roberta.

-¿Qué tal tú con mi hermana?

-Te puedo asegurar que me une a ella una actitud muy sana, y que lucho por su amor con muchas ganas. Pero...

-¿Pero?

-No sé... pero desde que trabaja en esa empresa danesa, no es conmigo tan campechana.

-Pues te aseguro Amador, que creo que igual o más que te antes te ama. Yo no le noto hacia ti ninguna desgana.

-Serán quizás que mi mente haga filigranas.

-O que ya peinas canas.

-Chao Amador.

-Un beso, "cuñada".  Qué eres un primor.

(9,33)