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Mis cuentos inmorales (Entrega 30)

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Como el jamón, no todos los coños saben igual; depende de los exudados de la dueña, y lo peor: de los desodorantes íntimos, éstos si que han desvirtuado su sabor. Degustar un coño con sabor a agua de rosas o a lavanda, a mi personalmente no me agrada. Me gusta que el coño huela y sepa a coño. De ahí la frase:

"Desde que se inventaron las máquinas de cortar jamón y los bidés, ni el jamón sabe a jamón, ni el coño a coño"

El mejor momento para saborear un chocho, es a las diez o doce horas de haber sido lavado, y si su portadora ha tenido una actividad algo frenética, mejor. Un coño debe estar sudado y haber mojado la braga; o sea: "en su salsa". "Comerse el coño seco" con pelos, de una mujer frígida, es como meterse un estropajo en la boca; y si lo tiene "pelado", la sensación es la misma que masticar un chicle que ha perdido ya el sabor.

Un servidor se ha "comido muchos coños" a lo largo de su vida, por lo que me considero un gran gourmet. Por eso voy a dar una serie de consejos de cómo se debe "comer un chichi" para sacarle todo su sabor, y que su propietaria, disfrute al máximo.

Lo primero que hace un experto "coñólogo", es rebañar el embase que lo contiene; o sea: la braga. En la braga de una dama, se hallan las esencias más sublimes de su entrepierna que durante esas horas han destilado de su vulva y ano, y han quedado allí depositadas, fermentadas como el buen vino. Es la ambrosía del coño; el requesón y la nata de la leche, toda sus propiedades, quedan allí acumuladas, y desperdiciarlas es un "pecado mortal". Un buen comedor de coños, jamás desperdicia tal malvasía.

Bajar la braga de la moza con mucha delicadeza; una vez desprendida de sus "columnas", asirla con ambas manos por sus extremos; plegarla de tal forma, que la parte central de la misma, o sea, esa parte que suele llevar una especie de franela donde se depositan todos sus efluvios queda al aire. Llevársela a las fosas nasales y aspirar profundamente hasta extraer todos sus aromas. Si la moza lleva salva slips, (otro invento nefasto para los buenos "coñólogos" )hacer lo mismo hasta sacar todo el perfume allí depositado. Una vez dejada la braga seca de aromas, disponeros a degustar el manjar más exquisito que la Naturaleza ha creado para deleite del hombre.

 

 Diversas formas de comerse "una almeja"

 La forma más completa para degustar la entrepierna de una mujer, es situarla de rodillas y con las manos apoyadas en el suelo o en la cama; o sea: que quede en posición como si fuera "una perrita en celo". La vista es maravillosa, a escasos centímetros de la nariz, queda el panorama más sublime: ese coño rosado y ese "agujero negro" a punto de ser degustados. ¡Muy importante! Si la moza tiene almorranas, no preocuparos, haceros la idea, que son bombones, y relamerlos con placer. Y si tienen "algunas pelotillas", no os de reparo, eso suele pasar a las que llevan bragas de fibra, son desprendimientos de la tela que se forman como pelotitas, y quedan adheridas allí. Y si la dama tiene muchos pelos por esa zona, entonces pudiera ser que esas pelotillas sean de otra naturaleza y provengan de otro sitio. Pero como de la mujer "todo se come", esas pelotillas hasta pudieran ser un bocado exquisito, como el caviar iraní.

¡Bien! Ya tenemos situada a la moza como se dice vulgarmente "a cuatro patas". Nos situamos  inmediatamente detrás. Nuestra nariz y boca, a la altura de su ojete. Primero, antes de usar la lengua y los labios, usamos la nariz. Olisqueamos bien por toda la zona: el olor del culo es más intenso que el del coño, por lo tanto, alternar las olidas por ambas partes, para que se mezclen bien los perfumes. El aroma es embriagador, disfrutad de esas olidas como "marranos", que os queden bien impregnadas en las fosas olfativas, para que podáis disfrutar de esas fragancias durante horas, e incluso hasta días.

Otra forma de "comerse un higo" es la clásica. La fémina tumbada boca arriba y bien abiertas de piernas. Esta posición tiene una ventaja y otra desventaja. La ventaja, es que se puede acceder al punto del placer femenino más fácilmente; se saborean mejor las ninfas o labios menores. En definitiva, todo el conjunto "del higo", queda mejor expuesto para ser comido. La desventaja es, que no se puede degustar el ano, que queda debido a la posición adoptada escondido y fuera del alcance de la lengua.

Otra forma muy excitante para lamer un buen chocho, es la siguiente: el hombre tumbado boca arriba, la mujer se abre bien de piernas y sitúa sus partes justamente en la boca del "lamedor". Queda el chocho literalmente allí pegado. Las manos aferrando ambas cachas de la hembra, y bebiendo de aquella fuente todo el flujo que emana de la misma. El pequeño inconveniente, que te puedes atragantar, por lo que tienes que separar de vez en cuando la nariz y boca de "aquel manadero" para respirar.

Otra posición muy buena y que permite "comer coño y culo" a la vez, es la siguiente: "el lamerón" en la misma postura que en la anterior, pero la fémina, en vez de estar cara al "degustador de sus partes más sabrosas", se pone de espaldas. En esta posición, se como el coño y el ojete a placer. Y lo mejor: las cachas de la mujer, quedan tan a la vista y tan a mano, que puedes alternar "la comida", con mordisquitos en los glúteos, que por regla general, los de las mujeres son muy hermosos. Lo ideal es: mordisquito en una cacha, parada en la raja del culo. Buena lamida de coño y ano, y a continuación mordisco en la otra cacha, de modo que el ciclo sea:

 *Mordisco en cacha.

*Lamida de coño y ano.

*Mordisco en la otra cacha.

Y así hasta que la moza diga basta...

 

 MUY IMPORTANTE

 Es muy posible, que la señora durante "el fragor de la batalla", sin quererlo y sin poderlo remediar, se le escape algún pedo, bien vaginal o anal. No hacer ascos, es un síntoma muy claro, que está gozando a tope con "las lamidas". Son una especie de salvas en vuestro honor.

Que disfrutéis y hagáis disfrutar a vuestras parejas con las lamidas.

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